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sentacion de una solicitud de privilegio hubiera sido suficiente para quitarnos el derecho de hacer que los fabricantes belgas y franceses disfrutasen las ventajas que habrian debido obtener por medio de mi procedimiento.

No puede apreciarse el valor de un sistema nuevo en una industria tal como la elaboracion del azúcar sin estudiarlo en una zafra entera; por lo menos es preciso hacer esperimentos en distintas épocas de ellas, y convenientemente ordenados. Doy pues, á luz al presente esta primera memoria, en la que he cuidado de presentar los hechos principales con mucha precision; y suplico á los fabricantes belgas y franceses que lo examinen convenientemente con arreglo á sus intereses en la presente zafra, ya sea con la caña de azúcar ya con la remolacha haciendo el uso que quieran de los procedimientos que llevo descritos. Recibiré con complacencia.las comunicaciones que se me dirijan: busco la verdad y cuando mis esperimentos se vean sometidos al juicio público, como lo deseo, lograré producir el convencimiento.

Permítaseme insistir en una cosa: vertido el bisulfito sobre los rallos hace inalterables las pulpas y los jugos durante las primeras operaciones de la elaboracion del azúcar: se presta á emplear sin riesgo la maceracion de dichas pulpas, la levigacion para volver á esprimirlas despues de empaparlas en agua: neutraliza el mal estado en que se hallan las remolachas á fines de la zafra, y por consecuencia permite que la fabricacion sea uniforme y regular en toda su duracion. Sométase á exámen primeramente el bisulfito en estas circunstancias, circunscribiendo su uso á estas funciones conservadoras: la inteligencia de los fabricantes y operarios hará lo demas: iran familiarizándose gradualmente con este producto y no tardarán en descubrir las condiciones mas ventajosas para su empleo en grande escala.

Si como no lo espero, los fabricantes de azúcar indígena no tocan beneficio alguno en el uso de este procedimiento; esta no será una razon para que yo crea nula su influencia en la elaboracion del azúcar en nuestro clima.

Cuando basta un corta-raices, un par de toneles, una caldera de lejia y algunas vasijas para estraer con suma facilidad el azúcar de 1.000 kilógramos de remolachas; cuando de primera operacion se consigue un producto mas blanco que los mejores azúcares en bruto del comercio, ¡no es de esperar que las necesidades del consumo de azúcar, siempre en aumento hagan familiar la fabricacion en todos los campos, propagándose de este modo los beneficios que ofrece el cultivo de la remolacha, y se vea por fin cumplido el voto de Mr. Morel de Vindé?

Con solo un lance conseguiria la agricultura las venta

jas mas conveniente de los cultivos, alternos y el labrador á la vez los beneficios higiénicos de un consumo que hoy igno ra; pues mientras que en Inglaterra cada individuo consume al año 10 kilogramos de azúcar por término medio, este consumo no llega á 21 en todo el resto de Europa.

Sea cual fuere el método que en definitiva se adopte para el trabajo en grande escala, insistiré constantemente en que siempre debe comenzarse haciendo que el bisulfito preservador se aplique á los jugos en el instante mismo en que se espongan al contacto del aire. Por lo demas ya se conoce que descansando los fabricantes en los hechos y principios espuestos pueden ponerlos en práctica bajo diferentes formas. Mas adelante publicaré, si tengo lugar para esto, los resultados comparativos que espero poder continuar con el mismo fin. Me limito por ahora á indicar algunas de esas formas.

1.

2.

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Ejecutar la defecation en la misma pulpa.

Defecar el jugo que rinden las prensas, por el lavado con el bisulfito de cal solo. Colar con los filtros de Taylor ó decantar despues de la defecacion. Dar punto de coccion de una vez al líquido claro obtenido así, á pesar del turbio que aparece en él como resultado de la concentracion.

3.0

Defecar con el bisulfito de cal: filtrar ó decantar: evaporar hasta los 25 grados de Beaumé; filtrar segunda vez: dar punto.

4. Defecar con el bisulfito, filtrar ó decantar: evaporar hasta los 25 grados de Beaumé; filtrar: seguir la coccion hasta 38 grados Beaumé y colocar el producto en la estufa para efectuar una cristalizacion lenta por el sistema de Mr. Crespel Dellisse.

