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mas trascendencia de lo que parece, y de la que acaso se habrá considerado hasta ahora.

Entre tanto, tenemos tambien que el estudio de Valladolid no es el de Palencia, porque si lo fuera, hubiera ya venido de allí con el fuero de universidad, y no habria sido necesario alcanzársele despues del papa Clemente VI el año 1346, por mediacion del Rey D. Alonso XI. Pero que no son uno mismo se convence de que este Papa dice, que el nuestro habia sido hasta ese tiempo un estudio particular sin exaltacion auténtica á universidad. Y el de Palencia nos asegura ochenta y tres años antes Urbano IV era ya general, y con el goce de esa exaltacion, haciéndole él igual en privilegios al de París, ó á otro cualquiera que hubiese tan bien ó mejor establecido. De modo que á cualquiera parte donde hubiera pasado despues, pasaria con esta preeminencia, porque lo trasladado se traslada con toda su condicion. Baste esto poco de argumento, y creo que para los prudentes sobre mucho.

A tierra, pues, escritores que han llevado la traslacion á Salamanca, porque los que la han traido á Valladolid, á mas de lo que aquí acaba de decirse, quedan ya refutados, y aun atildados en lista particular, para que sean conocidos. Pero por lo mismo convendria levantar otra de los salmanticenses con el propio objeto; y en caso de hacerlo, no puede ofrecerse lugar mas proporcionado que el presente. No dejo de conocer lo mucho que esta incidencia ha de dilatar mi obra. Pero como una razon de este género se deba considerar una indispensable parte de ella, que algunos echarian de menos, y yo por otra sea bastante amante de que en las mias no falte cosa de las que puedan conducir á la mayor instruccion del público, Томо XX.

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me he determinado á presentarla en este lugar. Fungar indicis partibus, atque etiam quo ordine sint scripti, notum tibi faciam. Est enim hæc quoque non injucunda cognitio, aprendia yo en las cartas del elegante Plinio (1). Siguiendo, pues, su dictámen, colocaré aquí por órden cronológico una serie de estos autores.

AUTORES DE LA TRASLACION Á SALAMANCA QUE, POR LOS PRINCIPIOS HASTA AQUÍ ESTABLECIDOS, RESULTAN IMPUGNADOS.

La universidad de Salamanca presenta en sus claustros dos inscripciones latinas, la una en prosa, la otra en verso; la primera para anunciarnos el origen de aquellos célebres estudios por el Rey D. Alonso IX de Leon á emulacion de los que fundó en Palencia D. Alonso VIII de Castilla, su primo, el año 1200 (que tal es el año que señala); y la segunda para decirnos la union é incorporacion de los palentinos, ó á lo menos de sus rentas, con los salmanticenses, actuada posteriormente por San Fernando en un tiempo que no señala, pero celebra la accion, corriendo á manera de elogio por la testera de una pintura suya.

Esta no me acuerdo la haya estampado ningun autor; la otra se halla repetidísima en los mas que de doscientos años á esta parte han tratado del principio de aquellas escuelas. Copiáronla Francisco de Pisa, Gil Gonzalez en una y otra obra de la Historia municipal, y Teatro

(1) Epist. V, lib. 3.

eclesiástico de Salamanca, Don Acacio Rippol, los editores de los estatutos de la universidad de Valladolid, año 1651, Bravo de Sobremonte (aunque este no completa) D. Pedro Fernandez de Pulgar en su Historia de Palencia, el Cardenal Aguirre en su Notitia Concilior. Hispan., que imprimió en la misma ciudad de Salamanca, año 1686, pág. 324, el P. Bartolomé de Alcazar en la Vida de S. Julian, pág. 40, y en nuestros dias el cura D. Bernardo Dorado en su Compend. historic. salmantic., pág. 176, y el viajero D. Antonio Ponz, secretario de la Real Academia de S. Fernando, en el tom. XII de su Viaje, pág. 210, n. 77. Citamos tantos autores porque el que no tenga uno, tendrá otro, y por allí lo podrá ver, si gusta comprobar nuestros asertos.

