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y Miron los estados de Ribagorza, Pallás y los que estan entre Noguera y Noguerucla. Miron que poseía estos últimos murió sin hijos, y su herencia se partió entre los hermanos. Ramon obtuvo la Ribagorza hasta Condon, Valbona, S. Pedro de Nubibus, Sobrarbe y Matidero. El Pallás y demas tierras tocaron á Borrell. Ramon segundo conde de Ribagorza fué padre de Unifredo, Arnal, Odisendo, é Isarno, y de una señora que casó con Sancho conde de Castilla. Su muger se llamó Garsendis. Heredó el condado y fué tercer conde Unifredo ó Wifredo, que aunque casado con Doña Sancha, murió sin hijos. Por esta causa le sucedió y fué quarto conde su hermano Isarno, el qual solo dexó al morir un hijo bastardo que se crió en casa de su tio el conde de Castilla, y se llamó Guillen. Muerto Isarno, entró á ser quinto conde su cuñado Suñer que estaba casado con Doña Toda, hermana de los dos condes anteriores. Por el fallecimiento de Suñer sin hijos, vino á ser sexto conde el hijo bastardo de Isarno D. Guillen. Pero muerto éste por los araneses, el rey D. Sancho el Mayor por derecho de parentesco agregó á la corona el condado de Ribagorza.

Tal es en substancia la historia de estos condes segun el monge Domingo ó el que renovó su escrito. Me explico asi porque parece imposible que D. Domingo que escribia en tiempo de Sancho Ramirez y en Ribagorza, cayera en el error grosero de afirmar que Sancho el Mayor dió el condado de Ribagorza y la tierra de Sobrarbe á D. Ramiro, quando es induvitable que esta fué la herencia de D. Gonzalo. Así esta memoria padeció alguna alteracion en las copias, y contrajo vicios que no tenia en su orígen. Sin embargo no todos son de los copiantes. El autor original ignoró los principios del condado, y empezando por el padre de D. Ramon que floreció mediado el siglo X., atrasa necesariamente los principios de aquel estado hasta los del mismo siglo contra la fe de los instrumentos. Casi por el mismo tiempo que escribió el Dominmonge go, y dentro del siglo XI. escribió un anónimo la historia de los condes de Ribagorza, que se halla en un cartulario de la

catedral de Roda. Esta memoria es muy sucinta, y se reduce á contar que Bernardo que se creía ser de la casa de Carlo Magno, pasó de órden del emperador, con su hermano, el obispo Aron, y echó los moros de Ribagorza y pobló la tierra de Sobrarbe, habiendo casado con Toda hija de Galindo. Ramon su hijo floreció en tiempo de Ludovico Pio. Unifredo hijo de Ramon fué conde en tiempo de Lotario. Despues de estos condes, dice lo fueron en aquellas partes, quiere decir en Pallás y Ribagorza, Arnal, Willelmo, Isarno, Miron, Berenger, y Bego, pero no pone nota alguna cronológica. Se ve que su intento fué hablar principalmente de los obispos de Roda y dar de todo una noticia muy ligera. Con efecto la que ofrece lo es en lo civil y en lo eclesiástico, y pudiera haber usado el consejo que dá á los lectores que quisieran mas fundada noticia, y es exâminar los privilegios de Alaon, Ovarra, Ta berná, Orema, y S. Vitorian. Si lo hubiera prácticado no incurriera en el error de llenar siglo y medio con los dos primeros condes, pues ese tiempo corre desde los últimos años de Carlo Magno hasta la dedicacion de Roda en 957.

Otra memoria antigua se halla de los condes de Ribagorza, añadida á los códices de Meyá y Leon 2. Esta noticia es genealógica, y tan dislocada, que en el códice de Meyá se pone en el título de los condes de Pallás, y en el Legionense en el de los de Tolosa 3. El Medianense hace á Bernardo hijo de Ramon y hermano de Miron, Lupo y Aznar. Este último estuvo preso en Tudela hasta que lo libro de las cadenas Sancho Garcés. Bernardo casó con Toda Galindez, y fué padre de Ramon, Galindo, y de Doña Ava. Ramon casó con una hija de Guillen Garcés: su nombre segun el códice

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de Leon era Bernarda; en el de Meyá está gastado. Los hijos de Ramon fueron Unifredo, Arnal, Isarno, y Doña Ava condesa de Castilla. Estos nombres estan algo alterados en el codice de Leon; por lo demas la noticia es bastante exâcta, aunque diminuta como veremos luego.

Sin embargo de estos monumentos, las crónicas de los siglos XII., XIII. y siguientes apenas hablan de los condes de Ribagorza. Blancas ' fué quizá el primero de los nuestros que tomó el empeño de ilustrar esta parte de la historia, mas no fué feliz; porque estableciendo por primer conde á D. Bernardo hacia el 813, le dá por sucesor primeramente á su hermano Aton, y luego á D. Ramon su hijo, y en seguida á su nieto Wifredo, á su viznieto Isarno, á otro Isarno, y á Gui1len; pero esta sucesion no puede subsistir, porque viviendo el conde Ramon en 957, no puede ser su padre el que era ya hombre hecho 144 años antes. Por otra parte consta que Isarno no era hijo sino hermano de Wifredo, y el segundo Isarno carece de todo apoyo en las memorias sinceras.

