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to al mesmo convento, en el cual moraban dos religiosos; visitólos el padre Comisario, y detúvose allí aquel dia y el siguiente. Pegada al convento está la ramada, capilla y patio de los indios, como en los demás pueblos, y no lejos del patio está un ku ó cerro alto, hecho á manos (que en aquella lengua se llama mul), en que antiguamente sacrificaban á los ídolos; agora está hecho monte, y en lo alto dél puesta una cruz grande. No lejos deste mul hay otros tres ó cuatro, no tan altos, que servian en tiempo de la gentilidad de lo mesmo; los unos y los otros están fundados, segun dicen, sobre bóvedas de sepulturas.

Es aquel pueblo de mediana vecindad, de los mesmos indios mayas, y de ellos son todos los demás de aquella guardianía. Dánse por alli muchos zapotes colorados y chicozapotes: hallánse muchas tortugas pequeñas, buenas de comer, y muchas perdices de la tierra, y hay en aquella comarca una laguna de agua dulce, algo gruesa, de diez leguas de largo pero muy angosta y algo honda, junto á la cual hay grandes dehesas de pasto de yerba muy buena para ganado menor, para el cual es aquel sitio muy acomodado y propio.

Veinticinco leguas de Ichuml cae la bahía de la Ascension, en el mar del Norte, puerto muy bueno y grande para los navíos que van y vienen de Honduras á Yucatan y á la Habana, y aun para los que vienen de España, y dicen que si se comenzase á usar y frecuentar, seria gran refugio para estos navíos y no pequeño bien para la tierra de Yucatan, porque no está (segun dicen) de la villa de Valladolid mas de treinta leguas de camino enjuto, que se puede andar con harrias, y traer por él las mercaderías que se traen por Bacalar con grande

trabajo, riesgo y peligro, por estar lejos y haber muchas ciénagas y lagunas, y no se perderian navíos, como se han perdido ya muchos en aquel parage y costa por no estar frecuentado aquel puerto. Hay junto á esta bahía muchas islas, y en algunas dellas indios idólatras: y ann dicen que hay entre ellos algunos apóstatas y renegados, y aun en una dicen que hay negros de unos navios de Guinea, que por allí se perdieron. En la tierra firme, junto á esta bahía y puerto, hay algunos edificios de cantería, de tiempos antiguos, y dicen los indios que eran templos de los dioses é idolos de los señores de Chicheniza, y cuando querian pasar á Honduras por cacao y plumas, y otras cosas, iban y venian por allí á ofrecerles sacrificios, y allí se embarcaban y desembar caban. Junto á esta mesma bahía hay mucha tierra firme, muy montuosa y por conquistar, y dicen los indios que corre por ella un rio caudaloso, y que en sus ribe ras de una parte y de otra hay mucha gente poblada por convertir y conquistar, y que tienen muchos cacauatales, y que se comunican con los indios de las islas sobredichas.

De como el padre Comisario prosiguió su visita y llegó al convento de Itzmal.

Lunes primero de Agosto salió el padre Comisario á las tres de la mañana de Ichmul, y andadas cuatro leguas de razonable camino, llegó temprano á decir misa á un pueblo pequeño de aquella guardianía llamado Tixolop, donde fué recebido con mucho contento, con una danza ó baile á su modo, y se detuvo todo aquel dia; ofreciéronle los indios de aquellas aves llamadas gaches, de quien atrás se dijo que son del tamaño y del sabor de las pollas de Castilla, críanlas los indios mansas en sus casas, y aun en el convento de Ichmul habia entonces dos que comian y se andaban con las gallinas, y aunque se iban al monte cuando se les antojaba volvian despues á casa; cogieron los de Tixolop las que dieron al padre Comisario, con cebratanas como las de España, de las cuales usaban los indios de aquella provincia antiguamente, antes que los españoles entrasen en ella. Llovió aquel dia mucho, pero cuando vino el agua ya el padre Comisario estaba en la posada, porque por ser como era tiempo de aguas, en que caen por aquella tierra terribilísimos aguaceros, procuró caminar en toda aquella visita por la mañana y no por la tarde, que es cuando ellos de ordinario suelen caer, y así cuando venia el aguacero ya él tenia hecha la jornada; y con esta diligencia pocas veces se mojó.

