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CAP. LXXVII.

Cuenta la historia, que despues desto cavalgó el Rey con todas sus compañas, e fueronse para la cibdad de Burgos, onde havia de fazer la jura. E el dia que el Rey la ovo de fazer, estando en Santa Gadea, tomó el Cid el libro en las manos de los santos Evangelios, e pusolo sobre el altar: e el Rey don Alfonso puso las manos sobre el libro, e començó el Cíd a preguntarlo en esta guisa:,,Rey don Alfonso, vos venides jurar por la muerte del Rey don Sancho, vuestro hermano, que nin lo matastes, nin fuestes en consejo; dezid: sí juro, vos e essos fijos dalgo." E el Rey e ellos dixeron: ,,Sí juramos." E dixo el Cid:,,Si vos ende sopistes parte, o mandado, tal muerte murades como morió el Rey don Sancho vuestro hermano : villano vos mate, que non sea fijo dalgo: de otra tierra venga que non sea Castellano, Amen:" Respondió el Rey e los fijos dalgo que con él juraron: Amen.

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CAP. LXXVIII.

Cuenta la historia, que el Cid preguntó la segunda vez al Rey don Alfonso, e a los otros doze buenos omes, diziendo:,Vos venides jurar por la muerte de mi señor el Rey don Sancho, que nin lo matastes, nin fuestes en consejarlo?" Respondió el Rey e los doze cavalleros que con él juraran:,, Sí juramos." E dixo el Cid:,,Si vos ende sopistes parte, o mandado, tal muerte murades como murió mi señor, el Rey don Sancho: villano vos mate, ca fijo dalgo non: de otra tierra venga, que non de Leon." Respondió el Rey:,, 66 Amen;" e mudógele la color.

CAP. LXXIX.

La tercera vez conjuró el Cid Campeador al Rey como de ante, e a los fijos dalgo que con él eran, e respondieron todos: ,,Amen." Pero fué hy muy sañudo el Rey don Alfonso, e dixo

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contra el Cid:,,Varon Ruydiez, porqué me afincades tanto? ca oy me juramentastes, e cras besaredes la mi mano." Respondió el Cid: Como me fizieredes el algo; ca en otra tierra sueldo dan al fijo dalgo: e ansi farán a mí, quien me quisiere por vassallo." E desto pesó al Rey don Alfonso, que el Cid avia dicho, e desamóle de alli adelante.

CAP. LXXX.

E luego que el Rey ovo fecho la jura, fué señor sin contienda de los Reynos de Castilla, e de Leon, e de Portogal: e puso estonce la corona del Reyno en la cabeça. E esto fué en la Era de mil e ciento e ocho años: e andava el Imperio de Enrique, en diez e siete años, e del Papa Clemente, en siete años, e de Phelipe Rey de Francia, en onze años. Estonce començó de reynar el Rey don Alfonso, e reynó quarenta e tres años. Este fué el Rey don Alfonso, él que dixeron el Bravo, e él de las particiones. E este Rey don Alfonso en comienço de su Reynado mandó llamar a doña Urraca Fernando su hermana, e porque ella era dueña de buen entendimiento, todo lo que havia de fazer e de ordenar en sus Reynos fazialo con consejo de ella: aunque gelo tenian todos a muy grand mal, segun que lo cuenta el Arçobispo don Rodrigo. E este Rey don Alfonso fué muy buen Rey, e mantuvo bien su Reyno: e tan sabiamente reynó, que todos los altos omes de su Reyno, e todos los otros de su Reyno dende ayuso, vivian en tan gran assosiego e en tan grand paz, que non tomava un ome armas contra otro, nin las osaria tomar por los ojos de la cara : ca el Rey era mucho ardid e muy atrevido en armas, e tan justiciero e tan abondada fué la justicia, que si una muger fuesse sola por yermo, ó por poblado cargada de oro, non fallava por todos sus Reynos quien le osasse fazer mal nin pesar: e mientra que él reynó, nunca los de su Reyno ovieron de fazer servidumbre a ningun ome del mundo. E este fué consolador de las lagrymas de los menguados, e acrescentador de la Fé Catholica: e non ovo en España consolador de quebranto e de lazeria, fasta

que este Rey don Alfonso vino. Este temia Dios mucho, e por esto acabava todas las cosas que queria. E este fizo las puentes desde Logroño fasta Santiago, seyendo bueno e verdadero. E non se le olvidó la postura que avia con el Rey de Toledo e con su fijo, e ayudólos siempre e defendiólos de todos quantos mal les quesieron fazer. En este tiempo que él reynó, mataron al Rey de Navarra en Peñaleon.

CAP. LXXXI.

