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muchos peñascos y poca tierra llana, donde hay más pueblos es á la banda del Norte, y á la banda de Oriente y á la de Poniente, porque hay por alli algunos valles y llanos, así como junto á Xiquilpa, y de la una y de la otra parte del pueblo sobredicho llamado Xocotepec.

Martes dos de Diciembre salió el padre Comisario de aquel pueblo antes del dia, y andada una legua llegó, aun antes que amaneciesc, á otro pueblo, visita tambien de Axixique, llamado San Juan. Estaba á aquella hora junta toda la gente á la entrada del pueblo, puestos en procesion con cruz y ciriales y candelas blancas encendidas en las manos, cantando el Te Deum laudamus en lengua mexicana. Pidieron cantada la bendicion, diósela el padre Comisario y pasó adelante, y andadas otras dos leguas, tambien á raiz de la laguna, llegó, ya salido el sol, al pueblo y convento de Axixique á decir misa, donde asimesmo se le hizo muy buen recebimiento, y acudieron los indios con sus ofrendas de huevos, plátanos y pescado. Es aquel pueblo de mediana vecindad, fundado y puesto sobre la laguna sobredicha; dánsc en él naranjas, cidras, limas y limones, en mucha abundancia, dánse guayabas, membrillos, granadas y plátanos, y higos y hortaliza de toda suerte. Es tierra templada, más cálida que fria, los indios de aquel pueblo, y los demás de aquella guardianía, hablan la lengua mexicana corrupta llamada naual, caen en el Obispado de Xalisco y en la provincia de Avalos, y son de la jurisdicion de México; su trage es como el de los mexicanos, escepto las mugeres que andan vestidas con unas naguas á manera de costales muy anchos, en las cuales se melen tambien sus criaturas, aunque ya iban dejando aquel trage y comenzaban á usar vaypiles y naguas como

las mexicanas. El convento, cuya vocacion es de San Andrés, es muy antiguo, pequeño y hecho de adobes, con su iglesia, celdas y claustro; tiene una buena huerta de mucha arboleda y hortaliza y moraban en él dos frailes, visitólos el padre Comisario y detúvose con ellos solo aquel dia.

Miércoles tres de Diciembre salió el padre Comisario muy de dia de Axixique, y andada media legua por junto à la laguna, llegó á un poblecito de aquella guardianía llamado San Antonio: salieron los indios á recebirle puestos en procesion, agradecióselo, y pasó adelante y andado un cuarto de legua llegó á otro pueblo más pequeño llamado San Buenaventura, visita del convento de Chapala, donde asimesmo fué bien recebido. Pasó adelante, y pasado otro cuarto de legua, llegó al sobredicho pueblo y convento de Chapala, donde fué recebido con mucha solennidad. Está aquel lugar fundado en la orilla de la laguna sobredicha, del cual ella toma su denominacion, aunque tambien se dice de Axixique: á la entrada deste pueblo, como van de Axixique, hay unos manantiales de agua caliente, donde tienen hecha una pila en que se bañan algunos, y dicen hallan provecho para algunas enfermedades. Hay tambien en Chapala muchos y muy grandes platanares, dánse cañas dulces de azúcar, dánse uvas, membrillos, granadas, guayabas, y todo género de naranjas, y hay tanto de todo esto que todo el pueblo parece una huerta: sacan los indios mucha agua de azahar, y della mucho dinero. Es tierra tan fértil de naranjas, que en la huerta del convento, donde hay muchos destos árboles, se cogió de un naranjo dulce un ramo que tenia once naranjas buenas, gruesas, maduras y amarillas, apiñadas

unas encima de otras, y por ser cosa muy vistosa se le dió al padre Comisario. Dánse allí unas raíces que se llaman xicamas, á manera y casi del color de nabos redondos, sin barbas ningunas, tan gruesas que por lo ménos tiene cada una á mas de tres libras, siembranse de semilla como los navos, y hacen aquella cepa debajo de tierra; es fruta muy sabrosa y fresca, maravillosa medicina contra la sed, y más en tiempo de calor y en tierras calurosas: las comunes xicamas son como cebollas medianas. Es aquel pueblo de Chapala de poca vecindad, hablan los indios dél y de sus visitas la lengua que los de Axixique; caen en el Obispado de Xalisco y en la provincia de Avalos, y son de la jurisdicion de México, y toda es gente muy devota de nuestro estado. El convento era una casita pequeña, que aun no estaba acabada, tenia una buena huerta, era presidencia en que moraba un solo fraile, y en aquel capítulo se deshizo y quedó por visita de Axixique; visitó el padre Comisario aquel fraile y detúvose alli todo aquel dia.

