Imágenes de página
PDF
ePub

que si lo recibió fué porque no pudo mas, porque vió la tierra en parcialidad y mostrarse los servidores del Rey en el tiempo pasado, llegandose á sus jueces y oficiales; y que si no es verdad lo que en Castilla se decia, no quitara como quitó los alcaldes y regidores en toda la tierra y pusiera otros de nuevo desque supo que Luis Ponce venia.

Pasado, Señores, esto, los conquistadores que estaban quejosos y aquí se hallaron, pidieron licencia al licenciado Marcos de Aguilar para se juntar y elegir procuradores y hacer capítulos para enviar á S. M.; la cual les concedió conforme á derecho, y vinieron á mi casa obra de doscientos dellos para otorgar el poder, el cual por quitarme de debates, hice que pasase ante otro escribano. Y algunos de los procuradores por si y en nombre de los otros me rogaron que les ayudase á ordenar los capítulos, y estandolos ordenando supolo Hernando Cortés, y requirió al licenciado que me mandase que le diese el traslado dellos, el cual se lo denegó; y aquella noche no estando yo en mi casa, un Jorje, notario, que va huyendo en estos navíos, y el gobernador lo envia á su costa con los frailes, en presencia de Valenzuela y de Garcia de Villa-Franca, comenzó á trastornar mis escrituras, diciendo que buscaba un poco de papel blanco y tornó los capítulos, y metióselos en el seno, y llevólos á Hernando Cortés resistiéndoselo los que he dicho que estaban presentes.

Esta es cosa muy grave que aquí los hombres no vivan seguros escribiendo en su casa lo que conviene á servicio de S. M. Es uno de los catorze casos de traicion descobrir lo que el Rey escribe, ó lo que al Rey escriben, y pues acá no se ha podido haber, no dejen vuestras mercedes allá, pues ha de pasar por contadero, de apretallo para saber la verdad dél por cuantas vias pudieren. Yo ando acá, Señores, á sombra de tejados con mas miedo que verguenza de Hernando Cortés, porque algunos de los suyos por honestas maneras me han amenazado.

Allá, Señores, va el contador á decir verdades á S. M. Ꭹ Gonzalo Mexia por procurador de los conquistadores. Si á vuestras mercedes les pareciere que deben enviar mi carta á S. M., y escrebir lo que conocen de mi persona, juntenlos á ambos y leanla en prensencia de S. M. estando ellos presentes, y si se hallare que yo salgo un punto de la verdad, mandeme S. M. sacar la lengua,

como á hombre que miente á su Rey, porque si hacer se pudiese, yo daria fée de todo esto, como escribano público.

Agora, Señores, Hernando Cortés ha adquirido favor de los frailes á quien mantiene, y asimismo dió órden con el cabildo, segund se sabe, que eligiesen por procurador al dicho Francisco de Orduña; allá se puede ver qué fée se puede dar á estos cabildos y procurador.

Despedido destas cosas, quiero hacer saber á vuestras mercedes otras que me parece que convienen á servicio de S. M. con que les suplico que en mi nombre se las hagan saber. Ya habran sabido vuestras mercedes en estos navíos como llegó á esta NuevaEspaña por la parte de la mar del Sur un navío que se perdió con tormenta de otros que iban á la Especeria, el cual por el altura vino en busca desta tierra, sin barca ni mantenimientos para se proveer. Da, Señores, nuevas de munchas islas ricas que en el camino halló. Con S. M. tiene concertado Hernando Cortés, con ciertas mercedes que le han prometido de descobrir en aquellas mares, y pues S. M. lo puede hacer sin ellas, puede tornar á mandar ver si será bien hazello á su costa y encargallo á quien pueda remover cada vez que fuere servido, porque algunos piensan aquí, segund lo que han visto en tiempo pasado, que si Cortés lo va á hacer, morirá con corona. Asimismo, pues por este navío se sabe estar cerca de aquí el Especeria, S. M. debría mandar proveer de aquí un par de navíos que fuesen allá para traer á estas partes planta y simiente del Especeria, pues todas estas islas y tierras son abtas para ello, la cual se estenderia por todas estas tierras, y deshacerse-y-a1 todo el trato de Levante y Portugal, y quedaria en Castilla, y todas estas tierras se ennoblecerian y poblarian muncho mas, y S. M. podria haber dello muy grandes rentas, ganando bula de Su Santidad de los diezmos della, y imponiendo diezmo por sus derechos, y mas lo que habrá de los almojarifadgos de lo que allá fuese. Y esto, Señores, se podria luego hacer enviando á suspender que no saliesen los navíos del dicho Hernando Cortés, y tornándoselos para en cuenta de lo que él debe, y enviando buenos pilotos y personas que sepan de planta y simiente; y aun para los armar y enviar, aquí habria quien lo

