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nombrada en lo antiguo y moderno, porque prevaleció | el príncipe y le dió en feudo de honor la tercera parte de aquella ciudad, la cual poseyeron sus sucesores mucho tiempo, y la otra parte se dió conforme á lo capitulado al comun y señorío de Génova, y restauróse en aquella ciudad la silla episcopal, como la hubo en la primitiva Iglesia, porque el principal fundamento en que sustentaban aquellos príncipes sus conquistas, era preferir siempre lo que tocaba al aumento del culto divino y la exaltacion de la fé católica y de la santa madre Iglesia, en lo cual guardaron un mismo tenor aquellos primeros reyes y condes, que tomaron la primera conquista contra los moros y sus sucesores que los acabaron de sojuzgar, que fueron príncipes muy católicos. De allí adelante, el príncipe su intituló marqués de Tortosa y aunque el rey don García de Navarra no cesaba de hacerle guerra por sus fronteras y le ganó la villa de Tauste y los Fayos, en el mismo tiem→ po que tenia cercada á Tortosa, con toda su pujanza se empleó en la guerra contra los moros.

CAP. IX.-Que Lérida y Fraga se ganaron de los moros por el principe de Aragon.

siempre entre todas las otras de España, por el comercio de la mar y del rio. Tenia un castillo muy fuerte en lo alto del monte, y estaba cercada de muchas torres, y con buen muro, y púsose el cerco desta, y de la otra parte del rio, y cerraron el paso de la puente que estaba armada sobre barcas, y por el rio arriba llegaron las naves y galeras, y estrecharon la ciudad por todas partes, de tal suerte, que no les podia entrar socorro, ni provision alguna. En lo llano, hacia la ribera del rio se pusieron las huestes de la gente de Aragon y Cataluña y de la otra parte estuvo el príncipe y don Guillen señor de Mompeller, y la mayor parte de los ricos hombres y caballeros, y ganaron la sierra, y apoderáronse de los pasos della, porque no pudiesen los nuestros recibir daño de aquella parte. Los templarios y otra gente de guerra, se pusieron hacia la parte del rio, y fué diversas veces combatida, y los moros peleaban con ánimo y esfuerzo grande, sin temor de la muerte, y en algunos combates que le dieron, murieron muchos cristianos (1), y recibieron en ellos gran daño los genoveses. Fuéronse acercando los castillos y máquinas para combatir con los moros que defendian Parece por anales de aquellos tiempos, que murió ciertas torres, de donde mayor daño se recibia, y dio- la emperatriz doña Berenguela, hermana del príncipe se combate por todas partes, y no pudiendo resistir los y mujer del emperador don Alonso, en el mes de fe→ moros, ni defenderse, retrujéronse al castillo que lla-brero, del año del nacimiento de nuestro Señor, de mil maban el Azuda, y porque los castillos de madera no ciento y cuarenta y nueve, y casó el emperador con una se podian tanto acercar, que pudiesen dellos comba-hija del duque de Polonia, que se llamó Richa. Mandó tirle, ni entrarle á escala vista, ordenóse que se cegase el príncipe de Aragon juntar los ricos hombres y cabala cava que era muy ancha y honda, y en un castillo lleros de Aragon y Cataluña y la gente de guerra de de madera muy fuerte y bien trabado, se pusieron sueldo, los mas prácticos y ejercitados en ella, que entrescientos soldados, que se escojieron en el ejército, y tónces llamaban almogáraves, á diferencia de la otra acercóse al muro de la Azuda, y desde él se comenzó gente que concegilmente se hacia, é iba a servir por á combatir, y recibieron mucho daño los que