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Estando en aquel convento recibió el padre Comisario cartas de México, y entre ellas una de fray Domin go de Areyzaga, á quien habia enviado desde la Habana la comision atrás referida, en la cual le escribió lo que hizo el Virey y lo que respondió fray Pedro de San Sebastian, que es lo mesmo que atrás queda dicho.

De como el padre Comisario prosiguió su visita y llegó á Ichmul.

Martes veintiseis de Julio, habiendo el padre Comisario general despedido al provincial, que habia ido á recebirle en nombre de la provincia, con facultad y poder de los difinidores para tratar y concluir cualquier cosa, porque ellos eran viejos y estaban enfermos y lejos de allí, y habiendo despachado la patente de la visita, señalando en ella el capítulo provincial para los diez y seis de Octubre, salió de Zaqui, ó Valladolid, à las tres de la madrugada, y andada una legua de camino muy pedregoso, llegó, antes que fuese de dia, á un pueblo pequeño de aquella guardianía llamado Pixoy; teniánle los indios hechas algunas ramadas, y recibiéronle con una danza y con mucha alegría y contento. Dióles las gra cias, y pasó adelante; y andada otra legua de algo mejor camino, llegó, poco antes que el sol saliese, á otro bonito pueblo llamado Vaima, de la guardianía de Tenum; estaba toda la gente junta y puesta en procesion á la puerta del patio de la iglesia, donde le recibieron con muchas ramadas y un baile á su modo, y mucha fiesta

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y regocijo. Agradecióselo y pasó adelante; y andadas otras dos leguas de buen camino, llegó temprano á decir misa al mesmo pueblo y convento de Tenum, donde fué muy bien recebido. A la una legua de las dos sobredichas tenian hecha una gran ramada, y en ella puestos muchos indios vestidos á manera de moros con lanzuelas pintadas y adornadas con plumas de colores, los cuales, con unas rodelillas y algunas invenciones, y un atambor qué les hacia son y los guiaba, fueron la otra legua delante del padre Comisario dando voces y gritos, y levantando algazaras, corriendo unos contra otros, sin cesar un punto. Junto al pueblo habia otras muchas ramadas y gran multitud de indios, y una danza y mucha música; á la puerta del patio de la iglesia estaba el golpe de la gente, y los religiosos, que eran dos, de los cuales fué muy bien recebido: acudieron despues de misa los indios del pueblo y de los demás de la guardianía (que todos son mayas) con presente de gallinas de la tierra y de Castilla, aguacates, zapotes y plátanos y otras frutas. Es aquel convento (cuya vocacion es de la Concepcion de Nuestra Señora) una casita pequeña, sin claustro, de tres celdas altas y una sala, donde tienen el Santísimo Sacramento y rezan los frailes el Oficio Divino. Para los indios hay su ramada y capilla, coro, baptisterio y sacristía, como en los demás pueblos. No hay agua dentro del convento, tráese de un zonote que está allí junto, del cual tambien bebe el pueblo, con no pequeño trabajo de las indias que la sacan, y para excusar esto habian hecho ya un pozo cerca del convento, en que habian de poner una anoria que trujesen caballos; visitó el padre Comisario aquella casa, y no se detuvo en ella mas de aquel dia. El pueblo es pe

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queño, de gente devotísima de nuestros frailes; hay, no lejos dél, en aquella guardianía, unos edificios antiguos de cantería, muy vistosos, que llaman de Chicheniza, y junto à ellos un pozo muy hondo, en que echaban los que sacrificaban á los ídolos, y aun dicen que en la pared deste pozo ó zonote está hecha una cueva que entra muy adentro. Caen estos edificios en unos campos y de hesas, en las cuales, y junto à ellas, poblaron la prime ra vez los españoles, cuando la conquista, y estuvieron algunos dias, pero era tanta la batería que los indios de la comarca les daban, de dia y de noche, que no teniéndose allí por seguros, así por ser pocos entre tantos, como por estar lejos de la mar, por donde les podia vcnir socorro y ellos acogerse siendo menester, determi naron dejar aquel sitio; y poniéndolo por obra, alzaron una noche el campo muy á la sorda, y á cencerros, como dicen, atapados, y para mas disimular y engañar á los enemigos, dejaron allí colgada una campana, con que hacian sus velas, y á la soga della atado un perro hambriento y junto à él unas tortillas de maíz, en tal distancia, que las oliese y no las pudiese alcanzar. El perro, con la hambre, queria coger el pan, y como tiraba de la soga de la campana, tañíala muy á menudo, de manera que los indios entendian que se estaban allí los españoles; pero viendo á la mañana que no parecia nadie, fueron siguiéndolos por el rastro, hasta que les dicron alcance, y con la furia que llevaban les mataron muchos indios campechanos que iban en su ayuda y defensa. Está agora en aquel sitio, y cerca de aquellos edificios, poblada una estancia de vacas.

