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emperador como en queja de lo que se habia hecho con sus libros, lograron el canciller Gattinara, el secretario Alfonso de Valdés y otros poderosos erasmistas, que Cárlos V le respondiese á vueltas de elogios y cortesías, que «no habia que temer peligro alguno de la inquisicion que se habia permitido hacer, pues todo se reduciria á que, si se encontraba algun desliz, el mismo autor lo corrigiese ó explicase el concepto con claridad, cerrando así la boca á los calumniadores, ya que bien persuadido estaba el César de la piedad cristiana del teólogo holandés». (Epíst. CMXV.) Alfonso de Valdés redactó las letras imperiales, y él habia inducido á Erasmo á dar este paso. Los traductores españoles colocaron en son de triunfo estas cartas al frente de sus respectivas versiones.

Erasmo dió las gracias por su proteccion y buenos oficios á Fonseca y á Manrique. Uno y otro le respondieron con grandes encarecimientos, prometiendo ayudarle del mismo modo en lo sucesivo. El Arzobispo de Toledo añadia que se daba por contento y pagado sólo con haber tenido un autógrafo de Erasmo. Éste no se cansaba de hacer protestas del Catolicismo, ofreciendo una vez y otra quitar y enmendar cuanto pareciera impío ó mal sonante, como escrito en tiempos más sosegados y anteriores á la rebelion de Lutero 2.

I Caeterum quod scribis (dice el emperador) de his quae in tuas lucubrationes apud nos tractari coepta sunt, moleste admodum legimus, nam videris nostro in te animo ac voluntati quodammodo diffidere, quam nobis praesentibus quidquam adversus Erasmum, cujus Christianam mentem exploratam habemus, esset statuendum. (Se conserva en Simancas.Estado, leg. 1,554, fól. 583.-De alli procede el texto publicado por D. Fermin Caballero en los Valdés, núm. 24.)

2 Epist. MXXXIII: Procellam istam saevire jam mitius sane gaudeo, neque non intelligo quantum debeam vestrae tum pietati, tum prudentiae..... (Esta carta es notable por sus .consideraciones sobre la Reforma.) In his inauditis tumultibus mihi videor agnoscere manum Dei, jamque res exisse videtur hominum potestatem, nec tamen ob id abjeci spem omnem..... Cum reputarem Ecclesiam magna ex parte ad Pharisaismum esse collapsam, quem ipsum tamen huic rerum confusioni anteposuerim: quum dubitarem quid divina Providentia per Lutheri spiritum vellet agere, adhuc enim videbatur vir bonus qui vitiis iratus, pietatis zelo grassaretur, impotentius quidem, sed ut cohiberi possit..... relligione quadam abstinui, ne vel imprudens repugnarem divinae voluntati vel pietatis causam redderem deteriorem, si eam tot nominibus impar suscepisset......

Luego mudo de opinion: In Lutheranam aciem semel atque iterum impressionem feci..... Nos quod homine orthodoxo dignum est faciemus..... Ego misere metuo ex Pharisaismo succedat Paganismus..... Nec inter Monachos quemquam vidi, quem tanta rerum tempestas reddiderit pilo castigatiorem..... Porro quod dogmata separas a corruptis moribus, agnosco prudentiam vere Christianam..... De Episcopis non ita magna est quaerimonia: de Romano Pontifice, deque his qui sub illius titulo regnant, longe major est: de Monachis praesertim mendicantibus gravissima.» (Basilea, 25 de Marzo de 1529.)

Fonseca le escribia desde Valladolid (24 de Abril de 1527) por la elegante pluma de su secretario:

Ita est plane..... quemadmodum ad te amici detulerunt, faveo landi tuae ex animo, idque re ipsa, quod licuit testatum hactenus feci, facturus idem posthac, etiam si nulla abs te mihi gratia profecta esset, nedum posteaquam brevi illo tuo autographo omnem operam nostram,

Pero, ¿debia Erasmo contestar, ó no, al escrito de los fráiles, á quienes afectaba tratar con el mayor desprecio, áun en sus cartas al inquisidor general, llamándolos ventres, tábanos, y otros epítetos de injuria? Aquí se dividieron los pareceres de sus amigos. Los más prudentes de todos, Vergara y Virués, temian que, queriendo mejorar su causa, la empeorase, no guardando moderacion ni cortesía. Don Alfonso Manrique deseaba leer la Apología, pero no que se imprimiese ni que circulase. Pero Alfonso de Valdés precipitó las cosas con su intempestivo entusiasmo (epístola de 23 de Noviembre de 1527), y se empeñó en que Erasmo opusiera su respuesta á los artículos de los fráiles, si bien le aconsejaba que á nadie nombrase en particular, y que, ante todo, dirigiese manuscrita su respuesta al Arzobispo de Sevilla.