1 Se deshazeria ó desharia.

hiciese, si S. M. no lo quisiese hacer á su costa, con que les dejasen resgatar 1, y traer especeria en ellos; pero lo mejor será hacello los oficiales de S. M. Y tambien, Señores, mandando S. M. descobrir las dichas islas y tierras en la mar del Sur se ennobleceria esta Nueva-España, enviando S. M. aquí, como le han suplicado, todo género de planta y simientes, pues lo lleva la tierra en muncha abundancia. Sepa S. M. que hay necesidad de sembrar para coger, y no ternia yo en muncho desta manera que fuesen estas tierras la mayor y mejor parte de sus señoríos.

Nuestro Señor las magníficas personas y casas de vuestras mercedes guarde y acreciente. -De Méjico á 31 de agosto de 1526 años. Señores besa las manos de vuestras mercedes. de Ocaña 2.

Diego

[ocr errors]

Magníficos Señores. Por la carta que con esta he escrito tan largo á vuestras mercedes, aunque á mí parece corta y en suma habran visto lo que ha pasado, que temo que ya estaran importunados de leer. Pero el mismo zelo que me movió á escribir la otra, me hace escribir esta, por ser después acá en muy pocos dias pasadas cosas de muncha importancia.

[ocr errors]

El sabado por la mañana, primero de este mes de setiembre, me dijo Gonzalo Lopez, hermano de Diego Lopez, veinticuatro de Sevilla, que traia una carta que Jorge de Albarado escribió á Pedro de Albarado, su hermano, teniente de Guatimala, en que le dijo que no obedesceria al licenciado Marcos de Aguilar ni á sus mandamientos. El sabado en la tarde le dije yo la nueva al licenciado, el cual me dijo que ya la tenia, y que la guardaba para en su tiempo y lugar. Yo le dije que mirase su merced que aque

1 Rescatar y resgatar son verbos muy usados en este tiempo en el sentido de comerciar ó cambiar una cosa por otra.

2 Diego de Ocaña, firmante de esta carta y siguientes, es el mismo individuo de quien con tan malos terminos habla la carta que en 15 de mayo de este mismo año de 26 escribieron al Emperador los concejales y regidores de Méjico. Que fué uno de los parciades de Gonzalo de Salazar, y enemigo acérrimo de Cortés, es un hecho que se desprende del tono apasionado de su relacion y de la manera insidiosa y solapada con que da á entender que aquel pensaba proclamarse señor de Nueva-España.

› Puede ser Gonzalo y Gregorio, siendo una misma la abreviatura de que se servian en estos tiempos para escribir uno y otro nombre.

llo no se podia hacer sin acuerdo ni mandado de Hernando Cortés, y él me dijo que lo claro no habia menester glosa.

Este mismo dia en la tarde se pregonó en la plaza desta ciudad por pregonero yante escribano ciertas ordenanzas 1 que Hernando Cortés hizo, en que parecia querer tentar los vados de los pensamientos y voluntades agenas, y en que decia: «< manda el Señor Don Hernando Cortés, capitan general y gobernador desta NuevaEspaña y sus provincias por SS. MM., que por S. M. le encomendó el buen tratamiento de los naturales de la tierra, que ninguno sea osado de salir desta ciudad ni de otros lugares sin su licencia, ó de su tenientes so ciertas penas. Item que ninguno que tenga indios pueda vender maiz ni les pedir mas de lo que ha menester para su comer so ciertas penas,» y otras munchas ordenanzas que se pregonaron. Los servidores de S. M. dijeron que este pregon era crimen Majestatis y que lo hacian con intencion, que viendo que se pregonaba gobernador, el pueblo le acudiese para algo que pensaba hacer.