Miércoles veintisiete de Julio salió el padre Comisario de Tenum antes de las tres de la mañana, y anda

das las mesmas cuatro leguas del dia antes y por el mesmo camino, se volvió al mesmo Convento de Zaqui, por ser por allí el camino para proseguir la visita, y detúvose en aquella casa todo aquel dia.

Jueves veintiocho de Julio salió de Zaqui á las dos de la mañana, y andada una legua de razonable camino, llegó á un pueblo de aquella guardianía llamado Citmop; donde aunque era muy de noche, le estaban los indios aguardando con muchas ramadas y dos danzas, una de mochachos y otra de indios grandes. Pasó adelante despues de haberles agradecido su devocion, y andada otra legua, llegó aun antes que fuese de dia á otro pueblo de la mesma guardianía llamado Tikom, donde asímesmo halló hechas muchas ramadas y juntos muchos indios con otras dos danzas. Dióles las gracias y prosiguió su viage; y andadas otras dos leguas pequeñas, llegó muy de mañana á decir misa á otro pueblo de la mesma guardianía llamado Tixcakal, donde fué muy bien recebido de toda la gente que estaba junta, con ramadas y danzas y mucha solemnidad; detúvose allí todo el dia.

Viernes veintinueve de Julio partió de aquel pueblo el padre Comisario entre las dos y las tres de la mañana, y andadas siete leguas llegó muy cansado á otro pueblo llamado Xequepez de la guardianía de Ichmul; las tres leguas y media primeras de aquellas siete son de camino muy pedregoso, y al cabo está un rancho junto á un zonote donde suelen descansar los frailes y otros caminantes, las otras tres y media son de camino poco ménos que llano y sin piedra. Recibieron en Xequepez, al padre Comisario con cuatro danzas y muchas ramadas; dijóles misa, y luego acudieron los principales de

alli y de otros dos pueblos, sus vecinos, con presentes y ofrendas de gallinas, aguacates y zapotes, y con algunos paties, (que son unas pernezuelas de manta de algodon de una braza en largo, y una cuarta en ancho, y tiene cada pati cuatro piernas destas, las cuales sirven para pañizuelos de mesa, y para otras cosillas); agradecióselo el padre Comisario: diéronle despues de comer y detúvose en aquel pueblo todo el dia.

Sábado treinta de Julio salió de aquel lugar, poco despues de media noche, y andadas siete leguas de ca mino muy pedregoso, cerrado por una parte y por otra de monte muy espeso, y con un calor y calma muy grande, llegó, poco despues de salir el sol, al pueblo y convento de Ichmul. Una legua antes de llegar al lugar, tenian hecha los indios una ramada, en que estaban los principales aguardando al padre Comisario con ramilletes de flores olorosas, sembrados de cacao. Habia tambien allí muchos mochachos con adargas pequeñas, los cuales fueron toda aquella legua dando gritos y alaridos, y tirándose unos á otros frutas verdes del monte, escudándose con sus adarguillas ó rodelas; á la entrada del pueblo habia otras muchas ramadas, y á la puerta del patio del convento estaba junta, puesta en procesión, toda la demás gente, y con una danza al modo de españoles fué de todos muy bien recebido:

El convento (cuya vocacion es de San Bernardino), aunque no tiene claustro, está acabado, hecho de cal y canto, con sus azuteas; tiene cinco celdas altas, y la sala del Santísimo Sacramento, que tambien sirve de coro; tiene asimesmo una bonita huerta,oy en ella un estanque que se hinche del agua que llueve y de la que le va encañada desde la noria del pueblo, que está jun

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