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las mexicanas. El convento, cuya vocacion es de San Andrés, es muy antiguo, pequeño y hecho de adobes, con su iglesia, celdas y claustro; tiene una buena huerta de mucha arboleda y hortaliza y moraban en él dos frailes, visitólos el padre Comisario y detúvose con ellos solo aquel dia.

Miércoles tres de Diciembre salió el padre Comisario muy de dia de Axixique, y andada media legua por junto à la laguna, llegó á un poblecito de aquella guardianía llamado San Antonio: salieron los indios á recebirle puestos en procesion, agradecióselo, y pasó adelante y andado un cuarto de legua llegó á otro pueblo más pequeño llamado San Buenaventura, visita del convento de Chapala, donde asimesmo fué bien recebido. Pasó adelante, y pasado otro cuarto de legua, llegó al sobredicho pueblo y convento de Chapala, donde fué recebido con mucha solennidad. Está aquel lugar fundado en la orilla de la laguna sobredicha, del cual ella toma su denominacion, aunque tambien se dice de Axixique: á la entrada deste pueblo, como van de Axixique, hay unos manantiales de agua caliente, donde tienen hecha una pila en que se bañan algunos, y dicen hallan provecho para algunas enfermedades. Hay tambien en Chapala muchos y muy grandes platanares, dánse cañas dulces de azúcar, dánse uvas, membrillos, granadas, guayabas, y todo género de naranjas, y hay tanto de todo esto que todo el pueblo parece una huerta: sacan los indios-mucha agua de azahar, y della mucho dinero. Es tierra tan fértil de naranjas, que en la huerta del convento, donde hay muchos destos árboles, se cogió de un naranjo dulce un ramo que tenia once naranjas buenas, gruesas, maduras y amarillas, apiñadas

unas encima de otras, y por ser cosa muy vistosa se le dió al padre Comisario. Dánse allí unas raíces que sé llaman xicamas, á manera y casi del color de nabos redondos, sin barbas ningunas, tan gruesas que por lo ménos tiene cada una á mas de tres libras, siémbranse de semilla como los navos, y hacen aquella cepa debajo de tierra; es fruta muy sabrosa y fresca, maravillosa medicina contra la sed, y más en tiempo de calor y en tierras calurosas: las comunes xicamas son como cebollas medianas. Es aquel pueblo de Chapala de poca vecindad, hablan los indios dél y de sus visitas la lengua que los de Axixique; caen en el Obispado de Xalisco y en la provincia de Avalos, y son de la jurisdicion de México, y toda es gente muy devota de nuestro estado. El convento era una casita pequeña, que aun no estaba acabada, tenia una buena huerta, era presidencia en que moraba un solo fraile, y en aquel capitulo se deshizo y quedó por visita de Axixique; visitó el padre Comisario aquel fraile y detúvose alli todo aquel dia.

Jueves cuatro de Diciembre salió el padre Comisario á las tres de la mañana de Chapala, y andada media legua apartándose de la laguna hacia el Norte, llegó á un poblecito de aquella presidencia llamado Santa Cruz. Estaban á aquella hora juntos todos los indios, y recibiéronle con una danza y mucha fiesta, y ofreciéronle una gran jícara de guayabas. Agradecióles el padre Comisario su devocion y caridad, y pasó adelante, y andada legua y media en que se pasan dos arroyos y una cuesta no muy gustosa, llegó antes que amaneciese á otro pueblo, de la guardiania de Poncitlan, llamado Atotonilco, de unos manantiales de agua caliente que están allí

