Erasmo de Rotterdam: Triunfo y tragedia de un humanista

Portada
Grupo Planeta (GBS), 2005 - 216 páginas

Stefan Zweig se refirió al gran humanista Erasmo de Rotterdam como el primer “europeo consciente de serlo”.

Para él, Erasmo era el “maestro venerado”, al que se sentía unido no solamente en lo espiritual sino sobre todo en el rechazo de toda clase de violencia. Esta “figura de alguien que tiene razón no en el ámbito tangible del éxito sino únicamente en sentido moral” fascinaba a Zweig. La fortaleza de espíritu y la dificultad para decidirse a actuar constituyen el “triunfo y la tragedia” de Erasmo.

Stefan Zweig intenta, con su biografía, que Erasmo replique con lo que fue el sentido de su vida: la justicia. Sabe que “el espíritu libre e independiente, que no se deja atar por ningún dogma y que evita tomar partido, no tiene patria en la tierra”.

 

Índice

Misión y sentido de su vida
11
Panorama de la época
27
Retrato
57
Años de magisterio
71
Grandeza y límites del humanismo
89
El gran adversario
115
La lucha por la independencia
149
El gran enfrentamiento
169
El final
191
El legado de Erasmo
207
Página de créditos

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Términos y frases comunes

Sobre el autor (2005)

Stefan Zweig (Viena, 1881 – Río de Janeiro, 1942) fue uno de los escritores más polifacéticos de la primera mitad del siglo XX. De origen judío, estudió en Berlín y Viena, tras lo cual acabó viajando gran parte de su vida. Durante la primera guerra mundial se trasladó a Zurich, donde se adhirió a las causas pacifistas del escritor francés Romain Rolland. Más tarde volvió a su país, concretamente a Salzburgo, pero el nazismo le obligó a exiliarse en 1934. Así Zweig y su segunda esposa se instalaron primero en Londres y más tarde en Brasil, donde, profundamente desilusionados por el ambiente bélico que imperaba en todo el mundo, se suicidaron en 1942. Zweig cultivó todos los géneros literarios, aunque destacó especialmente como narrador (Primera experiencia, 1923; Confusión de sentimientos, 1926; La impaciencia del corazón, 1938) y ensayista (Verlaine, 1905; Tres poetas de sus vidas, 1932). Tras algunas décadas en las que sus obras se vieron inexplicablemente ignoradas, Zweig ha sido recuperado y actualmente goza del prestigio y la popularidad que por justicia literaria le correspondía.

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