Obras: ilustradas con numerosas notas, y dispuestas por órden de materia ... aumentadas ademmas con un considerable caudal de escritos del autor dignos de la luz públia é impresos ahora colectivamente por primera vez, con la vida de Jovellanos, retratos y viñetas, Volúmenes 1-2

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F. Oliva, 1839

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Pasajes populares

Página 230 - Grisóstomo, el difunto, fue grande hombre de componer coplas; tanto, que él hacía los villancicos para la noche del Nacimiento del Señor, y los autos para el día de Dios, que los representaban los mozos de nuestro pueblo, y todos decían que eran por el cabo.
Página 51 - Ya ni el rico Brasil, ni las cavernas Del nunca exhausto Potosí nos bastan A saciar el hidrópico deseo, La ansiosa sed de vanidad y pompa. Todo lo agotan; cuesta un sombrerillo Lo que antes un estado, y se consume En un festín la dote de una infanta...
Página 225 - Es por cierto muy digno de admiración que este punto se haya presentado a la discusión como un problema difícil de resolver. La lucha de toros no ha sido jamás una diversión, ni cotidiana, ni muy frecuentada, ni de todos los pueblos de España, ni generalmente buscada y aplaudida.
Página 49 - ... pronuncian y la mano alargan al primero que llega!'* ¡Qué de males esta maldita ceguedad no aborta! Veo apagadas las nupciales teas por la discordia con infame soplo al pie del mismo altar, y en el tumulto, . brindis y vivas de la tornaboda, una indiscreta lágrima predice guerras y oprobios a los mal unidos.
Página 221 - Las justas y los torneos, paramentos, bordaduras y cimeras, ¿Fueron sino devaneos, qué fueron sino verduras de las eras?
Página 48 - Alcinda, la que olvidando su orgullosa suerte, baja vestida al Prado, cual pudiera una maja con trueno y rascamoño...
Página 239 - Si algunas personas salen de sus casas, no parece sino que el tedio y la ociosidad las echan de ellas, y las arrastran al ejido, al humilladero, a la plaza o al pórtico de la iglesia, donde, embozados en sus capas, o al arrimo de alguna esquina, o sentados, o vagando acá y acullá, sin objeto ni propósito determinado, pasan tristemente las horas y las tardes enteras sin espaciarse ni divertirse.
Página 287 - Á las que el Sena turbulento baña, Teñido en sangre , del audaz britano Dueño del mar, al aterido belga, Del Rhin profundo , á las nevadas cumbres Del Apenino, y la que en humo ardiente Cubre y ceniza á...
Página 238 - En los días más solemnes, en vez de la alegría y bullicio que debieran anunciar el contento de sus moradores, reina en las calles y plazas una perezosa inacción, un triste silencio, que no se pueden advertir sin admiración ni lástima.
Página 261 - Esta carestía de la entrada alejará al pueblo del teatro, y para mí tanto mejor. Yo no pretendo cerrar a nadie sus puertas ; estén enhorabuena abiertas a todo el mundo ; pero conviene dificultar indirectamente la entrada a la gente pobre, que vive de su trabajo, para la cual el tiempo es dinero, y el teatro más casto y depurado una distracción perniciosa.

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