Obras dramaticas de Don Luis de Eguilaz ...

Portada
D. Baudry y ca., 1864 - 538 páginas
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todo

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 289 - Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir: allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; allegados son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Página 145 - SOLAMENTE UN DAR ME AGRADA, QUE ES EL DAR EN NO DAR NADA.
Página 289 - Recuerde el alma dormida, Avive el seso y despierte Contemplando Como se pasa la vida, Como se viene la muerte Tan callando...
Página 60 - Dios no lo da todo a uno; que piadoso y justiciero, con divina providencia dispone el repartimiento. Al que le plugo de dar mal cuerpo, dio sufrimiento para llevar cuerdamente los apodos de los necios...
Página 71 - la que, adelante y atrás, / gémina concha te viste". Don Antonio de Mendoza le llama "zambo de los poetas
Página 289 - Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos, ¿qué son sino corredores y la muerte la celada en que caemos? No mirando nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; desque vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar.
Página 577 - Pero tú, ¿á qué me das parte, Si cuanto hay en casa es tuyo? Félix.
Página 256 - Silencio, florecillas : No retocéis con el lascivo viento ; Que duerme Calatea, y si despierta, Tened por cosa cierta Que no habéis de ser flores En viendo sus colores, Ni yo de hoy mas amor, si ella me mira, Tan dulces flechas de sus ojos tira.
Página 213 - Su muger bajó á buscar: Que no pudo á peor lugar Llevarle tan mal deseo. Cantó, y al mayor tormento Puso suspension y espanto, Mas que lo dulce del canto, La novedad del intento. El dios adusto ofendido. Con un extraño rigor, La pena que halló mayor Fué volverle á ser marido.
Página 549 - Recuerdas aquellos tiempos... Ahora todo ha cambiado. Con la edad el sueño huye, Y el chiquitín, los cuidados De la casa... Enr. ¡Oh! Yo reviento, Mercedes, si no hablo claro. ¿Eres tú aquella muchacha, Dulce embeleso del Prado, Hechizo de las reuniones, De los bailes tierno encanto, Y en Real, Zarzuela y Principe De los gemelos el blanco?

Información bibliográfica