Martes dos de Agosto tomó el padre Comisario la

mañana, y andadas tres leguas de razonable camino, llegó al amanecer á unos ranchos ó milperías, donde halló que le estaban aguardando muchos indios de la visita de un clérigo. Descansó allí un momento, y prosiguió luego su viage, y andadas otras dos leguas de buen camino, llegó á un buen pueblo de los mesmos indios mayas, llamado laxcaba, partido y residencia de un clérigo, el cual con ellos le hizo muy buen recebimiento; habia muchas ramadas y tres bailes á su modo, y estaba á la entrada del patio junta toda la gente, puesta en procesion y vestida de Pascua, con dos ó tres cruces, y con ellos el clérigo; díjoles luego misa el padre Comisario, y nunca acababan de mirarle á él y á sus compañeros llenos de gozo y regocijo de verlos en su pueblo, acordándose que ellos y los demás de aquel partido, solian ser doctrinados de nuestros frailes, hasta que, seis años antes que allí llegase el padre Comisario, los habian dejado á los clérigos con el convento y cabecera, llamada Zotuta: detúvose en laxcaba hasta la tarde y hízole el clérigo mucha caridad y regalo.

Junto á la iglesia de aquel pueblo, hay un zonote muy hondo y de boca muy ancha, de agua muy delicada, en que se crian muchos vagres; tiene una manga ó cobacha, que entra debajo de la peña viva, y por allí abrieron los indios una boca, en la cual pusieron una anoria con que, con caballos, sacan agua para todo el pueblo y la echan en una gran pila, de donde la toman las indias..

El mesmo dia en la tarde, puesto ya el sol, salió el padre Comisario de laxcaba, despues de haber cenado (que antes no pudo ser porque llovió) y andadas dos leguas de razonable camino, llegó, ya noche, á otro buen

pueblo de los mesmos indios, llamado Tabi, partido tambien de clérigos, donde los vecinos le hicieron muy buen, recebimiento. Hubo á aquella hora bailes y danzas, música de trompetas y flautas, muchas ramadas y mucha gente, así en ellas como á la puerta del patio de la iglesia, que cierto admiraba su devocion; tenian muy bien de cenar, pero como ya esto se habia hecho en Iaxcaba, comiéronse ellos la cena y descansó el padre Comisario hasta la madrugada. Hay en aquel pueblo junto a la iglesia otro zonote mayor y de mejor agua que el de laxcaba, pero súcase esta á brazos para toda la gente, porque no se puede en él hacer anoria.

Miércoles tres de Agosto salió el padre Comisario, á las tres de la mañana de Tabi. y andadas cinco leguas de camino pedregoso, llegó alto ya el sol á un bonito pueblo llamado Kantunil, de la guardianía de Itzmal; fué recebido con muchos bailes y danzas, al modo de la tierra y al de Castilla, y entre ellos sacaron los indios para regocijarle, una invencion particular y fué: unas andas y sobre ellas un castillo redondo y angosto, á manera de púlpito, de mas de dos varas de medir de alto, cubierto de alto a bajo con paños de algodon pintados, con dos banderas en lo alto, á cada lado la suya; metido en este púlpito, y que se parecia de la cintura arriba, iba un indio muy bien vestido y galano, el cual con unas sonajas de la tierra en la una mano, y con un moxqueador de pluma en la otra, vuelto hácia el padre Comisario, iba siempre haciendo meneos y silvando al son de un teponastle que tocaba otro indio allí junto á las andas, entre otros muchos que al mesmo son iban cantando, haciendo mucho ruido y dando muchos y muy recios silvos; llevaban estas andas y castillo seis indios à hombros, y aun estos tambien iban

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