D. Juan Briz Martinez 2 en su historia de S. Juan de la Peña sigue á Blancas en la série de los condes, y solo se diferencia en poner antes de Bernardo un cierto Armentario, de quien se hace mencion en la canónica de S. Pedro de Taberná. De este hallazgo solo infirió una cosa, que no se deduce con seguridad, y es que el condado de Ribagorza estaba ya instituido en tiempo de los godos. La canónica no dice tal cosa, y es mas obvio inferir que Armentario viendo arruinado el reyno acaudillo aquellas gentes, como sin duda hicieron otros señores del reyno. Fuera mejor consejo, en lugar de apuntar glorias improbables, haber hecho diligencias para llenar de noticias seguras el siglo que medió entre Armentario y Bernardo.

El diligente Gerónimo Zurita, que precedió á Blancas y Briz, no hallando cosa que satisfaciese su delicado juicio en los autores que le precedieron, escogió antes callar los orígenes que ignoraba, que aumentar la confusion con conjeturas

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arbitrarias. Conducta digna de su gran juicio, y que si hubieran seguido los historiadores, tendriamos menos tinieblas que vencer en los tiempos obscuros. No obstante reconoció Zurita que el condado de Ribagorza tenia ya señores á principios del siglo IX.

Parece que este diligente analista no tuvo clara noticia del escrito del monge Domingo, al que igualmente desconocieron Blancas y Briz Martinez. Con efecto fué poco ó nada conocido hasta D. Josef Pellicer; y el P. Pedro Abarca creyó podia con solo el auxilio de esta memoria dar luz y claridad á la historia de los condes de Ribagorza. Atrasa este autor la época de D. Bernardo y la fixa alderredor del año 900. Por este medio se libra del anacronismo de poner al padre en 813 y al hijo en 957. Baxo este supuesto la sucesion es llana: á Bernardo sucedió Ramon: á este su hijo Wifredo: á Wifredo su hermano Isarno: á este su hijo Guillen. Mas como esta cronología y sucesion sea arbitraria, diminuta , y opuesta al texto del monge Domingo y á los diplomas, no puede sostenerse por mas tiempo. Por manera que despues de los trabajos insinuados de los que nos han precedido, queda por ilustrar este importante punto de nuestra historia.

Para hacerlo pues con alguna dignidad es preciso comparar los citados monumentos con los diplomas, escrituras y memorias mas antiguas que se conservan en los archivos del Pirineo. Si todas las que he podido reunir en ellos se conservaran originales, ó sus fechas por las razones insinuadas arriba no se hallaran mas de una vez diminutas ó erradas, podia desde luego asegurar á este escrito quanta exâctitud se puede apetecer. Sin embargo espero que mi trabajo será útil, porque reunidos mis descubrimientos á los que se puedan hacer con el tiempo serán ocasion de que alguno mas feliz que yo, ponga en toda la luz que se necesita este punto. Por mi parte nada diré que no se apoye en memorias coetáneas ó quasi coetáneas, ó dignas por su antigüedad del mejor respeto. Pero

1 Reyes de Aragon, tom. 1. fol, 90 b.

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no disimularé los defectos que noté en ellas ocasionados por la impericia o capricho de los que multiplicaron las copias, y pesar de los quales deben emplearse sin escrúpulo en quanto no tenga contradicion en las memorias del tiempo.

El primer monumento de que debo servirme es la canónica de S. Pedro de Taberná, de la qual dieron noticia Blancas, Briz y otros, y últimamente publicaron entera Pellicer y el M. R. P. Fr. Lamberto de Zaragoza en su Teatro histórico de las iglesias del reyno de Aragon. Pero como este escrito ha tenido contradicion en el continuador de la España Sagrada, es forzoso asentar su crédito antes de valernos de él. Perteneció en su orígen al monasterio de S. Pedro de Taberná, y de allí pasó con la agregacion de todo él á S. Vitorian, en donde exîstia á principios del siglo XVI., y de donde sacó copia para satisfacer á algun devoto que la pidió, siendo prior Fr. Juan Marques, que murió despues abad de S. Juan de la Peña. Este trasunto exîste en este real monasterio. El original ó la copia que sirvió de tal para el trasunto en qüestion ha perecido y no exîste ya en S. Vitorian como otros muchos monumentos de aquella casa, y en especial su crónica que alaba mucho Gauberto Fabricio de Vagad que escribio á fines de la misma centuria. Verisímilmente en 1415 no exîstia el original escrito á mitad del siglo VIII. En este supuesto es preciso convenir que la copia de S. Juan que sirve hoy de original no carecerá de aquellos defectos que son casi inevitables en todo trasunto. Desde luego se advierte uno en el prólogo que se puso al hacer la copia de S. Juan: pues se dice que Fr. Juan Marques fué prior à mense Junii ann. MCCC. noni usq. ad decimum octavum diem Decemb. anni MCCCC. quinti decim en donde conocidamente falta una C en la primera fecha. Sin embargo son tan pocos y de tan poca substancia los errores que se advierten en la canónica, que causa admiracion como se ha podido despreciar su autoridad por personas que admiten la crónica del Pacense, la del monge de Albelda y otras que no carecen de iguales ó mayores vicios. El

1 Tom. I. pag. 316.

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