6.° Ríñenme, bella Enarda, los mozos y los viejos, porque tal vez jugando te escribo dulces versos. << Debiera un magistrado, (susurran) mas severo, de las livianas Musas huir el vil comercio. Qué mal el tiempo gastas! >> (predican otros)..... pero por mas que todos riñan tengo de escribir versos. Quiero loar de Enarda el peregrino ingenio al son de mi zampoña y en bien medidos metros. Quiero de su hermosura encaramar al cielo las altas perfecciones: de su semblante quiero cantar el dulce hechizo, y con pincel maestro pintar su frente hermosa, sus traviesos ojuelos, el carmin de sus labios, la nieve de su cuello; y váyanse á la..... al rollo los catonianos ceños, las frentes arrugadas y adustos sobrecejos, que Enarda será siempre celebrada en mis versos. A Galatea 1.° Mientras de Galatea, oh incauto pajarillo ! el regazo ocupas permite que afligido tan venturosa suerte De un mismo dueño hermoso los dos somos cautivos: tú lo eres por desgracia, y yo por albedrío. Violento en las prisiones maldices tú al destino, en tanto que yo alegre besando estoy los grillos. Mas en los dos, cuán vario se muestra el hado esquivo! Conmigo ay! cuán tirano! Contigo, cuán benigno ! Mil noches de tormento, mil dias de martirio, mil ansias, mil angustias lograrme no han podido la dicha inestimable que debes tú á un capricho. Bañado en triste llanto tu dulce suerte envidio, y en tanto tú arrogante huellas con pie atrevido, sin alma, sin deseos, ni racional instinto, la esfera donde apenas llegar ha presumido el vuelo arrebatado del pensamiento mio. 2.o No sale mas galana por las doradas puertas de Oriente, del anciano Titon la esposa bella, que sales tú á mis ojos, oh dulce Galatea, cuando á gozar del dia el blando lecho dejas. Ni mas resplandeciente su cara al cielo enseña la plateada Luna que el tuyo, tú á la tierra do imprimen hoy tus plantas la delicada huella. Sin duda de las gracias el coro á tu lindeza añade en esta hora mil perfecciones nuevas. Brilla tu frente hermosa con luz muy mas serena, y como al cielo el Iris, así tus negras cejas dividen el nevado contorno de tu esfera. Tus ojos.... Musa mia, cómo tu voz pudiera los rutilantes ojos pintar de Galatea ! Quién me dará, que junte del sol las luces bellas, las sombras de la noche, y el fuego de la esfera, para pintar los brillos, la gracia y la viveza de tus divinos ojos, oh dulce Galatea ! Absorta el alma mia los mira y los contempla, sus luces la embriagan, sus llamas la penetran. Veo que en tus mejillas la rosa bermejea, y del clavel purpúreo tus labios son afrenta. Juegan sobre tu bocalos las risas halagüeñas, 611 1 y en el ebúrneo pechos on la cándida azucena derrama su blancura. Ay Dios! cuántas bellezas mis ojos inflamados registran en tu esfera! Ay! no me las ocultes, oh cruda Galatea! Guarte que no se enoje si al mundo se las niegas la mano bien hechora de la naturaleza! Criólas por venturä para que no se vieran? Si es ella generosa, por qué eres tú avarienta? 3.o Perdon, perdon, mil veces, oh cruda Galatea! Ya estoy arrepentido, Serénale, no quieras dar tan atroz castigo Mas, ay! que amor tirano liba en la fresca rosa Al cumpleaños de la misma, Mientras en raudos giros el cielo va contando la suma de tus dias, y el curso de tus años, tu vida, ¡ oh Galatea! con floreciente paso va al punto mas subido de juventud llegando. Del tiempo la incesante consumidora mano, que en otras hermosuras consuma solo estragos, hoy sabia, y generosa la tuya sazonando` mil altas perfecciones mil gracias, mil encantos retoca de tu rostro |