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la sede apostólica, sucle preceder la consagracion y aquellos reinos conforme à la órden que el rey don coronacion del sumo pontífice, antes que se dé aviso Juan dejó en su testamento. Por otra parte los que esá los príncipes católicos de su promocion: pero quiso | taban en el consejo del rey, que tenian á su mano ei hacer con el rey este cumplimiento siendo hechura gobierno conforme á lo que se acordó en Madrid, que suya y de su padre, y habiendo recibido dellos gran- eran el arzobispo y maestre de Santiago, don Juan Nodes beneficios, y por tener su origen en su reino, y ñez de Guzman maestre de Calatrava y Juan Hurtado así venia la bula con el plomo sin el nombre del pon- de Mendoza, se confederaron con la reina de Navarra, tífice, porque así se acostumbró por los sumos pon- tia del rey de Castilla, y con don Pedro conde de Trastífices en todas las cosas que se espedian antes de la tamara: y procuraron con el rey que se quitase el ofisolemnidad de la coronacion. Coronóse á once del cio de condestable al marqués de Villena, y se diese al mes de octubre: y el rey se detuvo en no escribir al conde don Pedro, porque el marqués era del otro bannuevamente electo, ni enviar á visitarle, por enten- do: y decian que despues de la muerte del rey don Juan der primero la forma de su eleccion, y si era impedi→ no había ido á la corte, como era requerido. Despues mento para la union que se procuraba en la Iglesia, sucedió, que estando las cosas en gran rompimiento que segun todos tenian esperanza, parece que depen- entre los grandes de aquellos reinos, el rey de Castidia en la mayor parte del rey de Aragon, porque to- Ila, que no tenia aun catorce años cumplidos, salió del dos los príncipes de la cristiandad eran muy mozos y poder de los tutores, y tomó á su mano el regimiento gobernados. Despues de la fiesta de la coronacion, el del reino. Esto fué à dos del mes de agosto del año papapa Benedicto envió sus embajadores á todos los sado de mil y trescientos y noventa y tres: y en el mes príncipes cristianos para avisarles de su promocion, y de mayo deste año el marqués fué acompañado á para tratar que se diese órden como la Iglesia fuese Illescas, à donde estaba el rey don Enrique: y llevó unida, y deliberó enviar al rey sobre ello una muy consigo á don Pedro de Prades su sobrino, hijo del solenine embajada, y vinieron á Barcelona un hijo del conde de Prades: y allí se confederó el marqués en marqués de Saluces, hermano del cardenal de Saluces, gran amistad con el arzobispo de Toledo, y con el y mosen Aimar de Agrefull, hermano del cardenal de maestre de Santiago y con Juan Hurtado de Mendoza Agrefull, y Jofre de Boil, que era embajador del rey mayordomo del rey de Castilla, y con el mariscal Diede Aragon en la corte romana, y fué referendario y go Fernandez, y con Ruy Lopez de Abalos, camarero cardenal. Ántes desto fuéron embajadores al rey de del rey don Enrique, y con Diego Lopez de Estuñiga Francia, y á los duques de Orleans y Borgoña, y á la justicia mayor, y se juramentaron de valerse. Esto se universidad de París, los obispos de Aviñon y de Ta- hizo con voluntad y consentimiento del rey, á veinte razona, para que se enviasen algunas personas señala- y dos de mayo deste año: é intervinieron en esta liga das á Aviñon, para tratar en lo que concernia á la los embajadores del rey de Aragon, que era un cabaunion de la universal Iglesia. Estaba la cámara apos- Hero que se decia Lucas de Bonastre y micer domingo tólica de Aviñon tan pobre, que desde el tiempo del Masco. Ofreció entonces el rey, que desagraviaria al papa Clemente tenia empeñados todos los ornamentos marqués en lo del oficio de condestable, y encargóle, y joyas y mitras de la capilla, y del palacio, por muy que fuése con él á Castilla, porque iba contra el duque grandes sumas en poder de don Juan Fernandez de de Benavente, que andaba juntando grandes compaHeredia maestre de Rodas, y usó de tanta liberalidad ñlas de gentes: y porque el marqués se escusó dello, en la promocion de Benedicto, que se lo entregó todo por volverse al reino de Valencia, que estaba en grangraciosamente, sin querer que se le pagase cosa algu- | de peligro, por la guerra que habia con el rey de Grana: y fué una de las señaladas larguezas que príncipe nada, y por haber sido muerto el maestre de Alcântausó en su tiempo, y muy celebrada por todas las na- ra aquellos dias por los moros en una entrada que ciones. Con la nueva desta eleccion hubo gran regocijo hizo en el reino de Granada, el rey quedó muy desconen todos estos reinos, porque era el papa Benedicto tento, y no solo no se entendió en restituirle el oficio de muy amado en ellos, y tan notable persona, que se condestable, pero buscóse forma como le quitase el tuvo gran confianza, que por su medio é industria se marquesado de Villena, que el rey don Enrique su reduciria la Iglesia á la union tan deseada general- abuelo le habia dado por sus señalados servicios, sienmente en toda la cristiandad, y hallándose el rey y la do uno de los principales valedores que tuvo para hareina en Barcelona, salieron de la iglesia mayor en cerse rey de Castilla. Sucedió así que el rey don Enriprocesion con todo el clero y pueblo, y fuéron á nues- que el viejo habia dado al marqués cincuenta mil flotra Señora de la Mar con gran solemnidad y fiesta. rines para ayuda de su rescate, cuando le prendieron Tambien el rey de Castilla por sí y sus reinos pres- en la batalla de Nájara: y otros cuarenta mil, con que tó la obediencia al papa Benedicto, como la habia re- rescatase á don Pedro su hijo, que quedó en rehenes en conocido á Clemente su predecesor. poder del conde de Fox, por sesenta mil florines: y con esto se concertó matrimonio de don Alonso y don Pedro hijos del marqués, que estaban en rebenes por el rescate del marqués su padre, el uno en poder del príncipe de Gales y el otro en el del conde de Fox, con dos hijas del rey don Enrique, que eran doña Leonor y doña Juana, como dicho es, y concertóse que don Alonso, que era el mayor, dentro de dos años despues de haberse salido de la prision en que estaba por el rescate de su padre, casase con doña Leonor, y don Pedro con doña Juana dentro de cuatro años que fuese rescatado, é hizo el marqués pleito bomenaje de cumplirlo y á don Pedro, que era entonces de nueve años, dió todo el marquesado de Villena, reservándose el