Erasmo siguió puntualmente este consejo (que no podia ménos de halagar su vanidad irritada) en todo, ménos en lo último. Poco respetuoso con la Inquisicion española, que con tanta tolerancia y lenidad le habia tratado, y ávido de hacer al público partícipe de sus rencores y de su venganza, no se acordó que los artículos de los fráiles estaban manuscritos, é imprimió su réplica en la oficina de Froben (Basilea). Es de ver cómo se disculpa en la dedicatoria á don Alonso Manrique. Si hubiéramos de creerle, sólo por no hacer tantas copias manuscritas cuantas se necesitaban para enviar á los inquisidores y teólogos que habian de juzgar de la causa en España, se valió de la imprenta, pero estipulando sériamente con el tipógrafo que ningun ejemplar habia de salir de su casa. Pero muerto Froben, hubo poco cuidado en la custodia: un curioso logró extraer un ejemplar, y

quam in tui gratiam insumpseram, fere mihi pensatam sentio..... Ita nobis et Caesaris animus et bonorum in te tuendo consensus certa fide spondere videntur..... Tu fac eam praestes, tum fortitudinem, tum moderationem, quam sublimes istae, ac plane pervicae dotes pollicentur..... (Copia manuscrita de Gayangos. Está impresa en la coleccion de Erasmo.) De letra del amanuense de Erasmo están en la coleccion de la Academia de la Historia dos cartas de gracias á Manrique:

Ago gratias Domino qui per tuam auctoritatem inconditos istorum tumultus mitigare dignatus est. Neque me clam est quantum debeam absolutissimo Theologo Ludovico Coronello. (Basilea, 12 Kal. Apr. 1528.)

Ex amicorum litteris cognovi quos tumultus, quas tragoedias isthic excitarint Dominicani Franciscanique sodales..... Tragoediae bona pars est Eduardus Leus, qui clam librum in me scripsit..... clanculum Monachos instruens in me..... Nam isti ventres sat scio nun. quam hoc laboris caperent..... quos arbitror nec tantum scire grammatices, ut latine scripta percipiant..... A doctis admoneri non solum patior, verum etiam ambio, rogoque, et siquid deprehensum est erroris, libenter corrigo..... Fateor esse multa in scriptis meis quae poterant circumspectius aut munitius proponi...... (Basilea, Setiembre de 1527.)

Fonseca llegó á convidar á Erasmo (vid. la carta de Vergara, que va en el apéndice) á venir á España, con una pension de cuarenta ducados de oro al año, y casa y criados en Alcalá, y áun algun beneficio en la iglesia de Toledo, si queria aceptarle.

ΤΟΜΟ ΙΙ

6.

se propuso reimprimirlo apud Ubios; y temeroso entonces Erasmo de que saliera con mil errores, prefirió divulgar el impreso por Froben: «Exire passi sumus». Nada ménos que dos mil ejemplares entraron en circulacion antes que los viera D. Alonso Manrique.

