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versidad de Madrid, y habiendo ocupado el segundo lugar en la terna correspondiente, y obtenido para el primero tres votos contra cuatro, por Real órden de 22 de Abril de 1847 fué nombrado catedrático en propiedad de disciplina eclesiástica, general y particular de España, con destino á la facultad de jurisprudencia en la universidad de Barcelona; y habiendo tomado posesion en 25 de Mayo siguiente, sirvió ese cargo, hasta que, por otra Real órden de 25 de Agosto del mismo año, se le trasladó, en su clase de catedrático propietario, á la universidad de esta córte, donde desempeñó durante tres cursos la asignatura de historia de las ciencias eclesiásticas, en la Facultad de Teología.

La instabilidad de la carrera de teología, amenazada de próxima desaparicion, y otras circunstancias, juntamente con el deseo de dedicarse á la enseñanza del derecho canónico, oblial Sr. Fort á mudar de residencia.

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Por Reales órdenes de 25 y 26 de Agosto de 1850, se le destinó á la cátedra de derecho canónico de la universidad de Salamanca, promoviéndole á la categoría de catedrático de ascenso en la facultad de jurisprudencia, cuya enseñanza ejerció en los dos años académicos sucesivos, y en el último tambien la de oratoria forense; y en este tiempo perteneció á la comision elegida para examinar el proyecto de Código civil y emitir sobre él su informe, á la cual, visto el resultado de sus tareas, se dirigió por el Ministerio de Gracia y Justicia una Real órden altamente lisonjera para los que en ella tomaron parte.

Trasladado por otra de 14 de Mayo de 1852 á la universidad de Sevilla y su cátedra de historia y disciplina eclesiásti

ca, la desempeñó, desde el principio del curso inmediato, con sumo celo, asiduidad y notable aprovechamiento de sus discípulos, hasta que, nombrado por Real decreto de 23 de Febrero de 1853 jefe de Administracion de segunda clase, con el sueldo de 35.000 reales anuales, y destino á una de las plazas de vocal de la Junta de Clases pasivas, se posesionó de dicho empleo en esta córte, y empezó á servirle en 21 de Marzo siguiente. Por Real decreto de 16 de Junio de 1854 obtuvo la declaracion de vocal letrado de la misma Junta y ademas el ascenso ȧ jefe de primera clase con sueldo de 40.000 reales; y como tal ejerció este destino hasta que, por otro decreto de 2 del inmediato mes de Agosto, se le declaró cesante.

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La profesion de abogado, que habia ejercido en la Coruña y en San Sebastian la ejerció asimismo en los otros tres, durante los cuales fué catedrático de la universidad de esta córte, desempeñando entonces la subdelegacion de la Asesoría de la Guardia de S. M. y su juzgado privativo, y asimismo la del cuerpo de Carabineros.

Tambien escribió entonces y publicó una obra titulada Elementos de Oratoria Sagrada, que el Gobierno aprobó para texto de aquella asignatura en las universidades, señalándola en primer lugar. Poco despues publicó la Coleccion de Concordatos y demas convenios celebrados despues del concilio de Trento por la Santa Sede con los Monarcas españoles, precedida de una introduccion histórico-canónica, é ilustrada con observaciones y notas. Esta obra fué tambien señalada por el Consejo de Instruccion pública de texto para la asignatura correspondiente. En 1853 publicó otro librito en 4.° de 140 páginas, ti

tulado el Concordato de 1851, comentado. Era ya entonces catedrático de Sevilla, y así se titula en la portada del libro, el cual fué impreso en Madrid. Esta obra es continuacion de la anterior. Finalmente, publicó en dos tomos en 4.° las institu. ciones canónicas del Obispo Devoti, que por el plan de 1824 habían servido de texto en las universidades, y á la sazon eran estudiadas en no pocos seminarios. El Sr. Fort adicionó á las numerosas notas, que ya tiene esta obra en su texto latino, no pocas relativas á nuestra legislacion civil y canónica, tomadas en gran parte de la edicion española de la biblioteca de Ferraris, y ademas las de los Concordatos de 1752 y 1851 en sus parajes correspondientes. Esta edicion, agotada ya, es muy buscada, y mereció en su tiempo grandes elogios á la prensa católica.

