Imágenes de página
PDF
ePub

ahora le agradece y le premia. En cuyo caso, añade, te nemos un maestro conocido de la sabiduría teológica del glorioso P. Santo Domingo de Guzman, pues los escritores de su vida no han dicho quienes hubiesen sido sus maestros en Palencia. A la verdad no hay en todo este discurso del P. Guardiola cosa que repugne, y dentro de los términos de una mera conjetura, bien que racional y verosímil; yo no encuentro reparo en sentir del mismo modo.

El P. Escalona se separa algun tanto y va por otro camino; pero todavía confiesa dos cosas: una, que este prior pudo ser hombre de mucha erudicion Ꭹ mucho mérito, pues en todas las escrituras de su tiempo se le da el tratamiento de maestro, que era muy singular en aquellos tiempos, y en una de ellas (que es la referida) el Rey D. Alonso VIII sobre llamarle maestro, le da muchas alabanzas, y dice que le ha hecho y esta haciendo muchos servicios. Esto en la cit. pág. 260, número 5, Ꭹ ántes en la 129, núm. 3, habia observado que el tratamiento de maestro que da el Rey á D. Juan, era muy raro en aquellos tiempos, y desde luego da á entender que este monge era muy instruido y que el monasterio de Sahagun, de donde eran todos los priores de Nogal, no tenia abandonada la instruccion de sus monges en las ciencias, así como la tenia muy arreglada en la virtud. Finalmente, conviene en que cuando él no leyese in actu en Palencia, el pensamiento del P. Guardiola se puede salvar, diciendo que los servicios que el M. Juan habia hecho y estaba haciendo al Rey era el disponer y ordenar el método de los estudios que queria poner en Palencia, cuya universidad da aquí el P. Escalona fundada por el Rey rotundamente en el año 1200, sin ofrecérsele duda: de lo cual no obs

tante tratarémos luego. De modo que este moderno cronista, mejor diplomático que buen crítico, se niega á lo mas fácil y arrostra á lo mas difícil. Pero de esto bastante por ahora. Hagamos solo una pequeña detencion sobre lo que era entonces el título de maestro.

QUE QUISIESE DECIR EL GRADO DE MAESTRO EN AQUEL TIEMPO.

El título de magister por entonces han dicho bien estos autores, y dicen otros muchos, era equivalente á lo que hoy el de doctor, porque á la sazon aun no se habian inventado estos grados. Y así en nuestras memorias de aquel tiempo maestre Rodrigo, maestre Lúcas, por D. Rodrigo arzobispo de Toledo y D. Lúcas obispo de Tuy, graduados de maestros por universidad aprobada. Maestre Jacobo de las Leyes por maestre Jacome que hizo la suma de los tiempos del proceso judicial, y los tres libros de leyes procesales (las primeras que conocemos en castellano) en tiempo de San Fernando para e! uso de su hijo el infante D. Alonso, despues Rey X de este nombre, llamado el Sabio, que se las encargó como el mismo Jacome dice, para tener una carrera ordenada en los procesos, que se le ofrecian juzgar cada dia en su casa. Al modo que otro legista de su reinado, que se cita en la ley 192 del Estilo por otra Suma judicial, que escribió, es llamado allí maestre Hernando de Zamora, como tambien en la Crónica del Rey D. Pedro, año 1354, pág. 126 de la nueva edicion. Maestre Johan de las Leyes otro jurisconsulto, de quien este Soberano se servia para consultar sus leyes; y así á cada paso. Y de esto mismo hace comprobacion el propio Don

Alonso el Sabio en la 3. tit. 17, Part. 6. y 2., tit. 6, de la Part. 7., donde al doctor en leyes le llama muestro de las leyes. Y ántes en la Part. 2., ley 9, tit. 31, tratando de los grados mayores y modo de ganarlos ante los mayorales de los estudios que han poder de les otorgar la licencia para esto, siempre los llama de maestros y nunca de doctores, como cosa entónces no usada. Y todo quiere decir un sugeto licenciado, ó que tuviese facultad por universidad aprobada, ú otra potestad legítima para leer ó explicar ex cátedra esta ó la otra ciencia, en que hubiese sido examinado y aprobado y merecido título. Y así promiscuamente en el uso de entónces los títulos de maestros y lectores, eran tanto como ahora los doctores, catedráticos y licenciados, porque todos ellos venian á ser sinónimos y significaban una propia cosa. Y solo en escritura de Leon del año 1304 por agosto, leemos por testigos: Fratre Bartholomæo Doctore Prædicatorum, Joanne Ferdinandi Magistro in grammatica....... (1). Prueba de que entre nosotros se iba ya introduciendo por este tiempo el título de doctor, de mas sonido adelante que realidad en no pocos. Baste esto por ahora, que en otra ocasion adelantarémos este punto; y pasemos adelanto.

