Trozos selectos de autores españoles: precedidos de un breve resumen histórico de la literatura española, y seguidos de una colecciíon de anécdotas, breve narraciones y curiosidades

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Sucesores de Rivadeneyra, 1914 - 367 páginas
 

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Página 60 - ¡Qué descansada vida La del que huye el mundanal ruido Y sigue la escondida Senda por donde han ido Los pocos sabios que en el mundo han sido!
Página 62 - Y como codiciosa por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura. Y luego, sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido; los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 140 - Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad, mi ley la fuerza y el viento, mi única patria la mar.
Página 141 - ¡Barco viene!" es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: sólo quiero por riqueza la belleza sin rival.
Página 116 - Estas, que fueron pompa y alegría Despertando al albor de la mañana, A la tarde serán lástima vana, Durmiendo en brazos de la noche fría. Este matiz, que al cielo desafía, Iris listado de oro, nieve y grana, Será escarmiento de la vida humana: ¡Tanto se emprende en término de un día! A florecer las rosas madrugaron, Y para envejecerse florecieron: Cuna y sepulcro en un botón hallaron. Tales los hombres sus fortunas vieron: En un día nacieron y expiraron; Que pasados los siglos, horas...
Página 89 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 41 - Amarrado al duro banco de una galera turquesca, ambas manos en el remo y ambos ojos en la tierra, un forzado de Dragut en la playa de Marbella se quejaba al ronco son del remo y de la cadena...
Página 86 - Imagen espantosa de la muerte, sueño cruel, no turbes más mi pecho, mostrándome cortado el nudo estrecho, consuelo sólo de mi adversa suerte. Busca de algún. tirano el muro fuerte, de jaspe las paredes, de oro el techo, o el rico avaro en el angosto lecho haz que temblando con sudor despierte. El uno vea el popular tumulto romper con furia las herradas puertas, o al sobornado siervo el hierro oculto. El otro sus riquezas, descubiertas con llave falsa o con violento insulto, y déjale al amor...
Página 90 - Aquí de Elio Adriano, de Teodosio divino, de Silio peregrino rodaron de marfil y oro las cunas; aquí ya de laurel, ya de jazmines coronados los vieron los jardines que ahora son zarzales y lagunas.
Página 44 - Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa ' la vida, cómo se viene la muerte tan callando...

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