Jueves cuatro de Diciembre salió el padre Comisario á las tres de la mañana de Chapala, y andada media legua apartándose de la laguna hácia el Norte, llegó á un poblecito de aquella presidencia llamado Santa Cruz. Estaban á aquella hora juntos todos los indios, y recibiéronle con una danza y mucha fiesta, y ofreciéronle una gran jícara de guayabas. Agradecióles el padre Comisario su devocion y caridad, y pasó adelante, y andada legua y media en que se pasan dos arroyos y una cuesta no muy gustosa, llegó antes que amaneciese á otro pueblo, de la guardiania de Poncitlan, llamado Atotonilco, de unos manantiales de agua caliente que están allí

cerca. Está aquel pueblo en la ribera del Rio Grande de Toluca despues que há ya salido de la laguna de Chapala, y no hay por allí, de la otra banda deste rio, ninguna seguridad por causa de los chichimecas. Pasó de largo el padre Comisario por aquel pueblo, y prosiguiendo su viage el rio arriba por cerca de su ribera, y andada otra legua, llegó ya de dia, a otro pueblo pequeño de nueve ó diez casas, llamado Cactlan, visita tambien de Poncitlan. Pasó asimesmo de largo, y andada otra legua, en que se pasan muchos malos pasos, llegó á otro pueblo mayor, de la mesma visita, llamado San Miguel Tolan: recibieronle los indios muy bien y ofreciéronle una jícara de huevos. Dióles el padre Comisario las gracias y prosiguió su viage, y andada otra legua y pasados algunos atolladeros y un arroyo, por una puente de piedra, llegó al pueblo y convento sobredicho de Poncitlan tan de mañana y tan de improviso que cogio á los indios muy seguros y descuidados, no pensando que llegara tan temprano. Está situado aquel pueblo en la mesma ribera del Rio Grande, y va por allí tan ancho, que en muchos tiempos del año se puede vadear; es de mediana vecindad, los indios de él, y de los demás de aquella guardianía, hablan una lengua particular que llaman coca y caen todos en la jurisdicion de la Audencia de Guadalajara y en el Obispado de Xalisco, escepto Poncitlan que cae tambien en el de Michoacan, el cual toma el altar y capilla mayor con parte de la iglesia de nuestro convento, y desde allí para abajo entra el de Xalisco. El convento, cuya vocacion es San Pedro y San Pablo, es de cal y canto, pero antiguo y mal edificado, y de mala traza; solo la capilla de la iglesiá estaba acabada, y aunque las paredes del cuerpo estaban muy altas ya,

entiéndese que jamás se cubrirán, porque es poca la gente y poco devota. Tienen en el convento una bonita huerta, la cual se riega con agua del Rio Grande, que viene á ella por una acequia; moraban alli dos religiosos; visitólos el padre Comisario, y detúvose con ellos aquel dia y el siguiente, hasta la tarde. Por aquel pueblo es el camino derecho para ir desde México á Guadalajara, y llámanle el camino de las barcas, porque en barcas se pasa el Rio Grande sobredicho, la una vez antes que entre en la laguna de Chapala, y la otra despues que ha salido, que no es lejos de Pocintlan; hay en aquel camino un paso muy peligroso, porque á la una banda tiene á la laguna honda, y á la otra una sierra alta, y queda el camino muy estrecho, de manera que, por la angostura del paso, pocos chichimecas bastarian para defenderle y ofender á cualquier contrario. Por esto y porque allí suelen acudir chichimecas, tienen junto á aquel paso puesto presidio de soldados que acompañan á los caminantes.

Viernes en la tarde cinco de Diciembre salió el padre Comisario de Poncitlan, y volvió por el mesmo camino que el dia antes habia llevado y por los mesmos pueblos, hasta que andadas aquellas tres leguas llegó, á puestas del sol, al pueblo sobredicho de Atotonilco, fundado (como dicho es) en la ribera del Rio Grande, donde fué recebido con mucha fiesta y devocion, y descansó aque. lla noche. Acudieron muchos indios é indias á verle, y ofreciéronle cebollas, rábanos, chile, batatas, plátanos y pan de Castilla, y un gallo de la tierra. Pidiéronle los de un pueblo de aquella comarca con mucha plegarías, que les diese frailes que asistiesen con ellos y los dotrinasen, pero no se pudo esto hacer porque no los habia,

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