estaban tiempo limitado, fué discurriendo por las riberas del en su defensa, pero con las máquinas y trabucos, rom- Segre y Cinca, en las cuales habia lugares muy poblapieron un lienzo del muro, y mataron muchos de los dos de moros, de donde se hacia mucho daño, y puso que dél combatian. Iba cada dia disminuyendo la gente cerco á Lérida, por el mes de setiembre, del año de la sin esperanza del socorro, y pidieron cuarenta dias natividad de mil ciento y cuarenta y nueve. Estuvie de tregua, con condicion, que si dentro deste término, ron en este cerco con el príncipe, el conde de Urgel, no llegaba el socorro que esperaban del rey de Valen- Arnal Mir conde de Pallás, señor en Buil y Ricla, el cia, rendirian al príncipe la Azuda, y las otras fuer- vizconde de Gavarret y Bearne, señor en Huesca y zas de la ciudad, y dieron en rehenes cien moros de Bespen, don Gomez señor en Jaca y en Ayerve, Ferriz los mas principales. Al fin del plazo se dieron al príu- en Santa Olalla, García Ortiz, señor en Zaragoza y en cipe, y entregaron las fuerzas, el postrero dia del Fuentes, Artal señor en Alagon, Ponce de Castelle zuemes de diciembre, del año de la Navidad, de mil lo señor en Calatayud, Sancho Enecon señor en Daroy ciento y cuarenta y nueve, y entró en ella con gran- ca, Fortun Aznarez en Tarazona, Galin Jimenez en Belde gloria y triunfo, de haber conquistado uno de chit, Pelegrin en Alquezar, Fortun Dat en Barbastro, los mejores lugares que en España eran poseidos por Pedro de Rueira maestre de la caballeria del Temple, infieles. Parece en la historia antigua de los con- señor en Monzon y Corbins, Guillen Ramon Dapiser, des de Barcelona, que se ganó esta ciudad á veinte Fredulo y Frontin. Tenia el príncipe mucha y muy esy cinco de octubre, y creo que confunden el tiem- cogida gente de guerra, y juntamente mandó poner po en que fué aplazada, con el dia en que fué rendida. cerco sobre Lérida y Fraga, porque estos dos lugares Fué muy señalado el servicio que los genoveses en eran los mayores y mejores de aquella comarca, y se le esta empresa hicieron al príncipe y de los nuestros rindieron en un mismo dia á veinte y cuatro de octuse aventajó mucho don Guillen Ramon de Moncada se- bre, de mil ciento y cuarenta y nueve, y son ambos nescal de Cataluña, que tenia consigo muchos caballe- muy señalados y conocidos en la region de los ilergeros y gente que le siguió en la guerra, á quien gratificó tes, el uno por su antigüedad y por aquel notable cerco que Julio César sobre él tuvo, y por la victoria que alcanzó contra Afranio y Petreyo, y el otro por la muerte del emperador don Alonso. Fué en este cerco muy señalado el esfuerzo del conde de Urgel, que con muchos caballeros y vasallos suyos, anduvo con el príncipe en aquella guerra, y fuele dada la ciudad en feudo con todos sus términos, y hízose della cierta division, y dió al conde la conquista de los lugares, y castillos de aquella ribera y comarca, que son Alguaire Albesa, Almenara, Alguerri, Alfarraz, y de otros

(1) Entre los caballeros cristianos que mostraron ánimo grande en este sitio de Tortosa, se habla en antiguos ps. de Mosen Francisco Gillem Aragonés, quien en una de las escaramuzas tuvo la desgracia de caer herido en manos de la morisma; eran su escudo cuatro barras rojas en campo de oro, sobrepuestas, y dos manos unidas bajo una estrella de plata; conducido á presencia del gobernador de la Azuda, é instado para que maldijese de la ley de Cristo, y abrazase la de Mahoma, negóse con gran fortaleza, y fué por ello empalado. B.

