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CAP. XLVI.

E la Infanta doña Urraca, quando oyó dezir que su hermano, el Rey don Alfonso, era preso, ovo miedo que lo mataria: e fuése para el Rey don Sancho quanto mas pudo, e yva con ella el Conde don Peransures. E quando llegó a Burgos, rescibióla el Rey don Sancho muy bien, e el Cid Ruydiez, e doña Urraca Fernando, e don Peransures fablaron con el Cid, que les ayudasse contra el Rey en como soltasse de la presion al Rey don Alfonso, en tal manera que entrasse monge en Safagun. E el Cid queria muy gran bien a doña Urraca Fernando, e otorgógelo, que le ayudaria muy bien en esto, e en todo lo ál que él pudiesse. Estonce doña Urraca Fernando fincó los finojos ante el Rey su hermano, e el Cid, e el Conde don Peransures e otros altos omes, e pedieronle merced por el Rey don Alfonso, su hermano. E el Rey don Sancho quando la vió, devantóse, e tomóla por la mano, e fizola levantar e assentar cabe sí, e dixole assí:,, Agora, hermana, dezid lo que quisieredes." Estonce dixo toda su razon segun avedes oydo. E el Rey fué muy sañudo, e fué con el Cid a parte, e preguntóle, que qué faria e el Cid le dixo: Que pues el Rey don Alfonso queria ser Monge, que lo soltasse con esta condicion, e que faria bien e guisado e que por esto le serviria. E el Rey por consejo del Cid, e por su ruego, otorgó a doña Urraca Fernando lo que pidió. Estonce soltó al Rey don Alfonso de la presion, e entró Monge en el monesterio de Safagun, mas con premia que de grado. E despues desto, estando el Rey don Alfonso en el monesterio de Safagun metido Monge, fabló con don Peransures, e ovo su consejo con él: e salió de la Mongia, e fuése para los Moros a Toledo, al Rey Alimaymon. E el Rey acojólo e fizole mucha honra e mucho bien: e dióle grand aver e muchas donas e fincó con él fasta que el Rey don Sancho murió, assi como contaremos adelante.

CAP. XLVII.

Cuenta la historia, que se fueron tres omes buenos del Reyno de Leon, para el Rey don Alfonso a Toledo e esto fué por consejo de la Infanta donna Urraca Fernando, que le amava mucho. E fueron estos: don Pero e don Fernando e don Gonçalo Ansures, todos tres hermanos: e eran omes de buenos consejos: e por esto los embió doña Urraca Fernando, por que lo aconsejassen bien. Mas dize don Lucas de Tuy, que fueron con plazer del Rey don Sancho, e que fué voluntad de Dios. E todo esto podia ser: de yr con consejo de la Infanta, e con voluntad del Rey.

CAP. XLVIII.

Cuenta la historia, que Alimaymon Rey de Toledo, que se pagava del Rey don Alfonso tanto, que lo amava mucho como a sí, y como si fuesse su fijo. E el Rey don Alfonso fizole pleyto de lo amar, e de lo guardar, e servir siempre mientra viviesse con él: e de non se partir dél sin su mandado. E otrosí fizo pleyto Alimaymon el Rey de Toledo al Rey don Alfonso, que lo amaria, e lo honraria, e lo guardaria quanto pudiesse. E de sí mandóle fazer muy grandes palacios buenos, cerca del muro del Alcaçar, contra sí fuera, porque non fiziessen enojo a él nin a ningunas de sus compañas los Moros de la cibdad: e era cerca de una huerta suya, porque saliesse a folgar quando quisiesse. E el Rey don Alfonso amavalo servir por ello pero veyendo la muy grand honra del Rey de Toledo, e como era muy poderoso e señor de muy gran cavalleria, e de la mas noble cibdad que los Reyes, onde él venia, ovieran, començóse de doler en el su coraçon, porque la veya en poder de Moros, e dixo assí en su coraçon:,, Señor Dios Padre, Jesu Christo, en tí es todo el poder de dar e de quitar: e grand derecho es que se cumpla tu voluntad, assí como la cumpliste en mí, que me diste Reyno, e fué tu voluntad de me lo quitar, e fezisteme venir servir a los enemigos, que eran a ser

vicio del Rey mi padre. Señor, en tí tengo esperança que me sacarás de servidumbre, e me darás tierra e Reyno a mandar, e me farás tanta merced, que por mí será conquerida esta tierra e esta cibdad, para sacrificar en ella el tu cuerpo santo, a honra de la Christiandad." Esta oracion fizo con grand devocion, e con muchas lagrymas. E el Señor Dios oyógela, segun que adelante oyredes por las historias.

CAP. XLIX.

En aquel tiempo que Alimaymon avia guerra con los muchos Moros que avia por enemigos, el Rey don Alfonso avia sus andanças buenas contra ellos, de guisa que non osavan fazer mal al Rey Alimaymon: e ponian su amor con el Rey, por miedo del Rey don Alfonso. E quando eran pazes, yvan a caça por las riberas de las aguas, e yvan matar los venados por las montañas. En aquel tiempo en la ribera de Tajo avia mucha caça, e muchos venados de muchas maneras: e ellos andando a caça, cataron arriba, e fallaron un logar de que se pagaron mucho, que agora ha nombre Brihuega. E porque era logar deleytoso de morar, e mucho abondado de caça, e avia hy un castillo derribado, pensó en su coraçon como lo demandasse al Rey e tornóse para Toledo, e pidió luego aquel logar al Rey, e el Rey diógelo: e puso allí sus monteros, e sus caçadores Christianos: e afortalesció luego el logar por suyo. E el linage destos fincaron en aquel logar fasta que don Juản, el tercero Arçobispo de Toledo, ensanchó el logar a los pobladores, despues que gelo dió el Rey don Alfonso: e pobló el barrio que dizen de San Pedro.