CAP. LIV. De lo que sucedió en Castilla, al tiempo que el rey don Enrique tuvo la administracion de sus reinos, y que se quitó al conde de Ribagorza el oficio de condestable y el marquesado de Villena.

Sucedieron en Castilla durante la menor edad del rey don Enrique grandes divisiones, por el regimiento del reino, y entre otras novedades que causaron grande alteracion, fué que el arzobispo de Toledo procuró de confederarse con el duque de Benavente, y con el marqués de Villena, y con el maestre de Alcántara, y con Diego Hurtado de Mendoza, y con otros grandes y caballeros de Castilla, para dar forma que se gobernasen

CAP. LV.-De los medios que el papa Benedicto ofreció para la union de la Iglesia, y de las novedades que sucedieron en Aviñon.

Despues de la eleccion de Benedicto sucedieron en Francia tales novedades y escándalos, que aunque se dió color, que se movian para estirpar la cismaque ha

usufructo en su vida, y ofrecióle el rey de Castilla en contemplacion destos matrimonios, sesenta mil doblas que se habian de dar al príncipe de Gales, por su rescate, por el cual quedaba en rehenes don Alonso su hijo. Efectuóse el matrimonio de don Pedro con doña Juana y hubieron dos hijos y una hija, y el mayor de los hijos se llamó don Enrique, y por el derecho que tuvo al marquesado, se llamó don Enrique de Vi-bia en la Iglesia, fueron causa de gran turbacion, y no Ilena, y el menor don Alonso: y el marqués su abuelo despues de la muerte de don Pedro su hijo, que murió en la batalla de Aljubarrota trató de casar á don Enrique su nieto con doña María de Albornoz hija de don Juan de Albornoz y de doña Costanza su mujer, que fué hija del conde don Tello y heredó esta doña María los lugares de Alcocer, Valdolivas, Salmeron, Torralva, Albornoz y Carcelen, y el derecho de Moya y su tierra, y de Otiel y de otros lugares que fueron de don Juan de Albornoz su padre, que era hijo de micer Gomez de Albornoz muy notable caballero y gran señor, que fué senador de Roma, y de doña Costanza de Villena, hija de don Sancho de Villena y nieta de don Juan Manuel. Despues que don Alonso salió de la prision, pasó el término dentro del cual se debia casar con doña Leonor, y feneció á veinte y seis de enero deste año: y desde que vino á España, se requirió por parte de doña Leonor al marqués, que se efectuase el matrimonio, y los del consejo del rey don Enrique proveyeron, que se cumpliese, 6 pagase treinta mil doblas que se dieron por su dote: y el marqués se escusaba por la deshonesta vida é inhabilidad de doña Leonor: y no solamente se procedió á pedimento de doña Leonor á ejecucion del marquesado contra el marqués, pero tambien en nombre de doña Juana su nuera, madre de don Enrique, por razon de su dote: y pretendió el marqués, que aquel estado no se podia quitar á su nieto, por haberse traspasado en él el señorío y propiedad por la donacion que se hizo á don Pedro su hijo, por contemplacion de matrimonio. Pero la ejecucion pasó adelante: y el marquesado se vendió para pagar los dotes de doña Juana y doña Leonor: y con este color se fué el rey de Castilla apoderando de aquel estado, y fué despojado dél el marques en su vida, que no le quedaron sino los castillos de Villena y Almansa: aunque él se fué à Biar, y juntó allí algunas compañías de gente de guerra con publicacion que se queria ir á | despedir del rey de Castilla, y que aquella ceremonia se habia de hacer dentro de sus reinos: pero esto obró mas en la fama que en el efecto. Habíase ya movido esto de sacar el marquesado de su poder viviendo el rey don Juan de Castilla, con consejo del arzobispo de Toledo: porque pareció, que no convenia que un tal estado estuviese en poder de un señor tan grande como era el marqués, siendo de la casa real de Aragon: y fué desheredado dél don Enrique