cia, con Asturias. Allí se remitieron el emperador y el príncipe, y perdonaron cualesquier querellas y ofensas, que entre sí pretendian haber recibido hasta aquel dia, y cuanto al reino de Navarra y á las villas y cas

muchos castillos de la ribera de Noguera Ribagorzana, y | entonces le hizo tambien donacion de las villa y castillo de Aytona y Albesa. Pedro Tomich nombra otros barones y caballeros de Cataluña que se hallaron en esta guerra y entre ellos dice, que fueron dos muy principa-tillos que el rey don García habia poseido y tenia ocules de Ribagorza, el uno rico hombre que era Ramon de Peralta, y Berenguer de Espes, puesto que en el tiempo va may diverso, porque afirma que estando sobre Lérida, se concertó el matrimonio del conde de Barcelona, con la reina doña Petronila, por medio de don Guillen Ramon de Moncada. Entonces se restauró en la ciudad de Lérida la silla episcopal, que en el tiempo antiguo fué muy principal en la provincia Tarraconense, y llamóse el primer obispo, don Guillen Perez, que era obispo de Roda, é intitulóse de allí adelante obispo de Lérida y Roda, y algunos de sus sucesores. Tambien se halla en anales muy antiguos de Castilla, que confirma en haberse ganado este año Fraga y Lérida, y que en el mismo se ganó Mequinenza, lugar muy importante por el sitio y estar asentado entre las riberas de Ebro y Segre, á donde estos rios se juntan, que parece ser el que César llama Octogesa, sino está corrompido el nombre.

CAP. X.-De la muerte del rey don Garcia de Navarra y de las vistas que tuvieron el emperador don Alonso y el principe de Aragon en Tudilen y de la nueva concordia que allí tomaron sobre sus conquistas.

pados el dia que murió, declararon de nuevo, que el emperador tuviese á Marañon y toda la otra tierra que el rey don Alonso su abuelo poseia; de todo lo restante el príncipe de Aragon hubiese enteramente lo que pertenecia á su reino, y lo que quedaba dél, y habian tenido los reyes de Aragon don Sancho y don Pedro, por lo cual hicieron homenaje al rey don Alonso su abuelo, se partiese entre ellos por iguales partes, con que por la suya hiciese el príncipe de Aragon el mismo reconocimiento que aquellos reyes habian hecho, y en esta parte del príncipe entrase la ciudad de Pamplona, y en la del emperador Estella, y dividiesen por mitad la ciudad de Tudela con sus términos, y todos los castillos que tenia el rey don García desta parte de Ebro hasta Moncayo, sacando aquellos lugares y castillos que pertenecian al príncipe. Allende deste asiento hicieron division y repartimiento de la conquista de los reinos y tierras que estaban en poder de los moros, desta suerte. Que el príncipe de Aragon tuviese la ciudad de Valencia, con toda la tierra que hay desde el rio Jucar, hasta los límites del reino de Tortosa, con la ciudad de Denia, y todo lo que le pertenecia, con todo aquel señorío y términos que los moros poseian' con tal pacto y condicion, que tuviese estas ciudades y lugares por el emperador, con el mismo reconoci

Volvió el año siguiente el rey don Garci Ramirez de Córdoba, con el emperador su suegro y vino á su rei no, y entonces estando muy airado contra los de Pam-miento y homenaje que los reyes de Aragon don Sanplona, queriendo ir contra aquella ciudad, murió junto á Lorca de Navarra súbitamente, y en anales de mucha antigüedad se escribe, que murió víspera de Santa Cecilia, del año mil y ciento y cincuenta. Fué muy valeroso y singular príncipe, puesto que trató con alguna aspereza y rigor á sus súbditos. Tuvo de la reina doña Margelina, que fué como dicho es, su primera mujer, hija de Rotron conde de Alperche, con quien hubo en dote la ciudad de Tudela, que el emperador don Alonso dió al conde su padre, al infante don Sancho, que le sucedió en el reino y á la infanta doña Blanca, que casó con el infante don Sancho, hijo del emperador don Alonso y á doña Margarita, que casó con Guillermo rey de Sicilia, que llamaron el Malo, hijo del rey Rugero. Tenia el empe rador en su poder á la infanta doña Blanca, que era muy niña y estaba desposada con el infante don Sancho su hijo, y no embargante que habia asentado con el rey don García una muy confirmada paz, con grandes prendas, pero por la pretension que tenia en los lugares que el rey de Navarra habia ocupado, que fueron del rey don Alonso su abuelo, como tambien el príncipe don Ramon persistiese en su demanda en el derecho del reino de Navarra que los reyes de Aragon pacíficamente habian poseido, tornaron de nuevo á proseguir sus pretensiones, y sobre esta razon tuvieron vistas en Tudilen, junto à Aguas Caldas, en el reino de Navarra, á veinte y siete de enero de mil ciento cincuenta y uno, para tomar sobre ello algun asiento, y sobre otras diferencias que entre ellos habia, á donde se confederaron contra don Sancho rey de Navarra, que entonces habia sucedido al rey don Garci Ramirez su padre. Hallóse con el emperador el rey don Sancho su hijo, á quien habia dado título de rey de Castilla, 'porque al infante don Fernando, que era el bijo segundo, dejó sucesor en el reino de Leon y Gali

