Historia de los heterodoxos españoles, Volumen 2

Portada
Librería católica de San José, gerente V. Sancho-Tello, 1880

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todo

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 170 - Para deciros la verdad, muy pocas cosas observo porque el estilo que tengo me es natural, y sin afectación ninguna escribo como hablo, solamente tengo cuidado de usar de vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir y dígolo cuanto más llanamente me es posible, porque a mi parecer en ninguna lengua está bien la afectación.
Página 669 - Cabecita, cabecita, tente en ti, no te resbales y apareja dos puntales de la paciencia bendita. solicita la bonita confiancita; no te inclines a pensamientos ruines; verás cosas que toquen en milagrosas, dios delante y San Cristóbal gigante.
Página 149 - Diez años, los mejores de mi vida, »que gasté en Palacios y Cortes, no me empleé en ejercicio más »virtuoso que en leer estas mentiras, en las cuales tomaba tanto »sabor, que me comía las manos tras ellas.
Página 681 - Pías; y, finalmente, en aquel hidalgo vascongado, herido por Dios como Israel, y á quien Dios suscitó para que levantara un ejército, más poderoso que todos los ejércitos de Carlos V, contra la Reforma. San Ignacio es la personificación más viva del espíritu español en su edad de oro. Ningún caudillo, ningún sabio influyó tan portentosamente en el mundo.
Página 580 - Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor que no se cura sino con la presencia y la figura.
Página 681 - ... mentido de disidencia y revuelta. Inflexibles en cuestiones de disciplina y en clamar contra los abusos de la curia romana, jamás pusieron lengua en la autoridad del Pontífice, ni trataron de renovar los funestos casos de Constanza y Basilea. Pedro de Soto opinaba a la vez que la autoridad de los Obispos es inmediatamente de derecho divino, pero que el Papa es superior al Concilio, y en una misma carta defiende ambas proposiciones.
Página 623 - ... y caridad, llenos de rabia cruel y diabólica ira, robaron, quemaron y destruyeron las iglesias, despedazaron las venerables imágenes, deshicieron los altares, y poniendo manos violentas en los sacerdotes de Jesucristo, que les enseñaban las cosas de la fe y administraban los sacramentos, los llevaron por las calles y plazas desnudos y descalzos, en público escarnio y afrenta.
Página 656 - Roma, y se apeó en Torre de Nona, que es una calle de la ciudad, y vio todo el fracaso y asalto y muerte de Borbon, y por la mañana ya estaba de vuelta en Madrid, donde dio cuenta de todo lo que había visto...
Página 685 - Si la naturaleza humana es y ha sido y eternamente será, por sus condiciones psicológicas, intolerante, ¿á quién ha de sorprender y escandalizar la intolerancia española, aunque se mire la cuestión con el criterio más positivo y materialista? Enfrente de las matanzas de los Anabaptistas, de las hogueras de Cal vino, de Enrique VIII y de Isabel, ¿qué de extraño tiene que nosotros levantáramos las nuestras?
Página 581 - ¡Y éste es el misticismo español, no enfermizo ni egoísta e inerte, sino viril y enérgico y robusto, hasta en la pluma de las mujeres! Nadie ha descrito como Santa Teresa la unión de Dios con el centro del alma; nadie la ha declarado con tan graciosas comparaciones, ya de las dos velas de cera que juntan su luz, ya del agua del cielo que viene a henchir el cauce de un arroyo. Pero esta unión no trae consigo el aniquilamiento ni el...

Información bibliográfica