su nieto, á quien pertenecia legitimamente. Este es aquel famoso y notable caballero don Enrique de Villena, tan celebrado por la doctrina de las artes liberales, en que empleó desde su primera edad todo su estudio, que fué muy enseñado en el arte de la elocuencia, y en los secretos de la filosofía y de las otras disciplinas, y quedó mas conocido | por esto entre las gentes, que por suceder de la línea legítima de la casa real de Aragon, y ser nieto del rey don Enrique el segundo de Castilla. Don Alonso su tio, que se llamaba conde de Denia, casó despues con la infanta doña María, hermana del rey de Navarra.

se consiguió aquel fin que se pretendia generalmente por todos. Tuvo esto origen en el mes de octubre pasado, siendo Benedicto elegido por los cardenales que estuvieron debajo de la obediencia de Clemente su predecesor, hubo una congregacion general de la universidad de París en San Maturino, para deliberar en lo que tocaba á la estirpacion de la cisma: y allí se resolvieron que se debia proceder por uno de tres caminos. El primero era, que cada uno de los elegidos renunciase á su eleccion: y despues se eligiese pontifice por los cardenales antiguos, que lo eran del tiempo de Gregorio undécimo, que fué indubitado sumo pontífice y vicario de Cristo en su universal Iglesia: 6 por bien de concordia se procediese á la eleccion por ambos colegios, y el segundo medio para que se comprometiese: y el tercero que se convocase concilio general, pues este fué habido por único remedio desde la primitiva Iglesia para la estirpacion de las heregías. Esto se habia ya tratado en la vida de Clemente por el mes de junio, y se puso por escrito aquella resolucion de la universidad de París, y estaban los reyes de Aragon y Francia muy conformes en procurar que se eligiese uno destos medios: y aunque despues se siguió la eleccion del cardenal de Aragon, y se creyó que por ser natural destos reinos y persona tan acepta al rey, desistiria de su primer propósito, y del fin que tenia de procurar la union de la Iglesia, y era así que el rey siempre le había favorecido como al mas notable prelado de sus reinos, y deseaba su honor y acrecentamiento, pero no dejó por esta razon de insistir en procurar lo que toca ba á la union de la Iglesia apostólica, de la misma manera que antes. Pero el rey de Francia, siendo clegido el cardenal de Aragon, tomó aquel negocio por mas propio, aunque comunmente se entendió que no recibió niogun contentamiento que el pontificado saliese de natural de su reino, recelando que la sede apostólica y la curia volveria á tener su asiento en Roma. Entendiendo esto Benedicto, envió por sus nuncios al rey Carlos de Francia, al obispo de Aviñon que era auditor, y á don Fernan Perez Calvillo, obispo de Tarazona, que era cubiculario y referendario, y á micer Pedro Blavi, doctor en decretos, que era un muy famoso letrado, para que tratasen con el rey y don Juan, duque de Berri, y con Felipo, duque de Borgoña sus tios, y con su consejo, y se eligiesen algunas personas notables y muy señaladas, y se enviase á Aviñon para tratar con Benedicto y con los cardenales de las vias mas lícitas y honestas que pareciese para conseguir la union de la Iglesia, y estos nuncios llegaron á París en la cuaresma, y fué su legacía muy grata al rey, y á los duques sus tios, a cuya disposicion estaba el gobierno de aquel reino, por ser el rey muy mozo: y luego se deliberó en el consejo del rey de Francia, que los duques de Berri y Borgoña, y Luis, duque de Orleans hermano del rey, fuésen á Aviñon: y propusieron lo que tocaba á la reformacion y union de la Iglesia. Ántes desto el rey de Francia envió sus embajadores al rey de Aragon para tratar con él lo que tocaba á la estirpacion de la cisma, porque ambos estuviesen conformes: y vino un s

