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LA

CHRONICA

DEL

CID RUYDIEZ CAMPEADOR.

PROHEMIO.

Las escripturas y chronicas segun que los Doctores

dizen, allende de otras muchas causas, principalmente fueron halladas para que los hechos hazañosos y notables y dignos de nunca morir pudiessen tener alguna perpetuidad: pues segun nuestra flaca memoria y corta vida, de otra manera no se podria hazer; y ansi puestos por escritura, y leidos y publicados por muchas partes seria para los sucesores espejo y escuela, para los induzir y atraher a las obras de virtud y a procurar a hazer otras semejantes; pues las obras virtuosas y hechos notables publicados y loados, son mas multiplicados y acrescentados; y aun tambien, porque segun nuestra natural inclinacion que propiamente es inclinada a cosas perpetuas, porque para aquello fuimos criados. Y aun vemos por esperiencia que aun en este mundo los mas procuran de dejar a sus sucesores alguna memoria o perpetuidad de sí. Y veyendo que hay manera para que las obras virtuosas y hechos notables no se olviden, antes

puestos en chronicas y multiplicadas escrituras tienen alguna manera de perpetuidad, cada uno procura de hazer cosas semejantes, y exercer obras de virtud. Y aun de haver havido en los tiempos passados en esto alguna negligencia y de no se haver puesto en ello el recaudo que convenia ha venido, que en nuestra madre Santa Yglesia ha havido vidas de muchos santos barones y aun en todos los estados tan notables hechos dignos de mucha memoria, que por no se haver puestos por escripto estan ya tan olvidados, que dellos ni hay memoria, ni la podria haver, segun su antigüedad y largos tiempos, que despues aca son passados; porque segun las memorias humanas son flacas y aparejadas a mucho olvido, aun en lo moderno que cada dia por nuestros ojos vemos passar, si al tiempo que passa no se escribe, en breve tiempo cada uno lo cuenta de su manera, lo uno diverso de lo otro; quanto mas será en lo antiguo que no está escripto; que como se ha de contar por oidas, pocas vezes se cuenta y dize como passó, ni de la verdad podemos haver entera noticia. Y considerando esto el Illustrissimo y muy esclarezido Señor Infante don Fernando hijo de los muy altos y muy poderosos señores, el Rey don Felipe y la Reyna donna Juana, Reyes destos Reynos de Castilla, nieto de los invictissimos y Catholicos y muy poderosos señores el Rey don Fernando quarto deste nombre y doña Ysabel, Rey e Reyna destos Reynos de las Españas

y de Aragon y de las dos Sicilias y de Granada etc., nieto assimesmo del invictissimo Maximiliano, Cesar, Rey de Romanos, que al presente es emperador de Alemaña y de Madama Maria, condessa de Flandes y duquessa de Borgoña, su primera muger; y como su alteza, allende que su criança es maravillosa y en tan tierna edad, que las cosas que agora en él se muestran parecen mas divinas que humanas, y su inclinacion y desseo es dado a todo genero de virtud y grandeza pareciendo a sus passados; estando en el monesterio y casa de San Pedro de Cardeña, adonde está enterrado el cuerpo del muy noble y valiente cavallero, vencedor de batallas, el Cid Ruydiez de Bibar, y otros muchos cavalleros, que al tiempo con él se hallaron; vista alli su chronica original, que en el tiempo de su vida se hizo y ordenó y los muy señalados hechos, que en su tiempo hizo; y los muchos milagros, que en acrescentamiento de nuestra Santa Fe Catholica en aquellos tiempos suscedieron, que de no se haver publicado ni trasladado la dicha chronica, estavan ya tan olvidados, que si en ello no se pusiesse remedio, segun la chronica estava caduca, muy presto no se pudiera remediar y en breve se perderia; considerando ansi mesmo que de se imprimir y publicar, segun las obras muy virtuosas y grandes hechos de cavalleria, que en el dicho tiempo sucedieron, se siguiria el fructo que arriba está dicho;

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