TOMO IV.

cho y don Pedro hicieron á don Alonso rey de Castilla
por el reino de Navarra. Demás desto, quedó en la con-
quista del príncipe la ciudad de Murcia y su reino, ex-
cepto los castillos de Lorca y Vera con sus términos,
con tal condicion, que el emperador quedó obligado á
valerle á conquistar lo de los moros, y despues que
fuese suyo, lo tuviese de la manera y con las condicio-
nes que tenia por él la ciudad de Zaragoza y su reino,
pero adquiriendo y ganando el príncipe el reino y ciu-
dad de Murcia, sin favor y ayuda del emperador, lo
tuviese con el pacto y condicion que estaba declarado
en lo del reino de Valencia. Prometieron el emperador )
y el rey don Sancho su hijo, que desde la primera
fiesta de san Miguel adelante, le ayudarian á la con-
quista del reino de Navarra, y lo que se ganase se di-
vidiria por iguales partes. Ofreció el príncipe al rey don
Sancho, que en caso que el emperador su padre mu-
riese, le haria el reconocimiento de las tierras que te-
nia, como lo habia hecho al emperador, y por muerte
de ambos, al rey don Fernando su hermano, á quien
dejaba el emperador sucesor en Asturias, y en toda la
tierra de Galicia y Portugal. Demás desto fué acorda-
do y prometió el emperador, que el rey don Sanchosu
hijo desde el dia de san Miguel adelante tendria á su
esposa la infanta doña Blanca, hermana de don Sancho
rey de Navarra consigo, y la dejaria, cuando al prin-
cipe de Aragon bien le estuviese, y fuese su voluntad,
y le requiriese sobre ello, y se apartaria della perpe-
tuamente, lo cual el rey don Sancho ofreció de cum-
plir, y se hicieron pleito y homenaje los unos á los
otros en sus manos propias, al fuero y costumbre de
España. Porque el príncipe fuese mas seguro, que el
emperador y su hijo cumplirian lo asentado, se trató
que en caso que no lo hiciesen, retuviese para sí y sus
sucesores perpetuamente las villas y castillos de Ala-
gon, Ricla, María y Belchit, con todos sus términos y

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derechos, que estaban en poder del emperador. Para mayor seguridad prometieron, que no acogerian ni favorecerian en sus reinos á ninguno de los súbditos y | naturales del príncipe de Aragon contra su voluntad. Esto se concordó en presencia del conde don Ponce, y de don Gutier Fernandez, y de Ponce de Minerva, que juraron en nombre del emperador y del rey su hijo, que lo guardarian así y cumplirian, y de la parte del príncipe lo juraron, Arnaldo Mir conde de Pallás, y don Guillen Ramon de Moncada.

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CAP. XI. Del reconocimiento que el vizconde Trencabello hizo al principe de Aragon por las ciudades de Carcasona y Rodes.

