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la Reyna doña Costança, muger deste Rey don Alfonso, era de Francia, quisiera destruyr esta costumbre Gotica. E porende embió el Rey a Roma a mostrar este fecho a Gregorio Papa seteno, e a ganar dél, que el Toledano officio fuesse dexado en las Españas, e rescebido en su logar, e guardado el officio de Roma, ó de Francia, que es todo uno. E este don Bernaldo que era electo de Toledo, era natural de tierra de Francos, de una tierra que dizen Agen, de un castillo, que dizen Salvitat, assi como lo cuenta el Arçobispo don Rodrigo. E este don Bernaldo fuera letrado de su niñez, e grand ecclesiastico, mas dexó la clerezia e usó cavalleria: e despues adolesció de mala enfermedad, e estonce tomó orden de religion en el monesterio de San Aurancio de Auch, que es en Francia, e tomó la Regla de san Benito e viviendo allí, embió por él don Ugo, Abad de Cluniego, e fizieron ambos santa vida. E despues desto, el Rey don Alfonso queriendo acrescentar, e enriquecer, e honrar el monesterio de Safagun, e de san Primitivo, embió a rogar a don Ugo Abad de Cluniego, que le embiasse un ome sabio e entendido, e enviso en las cosas que eran de fazer, e religioso, que corrigiesse el monesterio sobredicho, e fuesse ende el Abad, e que él queria fazer que como en Francia era el monesterio de Cluniego mas honrado, que assi fuesse en España el mas honrado Safagun. E quando el Abad honrado vido las letras del Rey don Alfonso, embióle a este don Bernaldo, ca lo amava mucho por merescimiento de vida e de santidad que en él avia, e porque entendió que seria tal como el Rey don Alfonso queria e embió con él otros monges. E desque don Bernaldo fué Abad, fizose a todos amar, e mostróles en como era de buena vida, e de buena voluntad, por las buenas obras que fazia. E tanto era el su bien que él fazia, que lo amava mucho el Rey don Alfonso, assi que la hora que fué voluntad de Dios que la real cibdad de Toledo ovo el Rey don Alfonso, luego pensó en su coraçon como lo fiziesse Arçobispo dende: entendiendo que era para ello, por la grand santidad que en él avia e eligieronlo luego por Açobispo e Primado de las Españas. E como vos diximos, era voluntad de la Reyna de tirar

el officio de los Godos: e fueron ante el Papa los clerigos que seguian este officio, con los mensageros del Rey e de la Reyna que los acusavan: e el Papa fizolos officiar ante sí, e fallólo por buen officio e santo: e mandó que usassen dél los que lo quisiessen fazer. E porende fincaron en esta costumbre de los Godos seys yglesias en Toledo, que son oy dia.

CAP. CXXIII.

Cuenta la historia, que quando el Rey don Alfonso ovo assossegado el fecho de la eleccion, segun que vos avemos contado, fuése para Leon: e en tanto el electo don Bernaldo fincó en Toledo con la Reyna doña Costança. E tanto amonestó e afincó a la Reyna el electo, que tomó de noche gran compaña de cavalleros Christianos, e entró en la Mezquita de Toledo de noche, e echó dende todas las suziedades de la secta de Mahomad, e restauróla e fizo hy un altar de la Fé de Jesu Christo, assi como fuera otro tiempo: e mandó poner en la torre, onde llaman los Almuendanos, campanas que llamassen a los fijos de Dios a las horas. E los Moros quando esto vieron, ovieron ende muy grand pesar, porque veyan que les passavan contra la postura que havian con el Rey don Alfonso, e embiarongelo querellar. E quando lo oyó el Rey, fué muy sañudo, e con grand pesar que ovo vinose muy ayrado de tierra de Leon, do era: e tan rabiosamente vino, que en tres dias llegó de Safagun a Toledo, temiendose de perder la Villa: e era su voluntad de poner fuego a la Reyna, e al electo don Bernaldo, porque quebrantaran la su fé, e la su postura. E sopieronlo los Moros de Toledo, como venia el Rey con grand saña e con grand querella, e como queria fazer mal a la Reyna, e al electo, e ovieron su acuerdo, que si el Rey acabasse aquello que queria fazer, que despues que se arrepenteria, e que fincava grand enemistad entre ellos e el Rey, mas que guisassen como lo sacassen de saña. E estonce juntaronse los mayorales, e los menores con sus mugeres, e salieron todos a rescebirlo al aldea que dizen Olias. E el Rey quando vido la muchedumbre

de los Moros, cuydó que se le venian a querellar, e dixo: ,,Compaña buena, qué fué esto? a mí fizieron este mal que non a vos, los que quebrantaron la mi fé e la mi verdad: e porende yo tomaré para mí emienda, e daré a vos derecho del tuerto que vos fizieron: ca sabe Dios que non fué por mi voluntad: e porende vos cuydo dar tal vengança, que para siempre será sonado por el mundo, e que tengades que vos fago grand emienda." E los Moros como eran entendidos, catando lo de adelante, fincaron los finojos contra él, llorando e pidiendole merced que los oyesse. E estonce el Rey mandó que dixiessen lo que quisiessen, e ellos dixeron:,,Rey señor, bien conoscemos que el Arçobispo es caudillo e principe de la vuestra ley, e si nos fueremos achaque de la su muerte, por zelo de la fé nos matarán los Christianos a todos. E otrosí, señor, si la Reyna se perdiesse por esta razon, el su linage e los que della venieren siempre nos querrán mal en quanto el mundo sea: e despues de los tus dias con mayor crueza vengarian este fecho que non agora. E porende te besamos las manos e los pies, e pedimoste merced que los perdones: e nos todos de buena mente te salvaremos el pleyto que avias conusco sobre esta razon: e si esto non quisieres fazer, sabe que non tornaremos a Toledo. E el Rey quando esto oyó, fué perdiendo la saña, e ovo muy grand alegria, porque podia aver aquella Mezquita para yglesia de santa Maria. E tornóse contra ellos, e dixo: ,,Amigos, gradezcovos mucho quanto dezides, e yo vos faré siempre bien e mucha merced:" e venieronse luego todos para la Villa. E desque fué en la Villa de Toledo, puso amor el Rey entre la Reyna, e el electo, e los Moros.

