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Malucas, y que navegó desta hecha hasta se poner en cuarenta grados allende la Equinocial. Muchos tachan las navegaciones de Américo o Albérico Vespucio, como se puede ver en algunos Tolomeos de León de Francia. Yo creo que navegó mucho; pero tambien sé que navegaron más Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díez de Solís yendo a descubrir las Indias. De Cristóbal Colón y de Fernando Magallanes no hablo, pues todos saben lo mucho que descubrieron; ni de Sebastián Gaboto ni de Gaspar Cortes Reales, ca eran éste portogués y aquel italiano, y ninguno fué por nuestros reyes. Unos ponen quinientas leguas y otros más desde el río Marañón al cabo de Sant Augustín. Están en este estrecho de costa la tierra o punta de Pumos por do es la raya de la repartición de Indias entre Castilla y Portogal; la cual cae grado y medio tras la Equinocial, y Cabo-Primero cinco, que suele parescer siempre el primero a los que van de acá. No han poblado esta tierra por la poca muestra de oro ni plata que da. Pienso que no es tan pobre ni estéril como la hacen, pues está so buen cielo; y aun también lo dejan por ser del rey de Portogal, ca le cupo a su parte en la partición, según más largo lo cuento en otro lugar.

LXXXIX

El río de la Plata.

Del cabo de Sant Augustín, que cae a ocho grados, ponen setecientas leguas de costa hasta el río de la Plata. Américo dice que las anduvo el año de 1501 yendo a buscar estrecho para las Malucas y Especiería por mandado del rey don Manuel de Portogal. Juan Díez de Solís, natural de Librija, las costeó legua por legua el año de 12, a su propia costa. Era piloto ma

yor del rey; fué con licencia, siguió la derrota de Pinzón, llegó al cabo de Sant Augustín, y de allí tomó la vía de mediodía; y costeando la tierra, anduvo hasta ponerse casi en cuarenta grados. Puso cruces en árboles, que los hay por allí muy grandes; topó con un grandísimo río que los naturales llaman Paranaguazu, que quiere decir río como mar o agua grande. Vido en él muestra de plata, y nombrólo della. Parecióle bien la tierra y gente, cargó de brasil y volvióse a España. Dió cuenta de su descubrimiento al rey, pidió la conquista y gobernación de aquel río; y como le fué otorgada, armó tres navíos en Lepe, metió en ellos mucho bastimento, armas, hombres para pelear y poblar. Tornó allá por capitán general en setiembre del año de 15, por el camino que primero. Salió a tierra en un batel con cincuenta españoles, pensando que los indios lo rescibirían de paz como la otra vez, y según entonces mostraban; pero en saliendo de la barca, dieron sobre él muchos indios que estaban en celada, y lo mataron y comieron todos los españoles que sacó, y aun quebraron el batel (1). Los otros que de los navíos miraban, alzaron anclas y velas, sin osar tomar venganza de la muerte de su capitán. Cargaron luego de brasil y ánime blanco, y volviéronse a España corridos y gastados. Año de 26 fué Sebastián Gaboto al río de la Plata, yendo a los Malucos con cuatro carabelas y docientos y cincuenta españoles. El emperador le dió los navíos y artillería; mercaderes y hombres que con él fueron le dieron, según dicen, hasta diez mil ducados, con que partiese con ellos la ganancia por rata. De aquellos dineros proveyó la flota de vituallas y rescates. Llegó, en fin, al río de la

(1) Juan Díaz de Solís llegó al puerto de Candelaria (hoy Maldonado) en 2 de febrero de 1516. Llamó al río de «Santa María» o Mar Dulce. Al desembarcar cerca de Martín Chico lo asaltaron los guaraníes y asesinaron a todos los españoles-salvo Francisco de Puerto-que comieron después. (Nota D.)

GÓMARA: HISTORIA DE LAS INDIAS.-T. L

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Plata, y en el camino topó una nao francesa que contrataba con los indios del golfo de Todos Santos. Entró por él muchas leguas. En el puerto de San Salvador, que es otro río cuarenta leguas arriba, que entra en el de la Plata, le mataron los indios dos españoles, y no los quisieron comer, diciendo cómo eran soldados, que ya los habían probado en Solís y sus compañeros. Sin hacer cosa buena se tornó Gaboto a España destrozado, y no tanto, a lo que algunos dicen, por su culpa como por la de su gente. Don Pedro de Mendoza, vecino de Guadix, fué también al río de la Plata, el año de 35, con doce naos y dos mil hombres. Este fué el mayor número de gente y mayores naves que nunca pasó capitán a Indias. Iba malo, y volviéndose acá por su dolencia, murió en el camino. Año de 41 fué al mesmo río de la Plata, por adelantado y gobernador, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, natural de Jerez, el cual, como en otra parte tengo dicho, había hecho milagros (1). Llevó cuatrocientos españoles y · cuarenta y seis caballos. No se hubo bien con los españoles de don Pedro que allá estaban, ni aun con los indios, y enviaronlo preso a España con información de lo que hiciera. Pidieron gobernador los que le trujeron, y diéronles a Juan de Sanabria, de Medellín, el cual se obligó de llevar trecientos hombres casados, a su costa, porque le diese cada uno dellos por sí, y por sus hijos y mujeres, siete ducados y medio. Murió Juan de Sanabria en Sevilla aderezando su partida, y mandaron en Consejo de Indias que fuese su hijo. Tienen muchos por buena gobernación ésta, porque hay allí muchos españoles hechos a la tierra, los cuales saben la lengua de los naturales y han hecho un lugar de dos mil casas, en que hay muchos indios e indias cris