En este año el príncipe de Aragon fué à Narbona por concordar las diferencias que tenia con Trencabello vizconde de Beses y Carcasona sobre aquellos estados, el cual por el mes de noviembre deste año se redujo á la obediencia del príncipe, y fué à Narbona. Entonces el príncipe dió al vizconde la ciudad de Carcasona y todo el Carcases, con sus castillos y fuerzas, y la ciudad de Rodes, y todo el vizcondado, con el castillo de Laurac, para que lo tuviese por él en feudo, y el vizconde se hizo su vasallo, y prestó homenaje y juramento de entregarle la posesion y fuerzas de aquellos estados siempre que se las pidiese, como se habia concordado en tiempo del vizconde Bernardo Athon. Vuelto el príncipe de Aragon á su reino, segun en memorias antiguas parece, en fin deste año salió con su ejército para ir en socorro de Lobo rey de Valencia, que era su vasallo, y no se cuenta otra cosa en particular desta empresa, sino que era contra los mazmutes, que era una parcialidad de moros muy poderosos enemigos del rey Lobo, y por el mes de marzo volvió á Zaragoza. CAP. XII.-Del nacimiento del infante don Ramon, hijo primogénito de la reina doña Petronila y de lo que la reina ordenaba cerca de la sucesion de su reino.

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esto fué porque don Cajal, que era gran señor en el reino, repartió en su vida los honores que tenia entre sus sobrinos, y à Lope Cajal, que como dicho es, murió en la batalla de Fraga, habia dado á Nájara, Begera, y Monreal, y á Fortun Iñiguez dió á Bilhorado, que se pobló entonces, y á Sancho Iñiguez se dió Grañon, y á Garci Cajal hijo de Fortun Garces Cajal, que fué muerto por los moros, cuando el emperador don Alonso ganó á Mequinenza, dió á Berroza, que se habia dado primero á don Pedro de Atares, que era tambien su sobrino, y entonces se dió á don Pedro la villa de Borja. Murió don Pedro, segun parece en memorias antiguas, á veinte y uno del mes de febrero deste año sin dejar hijos, y fué enterrado en el monasterio de Santa María de Veruela, que él habia fundado, y se habían traido religiosos á él seis años antes por el abad Bernardo, abad del monasterio de Escala Dei, del reino de Francia. Por su muerte los templarios y caballeros del Hospital pretendieron suceder en el señorío de la villa de Borja, porque se la habia dado don Pedro en su vida, y ellos la dieron en feudo á doña Teresa su madre, y por esta causa el príncipe fué á apoderarse della, y del castillo de Magallon, y concertose con ellos y dióles en recompensa de su derecho á Ambel con sus términos, y Alberit, y Cabañas, que está entre Novillas y Mallen, y dió su consentimiento al trueque que los templarios habian hecho con los del Hospital, y de Mallen por Novillas, y dejó á Borja y Tarazona á doña Teresa, para que las tuviese en su nombre, y las pudiese dejar despues de su muerte con la misma condicion á alguno de sus parientes. Intervinieron en esto con el príncipe estando en la Azuda de Borja el postrero de abril, el conde de Pallás, Alaman de Luna, Fortuño Sanz de Vera, Pedro de Santa Cruz, Sancho Abarca, y Gazo de Filera.

CAP. XIV. Que el principe de Aragon conquistó de los moros las montañas de Prades y Siurana, y ganó á Miravele.

Prosiguió el príncipe don Ramon, cuanto le dieron lugar los negocios y guerras de la Proenza y Navarra, la conquista de los infieles, extendiendo su señorio por las comarcas de los suesetanos, ilergetes, é ilergaones, que se acabaron de conquistar en su tiempo, y estaban ya apoderados los nuestros en todos los lugares de las riberas de Segre y Cinca, y el conde de Urgel, y don Guillen Ramon de Moncada, con sus gentes, ganaron gran parte de los castillos de las riberas de Cinca y Segre, y postreramente los castillos de Seros, Aytona, y Gebut. Pero quedaba cierta parte de montaña muy fragosa, entre Tarragona y Tortosa,