Cuenta la historia, que este Rey don Alfonso ovo seys mugeres de bendicion, e vna barragana. La primera fué doña Ynes, e non ovo della fijo ninguno. E la segunda fué doña Constança, de que ovo una fija, que dixeron doña Urraca Alfonso e fué muger del Conde don Remon de Tolosa. E este don Remon ovo en esta doña Urraca Alfonso a doña Sancha, e a don Alfonso, él que fué despues Emperador de España. E esta doña Sancha nunca se quiso casar, e fué en romeria a tierra de Ultramar, e estudo en el hospital del templo serviendo a los pobres e a los lazerados por amor de Dios, cinco años e medio, que nunca se quiso venir fasta que Dios le fizo merced, que dió fuego nuevo en la su lampara en dia de Cincuesma por mano de los Angeles; e esto fué cosa verdadera. E desta doña Sancha diremos adelante mas de su fecho. La tercera muger fué doña Teresa, e non ovo en ello fijo nin fija. La quarta fué doña Guisabel, fija del Rey don Luys de Francia: en que ovo por fija a doña Sancha, muger del Conde don Rodrigo: e a dona Elvira, muger que fué de don Rogel, e Rey de Cecilia: que fué hermano de Ruberto Giscar fijo de Tancredo de Altavilla. E este Rogel vino de Normandia, e ganó a Cecilia, e a Pulla, e a Calabria, e a Messania. La quinta muger fué doña Beatriz, fija del Emperador de Alemania, e non ovo en ella fijo. La sexta muger fué la Çayda, de que vos contaremos en la historia. La barragana fué doña Ximena Moniz, que era dueña de alta guisa e ovo en ella a doña Elvira, muger que fue del Conde don Remon de san Gil, que era tuerto del un ojo. Este Conde

ovo en ella un fijo, a quien dixeron don Alfonso Jordan: e ovo este nombre porque fué bautizado en el rio Jordan: ca ella passara con su marido a Ultramar, quando él passó allá con la gran gente de Francia, segun cuenta la historia. E era este don Remon uno de los cavalleros mayorales que ganaron e socorrieron a Hierusalem, e a Tripol, e a Antiochia. E esto fué quando el Papa San Urbano segundo predicava por su persona en Francia, e en Lombardia: él que sacó primeramente Cruzada para la Tierra Santa: e mandó poner Cruz en el costado diestro. E otrosí de aquella doña Ximena Moniz, ovo el Rey don Alfonso otra fija, que ovo nombre doña Teresia, que fué casada con el Conde don Enrique de Constantinopla: e este fué hermano del Conde don Remon, padre del Emperador. E en aquella ovo el Conde don Enrique a don Alfonso, él que fué primero Rey de Portogal.

CAP. LXXXII.

Cuenta la historia, que en el segundo año del Reynado del Rey don Alfonso, que fué en la Era de mil e ciento e nueve años, que el Rey de Cordova guerreava con Alimaymon Rey de Toledo, e fizole gran daño en la tierra, e tenialo cercado en Toledo e sopolo el Rey don Alfonso, e sacó su hueste muy grande, e fué ayudar al Rey de Toledo. E el Rey de Toledo. quando sopo que venia con tan grand compaña e tan grand hueste, fué mucho espantado, ca cuydó que venia sobre él, e que queria passar la jura e la postura que avia con él : e con el grand miedo que ovo, embióle dezir, que se acordasse del amor e de la honra que le fiziera, e de la postura que avia con él e que le rogava e que le pedia por merced que oviesse paz con él. E el Rey don Alfonso detovo los mensageros, que non le embió dezir ninguna cosa, e fué entrando por la tierra non faziendo ningun daño e quando llegó a Olias mandó posar toda la gente. E el Rey de Cordova quando sopo que venia el Rey don Alfonso, levantóse de sobre Toledo e fuése fuyendo e los de Toledo fueron tras él, e fizieronle gran daño.

CAP. LXXXIII.

Cuenta la Chronica, que despues que el Rey fizo posar su hueste muy grande en Olias, mandó llamar los mensageros del Rey de Toledo, e tomó cinco cavalleros, e fuése para Toledo con ellos. E quando llegó a una puerta que dizen Visagra, los mensageros que hy yvan con él, fizieronle acoger dentro en la Villa: e desque fué dentro, mandó a uno dellos que fuesse dezir al Rey como venia él hy; e en tanto adereçó contra el Alcaçar. E él mensagero fuélo dezir al Rey, e quando lo sopo non quiso atender bestia en que cavalgasse, e fuése a pie del Alcaçar, e salió contra él: mas quando él salió, ya el Rey don Alfonso llegava al Alcaçar, e fueronse abraçar amos a dos. E el Rey besava mucho al Rey don Alfonso, e fablaron amos en uno, e fizole mucha honra: e el Rey Alimaymon besavalo mucho en el ombro, con grand plazer e alegria que con él havia de coraçon. E essa noche fincó hy el Rey don Alfonso, e fablaron amos en e fizole mucha honra. E el Rey Alimaymon gradesció a Dios mucho lo que fiziera el Rey don Alfonso, e otrosí la lealtad dél, en como le acorriera: e en como se membrara de la jura e de la postura que con él pusiera: e toda aquella noche ovieron gran plazer e grand solaz. E fué grande el alegria que ovieron todos los de Toledo, por el amor que el Rey don Alfonso avia con su señor: mas muy grande fué la tristeza de los de la hueste del Rey don Alfonso; ca nunca cuydaron cobrar a su señor, e tovieron que fiziera grand locura en se meter assi en poder de los Moros.

CAP. LXXXIV.

Cuenta la historia, que otro dia de mañana rogó el Rey don Alfonso al Rey Alimaymon que fuesse comer con él a Olias, e veria como le venia ayudar. E fueronse amos con pequeña compaña para Olias, do estava la hueste: e quando vieron venir a su señor ovieron todos muy grand plazer, e andudieron veyendo toda la hueste e tomó el Rey Alimaymon grand plazer.

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