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SOBRE LA PRETENSION

A SU MAJESTAD

DE NEUTRALIDAD QUE TIENEN LOS DE

TRÉVERIS. MUNSTER Á 13 DE NOVIEMBRE DE 1645.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-J. 12.)

SEÑOR.

En la primera visita que nos hicieron los Ministros del Elector de Tréveris, pagando la que les habiamos hecho, me propusieron de parte de su amo, el apretado y estrecho terreno en que se hallaban aquella villa y sus vecinos, rodeados de guarniciones de franceses y molestados de manera que ellos Ꭹ la guarnicion perecian sin poder prevalerse ni ménos defenderse en caso de ser acometidos. Habiéndoles yo pedido que me dijesen los medios para aliviar este cuidado, ellos respondieron que no se les ofrecia otro que el de la neutralidad con franceses, sobre que tambien el Elector habia escrito al marqués de Castel-Rodrigo, á quien yo dí cuenta de esta proposicion. Despues me dieron un memorial y otros papeles en esta razon. Todo lo remití original al Marqués para que, habiéndolo visto, me avisase la resolucion que tuviese por más conveniente, y lo que juzgase que yo deberia responder á estos Diputados. Dios guarde etc.

A SU MAJESTAD

SOBRE LO QUE ESCRIBIÓ EL DUQUE DE TERRANOVA DE PROCURAR RECOGER ALGUNA PARTE DE LA QUE DESPIDE DINAMARCA. MUNSTER 13 DE NOVIEMBRE DE 1645.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-J. 12.)

SEÑOR.

En carta del duque de Terranova, de 18 de Octubre, á que acompaña el papel incluso, me dice que en Wesfalia se está procurando para Francia la gente que despide Dinamarca; que

el Emperador ya tiene allá quien la procure para su servicio, y que yo tambien vea si de aquí podria recogerse algo para Vuestra Majestad. Hállome sin medios para poder emprender esta negociacion; mas he escrito al marqués de Castel-Rodrigo para ver si hay alguna forma con que podamos encaminar la parte de tropas que se recogiere ó á España ó á Flándes; para todo creo que es ya tarde, porque franceses y sueceses tuvieron inteligencia, en ajustando la paz con el Rey de Dinamarca, para recibir al sueldo la gente que despedia, y desde aquí cae tan atrás mano para Vuestra Majestad, que me parece imposible servirnos de esta ocasion. Dios guarde, etc.

EL

A SU MAJESTAD

SOBRE LA VISITA QUE LOS MEDIANEROS HICIERON Á SU EXCE-
LENCIA EN 12, Y QUEJAS QUE DIERON DÉ LOS IMPERIALES SOBRE
TRATAMIENTO QUE HICIERON Á LONGAVILA. HABLA CON
ESTA OCASION DEL PROCEDER DE FRANCESES Y CUÁNTO
CONVENDRIA ESFORZAR NEGOCIACIONES EN ROMA, PORQUE
POR ACÁ NO HAY APARIENCIA QUE QUIERAN PAZ.
MUNSTER Á 13 DE NOVIEMBRE DE 1645.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-J. 12.)

Del primer capitulo de esta carta se envió copia al duque de Terranova en 14, y dicho dia se envió abierta ésta á Castel-Rodrigo.

SEÑOR.

Tengo dado cuenta á Vuestra Majestad de lo que ha pasado cerca de las cortesías. y tratamiento que pretendia el duque de Longavila, y tambien del ajustamiento que con él hicieron los Ministros Imperiales. Ayer tarde me previnieron los medianeros. El intento de la visita fué hacer una gran queja de los

Ministros cesáreos, porque sin su participacion ni noticia se habian convenido con franceses; y aunque el conde de Nassau les habia enviado á decir que la órden del Señor Emperador era para tratar á Longavila con término impersonal, despues en la visita habia hablado el Wolmar en latin y en italiano, en nombre de entrambos, y como Embajador de Su Majestad Cesárea, llamando Alteza al Duque, con que franceses no se contentaban ya de que los medianeros diesen al Duque otro título que el de Alteza. Condoliéronse mucho del término de los Imperiales, y de que hubiesen querido tratar por sí sin habérselo dicho, siendo cierto que ellos tenian ajustado meses há que el Duque se contentase del término impersonal. Refiriéronme extraños lances que han pasado en esta razon; recaudos de franceses á ellos y de ellos á franceses; palabras negadas; equivocaciones afectadas, y últimamente vinieron á parar en que habiendo pedido diferentes veces audiencia al Duque, él se la habia negado y se hallaban al presente sin comercio con él, y que ofendiendo tanto esto, no solamente á sus personas sino tambien al ministerio de la mediacion, habian tenido por forzoso darme cuenta de todo. Cerraron el discurso con decir que los Embajadores del Emperador les habian dicho que en la primera posta esperaban órden resuelta de Su Majestad Cesárea para llamar Alteza al duque de Longavila, y que siendo esto, ellos no podian excusar el hacerlo. Yo fuí forzado á responderles que á mí tampoco me habian dado cuenta los Imperiales, ántes, parece que recatados expresamente de mí en el tratado de este negocio de tal manera, que habiendo venido el conde de Nassau á visitarme para darme gracias del Tuson de que Vuestra Majestad le hizo merced dos dias ántes, no tomó el negocio en la boca; que yo sentia mucho el embarazo en que habian puesto á los medianeros, porque era en perjuicio gravísimo de todo el tratado de la paz, que los medianeros estuviesen sin comercio con un Ministro tan principal como era el Duque. Lo que sobre esta razon discurrieron contra el término y jactancia de franceses fué mucho; pero ellos hablan en esta parte por vía de murmuracion como particulares, mas obran