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sia de Dios por los santos padres, antes segun se contenia en las historias de los sumos pontifices, algunas veces se habia desechado, no convenia intentar tal novedad en un negocio que era de la Iglesia, y de todos los fieles, porque podria ser ejemplo muy pernicioso en lo venidero en menosprecio de las censuras, y en lesion de la libertad eclesiástica, y en gran escándalo de los prelados, y de todos los príncipes católicos que seguian su verdad y justicia: pero no embargante esto, porque su adversario por esta causa no persistiese en su pertinacia, ni pensasen que él desconfiaba de su justicia, se declarase el medio que se debia tener en aquella forma de resignacion que los duques le proponian, y ofrecia que habida deliberacion sobre ello con el colegio, sin ninguna dilacion daria tal respuesta, que el rey de Francia y los duques y cualquiera católico se tuviese por muy contento; porque esta era su intencion y firme propósito, que se diese final remedio á la cisma, y se siguiese en la santa madre Iglesia verdadera union, por el camino ó caminos que fuesen mas razonables y jurídicos y saludables á las conciencias. Pero ni esta respuesta ni la demanda de Benedicto se aceptaron por los duques, ni quisieron declarar de qué manera entendian se podia y debia hacer la resignacion; y entón→ ces el papa dió por escrito su respuesta, y en ella dijo, que como quiera que cuanto á Dios y á su conciencia estaba muy cierto de su derecho, y tenia verdadera noticia de lo que habia pasado, porque se halló personalmente en el cónclave en Roma, y fuera en todo lo que sucedió en aquellos negocios, en los cuales consistia la verdad del hecho, y dellos tenia origen la justicia, pero para mayor justificacion suya, no solo con el rey de Francia y con los duques, pero con todos los príncipes del mundo, y con los fieles: y no se pensase que por la eminencia de aquella dignidad, la cual era Dios testigo que no la habia procurado, porfiase con reprobada ambicion de confederarse en ella, y se conociese la pura y cordial aficion que habia siempre teni