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CAP. CXXIV.

Andados veynte e dos años del Reynado del Rey don Alfonso, don Gregorio Papa VII. despues que ovo oyda la demanda del Rey don Alfonso, embió a España un Cardenal por Legado, que avia nombre Ricardo, Abad de san Victor de Marsella, e porque los clerigos de España eran turbados por tantas

correduras e seguimientos que les fazian, para que les ordenasse el officio de la santa Yglesia segun el uso de la Yglesia de Roma. E aquel Ricardo non complió religiosamente lo que devia, e andava sin regla e sin mandamiento; e viendo esto don Bernaldo, el electo de Toledo, fuése para Roma, metiendose a grandes peligros por mar e por tierra. E quando llegó allá el, Papa Gregorio era finado, e era en su logar puesto Urbano segundo. E este Papa rescibió muy bien al electo, e dióle luego la consagracion de Palio, e fizole Primado de las Españas, e dióle su bendicion, e tornóse para España. E como venia por Primado e traya grand poder, fizo luego Concilio, entrando en su Provincia con los Obispos de Galia Gotica de los Godos: e vino a Concilio el Arçobispo de Narbona con todos sus suffraganeos. E desque ovo librado con ellos, fuése por el monte Pireneo a España. E traya carta para que toviesse cuydado e guarda de todas las yglesias de España: e embió luego su mandado a todos sus suffraganeos, que fuessen luego todos con él a dia cierto en Toledo. E desque fueron hy, consagró la yglesia de santa Maria de Toledo con ellos. E esto fué en dia de San Chrispino e Chrispiniano, que es a ocho dias de las Calendas de Octubre. E esta consagracion fué fecha a honra de la Virgen santa Maria, e de los bienaventurados Apostoles san Pedro e san Pablo, e de la santa Cruz, e de san Estevan, primero Martyr. E puso muchas buenas reliquias en el altar mayor, que avia él traydas de la corte de Roma: e otras que el Rey don Alfonso e la Reyna doña Costança offrescieron, que tenian con sus tesoros que ovieron de sus padres: e por los beneficios de las reliquias e desta santa yglesia se alegra oy el pueblo Christiano.

CAP. CXXV.

Cuenta la historia, que en aquel tiempo toda la clerezia de España fueron conjurados, porque los constreñia el Rey e el Legado don Ricardo, que rescebiessen en España el officio de Roma e de Francia. E ayuntaronse un dia el Rey, e el

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Legado, e el Primado, e grand muchedumbre de clerezia e del pueblo e entendieron e departieron sobre ello mucho. E la clerezia e la cavalleria e todo el pueblo defendian muy fuertemente que se non mudasse el officio de España, el que a essa hora era. E el Rey amonestava, e la Reyna razonava el contrario, diziendo que lo rescibiessen, e amenazando ál que dixesse de non. E al cabo venieron a esta pleytesia, que el desacuerdo se partiesse por batalla de dos cavalleros: e esto fizo la porfia de los cavalleros: e que lidiasse uno por el Rey e por el officio de Francia, e el otro por la cavalleria e por el officio Toledano. E assi como entraron estos dos cavalleros en el campo, fué luego vencido él del Rey: e el cavallero vencedor fué natural de Matança, que es cerca del rio de Pisuerga, sobre la Villa de Torquemada: e llamóse Juan Ruyz, cuyo linage es aun oy en dia. E el pueblo fazia grand alegria porque venciera el su cavallero, que lidiara por el officio Toledano: mas como el Rey era aquexado de la Reyna, non se quiso partir de la demanda, mas que fuesse rescebido el officio Frances en España, e fuesse dende echado el Toledano; e dixo mas, que non era derecho de la ley, que esta cosa fuesse metida a riepto ni a batalla de armas. E nasció ende grand contienda, entre el Rey e el pueblo, e la clerezia, e cavalleria, que se tenian en uno contra él: e al cabo fablando en ello muchos buenos omes, assi como Arçobispos, e Obispos, e el comun de la clerezia, e muchos omes religiosos de ordenes: e porque el fecho era de santidad e servicio de Dios, avenieronse en esta guisa: que fiziessen una grand foguera de leña en la plaza, onde lidiaron los cavalleros, e fuessen traydos dos libros buenos, el uno del officio Toledano, e el otro del Frances, e que los metiessen en el fuego, mandandolo el Primado e Legado, e otorgandolo todo el comun e el pueblo que hy era juntado: e que ayunassen todos aquel dia: e que el Arçobispo e el Legado, e la clerezia toda sobre el ayuno estoviessen en oracion. E fizieronlo assi ca ayunaron todos, e estovieron en oracion muy omildosamente contra Dios, e metieron los libros en el fuego. E el libro del officio Frances quexavase con el fuego, que se

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