como instrumento sin fuerza y sin autoridad ninguna. El Nuncio se extendió á decir que en la Córte de Francia pasaban de muy mala inteligencia el Cardenal Mazarini y el Bani, mostrando claramente aquella Corte y sus Ministros la difidencia en que están de Su Santidad; y añadió que habia leido un librillo recien estampado en París, que se llama Catecismo Real, lleno de proposiciones censurables y de perniciosísima doctrina para instruir con ella á un Príncipe tan niño. Paréceme que debo decir á Vuestra Majestad, que así el Nuncio como el Embajador de Venecia, me hicieron grande insinuacion, extrañando que en esta coyuntura estuviese la Córte de Roma sin Embajador de Vuestra Majestad, ponderando ellos los discursos á que ha ocasionado la salida del Cardenal Antonio, la proteccion que la Francia he hecho de los Barberinos y la demostracion pública que ellos ejecutaron poniendo en sus casas las armas de Francia; todo sin consentimiento ni noticia de Su Santidad, ántes ofendiendo derechamente su autoridad y jurisdiccion de la Santa Sede. Lo que yo entiendo en esta razon es que sería muy del servicio de Vuestra Majestad esforzar por todos los medios imaginables las negociaciones con Su Santidad, porque no descubriéndose esperanza de que este Congreso pueda producir el efecto que se desea y que es menester, ántes bien, efectos totalmente contrarios al bien de la Cristiandad y de la Religion, si el Papa no se resuelve á salir del miedo que ha cobrado á franceses, y hacer una gran declaracion contra aquel gobierno si rehusare los partidos razonables y proporcionados, yo no veo á qué poder apelar. La suma prudencia de Vuestra Majestad resolverá lo más conveniente en negocio de tan grande importancia. Dios guarde etc.

Á SU MAJESTAD

SOBRE LA CUAUSA POR QUE SE RETARDA LA VENIDA DE LOS DIPUTADOS DE HOLANDA POR LA NUEVA PRETENSION ENQUE HAN ENTRADO LOS DE ZELANDA, Y QUE HA ALENTADO Á LOS MEDIANEROS Á QUE ELLOS HAGAN LAS PROPOSICIONES. MUNSTER Á 13 DE NOVIEMBRE DE 1645.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-J. 12.)

SEÑOR.

Los últimos avisos que han venido de La Haya, refieren que estando para partir los Diputados que han de venir á este Congreso, la provincia de Zelanda entró en pretension de que en las instrucciones que traen se debian añadir ciertos capítulos, el principal de los cuales dicen es, que si Vuestra Majestad hiciere paz con Francia y ellos tregua, siempre que se rompiere la tregua, la Francia ha de quedar obligada á romper la paz. Esta pretension de Zelanda ha vuelto á poner en duda la venida de los Diputados, por lo ménos la ha dilatado, con que franceses cierran la puerta á todo género de proposiciones y Tratado con Vuestra Majestad, dando por causa que no pueden tratar sin todos sus confederados, y al mismo tiempo han hecho diligencia para que no vengan, y este Nuncio afirma haber visto carta expresa de franceses solicitando y negociando la detencion de los Diputados de Holanda. El marqués de CastelRodrigo me escribe que estaba resuelto de enviar sus Comisasarios (?). Podria ser que esta diligencia obrase para que los Diputados viniesen dando el Príncipe de Orange con esta diligencia satisfaccion á los Estados, quizá juzgando que le será más fácil conseguir que, venidos aquí, no obren nada ni asienten nada, que no embarazar el tratado en los mismos Estados, si una vez se admitiesen las proposiciones del Marqués. Los

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