camarero que se llamaba Juan de Chambrillac, con color de concordar entre ambos reyes nueva confederacion y amistad: y propuso ante el rey, que de muy antiguo hubo gran confederacion y amistad y buena alianza entre las casas de Francia y Aragon, y por esta causa en tiempo del rey Carlos su predecesor se habia tratado matrimonio del mismo rey de Aragon con madama Juana de Francia, tia del rey difunto, y no se efectuó lo que se pretendia, porque aquella princesa murió en el camino viniendo para casar con él, y por la misma causa se trató despues el matrimonio de la reina doña Violante su mujer, que era prima hermana del rey su señor, y que por semejantes matrimonios se confirmaban las amistades y confederaciones entre los reyes y sus reinos: y porque el rey tenia consigo á Carlos de Lebret su primo hermano, que era hijo mayor y heredero del señor de Lebret, que era un gran señor, y tenia grandes estados en Gascuña y en otras partes, y el rey le tenia mucho amor y aficion, por serle tan propincuo en sangre y por haberse criado juntos desde su niñez y entendia acrecentar y aventajar su persona, deseaba mucho que se tratase de matrimonio suyo y de la infanta doña Isabel, hermana del rey de Aragon. Mas lo del matrimonio de la infanta no se trató porque ya se habia platicado que casase con Jano de Lusiñano príncipe de Antioquía, hijo mayor de Jaques, rey de Chipre: y habia enviado sobre ello su embajada. Tambien por el mismo tiempo el rey de Francia habia enviado á Castilla al veguer de Vilaes, conde de Ribadeo, y á maestre Tibaut, para procurar que ambos reyes se conformasen en un acuerdo en los negocios de la Iglesia, como eran entre sí aliados en lo temporal, y á esta requesta los reyes de Aragon y Castilla le respondieron que considerado que aquel negocio era muy árduo y de grande importancia, eran muy contentos de conformarse con él, pero con tal condicion que el rey de Francia les hiciese saber que era su intencion, porque ellos pudiesen haber su acuerdo con los prelados y grandes de sus reinos, y con los de su consejo, y ellos le infor-do y tenia á la union de la Iglesia, él ofrecia al rey de marian de lo que se deliberase. Despues destas embaja- | das, se tomó la resolucion de enviar á los duques á Aviñon, y entre otras cosas propusieron al papa que renunciase, porque la Iglesia universal se redujese á la union que se deseaba. A esta requesta, entendiendo el papa Benedicto ó fingiendo que los movian otros respetos, respondió que él deliberaria sobre ello con el colegio, y siendo con gran instancia requerido por los duques para que se declarase, con acuerdo de todo el colegio ofreció un medio que parecia muy razonable y justo, y era que él con los cardenales y su adversario con los de su obediencia se juntasen en un lugar que se eligiese debajo de la fé y proteccion del rey de Francia, para tratar y procurar la union de la Iglesia: y que entonces se declarasen por ellos los caminos mas convenientes para la union, porque hasta comunicarlos entre sí y concordarse, le parecia que seria inconveniente que los declarasen, y muy pernicioso para lo que se pretendia. Pero los duques no aceptaron este partido: y despues propusieron por parte del rey de Francia, y de su consejo á Benedicto el medio de la renunciacion, para que él y su adversario renunciasen, y le requirieron que dejando aparte todos los otros medios que se habian practicado, tuviese por bien denunciasen, ofreciese el papa que en tal caso renunciaaceptar este camino. A este requerimiento respondió el ria: y á esto en presencia de los duques, respondió el papa, que atendido que aquel medio de la cesion para papa que por los caminos que habia propuesto con todo estirpacion de la cisma, ni estaba estatuido por dere- su poder cuanto incumbia á su oficio, procuraria el re cho, ni en caso semejante se había platicado en la Igle-medio de la union en cuanto fuese obligado, en virtud

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Francia, y á los otros príncipes y á todo el pueblo cristiano, y en aquella parte declaraba su intencion, que si despues de haberse visto con su adversario no se pudiese conseguir la union de la Iglesia, elegiria con consejo de los cardenales ciertas personas, temerosas de Dios y celosas del remedio de su Iglesia, basta cierto número, y que su adversario eligiese otras tantas por su parte, y que estos declarasen mediante juramento, cuál dellos tenia derecho al pontificado, y diesen cierta y suficiente sumision de cumplir lo que éstos en conformidad ó las dos partes determinasen: y en caso que aquello no se efectuase, ofrecia que él descubriria ó admitiria los caminos honestos y jurídicos, por los cuales sin ofensa de nuestro Señor, y sin pernicioso ejem➡ plo y sin escándalo de la Iglesia, se pusiese fin á la cisma, y se pudiese conseguir verdadera union y sincera tranquilidad en la Iglesia de Dios. Concurrian en esta demanda con los duques algunos cardenales, y pidieron á Benedicto por final conclusion, que si su adversario á quien llamaban intruso, y el emperador y los reyes de Inglaterra y Ungría y los potentados de Italia, que eran de la obediencia de su adversario, no quisiesen por otra via reconocer la verdad, sino que ambas re