La superchería era, como se ve, demasiado burda; pero tan ciegos estaban aquí por Erasmo, que todo lo toleraron y dieron por bueno. De la Apología no hay mucho que decir: leeríamos los mismos argumentos ya empleados en la controversia con Stúñiga y Carranza. Sostiene Erasmo la peligrosa doctrina de que es lícito dar sentido diverso á los lugares de la Escritura que por universal consentimiento y tradicion de la Iglesia se traen para probar la Trinidad, la divinidad del Verbo, etc., y que fueron usados por los Santos Padres como argumentos fortísimos contra los herejes 2. Bien puede decirse, que si Erasmo no fué arriano ni sociniano, dejó preparadas las armas para los futuros campeones de estas sectas, que ni una desperdiciaron de las que habian salido de su fábrica . Decir, como el exegeta de Rotterdam, que el Christus qui est Deus benedictus in saecula no es más que una doxología añadida por algun copista (fácil y poco ingenioso recurso); que el inhabitat omnis plenitudo divinitatis no quiere decir más sino que el Padre dió á Cristo cuanto convenia para la humana felicidad; que el Emmanuel (ovv te ) equivale no más que á honrado ó protegido por Dios, y que el Filius Dei puede aplicarse á todo hombre piadoso, no era mostrarse ni buen razonador ni buen católico *. Los mismos judíos entendian el Filius Dei en sentido recto y como suena: no como apelativo de los justos, sino como calificativo propio del Mesías; ni se encuentra dado á ningun justo en particular, sino al Hijo, á quien nadie conoce sino el Padre, y en cuyo nombre, como en el del Padre y el Espíritu Santo, debian bautizar los Apóstoles, segun la fórmula que leemos en el cap. XXVIII de San Mateo.

Razon tenian los crassi ventres, por Erasmo tan execrados, para til

I Está en el tomo IX de las Obras de Erasmo, pág. 1,015 y sigs., con el título de Apologia adversus articulos aliquot per monachos quosdam in Hispania exhibitos. Precédenla dos cartas dedicatorias á Manrique. Dice que los artículos de los fráiles habian circulado mucho:

Usquam terrarum non habeantur..... apud mulierculas, opifices, aulicos, milites, in conviviis, in privatis colloquiis, in sacris confessionibus, in vehiculariis navibus, in concionibus, in foris, aulis et monasteriis......

2 Absurdum non arbitror excutere veterum argumenta quibus usi sunt adversus haereticos..... non enim hac ratione subvertitur fides Catholica, sed roboratur potius......

3 Para explicar por qué (segun su parecer) se dá pocas veces á Cristo el nombre de Dios en el Nuevo Testamento, escribe:

Nimirum hoc erat margaritum quod Dominus vetuit projici suibus: et haec erat sapientia abscondita quam Paulus clam loquitur inter perfectos.»

4 Sobre estos miserables sofismas, y otros que despues se han presentado, puede verse un excelente libro español, La divinidad de Jesucristo, por D. Francisco Caminero. (Madrid, 1878.)

darle de sospechoso, ó de inconsiderado y ligero, al verle usar, por ejemplo, el verbo audemus tratando de la divinidad del Espíritu Santo, como si fuera una audacia ó una novedad el adorarle como á tercera persona de la Santísima Trinidad.

Cautelosa como es esta Apología, y nada suave en la forma, satisfizo mucho á nuestros erasmistas más ardientes, sobre todo á Valdés, á quien (segun toda probabilidad) ha de atribuirse, si no la traduccion, á lo menos la edicion de ella en castellano descubierta en nuestros dias por Usóz. Vicente Navarra, amigo de Valdés, le escribia desde Burgos en 23 de Noviembre de 1527: «Sé que estás imprimiendo muchos ejemplares». Pero no fué del agrado de Vergara, que gravemente reprendió al de Rotterdam por haberse excedido en los dicterios y no haber respetado la autoridad de los inquisidores 2.

Para salvar del todo la reputacion y tranquilidad de Erasmo, le habia aconsejado Vergara que se conservase en la gracia y favor del Pontífice y de los Cardenales, y solicitase de Roma un Breve aprobando y recomendando sus libros y doctrina. Valdés y otros llevaron más allá su buen deseo: persuadieron al canciller Gattinara, y éste al emperador, que la peticion debia hacerse en nombre del mismo Cárlos V, y fué á Roma, encargado de este negocio, el secretario Juan Perez, distinto quizá del heresiarca. Se alcanzó de Clemente VII el Breve (su fecha 1.° de Agosto de 1527), dirigido al inquisidor general Manrique, para que él impusiera silencio á los que atacasen la doctrina de Erasmo, sólo en cuanto contradijese á la de Lutero 3. La Santa Sede obró con la prudencia y sabiduría de siempre, sin tolerar errores, ni fanatismos, ni banderías, y eso que este Breve se obtuvo en los calamitosos dias de la prision del Papa, despues del saco de Roma, é instando mucho los agentes españoles.