A estos trabajos literarios, bien conocidos, pudieran añadirse las noticias relativas á no pocos informes jurídicos y administrativos, memorias inaugurales, artículos de revista sobre asuntos políticos y canónicos, unos con su nombre, otros muchos sin firma suya, pero que se sabe que son suyos, sobre todo en el periódico titulado La Esperanza.

La Real Academia de la Historia le eligió para académico de número en 6 de Febrero de 1857, y en Diciembre del año siguiente para bibliotecario.

Por el mismo en que entró en la Academia de la Historia, dejando la vida profesoral y universitaria, hubo de pasar á la burocrática y administrativa, aceptando el cargo de vocal agregregado á la Junta de clases pasivas, en 24 de Junio de 1857, que desempeñó hasta 15 de Marzo de 1859. Desde Agosto

de 1862 hasta Febrero del siguiente, estuvo agregado en comision á la Asesoría general de Hacienda, pasando entónces de vocal efectivo á la de Clases pasivas, de la cual quedó cesante en el mes de Junio. Dos años despues fué nombrado superintendente en comision de las minas de Almaden, cargo que desempeñó durante un año, pues en 17 de Abril de 1868 fué nombrado jefe de administracion de tercera clase en comision de la Direccion general de Contribuciones, que sirvió pocos

meses.

Al crearse las universidades libres, á consecuencia de las alteraciones hechas en la enseñanza oficial, aceptó el cargo de catedrático de derecho canónico en la de Vitoria, para el cual le invitó el ayuntamiento, en 22 de Setiembre de 1869, y al abrirse el curso fué nombrado rector, en 6 de Octubre del mismo año.

Su estancia en las provincias vascongadas le hizo pensar en la conveniencia de reunir datos históricos y biográficos acerca de los personajes importantes de ellas, llegando á ser este uno de los asuntos predilectos de sus estudios é investigaciones, que pueden reducirse á cuatro puntos principales: Asuntos históricos-eclesiásticos y canónicos-asuntos académicos, en especial de colegios mayores—personajes célebres de Galicia —y personajes y cosas notables de las provincias vascongadas.

En estas aficiones é investigaciones se ve el curso de sus estudios, al par de las vicisitudes de su vida. Sus trabajos, como continuador de la España Sagrada, quedan ya expresados, tambien los que tenía preparados para la publicacion de este tomo, al que no pudo dar la última mano.

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TOMO LI.

III

Pero, ademas de esos apuntes, dejó aglomerados máteriales muy curiosos y nada escasos para otras compilaciones ó sean trabajos históricos de que conviene se dé tambien noticia, pues revelan por una parte su laboriosidad é inteligencia, por otra su modestia y parsimonia y su escrupulosidad concienzuda; pues con' ménos noticias se aventuran muchos hoy dia á hacer y publicar libros.

Acerca de Personajes gallegos é ilustres, dejó reunidas unas 400 papeletas sin contar las relativas à los Santos de Galicia, tomados del Santoral del Sr. Baranda, que forman otro paquete aparte.

Noticias acerca de vascongados célebres quedan unas 200 papeletas bien clasificadas por órden alfabético; comienzan por Abariqueta (P. Juan de) y concluyen en Zuloaga: quedan ademas algunas incompletas y por clasificar. De muchos personajes allí citados dió noticia en la inaugural de la universidad libre de Vitoria, donde trató de los escritores alaveses.

De los colegiales de Fonseca en Santiago (1) dejó un gran paquete de papeletas con muchas y muy curiosas noticias.

Personajes notables con noticia de su vida y fallecimiento, unas 300 papeletas.

Obispos de Ultramar: noticias relativas á este siglo y el pasado; unas 200 papeletas.

Generalidades: noticias varias y heterogéneas, sin clasificar. Hay unas 250 papeletas, y ademas otro paquete de noticias sueltas Y recortes de periódicos.

(1) Había otro colegio mayor tambien de Fonseca en Salamanca, llamado comunmente del Arzobispo, donde hoy está el de nobles irlandeses,

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