de la cédula que se habla firmado en el cónclave, y así lo ofreció en presencia de todo el colegio, á ocho del mes de julio deste año. Entonces los duques requirieron á estos cardenales que les descubriesen el camino que entendian ser mas cómodo, para que mas breve mente se consiguiese la union de la Iglesia: y congregándose los mas dellos, declararon por escrito que entre todos los otros medios elegian el mas conveniente y breve y mas útil para la union de la Iglesia, y por mas grato á todo el pueblo cristiano el camino de la renunciacion: y que en aquel propósito perseverarian con el rey de Francia. Estaba ya entonces muy conmovida Ja ciudad por inducimiento de los duques, y hubo gran alteracion en el pueblo, y quemaron la puente de Aviñon, y dentro de cuatro dias despues de la respuesta del papa, se fuéron los duques sin despedirse dél, y entonces Benedicto envió a Bonifacio al obispo de Elna y á micer Domingo Masco y á Pedro Garcez de Cariñena su cubiculario y gran privado, que al tiempo que estuvo en Mompeller estudió en su compañía: y despues de cardenal fué su camarero, y era uno de los aceptos de su casa: y fuéron á procurar con el conde de Fundi, y con diversos señores romanos, que se les diese salvoconducto para poder ir á Roma á tratar con Bonifacio, y no se les dió como ellos lo pedian, ni se trató de la embajada que llevaban por la union de la Iglesia. Desta novedad recibieron los reyes de Aragon y Castilla gran pesar y descontentamiento, por haberse procedido tan adelante por el rey de Francia y sus tios sin órden y consulta suya, contra lo que estaba entre ellos acordado, habiéndose declarado el rey Carlos padre del rey de Francia con gran deliberacion y acuerdo, por la obediencia del papa Clemente, cuyo sucesor legítimo era Benedicto, y los reyes de Francia y Castilla hasta entonces habian perseverado en la obediencia que sus padres prestaron. Por esta causa envió el rey á Aviñon á Francés de Vilamarin: y éste pasó al rey de Francia, y dijo ante los duques sus tios, y los de su consejo, que el rey su señor le rogaba que no consintiese que se intentase cosa alguna contra la persona del papa, ni contra su estado, ni en sus reinos se hiciese cosa de hecho: porque él era muy obligado á mirar por su honor y servicio, por la naturaleza que tenia en su reino, y por los grandes servicios que él y los de su linaje hicieron á los reyes sus antecesores, por lo cual no podía faltarle: y de otra manera le seria forzado haber su acuerdo con los prelados y grandes de sus reinos, y con los de su consejo, de lo que en tal caso le convenia proveer por el servicio de nuestro Señor, y de la Iglesia y del papa: y que su intencion era de no estar á cualquiera determinacion que se resolviese, sin lo saber él primero, y ser requerido: antes con parecer de los prelados y grandes de sus reinos, haria lo que entendiese que cumplia al servicio de Dios, y de su honra. Sobre lo mismo envió el rey de Castilla teniendo cercado al conde don Alonso su tio sobre Gijon, en fin del mes de junio deste año, á Francia al obispo de Cuenca: y vinieron de parte del papa por sus nuncios al rey de Aragon, para informarle de los medios que se trataban para persuadir á su adversario á la union, el prior de Santa Ana de Barcelona y Alonso de Thous, y despues vino don Berenguer de Anglesola, obispo de Girona, y el rey de Francia envió á escusarse con los reyes de Aragon, Castilla y Navarra, de lo que habia sucedido, y á procurar que se conformase con él á seguir aquel medio de la resignacion à Dioscoro, patriarca alejandrino, administrador de la igle

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sla de Carcasona, y al abad de San Miguel, y algunos doctores de la universidad de París. Estos embajadores hallaron al rey y á la reina doña Violante en Perpiñan, y no condescendió el rey á lo que propusieron de aquel medio de la renunciacion, y pasaron á Castilla, y hubo nueva ocasion de quedar muy desavenidos el rey y el rey de Francia, porque queriendo el rey de Inglaterra casar en este tiempo con una infanta, hija de la reina doña Violante, no lo quiso la reina su mujer concluir sin el parecer del rey de Francia, que era su primo: y enviándole sobre ello la reina sus embajadores pidiéndole su consentimiento, le respondió que no debia procurar tal cosa, siendo el rey de Inglaterra su enemigo, y luego trató el rey de Francia de dar una hija suya al rey de Inglaterra, y se concertaron que el ducado de Girona fuese del primer hijo que naciese de aquel matrimonio. Hubo en este año grande mortandad y pestilencia en el reino de Valencia y en el principado de Cataluña en el estío, y murieron en la ciudad de Valencia hasta doce mil personas, y la mayor parte eran mancebos: y desde Játiva á Alcoy fué muy mayor la mortandad, y el rey se fué á Mallorca, y se detuvo en aquella isla hasta en fin del mes de noviembre, y allí nombró por gobernador general del reino de Cerdeña y Córcega en lugar de Juan de Montbuy, á don Roger de Moncada, y se enviaron algunas compañías de gente de guerra; porque Brancalcon tenia cercado á Longosardo por mar y por tierra, y con este socorro se levantó el cerco, habiéndole combatido treinta y cinco dias, y recibieron los de Brancaleon mucho daño. De Mallorca el rey se vino á Barcelona, y á nueve del mes de diciembre deste año se fué á Perpiñan, á donde mandó que se juntasen los prelados y personas de letras de sus reinos, para que se platicase de lo que convenia proveerse para remedio de la division que habia en la Iglesia. Estando el rey en aquella villa, los diputados del general de Aragon determinaron de enviar por esta causa sus embajadores, y fuéron el prior de Roda, don Alonso Fernandez de Ijar, don Sancho Gonzalez de Heredia y Pedro Cerdan: y en virtud de la creencia que se les habia cometido, suplicaron al rey, en nombre de los diputados y de todo el reino, que atendido que el santo padre Benedicto era natural de su reino, y de casa tan ilustre dél, y de gran estado, y él y sus predecesores habian servido en muy árduos y grandes negocios á la corona real, no se permitiese que en reino estraño se le hiciese fuerza en ofensa de la Iglesia, y tomase á su cargo de ampararle en su justicia: y si el rey de Francia continuase en su porfía, acogiese al papa en sus reinos con su córte: y para esto le ofrecieron, en nombre de todo el reino, que le servirian.