(1) Léase ALVAR NÚÑEZ CABEZA DE VACA, Naufragios y comentarios, vol. núm. 17 de la colección de Viajes clásicos editados por CALPE,

y

tianadas, y está cien leguas de la mar a la ribera de mediodía, en tierra de Quirandies (1), hombres como jayanes, y tan ligeros, que corriendo a pie toman a manos los venados, y que viven cient y cincuenta años. Todos los deste río comen carne humana, y van casi desnudos. Nuestros españoles visten de venado curtido con sain de peces, después que se les rompieron las camisas y sayos. Comen pescado, que hay mucho gordo, y es principal vianda de los indios, aunque cazan venados, puercos, jabalís, ovejas (2) como del Perú, y otros animales. Son guerreros: usan los deste río traer en la guerra un pomo con recio y largo cordel, con el cual cogen y arrastran al enemigo para sacrificar y comer. Es tierra fertilísima, ca Sebastián Gaboto sembró cincuenta y dos granos de trigo en setiembre y cogió cincuenta mil en deciembre. Es sana, aunque a los principios probaba los españoles, y echábanlo al pescado; mas engordaban infinito después con ello mesmo. Hay peces puercos y peces hombres, muy semejantes en todo al cuerpo humano. Hay también en tierra unas culebras que llaman de cascabel, porque suenan así cuando andan. Hay mues-tra de plata, perlas y piedras. Llaman a este río de la Plata y de Solís, en memoria de quien lo descubrió. Tiene de boca veinte y cinco leguas y muchas islas, que tanto hay del cabo de Santa María al cabo Blanco; los cuales están en treinta y cinco grados más allá de la Equinocial, cuál más, cuál menos. Cresce como el Nilo, y pienso que a un mesmo tiempo. Nasce en el Perú, y engruésanlo Abancay, Vilcas, Purina y Jauja, que tiene sus fuentes en Bombón, tierra altísima. Los españoles que moran en el río de la Plata han subido

(1) Los quirandies o querandies-feroces guerreros-pertenecían a la familia lingüística de los guaycurus y habitaban el Gran Chaco. Tenían afinidades étnicas con abipones y charrúas. (Nota D.)

(2) O llamas. (Nota D.)

tanto por él arriba, que muchos dellos llegaron al Perú en rastro y demanda de las minas de Potosí.

XC

Puerto de Patos.

Sería muy largo de contar los ríos, puertos y puntas que hay desde cabo de Sant Augustín al río de la Plata; y así, no porné más de lo que baste a señalar la costa, trecho a trecho, casi por un igual. Golfo de Todos Santos, cabo de los Bajos, que cae a diez y ocho grados; cabo Frío, que es casi isla, y baja setenta leguas, y está en veinte y dos grados y medio; punta de Buen Abrigo, por do pasa el trópico de Capricorno, y por do atraviesa la raya de la demarcación; cosa que le hace muy notable. Tiene, según nuestra cuenta, el rey de Portugal en esta tierra cerca de cuatrocientas leguas norte a sur, ciento y setenta leste oeste, y mas de setecientas de costa. Es tierra de infinito brasil (1) y aun de perlas, a cuanto dicen algunos. Los hombres son grandes, bravos y comen carne, humana. Puerto de Patos está en veinte y ocho grados, y tiene frontero una isla que llaman Santa Catalina. Nombraronlo así por haber infinitos patos negros sin pluma y con el pico cuervo, y gordísimos de comer peces. El año de 38 aportó allí una nao de Alonso Cabrera, que iba por veedor al río de la Plata, el cual halló tres españoles que hablaban muy bien aquella lengua, como hombres que habían estado allí perdidos desde Sebastián Gaboto. Fray Bernaldo de Armenta, que iba por comisario, y otros cuatro frailes

(1) Era el brasil un palo tintorea rojo, de especies del género Caesalpinia. (Nota D.)

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