Imágenes de página
PDF
ePub

¿A qué otro fin declamó contra el excesivo número de individuos del clero regular, contra la menos madura edad de sus admisiones, contra la vagancia motivada de sus qüestas, de sus grangerías, de sus intrusiones en exercicios parroquiales y de otros mil pretextos, contra el abuso de exercer por sí mismos jurisdicciones seculares, y agitar negocios propios y agenos dentro y fuera de los tribunales? ¿A qué, sino para proporcionar que ; solo vistiesen hábito de justos los que una buena eleccion de los prelados y la madurez de juicio de los pretendientes asegurasenserian merecedores de ese concepto, y que ni la vagancia fuera del claustro, ni la atencion á intereses ó autoridad terrena les distraxese de la vida contemplativa y retirada de sus institutos? 19 ¿Qué se propuso Campomanes quando promovió la extincion de los beneficios incongruos, la prohibicion de ordenar sin títulos de renta bastante para una decente subsistencia, la mejor distribucion de estos títulos por medio de rigurosos concursos, el nuevo establecimiento de un cabildo, por necesidad sabio, y por constitucion empleado de continuo en el pasto espiritual de la grey católica, sino desterrar la indecorosa mendicidad de varios ministros del santuario, disminuir el número de los ociosos é ignorantes, desdoro de su estado, y dar un modelo de lo que debian ser todas las comunidades de sacerdotes 20? Y esto no es mirar por la religion santa de Jesu-Cristo, no es protegerla, no es obrar en conseqüencia del primero de aquellos dos sublimes encargos de la mano Real?

¿Y qué, el auxiliador buscado por este poder supremo podia permitir, que á la sombra del favor del decoro religioso creciesen cuerpos colosales en influxo y riquezas, que al paso que contaminaran insensiblemente las costumbres y la templanza de sus individuos, estancasen en sus manos todas las propiedades del reyno, oprimiesen á los vasallos, interrumpiesen el curso ordinario de la justicia, se levantasen hasta contra la magestad del trono, con terror de los pusilanimes, con escandalo de los pueblos ? Pues he ahí lo que excitaba la ardiente eloqüencia de Campomanes á solicitar se renovaran las antiguas leyes españolas de amortizacion, se procurase no hubiera en el exercicio de la jurisdiccion Tom. V. N. 1.

B

[ocr errors]

eclesiástica un abuso que no pudiera enmendarse en los tribunales mas autorizados, que se contuviese el detestable exceso de imponer censuras fuera de los últimos extremos de iniquidad y pertinacia, y que ningun rescripto de la curia romana tuviese execucion sin sufrir antes el exâmen del senado protector de los subditos españoles 21. Tiemblen pues los iniquos, los ignorantes detractores, cuyas envenenadas calumnias y censuras tuvo que sufrir nuestro ilustrado fiscal; tiemblen al ver que atacando las operaciones, las leyes que este promovia, atacaban á un mismo tiempo la base de la misma adorable religion de que se blasonaban defensores, y el cimiento de la tranquilidad y conservacion del estado que los acogía 22.

ό

Mas los confundió Campomanes ; ya les precisó á que, ya se arrepintieran de sus detracciones, ó huyeran de la vista de los hombres de recto corazon y natural buen sentido. Ya presentó á la vista del mundo la autoridad del evangelio, las sentencias de los padres, los decretos de los concilios, la luz de la historia las leyes de los príncipes mas ortodoxôs, en que se fundaban sus propuestas, sus solicitudes fiscales; y á un combate tan inesperado no pudieron resistir ni la tosca tenacidad de la preocupacion, ni las malas artes del interes y las pasiones. Sí, ilustre apoyo de la iglesia y de tu rey, tu inmortal defensa de la regalía de amortizacion, tu juicio imparcial sobre los atentados de Roma en Parma, tu informe al soberano sobre las injustas quejas de un deslumbrado pastor, fueron las que abrieron los ojos al pueblo para conocer los beneficios que le venian de las nuevas leyes que daba su prudente Cárlos III, y serán para siempre una mina fecunda donde hallarán todos los amadores de la verdad abundancia de exquisitas fuentes donde beberla, y todos los conocedores de la constitucion del cristianismo el deleyte de ver quan consiguiente va la antigua disciplina y el espíritu del evangelio á sus principios de amor y bien estar de todos los ciudadanos 23.

Iguales miras á favor de ellos llamaron la atencion de Campomanes al fomento de la agricultura, artes y comercio, que hallaban mil obstáculos y malezas en el camino hacia su mejora y perfeccion. El extraordinario talento de nuestro fiscal le hace co

nocer muy en breve la inutilidad de los remedios momentáneos, y que solo atienden al daño que se padece en la actualidad: va en busca del defecto que debe haber en las leyes, quando no bastaban á impedir aquel mal y los que le son semejantes; lee los escritos de los antiguos y de los modernos que han observado las enfermedades de la monarquía, y medita el valor y la eficacia de los remedios que en diferentes épocas y circunstancias se les aplicaron 24; ve por sí mismo, observa, palpa quanto puede encontrar á su alcance; escucha á los labradores, á los artistas, á los profesores, á los meros prácticos, á los sabios inventores 25. Todo lo combina, todo lo compara, y así resuelve lo que ha de promover en cumplimiento de sus obligaciones. De ahí resulta la réduccion á sus justos límites de los odiosos privilegios de la ganadería, la extension de terrenos para exercitar la labranza, la abolicion de la tasa de granos, que tenia desmayados y sin estímulo á los agricultores 26; de ahí la cohibicion del monopolio de las corporaciones de menestrales, la modificacion de las trabas que nacian de sus ordenanzas, la igualdad en el concepto de las leyes á favor de toda mano laboriosa, con lo que se animó la industria y adelantaron las artes 27; de ahí en fin la atencion á facilitar caminos, puentes y calzadas, la habilitacion de nuevos puertos marítimos, el mejor manejo y distribucion de impuestos en las aduanas, la planta de varios tribunales de consulado, con que se alentaron las fábricas regnícolas y se vivificó el tráfico interior el comercio con los extraños 28. Empresas grandes, dificiles de concebir , y mas dificiles de llevarse á efecto por la obscuridad de ideas que aun afligía á España entonces sobre tales ramos.