CAP. L.

e

Cuenta la historia, que despues desto, estando amos los Reyes en Toledo a muy grandes vicios, salieron de Toledo, passaron la puente de Alcantara: e yvanse a folgar a la huerta real, por folgar en ella, e tomar plazer. Estando en ella, en el

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alcaçar de la huerta, un dia en la noche el Rey don Alfonso echóse a dormir en una cama: e el Rey Alimaymon començó a departir con sus privados de la cibdad de Toledo, en como era fuerte e abastada de todo bien, e que non temia guerra de Moro nin de Christiano: e preguntóles si se podria perder por guerra: e estonce respondió uno de los privados e dixole: ,,Señor, si por mal non lo toviessedes, yo vos diria como se podria perder, e por otra manera del mundo non.' El Rey dixo que se lo dixesse; e dixo estonce el privado:,,Señor, si esta cibdad estoviesse cercada siete años, cortandole cada año el pan e el vino, e las frutas, perderseya por mengua de viandas." Estonce conoscióse el Rey en ello. E todo esto oyó el Rey don Alfonso que estava despierto, e retuvolo muy bien: e los Moros non sabian que el Rey allí yazia. E quando ovieron departido levantóse el Rey a andar en el palacio, e vió al Rey don Alfonso que yazia dormiendo, e pesóle mucho, e dixo a los privados:,,Non nos guardamos de Alfonso, que allí yaze, ca él oyó quanto diximos." E dixeron los privados:,, Señor, matalde." E dixo el Rey:,, Como yré contra mi verdad? e demas que duerme, e por aventura non oyó nada. " Dixeron ellos:,,Señor, quieres saber si duerme?" Dixo él:,,Querria;" e dixeronle:,,Pues ve e despiertalo, e si toviere baba, duerme, e si non, non duerme." E el Rey don Alfonso estonce mojó todo el fazeruelo, e fizose malo de despertar: estonce cuydó el Rey que dormia.

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CAP. LI.

Cuenta la historia, que un dia por la pascua del carnero que han los Moros, salió el Rey de Toledo fuera de la Villa a degollar el carnero, como lo solia fazer, al logar do era costumbre: e fué con él el Rey don Alfonso, e era ome mucho apuesto e de buenas costumbres e pagavanse dél los Moros. E él yendo con el Rey a par, yvan dos Moros honrados en pos ellos, e dixo el uno al otro :,, Qué fermoso cavallero es este Christiano, e de buenas mañas; merescia ser señor de gran

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tierra." E respondió el otro:,,Yo soñé agora ha tres noches, que este Alfonso entrava cavalgando en un gran puerco, e muchos puercos tras él, que toda Toledo hozavan, e aun las mesquitas." E dixo el otro :,,Sin falta este ha de ser Rey de Toledo." E ellos esto diziendo, alçóse al Rey don Alfonso una vedija en la cabeça e paróse derecha: e el Rey Alimaymon pusole la mano por gela apremiar, mas luego se le alçava, qual hora la mano quitava: e aquellos dos Moros tovieronlo por fuerte señal, e començaron de yr fablando e ellos yvanse en pos ellos, e un privado que les oya quanto dezian. E desque ovieron degollado el carnero, tornaronse a la Villa: e contó el privado al Rey lo que oyera a los dos Moros honrados, e embió por ellos el Rey luego, e contógelo, segun que avedes oydo. E dixo el Rey:,, Pues a esto qué le faré?" e ellos dixeron, que lo matassen; e el Rey dixo que lo non faria: mas que se queria servir dél, e que él faria de guisa que le non viniesse dél daño, que non queria passar su jura, nin yr contra su verdad: ca lo amava muy mucho de coraçon, por muchos servicios que le avia fecho. E estonce embió por el Rey don Alfonso, e rogóle que le aprometiesse, que nunca fuesse contra él nin contra sus fijos, nin le veniesse daño nin mal ninguno por él, a él nin a ellos e el Rey don Alfonso otorgógelo assí, e fizole ende omenage. E de aquella hora en adelante fué el Rey de Toledo seguro dél, e fué el Rey don Alfonso mas su privado. E el Rey don Alfonso en essa sazon avia por consegero al Conde Pero Ansures, e él aconsejavalo muy bien e muy sanamente. Mas agora dexa el cuento de fablar desto, e quiere contar del Rey don Sancho como fizo.

CAP. LII.

Cuenta la historia, que despues que el Rey don Sancho sopo en como el Rey don Alfonso su hermano se fuera para Toledo, sacó sus huestes muy grandes e fué sobre Leon. E maguer que los Leoneses quesieron amparar la cibdad non podieron ca tomóla él por fuerza, e de sí todas las Villas e cas

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