Aunque la concesion no era grande, porque nadie pensaba en Es

Incluyó Usóz una parte de la Apologia castellana, copiada por D. Juan Calderon de un códice del Museo Británico, como apéndice primero al tomo XII de sus Reformistas, que contiene Dos Informaziones y otros papeles.

En la Apologia dice Erasmo que fueron cinco los teólogos autores de los artículos, y que recibieron inspiraciones del embajador Lee.

In Leica Officina conflatum», dice tambien Vergara.

2 Vid. epist. MXXXII de Erasmo.

3 Carta de Juan Perez al emperador desde Roma, 1.o de Agosto de 1527:

Con esta envio al Secretario Valdés el breve que escribí á V. M. que se enviara al Arzobispo de Sevilla, sopena de excomunion que nadie hable contra las cosas de Erasmo, que contradicen las de Luter (Coleccion Salazar, en la Academia de la Historia, A-41, fól. 62.)

Un mes antes escribia:

El breve para poner silencio que allá no se hable contra las obras de Erasmo, me ha dicho Sancti-quatro, que me le dará remitido al Arzobispo de Sevilla: en habiéndole le enviaré.. (Papeles de Gayangos, apud Villa, Saco de Roma, pág. 236.)

paña en defender á Lutero contra Erasmo, los erasmistas se dieron por satisfechos. Manrique fulminó la prohibicion de escribir contra Erasmo, en términos absolutos, segun parece, contradiciendo en esto la letra y el espíritu del Breve, y mientras él vivió, no pudieron desquitarse los contrarios. Sólo dos españoles rompieron el veto; pero el uno de ellos imprimió su libro clandestinamente, y el otro escribia desde Italia.

VI. CONTROVERSIAS DE ERASMO CON CARVAJAL Y SEPÚLVEDA.—MUERTE DE MANRIQUE.-MUERTE DE ERASMO. PERSECUCIONES DE ALGUNOS ERASMISTAS (VERGARA, PEDRO DE LERMA, MATEO PASCUAL).

I hubiéramos de creer á Erasmo y á sus amigos, siempre destemplados é intolerantes hasta lo sumo, no habria habido entre sus adversarios ninguno tan despreciable como el franciscano andaluz Fr. Luis de Carvajal. Ligero, petulante, histrion, sobornado', juglar, bufon, estulto, deshonra de su Órden, Cacalalum, insolente..... todos estos dicterios, y otros más, le prodigan. Pues bien; todo esto es falsedad y difamacion sistemática. Fray Luis de Carvajal es una de las figuras más nobles del Renacimiento español. Fué el primero en restituir la teología á sus antiguas fuentes, y exornarla con las flores de las letras humanas, antecediendo en esto á Melchor Cano, y siguiendo las huellas de Vives en el De causis corruptarum artium. Escribia en elegante latin, más suelto y fácil que el de Erasmo, y era acérrimo enemigo de la sofística y de la barbárie, como anuncia desde la portada de su libro. Claro es que no le movia á contradecir á Erasmo el ódio á las lenguas ni á las buenas letras, eterno lugar comun de Erasmo contra sus parciales. Habia estudiado Carvajal en París con reputacion grande de saber y elocuencia. Allí, movido por las injurias de Erasmo contra su Órden, publicó en 1528 su Apologia monasticae religionis diluens nugas Erasmi, dedicada á D. Lorenzo Suarez · de Figueroa, marqués de Priego. La edicion no tenia nombre de im

1 Pridie huc e Lutetia missus est libellus titulo Ludovici Carvajalis, illic excussus furtim, suppreso loci typographique nomine, nam per Senatus edictum non licet illic quicquam excudere non approbatum: ego cum nec nomen agnoscerem, et libellus miram levitatem ac petulantiam prae se ferret, suspicatus esse jocularem, et per subornatum juvenem agi fabulam..... (Epist. MCIV á D. Alonso Manrique.)

Vid. además la epist. MXIX á Juan Henckel y la MCII á Pedro Mejía.

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