CAP. LVI.-De la muerte del rey don Juan.

En fin del año pasado de mil trescientos noventa y tres vino á Venecia Juan de Lusiñano señor de Baruc, que era sobrino de Jaques de Lusiñano rey de Chipre, para concluir el matrimonio que estaba tratado entre Jano de Lusiñano príncipe de Antioquía, hijo primogénito del rey de Chipre, y la infanta doña Isabel hermana del rey de Aragon, sobre el cual fueron enviados á Chipre don Ramon de Perellós vizconde de Roda y un ciudadano principal de Barcelona que se decia Ramon Fiveller: y despues fué sobre lo mismo á aquel reino don Ramon Alaman de Cervellon. Vino por tierra el señor de Baruc muy acompañado á Cataluña. y en este medio sucedió la muerte del rey don Juan, que fué causa no solo que aquel matrimo

nazaban de entrar á las tierras del papa, para estorbar con negociacion que no pasasen á las tierras del rey de Aragon, y el vizconde les ofreció ciertas ventajas de parte del papa y del rey, para que todas ó parte de aquellas compañías se fuésen al Piamonte, y sobre ello se vió con todos los capitanes en un lugar que se dice Montelamar, y lo de la guerra y de la paz se gobernaba por la reina. Dejó solas dos hijas: la infanta doña Juana, que hubo de la infanta Matha de Armeñaque su primera mujer, y era casada con Mateo conde de Fox, y la infanta doña Violante que bobo de la reina: y estaba desposada con el rey Luis de Sicilia. Por la mayor parte procuró que se guardasen las leyes y libertades del reino, acordándose que en vida del rey su padre le convino valerse del remedio y recurso del justicia de Aragon, como de supremo juez contra la violencia y sinjusticia del rey: y que fué amparado y defendido con aquel presidio en la posesion de primogénito. Refiere dél Juan Jimenez Cerdán, que fué justicia de Aragon en su tiempo, que hallándose en Zaragoza mandó prender la mayor parde los ciudadanos, y firmaron de derecho ante el justicia de Aragon: y pidieron por la seguridad de sus personas que los mandase manifestar: y el rey nombró entonces á micer Ramon de Francia su vicecanciller, para que juntamente con él se determinase si se habia procedido en aquella causa contra fuero: y habiéndose alegado por parte de los ciudadanos que no debia conocer della el vicecanciller, sino el justicia de Aragon por ser hecho de contra fuero: y lambien porque el rey no debia alegar causa, de sospechas contra su oficial y vasallo; estando así suspenso el negocio, mandó el rey al justicia que no sentenciase en aquel negocio hasta que se discutiese en su consejo lo que se debia hacer: y considerando el justicia de Aragon que los presos estaban en gran peligro por la dilacion, y que si algun mal ó daño recibian mereceria él la misma pena como varon constante y va leroso, dió su sentencia antes de ir al rey, y declaró que él debia procurar en aquella causa sin otro adjunto: y queriendo el rey que se tratase ante el arzobispo de Zaragoza y los de su consejo si estaba bien dada la sentencia, el justicia de Aragon se escusó die ciendo, que en los hechos de su oficio no debia dar razon en ninguna parte sino en córte general. Como no se pudo acabar otra cosa con él, aconsejaron al rey el vicecanciller y algunos de su consejo, que se fuése á Zuera á caza y que mandase ir aliá al justicia de Aragon y le reprendiese de lo que habia hecho y aun le amenazase y don Ramon Alaman de Cervellon, que era muy principal en el consejo del rey, le mandó de su parte que fuése á Zuera: y teniendo dello noticia los diputados del reino, por descargo de sus oficios, le requirieron con instrumento público que no fuése, recelando el peligro de su persona ó que el rey no le mandase renunciar el oficio: pero no obstante esto, el justicia de Aragon, aunque le pusieron grandes temores del rey, no quiso dejar de cumplir lo que le mandaba: aunque por algunos de su consejo fué el rey muy inducido que se hiciese en aquel caso alguna fuerte demostracion, no dió el rey lugar á ello: y dijo que por mucho que ellos hiciesen no barajaria con el justicia de Aragon.