cerca. Está aquel pueblo en la ribera del Rio Grande de Toluca despues que há ya salido de la laguna de Chapala, y no hay por allí, de la otra banda deste rio, ninguna seguridad por causa de los chichimecas. Pasó de largo el padre Comisario por aquel pueblo, y prosiguiendo su viage el rio arriba por cerca de su ribera, y andada otra legua, llegó ya de dia, a otro pueblo pequeño de nueve ó diez casas, llamado Cactlan, visita tambien de Poncitlan. Pasó asimesmo de largo, y andada otra legua, en que se pasan muchos malos pasos, llegó á otro pueblo mayor, de la mesma visita, llamado San Miguel Tolan: recibieronle los indios muy bien y ofreciéronle una jícara de huevos. Dióles el padre Comisario las gracias y prosiguió su viage, y andada otra legua y pasados algunos atolladeros y un arroyo, por una puente de piedra, llegó al pueblo y convento sobredicho de Poncitlan tan de mañana y tan de improviso que cogio á los indios muy seguros y descuidados, no pensando que llegara tan temprano. Está situado aquel pueblo en la mesma ribera del Rio Grande, y va por alli tan ancho, que en muchos tiempos del año se puede vadear; es de mediana. vecindad, los indios de él, y de los demás de aquella guardianía, hablan una lengua particular que llaman coca y caen todos en la jurisdicion de la Audencia de Guadalajara y en el Obispado de Xalisco, escepto Poncitlan que cae tambien en el de Michoacan, el cual toma el altar y capilla mayor con parte de la iglesia de nuestro convento, y desde allí para abajo entra el de Xalisco. El convento, cuya vocacion es San Pedro y San Pablo, es de cal y canto, pero antiguo y mal edificado, y de mala traza; solo la capilla de la iglesiá estaba acabada, y aunque las paredes del cuerpo estaban muy altas ya,

entiéndese que jamás se cubrirán, porque es poca la gente y poco devota. Tienen en el convento una bonita huerta, la cual se riega con agua del Rio Grande, que viene á ella por una acequia; moraban allí dos religiosos; visitólos el padre Comisario, y detúvose con ellos aquel dia y el siguiente, hasta la tarde. Por aquel pueblo es el camino derecho para ir desde México á Guadalajara, y llámanle el camino de las barcas, porque en barcas se pasa el Rio Grande sobredicho, la una vez antes que entre en la laguna de Chapala, y la otra despues que ha salido, que no es lejos de Pocintlan; hay en aquel camino un paso muy peligroso, porque á la una banda tiene á la laguna honda, y á la otra una sierra alta, y queda el camino muy estrecho, de manera que, por la angostura del paso, pocos chichimecas bastarian para defenderle y ofender á cualquier contrario. Por esto y porque allí suelen acudir chichimecas, tienen junto á aquel paso puesto presidio de soldados que acompañan á los caminantes.

Viernes en la tarde cinco de Diciembre salió el padre Comisario de Poncitlan, y volvió por el mesmo camino que el dia antes habia llevado y por los mesmos pueblos, hasta que andadas aquellas tres leguas llegó, á puestas del sol, al pueblo sobredicho de Atotonilco, fundado (como dicho es) en la ribera del Rio Grande, donde fué recebido con mucha fiesta y devocion, y descansó aque. lla noche. Acudieron muchos indios é indias á verle, y ofreciéronle cebollas, rábanos, chile, batatas, plátanos y pan de Castilla, y un gallo de la tierra. Pidiéronle los de un pueblo de aquella comarca con mucha plegarías, que les diese frailes que asistiesen con ellos y los dotrinasen, pero no se pudo esto hacer porque no los habia,

antes por esta misma causa se deshicieron tres presidencias como queda dicho.

De como el padre Comisario llegó á la cibdad de Guadalajara, y de algunas cosas de aquella cibdad y de nuestro

convento.

Sábado seis de Diciembre salió el padre Comisario general, antes del dia, de Atotonilco, y pasadas muchas ciénagas secas, y tres ó cuatro puentes de piedra, y un

rio que llaman de los Cedros, por una puente de madera, y dos ó tres arroyos, llegó, ya salido el sol, andadas dos leguas, á una estancia grande de ganado vacuno, en la cual junto al mesmo camino (yendo el padre Comisario caminando) hizo un español, mozo de veinticinco años, gentilezas muy galanas y vistosas con dos toros, que por ser tales, pareció bien ponerlas aquí para gloria y honra de Dios que tal ánimo, fuerza y destreza da á sus criaturas. Corrió, pues, el mozo tras un toro en una yegua por un prado muy llano, ancho y espacioso, y con una garrocha le dió un golpe con tanta fuerza, que le derribó en tierra, y con tanta presteza y ligereza se apeó, que antes que el toro se levantase, ya estaba sobre él, y él solo, sin ayuda de nadie, le tuvo de los piés y le hizo buey en un momento; luego le soltó y se puso á punto para aguardarle, y aunque arremetió á él muchas veces, él le aguardaba con tanto ánimo y destreza, con un paño blanco, en que le hacia descargar su furia y recebia sus golpes, haciendo burla dél, que viendo el

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