La Celestina: tragicomedia de Calisto y Melibea, Volumen 2

Portada
E. Krapf, 1900
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todo

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 264 - ¡Por cierto, temor de la muerte no obrara tanto •como el de tu honra!
Página 363 - Mi fin es llegado, llegado es mi descanso y tu pasión, llegado es mi alivio y tu pena, llegada es mi acompañada hora y tu tiempo de soledad. No habrás, honrado padre, menester instrumentos para aplacar mi dolor, sino campanas para sepultar mi cuerpo.
Página 286 - Pues por más mal y daño que me venga, no dejaré de complir el mandado de aquella por quien todo esto se ha causado. Que más me va en conseguir la ganancia de la gloria que espero, que en la pérdida de morir los que murieron.
Página 270 - Caro le costaría este negocio. Contentémonos con lo razonable, no lo perdamos todo por querer más de la razón, que quien mucho abarca, poco suele apretar.
Página 361 - Ñero, á su madre Agripina por solo su plazer hizo matar. Estos son dignos de culpa; estos son verdaderos parricidas, que no yo; que con mi pena, con mi muerte purgo la culpa" que de su dolor se me puede26 poner.
Página 371 - Pues agora, sin temor, como quien no tiene qué perder, como aquel a quien tu compañía es ya enojosa, como caminante pobre, que sin temor de los crueles salteadores va cantando en alta voz.
Página 254 - Ninguno podrá negar lo que por sí se muestra. Manifiesto es que con vergüen9a el vno del otro, por no ser odiosamente acusado de couarde, esperaremos aquí la muerte con nuestro amo, no siendo más de él merecedor della.
Página 354 - Sosia, dessos pies; llenemos el cuerpo de nuestro querido amo donde no padezca su honrra detrimento, avnque sea muerto en este lugar. Vaya con nosotros llanto, acompáñenos soledad, síganos desconsuelo, vístanos tristeza, cúbranos luto é dolorosa xerga.
Página 375 - Si alegres viuiessen, no se matarían, como agora mi amada hija. ¿En qué pararon tus siruientes e sus ministros? La falsa vieja Celestina murió a manos de los más fieles compañeros que ella para su seruicio enponcoñado jamás halló. Ellos murieron degollados. Calisto, despeñado. Mi triste hija quiso tomar la misma muerte por seguirle. Esto todo causas.
Página lxiii - THE SPANISH BAWD REPRESENTED IN CELESTINA OR, THE TRAGICKE-COMEDY OF CALISTO AND MELIBEA...

Información bibliográfica