Ortografía de la lengua castellanaImprenta nacional, 1820 - 191 páginas |
Términos y frases comunes
abrevia abreviaturas acabados acen acento agudo adverbios alfabeto algu aliento almogavaría Antonio de Nebrija apodosis avutarda bastardilla binaciones birán castellano ciacion cion combinaciones compues compuestos conso consonantes consonantes dentales criben cuyo debe separarse deben escribir demas derivados desbravado despues dientes altos diptongo division dudosa ortografía duplicada egemplo egército elide escritura evitar exceptúan Exceptúanse Gonzalo Correas griego gunas habian interjecion Jafet jantes laba labios latina lengua arrimada letra mayúscula linguales lista llaman mente minúscula modo nante nombres nunciacion observarán las reglas oficio origen palabras paladar paladiales ó guturales particular pasage pausa penúltima período ponen pretéritos principio pronun pronuncia pronunciacion proposi proposicion protasis punto final puntuacion reglas siguientes renglon semejantes semivocales sicion signo sílaba sílaba ó diccion suave tambien tellano ticular Titiro tratado triptongo usan verbo verso virgulilla vocales vocativo voces de dudosa
Pasajes populares
Página 118 - Dichosa edad y siglos dichosos aquellos á quien los antiguos pusieron nombre de dorados; y no porque en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino
Página 121 - ta edad todas las cosas comunes: á nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento, tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto: las claras fuentes y corrientes rios en magnífica abundancia sabrosas y trasparentes aguas les ofrecían: en las quiebras de las peñas y en
Página 117 - que desta manera hiedes delante de Dios y de sus ángeles, y tente por indigno de alzar los ojos al cielo, y de que te sustente la tierra, y de que te sirvan las criaturas, y del mesmo pan que comes, y de la luz y aire que recibes.
Página 122 - por todas las partes de su fértil y espacioso seno lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar á los hijos que entonces la poseían.
Página 51 - de la v, como sucede comunmente, es mas negligencia ó ignorancia de los maestros y preceptores, y culpa de la mala costumbre adquirida en los vicios y resabios de la educación doméstica y de las primeras escuelas, que naturaleza de sus voces: las cuales conocen y distinguen perfectamente los
Página 117 - sin ninguna manera de ser; piensa que eres un Lázaro de cuatro dias muerto, y un cuerpo hediondo y abominable, lleno de gusanos, que todos cuantos pasan se tapan las narices y los ojos por no lo ver; parezcate que
Página 126 - Pero nada bastó para desalojar al enemigo, hasta que se abrevió el asalto por el camino que abrió la artillería» y se observó dignamente que solo uno, de tantos como fueron deshechos en este adoratorio, se rindió voluntariamente á la merced
Página 121 - en magnífica abundancia sabrosas y trasparentes aguas les ofrecían: en las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo á cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo: los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron á cubrir las casas
Página 121 - porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mió. Eran en aquella
Página 122 - sobre rústicas estacas, sustentadas no mas que para defensa de las inclemencias del cielo: todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aun no se habia atrevido la pesada reja del corvo arado á abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella sin ser forzada ofrecia por todas las partes de su fértil y espacioso seno lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar á los hijos que