La lanza ha quebrada, al espada metió mano. Cavalgad, Minaya, vos sodes el mio diestro brazo : Oy en este dia de vos abré grand vando : Firmes son los Moros, aun nos' van del campo. Por estas fuerzas fuertemiente lidiando: A los que alcanza valos delibrando. Mio Cid Ruy Diaz el que en buen ora násco, El Rey Feriz en Teruel se fué entrar, Ca Galve non lo cogieron allá. Para Calatayuth quanto puede se va: El Campeader ybal' en alcanz. Fata Calatayuth duró el segudar. A Minaya Alvar Fañez bien l'anda el caballo : Por el cobdo ayuso la sangre destellando: Dice Minaya: agora só pagado, Que à Castiella irán buenos mandados: Que mio Cid Ruy Diaz lid campal ha vencida: Tantos Moros yacen muertos que pocos vivos ha dexados: Ca en alcanz sin dubda les fueron dando. Yas' tornan los del que en buen ora násco: Andaba mio Cid sobre so buen cavallo : La cofia froncida, Dios como es barbado! h* Almofar à cuestas, la espada en la mano. Grado à Dios, aquel que está en alto. Esta albergada los de mio Cid luego la han robado De escudos è de armas, è de otros averes largos. Fallaron quinientos è diez caballos. Grand alegreia va entre sos Christianos; Mas de quince de los sos menos non fallaron: Traen oro è plata que non saben recabdo: Refechos son todos esos Christianos con aquesta ganancia. (Cf. Chronica del Cid, cap. 218-221.) El ibierno es exido, que el Marzo quiere entrar. De aquel Rey Jucef que en Marruecos está. Pesól' al Rey de Marruecos de mio Cid Don Rodrigo, E él non gelo gradece sinon à Jesu-Christo. Con cinquenta veces mill de armas todos fueron complidos. Legaron à Valencia la que mio Cid ha conquista. Grado al Criador è al Padre Espiritual, Todo el bien que yo he, todo lo tengo delant. En estas tierras agenas verán las moradas como se facen: Su mugier è sus fijas subiólas al Alcazar: Alzaban los oios, tiendas vieron fincadas. Qué es esto, Cid, si el Criador vos salve? Mugier, sed en este Palacio, è si quisieredes en el Alcazar: Con la merced de Dios è de Sancta Maria Madre, Crecem' el corazon porque estades delant: Alegravas' Mio Cid è dixo: tan buen dia es oy. Aquelos atamores à vos los pondrán delant è veredes quales son. Colgarlos han en Sancta Maria Madre del Criador: Vocacion es que fizo el Cid Campeador. Alegres son las Duenas, perdiendo van el pavor. Los Moros de Marruecos cavalgan à vigor Por las huertas adentro estan sines pavor. Prestas son las mesnadas de las yentes Christianas. Tornados son à Mio Cid los que comien so pan, Yrlos hemos ferir en el nombre del Criador è del Apostol Sanctiague. Fablaba Minaya, non lo quiso detardar: Pues eso queredes, Cid, à mi mandedes ál: Dadme CXXX. Cavalleros pora huebos de lidiar, Quando vos los fueredes ferir entraré yo del' otra part: O de amas ò de la una Dios vos valdrá. Esora dixo el Cid: de buena voluntad: El dia salido è la noch entrada es. Nos' detardan de adobasse esas yentes Christianas. A los mediados gallos antes de la mañana, El Obispo Don Hieronymo la misa les cantaba. La misa dicha grant soltura les daba. El que aqui muriere lidiando de cara, Prendol' yo los pecados, è Dios le avrá el alma. A vos, Cid Don Rodrigo, en buen ora cinxiestes espada: Pidovos un don è seam' presentado. Las feridas primeras que las haya yo otorgadas. Dixo el Campeador: desaqui vos sean mandadas. Salidos son todos armados por las Torres de Valencia. Mio Cid à los sos vasallos tan bien los acordando, Dexan à las puertas homes de grant recabdo. De todas guarnizones muy bien es adobado. Quatro mill menos treinta con mio Cid van à cabo: A los cinqüenta mill vanlos ferir de grado. Alvar Alvarez, e Minaya Alvar Fañez Entraronles del otro cabo. Plógo al Criador è ovieronlos de arrancar. Mio Cid empleó la lanza, al espada metió mano. A tantos mató de Moros que non fueron contados: Al Rey Jucef tres colpes le ovo dados; Saliósle de sol' espada, ca muchol' andido el cavallo: Mio Cid el de Bibar fasta alli legó en alcanz, Con otros quel' consiguen de sos buenos Vasallos. Los cincuenta mill por cuenta fueron notados: Que Dios le ovo merced que vencieron el campo, E yban posar con él en unos preciosos escaños. (Cf. Chronica del Cid, cap. 247-262.) Espidiós' primo Gustios a mio Cid es tornado Asi como lo dixo, suyo era el cuidado. |