Por lo que toca á su antigüedad, ellas son de tiempo diferente. La poética de orígen mas antiguo aun no cuenta trescientos años, habiéndose puesto á lo que he podido averiguar, á fines del reinado de los Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel, y acaso posteriormente en el de su nieto Cárlos V, cuando enseñaba en aquella universidad el M. Fernan Perez de la Oliva, tio del célebre Ambrosio de Morales, que dice de él al principio de sus Tratados suellos, impresos en Alcalá año 1386, haber formado varias inscripciones y tarjetas para las fachadas de los gimnasios, de que estampa allí algunas.

La cronológica aun es de tiempo posterior. El marqués de Mondejar la reconoce moderna, oponiéndoselo como por tacha, en prueba de la poca fe que merece, menos en lo que dice de aumentos dados à aquella universidad por D. Alonso el Sabio; porque en lo demás él sigue diferente dictámen. Véase en las Memorias de este Rey, pág. 420, n. 4, y en las del VIII del mismo nom

bre, cap. 95, pág. 288. Y ella seguramente así como ha debido preceder al tiempo en que acabó su historia Pisa, que fué en el año 1605 ó 6, así no debe anteponerse á la nueva obra de aquellos edificios pendiente á la sazon, que Chacon escribia en 1569, y de que hace mencion en la pág. 34 de su discurso histórico.

Esto supuesto, como las dichas inscripciones han de ser la basa en mucha parte de lo que se va á tratar, las pondrémos aquí como por cimiento. Dicen pues:

ANNO DOMINI MCC.

Alphonsus VIII Castellæ Rex Palentiæ universitatem erexit: cujus æmulatione Alphonsus IX Legionensis Rex Salmanticæ itidem Academiam constituit: Illa deficienti– bus stipendiis, defecit: hæc verò in dies floruit favente præcipuè Alphonso.

REGE X.

La poética decia hasta cerca de los años 1760, en que se varió del modo que verémos, como se sigue:

Grata fuit Musis felix Pallantia primum,
Gratior at Fæbo mox Salamanca fuit:
Ferdinandus opes utriusque redigit in unum,
Quo nullum Hesperia gratius stat opus.
Sic quoque, magna prius translata scilicet Alba,
Erexit rerum maxima Roma caput.

Es constante que mientras estas dos inscripciones permanecieron juntas en Salamanca, se hallaron en oposicion una con otra, diciendo aquella de sí, y esta de nó.

¿Cómo las entenderémos? Por la primera vemos que los estudios faltaron en Palencia, por faltarles los estipendios y salarios. Y por la segunda hallamos que San Fernando redujo á uno los dos estudios, juntando sus rentas en Salamanca: Ferdinandus opes utriusque redigit in unum, con el ejemplo de Alba trasladada á Roma. Es demasiado manifiesta la implicacion; porque si faltaron los estudios en Palencia por faltar allí los salarios, ¿qué rentas pudiera trasladar San Fernando á Salamanca ? Prescindo de lo que falta la primera en reducir la ereccion de Palencia por D. Alonso VIII, redondamente al año de 1200; lo que es falso, como tengo probado, no habiendo debido preceder ese suceso al de 1212. Prescindo de que no dice el tiempo de la salmanticense por D. Alonso IX de Leon, aunque la supone posterior, pues dice se movió á ella á emulacion de su primo. Si, pues, fué á emulacion, debió preceder la de Palencia; pero es mala señal no puntualizar el año en caso propio quien afecta no ignorarle en el ageno. Prescindo, en fin, de lo que defrauda á la verdadera antigüedad de uno y otro estudio, sobre que me remito á lo que en parte tengo demostrado, y en parte demostraré.

De aquí era haber yo extrañado muchas veces como la mucha sabiduría que habita aquellos claustros, en vez de haber permitido renovar semejantes letreros indecorosos, no los mandó mas bien picar, para sempiterno olvido de unas memorias tan poco correspondientes á un senado tan grave y sabio, puestas sin duda por algun hombre ignorante, en tiempo que estaba olvidada en España la cronología, la historia, la crítica y el buen gusto. Por eso creo yo, que cuando se varió la poética hácia los años 1760, con motivo de alguna nueva obra, y

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