nio no se efectuase, pero sucedieron nuevas altera-¡ de Venejisino que era del estado de la Iglesia, y ameciones y guerras dentro del principado de Cataluña y en este reino y despues aquella infanta casó con don Jaime de Aragon hijo de don Pedro conde de Urgel, que sucedió en el estado á su padre y fué el postrer conde de Urgel. Anduvo el rey este verano por el Ampurdan y Rosellon con la reina doña Violante su mujer, y estuvo en Torrella de Mongriu á trece del mes de mayo: y segun Pedro Tomic escribe, viniéndose para la ciudad de Barcelona, andando cazando delante el castillo de Urriols, en el bosque de Foxa, corriendo una loba, murió repentinamente: y no dice este autor qué fuese la causa de su muerte: y Martin de Alpartil escribe en la historia que compuso de la cisma que hubo en la Iglesia en tiempo de Benedicto, que andando el rey á caza de lobos un viérnes despues de haber comido, y discurriendo los monteros por sus paradas en un monte, el rey que iba solo, encontróse con una loba muy grande, y en vién dola se alteró de suerte que comenzó á temblar, y apeándose del caballo en que iba espiró dentro de una hora. Otro autor hay que afirma que cayó con el caballo, y que cuando llegaron á socorrerle le halla-te ron muerto los suyos: y en unos anales de aquellos tiempos se escribe que cayó muerto del rocin en que iba, y que este caso fué à diez y nueve del mes de mayo y depositaron su cuerpo en la seu de Barcelona, y despues se sepultó en el monasterio de nuestra Señora de Poblete. Túvose este caso por muy estraño, no solo por haber muerto tan arrebatadamente, por'que aunque son muy usadas las muertes repentinas, causan siempre grande admiracion, sino por ser en el ejercicio en que él mas recreacion solia tomar, siendo demasiadamente aficionado á la caza, y haber dejado por ella y por los otros sus pasatiempos de ocuparse en las cosas de sus estados, señaladamente en lo que concernia á lo de la guerra, 'porque con grande nota suya estuvo en peligro de perderse la isla de Cerdeña, y padecieron los que estaban en defensa de las ciudades y castillos de su obediencia grandes adversidades y miserias, habiéndolos entretenido muchos años con esperanza que iria por su persona á restaurar aquel reino y librarle de la sujecion y tiranía de los rebeldes. Fué su condicion bien diferente de la del rey su padre: porque el uno de tal suerte se ocupó en los negocios de su estado, que no pudo vivir sino en perpétua contienda y guerra ó con sus súbditos ó con sus adversarios: y con esto se sustentó mas de cincuenta años, sin que pasase dia que, ó no se emprendiese guerra por su parte 6 fuesen necesarias las armas para la defensa de sus reinos. Por el contrario, en este príncipe fué en tanto estremo su remision y descuido, que juntándose despues de la paz de los reyes de Francia é Inglaterra en la primavera pasada diversas compañias de gente de armas en el reino de Francia, con publicacion que querian entrar por Rosellon y pasar al Ampurdan y Cataluña, el rey no se curaba dello, y ordinariamente andaba á monte, y la reina doña Violante era la que entendia en todos los negocios: y estando en Figueras á tres de mayo, tan pocos dias antes que el rey su marido muriese, envió á Guillen de Copones al rey de Francia y á los duques de Borgoña y de Berri sus tios, y al duque de Orleans para que no se diese lugar á la entrada de aquellas gentes: y el vizconde de Perellós y de Roda fué á tratar con las compañías de gente de armas que estaban en el Valentinois y en otros lugares a la entrada del condado

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