LOS ESTUDIOS DE PALENCIA SON ERIGIDOS EN UNIVERSIDAD

POR EL REY DON ALONSO VIII ENTRE LOS AÑOS 1212 x 14.

Volviendo á nuestro asunto, con lo escrito hasta aquí, dejamos corrientes los estudios de Palencia hasta el año 1200, bien que sin el título de universidad, que era

(1) Risco, Esp. Sag., tom. 35, pág. 249, col. 1.

cuestion de nombre, cuando en sustancia tenemos la realidad. Pero ni aun ese les faltó ahora con algun mayor aumento, que verémos. Para lo cual se ha de suponer que por ese tiempo presidia la silla de Palencia Don Arderico, que lo fué de aquella iglesia desde el año 1186 hasta el de 1208. Muerto en este último, no sin alguna fama de santidad, le sucedió inmediatamente el inmortal D. Tello Tellez de Meneses, hijo del mismo obispado é individuo de la propia iglesia de la ilustre familia de los Meneses de Campos, que tuvieron su domicilio y la mayor parte de sus estados en esa tierra, donde fundaron para su entierro el monasterio de Palazuelos del órden del Cister, trasladando los monges de San Martin de Valveni. A él le debieron los estudios de Palencia por los oficios activos que pasó con el Rey, los dias felices de su mayor exaltacion. Pero esto no ántes de la primavera del año 1212, porque hasta ese tiempo no estuvo confirmado, ni despues del dia 6 de octubre de 1214, porque en este murió el Rey.

En efecto, D. Tello, aunque fué electo en el citado año 1208, no logró confirmacion hasta bien entrado el de 1212 por falta de edad ú otro motivo, que hoy se nos oculta. Y así en todos los privilegios y escrituras de esos cuatro años siempre se ve su firma con solo el título de electo, sin confirmacion. Con que hasta obtenerla, no fué tiempo para que se interesase eficazmente con el Rey por la elevacion de unos estudios de una iglesia que aun no sabia si quedaria en él. Lo regular era, y eso mismo dicta la razon, suspenderlo hasta tener una entera seguridad de que vendria confirmado y por suya la mitra.

De estas dudas salió en los primeros meses del año

[blocks in formation]
[ocr errors]

1212, logrando entónces la deseada confirmacion, y ya obispo pleno, acompañó al Rey con los demás prelados de España á la famosa expedicion de las Navas de Tolosa, donde el arzobispo de Toledo D. Rodrigo, testigo de vista, le cuenta con sus hermanos D. Alonso y Don Suero Tellez de Meneses (1). Entónces, pues, y no hasta aquí, fué el tiempo de pasar con el Rey sus oficios para la exaltacion de los estudios palentinos. Y es de grande momento haberlo allanado así, porque de otro modo sabemos ya lo que hasta aquí no habia constado y tenia turbado en gran manera este artículo precioso de la historia de las escuelas de Palencia, que la época de su decantada elevacion por D. Alonso el Noble á solicitud del obispo D. Tello fué precisamente en uno de los tres últimos años de la vida del Rey, esto es, ó en el de 1212, ó en el de 1213, ó en el de 1214, hasta el dia 6 de octubre en que faltó la vida de este gran Príncipe, á mucho daño de los propios estudios y de todos los súbditos; porque á su muerte estos tuvieron, bien que llorar, y los estudios no poco que sentir, como verémos.

Pero ántes deben ponerse los testimonios de lo que obró en su favor, porque este es el golpe de toda la cuestion. Don Lúcas de Tuy, presente al suceso, dice así: "En aquel tiempo el Rey D. Alonso llamó maestros en teología y demás artes liberales, y estableció las escue << las de Palencia á solicitud del reverendísimo y nobilísi «mo varon Tello, obispo de aquella ciudad: porque como <<< los antiguos refieren, siempre floreció en Palencia la <<< ciencia eclesiástica y la milicia (2)." Esto último prueba

(1) De Reb. Hisp., lib. 8, cap. 3.

(2) Eo tempore Rex Adephonsus evocavit magistros theologicos et

« AnteriorContinuar »