[ocr errors]

Estando las fortalezas del Rey como corral de vacas, y él con muncha artillería y armas y municion, y que lo del maiz seguia las mismas pisadas, por poner en necesidad de mantenimiento á la gente, teniendo él, como tenia, cuatrocientas mil hanegas de maiz entroxado que vendia, el licenciado Marcos de Aguilar comenzó á hacer luego su pesquisa, y luego aquella noche concurrió muncha gente armada á casa del dicho Hernando Cortés que dormía en ella. Asimismo los servidores de S. M. concurrieron á las casas del licenciado, del tesorero y del veedor Ꭹ durmieron allí.

Otro dia siguiente, domingo en la tarde, el licenciado salió á la plaza y hizo llamar á Hernando Cortés, y hizo ciertos pregones en que dijo que á su noticia era venido que algunas personas se juntaban á hacer ligas y monipodios en algunas casas con gente armada en deservicio de S. M. y para turbar la paz y sosiego de la tierra, y otros habian dicho palabras osadas contra la justicia de S. M. protestando de proceder contra ellos por ellas; que les mandaba que luego se derramasen y no se juntasen mas á hacer las

Las mismas de que se trató ya en la carta del 13 de octubre, pag. 322.

2 Metido ó guardado en las trojes,

dichas ligas, ni se armasen ni acudiesen mas á las dichas casas so ciertas penas, y mandó pregonar una provision de S. M. en que mandaba que todos diesen favor y ayuda á Luis Ponce de Leon y se ayuntasen con él á punto de guerra cada y cuando se lo mandase so ciertas penas. Después de leido hizo cierto razonamiento á los que estaban presentes en servicio de S. M.

Luego la misma tarde entró el contador Rodrigo de Albornoz, que iba á embarcarse y lo supo en el camino; y luego otro dia lunes, en amaneciendo, el licenciado dió mandamiento y fueron á casa de Hernando Cortés á sacar, y sacaron con él al fator Gonzalo de Salazar que estaba en la jaula, y nunca lo habian podido sacar hasta allí con mañas quel dicho Hernando Cortés habia tenido; y mandolo llevar á la carcel y encerrallo en una cámara, así por hacelle justicia como por esforzar la justicia. Acompañaronlo hasta allí mas de cien servidores de S. M y amigos suyos, y luego que Hernando Cortés lo supo, juntó hasta sesenta ó setenta hombres y pidió las llaves de la cámara del dicho fator. Concurrió allí luego Gonzalo de Sandoval que le estorbó lo que queria hacer, por que ya el licenciado y el tesorero venian con gente á la carcel, y así se volvió el dicho Hernando Cortés sin abrir la cámara do estaba el dicho fator.

Después de esto el dicho licenciado y los dichos tesorero y contador hicieron cierto requerimiento al dicho Hernando Cortés para que, pues S. M. le habia suspendido los oficios, dejase la dicha capitania y gobernacion y repartimiento de indios, y sobre esto hobo munchas juntas de todos ellos y de frailes, y al fin lo hobo de hacer con ciertas protestaciones que hizo.

Aquí, Señores, se han mostrado muy bien los servidores de S. M. porque sin mandarselo nadie iban á acompañar de noche y de dia al dicho licenciado y otros en casa del tesorero y contador y en la carcel donde estaba el fator, y en el aposento del veedor, á cabsa que si Hernando Cortés diese de noche en alguna parte, como hizo á Narvaez, los otros se hallasen fuertes para la socorrer. En fin, aquí estamos repartidos en dos bandos, que los unos tienen el servicio del Rey delante, y los otros el partido de Hernando Cortés.

De todas estas cosas resulta, como es notorio, que el alcayde Salazar cási toma la voz de Hernando Cortés, y por otras razones

« AnteriorContinuar »