y

1

No contento Campomanes con obrar así, quiso manifestar á todos la razon de sus proyectos, los principios económicos en que cada qual de ellos se apoyaba, y la extension que aun podia dárseles en otros ramos de economía. Sus obras sobre la industria y la educacion popular son no solamente un precioso depósito de quanto bueno se habia escrito hasta entonces sobre la materia dentro y fuera de nuestra península, sino que dan pasos muy adelantados sobre las doctrinas de los mejores economistas precedentes, y tienen, por decontado el singular mérito de aplicarlo todo Tom. V. N. 1.

B 2.

á nuestra situacion y circunstancias 29. Al impulso de ellas todo se ve regenerar; se reciben con aplauso las medidas que tomaba hácia tan grandes fines el gobierno; una cierta agitacion se apodera de todos los ánimos; se ve convertido contra la ociosidad aun opulenta, todo el odio con que antes se miraban las profesiones confundidas baxo los nombres de serviles y mecanicas 3°. La primer nobleza no tiene á menos tomar la esteva para hacer ensayos en la agricultura, ni se desdeña de entrar en los talleres, admitir cerca de sí á los aplicados menestrales; y aun se hallan sus mas ilustres individuos plantando fábricas y exercitando el giro y los negocios. ¡ Admirable revolucion, debida solo á la mano activa, á la pluma feliz, al exemplo ilustre de varon tan insigne y extraordinario!

¿Y qué diremos al volver los ojos hácia esos nobles establecimientos que han difundido las luces mas saludables al estado por todas las provincias, que han hallado los modos de hacer útiles un gran número de vasallos, que han proporcionado educacion á los niños, ocupacion á los adultos, auxîlio á los débiles Y socorro á los verdaderos necesitados? ¿Cómo mostraremos nuestra gratitud al fundador de las sociedades económicas, al promovedor de las asociaciones y diputaciones de caridad, al solicitador de hospicios y casas de misericordia, por haber acercado las clases altas á las medianas y aun á las humildes, por haber dado una direccion de tanta utilidad á los fondos piadosos y á los sobrantes de la opulencia, por haber enseñado la buena distribucion de las limosnas, por haber excitado á lo mas distinguido, á lo mas delicado del bello sexô á emular el patriotismo de los buenos ciudadanos, á encargarse de las escuelas de labores mugeriles, á hacer oficios de madres con las huerfanas, y de maestras y fomentadoras de las jóvenes honestas y aplicadas, y en fin á no mirar con tedio el torno y los telares, ni con hastío la mendicidad y la desgracia? Ah sí! nosotros, los hijos nuestros, los hijos de nuestros hijos, bendecimos y bendecirán eternamente á este genio bienhechor, á este héroe de paz, salvador de tantos hombres para la patria, quántos ó le hubieran sido una inutil carga por su ociosidad, ó la habrian dañado con sus delitos, ó hubieran perecido á manos de la indigencia.

Pero suspendamos un momento nuestra ternura para tener la complacencia de ver aun ocupado á nuestro fiscal en otras mil empresas dignas de su ilustrado zelo patriótico. Las ciudades y villas del reyno se presentan entregadas al árbitro gobierno de sus concejales hereditarios, y al punto tienen tribunos populares que templen este indebido poder, y delaten al superior gobierno los daños que se irrogaren á los vecindarios 31. Se quejan estos de ver desaparecer los caudales comunes sin saber los objetos de sus inversiones; y luego se establecen juntas destructoras del monopolio, y se arregla la formalidad y publicidad de sus cuentas 32. Los moradores de los pueblos crecidos no ven sino la sequedad de sus muros, tristes recuerdos de sus pasados peligros, ó la monotonia de sus campos, donde emplean su tiempo y sus afanes : y en breve hallan hermoseadas sus entradas y salidas, amenizados sus paseos, y protegidas las honestas recreaciones para los dias precisos de su descanso 33. La capital misma de España quánto no debe á su influxo y á sus persuasiones? Los magistrados que velan sobre su policía no hallaron por el genio inventor de Campomanes fieles auxiliadores de sus desvelos en los honrados vecinos elegidos para alcaldes de sus barrios? ¿Sus habitantes no han visto en su tiempo aumentarse la extension y amenidad de su principal paseo, hermosearlo con costosas fuentes, y nacer otros plantíos, formarse nuevos sitios para su placer y desahogo 34? ¿Y vosotras, felices poblaciones de Sierra-Morena, no os transportais de gratitud y de ternura hácia vuestro creador Campomanes, que os dió espaciosos terrenos, pacificos moradores y fueros sabios para vuestro gobierno y propagacion 35? Curiosos viageros, afanados traficantes que encontrais bellos edificios, ciudadanos felices, seguridad, recreo, allí donde antes solo habia espantosos abrigos de la ferocidad y del crímen, bendecid al genio tutelar de vuestras haciendas y vuestras vidas. ¿Y por qué no hareis que os acompañen en tan justos obsequios esas provincias de Andalucía y Mancha vieron reducir á domicilio fixo, emplearse en regulares ocupaciones, á los vagos y errantes que con tener un nombre de significacion desconocida, se creian ó se hacian impunes en sus rapiñas, en sus estafas, en sus vicios y en su dañosa ocio

que

« AnteriorContinuar »