Revista bimestre cubana, Volúmenes 1-3

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Tip. Molina, 1831

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Página 20 - Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuan presto se va el placer, cómo después de acordado da dolor, cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.
Página 139 - ... de do viene el temor que nos espanta, y la medrosa forma en que se ofrece aquello que la noche nos encubre, hasta que el sol descubre su luz pura y hermosa, tal es la tenebrosa noche de tu partir...
Página 21 - Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros, medianos y más chicos; allegados son iguales, los que viven por sus manos y los ricos.
Página 325 - Estos cuerpos llaman hacia sus operaciones la expectación general, y todos corren a alistarse en ellos. El clero, atraído por la analogía de su objeto con el de su ministerio benéfico y piadoso; la magistratura, despojada por algunos instantes...
Página 138 - Moga tan fermosa non vi en la frontera como una vaquera de la Pino josa. Paciendo la vía del Calatraveño a Santa María, vencido del sueño, por tierra fragosa perdí la carrera, do vi la vaquera de la Pinojosa.
Página 21 - Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos.
Página 20 - No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera más que duró lo que vio, pues que todo ha de pasar por tal manera.
Página 312 - En otros dias por la ardiente arena Paseaba feliz su calma fiera, Ora esclavo, sin paz, rinde impotente Al yugo del placer la indócil frente; Y á par de su rugiente .compañera Con formidable agrado Adora á su pesar al dios alado.
Página 311 - I ¡ o cantar del ruiseñor doliente Que, amor, amor, en el silencio triste Clama del bosque! En vano se resiste El alma á su impresion : mi rostro siente De los ojos saltando Mis lágrimas ardientes ir bajando. Amor, Amor, la tierra, el firmamento, Todo anuncia tu ley. Do quier...
Página 134 - Resuélvete al designio , y acomete; Que , á seguir sus estímulos resuelto, El orbe encerrarás en tu retrete. Pero si no te hallares desenvuelto En consonar nuestro lenguage , fia La empresa al generoso verso suelto: Porque la libertad de su armonía, Como solo sus números respeta, De emparentar las voces se desvia.

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