5. O

Verificar la concentracion de las pulpas con una corta cantidad de bisulfito: defecar con cal por el sistema usual; filtrar ó pasar por el carbon animal; agregar despues el bisulfito para conseguir un líquido neutralizado ó ligeramente ácido, evaporar hasta los 25 grados Beaumé; filtrar; cocer.

Si pudiera conseguirse que las mieles de descarga volviesen á las pailas defecadoras, en todos los casos se obtendrian buenos resultados; en el concepto de que seria necesario interrumpir el trabajo despues de algunas operaciones.

6.. Defecar con el bisulfito; filtrar ó decantar; evaporar el jugo hasta cerca de 25 grados Beaumé y neutralizarlo ó hacerlo ligeramente alcalino; pasar por carbon animal, y continuar la elaboracion segun los procedimientos usuales.

7.0 Bañar los rallos con una disolucion de bisulfito: defecar con cal y continuar la evaporacion, segun el método ordinario.

Permítaseme antes de concluir recordar en breves palabras los trabajos de los sabios é industriales, que han tomado,

segun mis noticias, ántes que yo la misma via que he emprendido.

Debo á Proust (cuyo nombre estará unido honrosamente á la historia de la elaboracion del azúcar) la idea principal ó punto de partida. Sin contar con el uso que notoriamente hizo del sulfito de cal pura la estraccion del azúcar de uva, este químico ilustrado indicó en 1810, en el Journal de Phisique, el uso del mismo sulfito para el guarapo, el jugo de arce y otros: le pertenece pues todo el honor del descubrimiento. Su opinion triunfará algun dia: mi gloria será haberla desnudado de inconvenientes, introduciéndola en la práctica.

Se han hecho varios esperimentos con el mismo fin. Mr. Drapiez ensayó en 1841 el ácido sulfuroso; Mr. Perpere fracasó en 1812 empleando el mismo ácido: Mr. Jordan de Haber ha propuesto el ácido sulfuroso, pero usa indistintamente de este ó del sulfito ó la cal: Mr. Boutin obtuvo un privilegio en 1846 para el uso del sulfito de alumina, habiendo indicado ya su uso desde 1838 Mr. Stollé en su privilegio, y finalmente Mr. Miege consiguió asimismo privilegio para emplear el ácido sulfuroso y el sulfito de calcio, que en otro tiempo habia propuesto Mairel, de Rheims, para estraer el azúcar de la uva.

He omitido ex-profeso en esta breve relacion privilegios ampliamente esplicados con referencia al uso del ácido sulfuroso y de los sulfitos; uno de ellos es de Mr. Dubrunfaut, en 1829, y otro de Mr. Stollé en 1839.

Me parece que nadie creerá que intento echar en olvido un hombre tan ingenioso y tan digno de consideracion, como Mr. Dubrunfaut. Solo me admira que con su penetracion no hubiera descubierto el punto de la dificultad en varios de sus procedimientos.

El privilegio de Mr. Dubrunfaut está inserto en el tomo XXVII de los que han caducado, y creo que en vez de establecer aquí una discusion vale mas que el lector recurra al original y pueda juzgar por si mismo. El de Mr. Stollé se hallará en el tomo LXVII de la misma coleccion; y los fabricantes y los químicos sabran apreciar desde luego el punto en que diferimos Mr. Stollé y yo: apreciarán en su valor al punto de donde partimos y verán los hechos que nos sirven de funda

mento.

Por lo demas, dista mucho de mí la idea de reclamar la propiedad de la aplicacion de los principios del mutismo á la caña de azúcar y de la remolacha: confieso que todos pertenecen á Proust y que no he hecho mas que seguirle. Faltaba alguna cosa para aplicar á la práctica la idea feliz y original de este gran químico en cuanto al azúcar de caña y de remolacha: si lo he logrado, consígnese á Proust todo el honor.-MELSENS.

DESCRIPCION TOPOGRAFICA

DE LA ISLA DE PINOS.

Escrita y dirigida al Escmo. Sr. D. Francisco Dionisio Vive: Capitan general de la Isla de Cuba, por el Doctor D. José Labadia, médico frances en 1826.

[FINALIZA.]

El terreno montañoso de la parte del Norte de la Isla forma un contraste particular con la del Sur; en estas se ven algunas cimas poco elevadas, y que no dejan al observador ninguna utilidad; superficies áridas sobre base de roca viva que es lo que llaman seboruco, cubre los terrenos que arriba tengo indicados y los que no merecen fijar la atencion.

En la costa del Norte están situados los Cerros cuyas cimas graníticas, y de mármol pueden hacer la riqueza de la Isla. Comenzando por el Cerro de Sierra de Casas que corre N. S. y tendrá cerca de dos leguas de largo y media de ancho, se ven en la misma direccion el Cerro de Caballos y otras pequeñas cimas, las cuales todas son de mármol, y en algunas se observa en su base alabastro calcareo, cuya formacion yo la he verificado por su naturaleza en las aguas thermales de uno de los arroyos del rio Santa Fé. En el exámen de las piedras que componen su seno, he esplotado várias enteramente esponjosas y algunas raices de árboles cubiertas de alabastro informe calcareo blanco, y en algunas otras partes como en el arroyo Brazo Fuerte que se une al de Sierra de Casas, forma en ciertos parages depósitos sucesivos todos de piedra esponjosa, ó lo que llamamos toba blanca. Yo tengo en mi poder de várias de estas concreciones que he recogido en algunas grutas y las que puedo decir que son unos verdaderos halaguntes blancos, compactos y tan duros como el marmol: he observado algunas de estas, en grutas, en donde se encuentran los nacimientos de las aguas minerales que deponen en su fondo de moléculas de azufre que se aglutinan y cristalizan algunas veces en octaedros. No es este el momento de entretener á V. E.

sobre mis observaciones, y si solo las he insinuado aquí por ser de necesidad pues que iguales operaciones de la naturaleza han dado á la Toscana mucha parte de sus riquezas que han sacado de las aguas thermales de San Felipe, en donde se realiza igual á lo que acabo de esponer. Los mármoles del Cerro Caballos son de un color blanco ó lo que llamamos mármol estatuario, pues las mas bellas estátuas de la antigüedad, y los edificios magníficos que aun se conservan, son todos de esta clasé, la transparencia que se les advierte los hace mas apreciables, mientras mas finos son los mármoles, mas son transparentes y propios por lo mismo á ser pulimentados, como se manifiesta de la muestra número 3 que apesar de no tener las cosas necesarias para su elaboracion, la he bruñido y se puede inferir aunque en pequeño de la perfeccion y hermosura que el arte puede darles, y que á muy poca costa podria establecerse una fábrica de loza que disputase por su belleza, á las que se traen de Génova, y este objeto despues de dar mucha utilidad, cooperaría á la belleza de los edificios de esa hermosa ciudad.

Aunque tengo designadas las cimas de la Sierra de Casas como de verdadero granito; es tal su hermosura, que despues de estar pulimentada como se vé del número uno y dos, nadie podrá creer sino que es verdadero mármol, y aun que las he mostrado á algunos inteligentes, estos me han asegurado que en particular el número 1 puede entrar en esa clase por su pulido: yo bien se que entre los antiguos naturalistas como tal hubiera sido denominado, aunque las partes constituyentes del granito á las del mármol varian esencialmente. Se debe advertir que he encontrado una diferencia muy notable entre la superficie y el centro de la Sierra, como se advierte del número 2, que es de la cima de la parte del Sur del Cerro; y en este se observa que su cimiento no es tan compacto, lo cual no se verifica en el centro, pues los pedazos que he sacado son escelentes y de una base muy sólida y unida; y lo mas admirable es que toda la dicha Sierra es igual, solo como tengo insinuado mas se aproxima á su base es mucho mas unido y mas hermoso, siendo en algunas partes que he examinado de alabastro calcáreo, tanto por ser ménos duro que el mármol, cuanto por su transparencia y color blanco.

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En el medio de la Sierra del dicho Cerro de Casas hay una abra que le divide casi en dos partes iguales y este es el camino por donde se atraviesa de uno á otro lado, sin tener que subir á la cúspide, la que es casi inaccesible por varios puntos: lo demas está cubierto de un bosque espeso que es la mayor parte de Sabicues.

El Cerro de Caballos está distante del anterior como media legua y está casi á su frente, siendo en su largo y ancho

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