En el año de mil ciento y cincuenta y dos, parió la reina doña Petronila en la ciudad de Barcelona un hijo que se llamó don Ramon todo el tiempo que vivió el príncipe su padre, y despues se llamó don Alonso, y estando en dias de parir, ordenó su testamento á cuatro de abril, en el cual dejaba al hijo, que naciese, heredero en todo el reino de Aragon, de la mismna manera que lo habia tenido el emperador don Alonso su tio, que nunca hiciera por ninguna ciudad ni villa de sus reinos que él heredara ó ganara de los infieles reconocimiento alguno á los reyes de Castilla, como el príncipe su marido lo había hecho en su perjuicio: y ordenó, que durante la vida del príncipe se gobernase por él, y despues sucediese el infante su hijo, y en caso que muriese sin dejar herederos, vol-hácia la costa de la mar, que llaman las montañas de viese al príncipe don Ramon de la misma suerte que lo tuvo el emperador don Alonso. Es cosa notable, que en este testamento excluya de la sucesion de los reinos las hijas, declarando en él, que no quedando della hijo varon, el príncipe casase las hijas que tuviese conforme su estado, heredándolas, como era razon, y le quedase á él libre el reino, y nombró por sus testamentarios á don Guillen obispo de Barcelona, don Bernardo obispo de Zaragoza, Dodo obispo de Huesca, Garci Ortiz Ferriz de Lizana señor en Huesca, Guillen de Castelvell, y Arnaldo de Lercio.

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Prades, entre los suesetanos y los ilergaones y estaban los moros rodeados y encerrados por todas partes, pero por la aspereza de aquellas sierras, y por los castillos que en ellas tenian muy fuertes, y haber muy espesos y grandes bosques muy vecinos á la mar, se detenian y defendian en ellos, y hacian mucho daño á los nuestros. Mandó el príncipe combatir primero la mayor fuerza que llaman Siurana, que es un castillo muy enriscado en lo alto y mas encumbrado de aquellos montes, que está asentado en una montaña tan alta é inhiesta, que casi parecia inaccesible para combatirle, pero púsose tanta diligencia en tener los pasos y sierras, que por ninguna via ni modo pudieron ser socorridos, y fueron forzados de rendirse y entregar el castillo al príncipe, y dél se

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apoderaron de toda la sierra. Esto fué en el año de | Peratallada, 6 hermano, 6 hijo suyo, y sin estas cuamil ciento cincuenta y tres, y señalóse en esta guer- tro rehenes se habia de dar otra persona de la compara un varon muy principal de Cataluña, y gran priva- ñía de Arnaldo de Lercio. Retúvose el comun de Génodo del príncipe, que se decía Beltran de Castellet, que va en la ciudad de Tortosa, la isla de San Lorenzo, co-tuvo el gobierno de los lugares y gente de guerra que mo la solian antes tener, y fué concedido que ningun residió en aquellas montañas, y de la frontera que te- genovés que habitase desde Porto-veneris, hasta Monanian los nuestros contra los moros. En este mismo go, pagase en Tortosa imposicion alguna, y los exiaño á diez y siete del mes de marzo se fundó el mo- mieron de aquel tributo, y que en cada un año por la nasterio de la casa de Junquera de monges de la orden fiesta de Navidad, se diese á la iglesia de San Lorenzo de Cister, que estaba en el territorio de Zaragoza, entre un Palio, y perdonó el príncipe cualesquier acciones y el lugar de Villanueva, que se decia de Barjazut, y derechos que pretendia tener contra el comun de Gédespues se llamó Villanueva de Gallego, y entre el tér- nova, por razon de Tortosa. Refiere el arzobispo don mino que llamaban de Mezalar, y llamóse el monaste- Rodrigo y la historia general de Castilla con grande rio de Santa María de Junquera, y residieron en él los encarecimiento, las fiestas que el emperador don Alonmonges mucho tiempo, y en tiempo del rey don Alon- so hizo al rey Luis de Francia su yerno, que vino en so el segundo, don Pedro Fernandez de Huesca les dió peregrinacion á visitar el cuerpo del glorioso apóstol el lugar de Ailes, y el mismo rey la villa de Escatron Santiago, al cual salió á recibir á Burgos, y con los con el castillo y sus términos. A veinte y cuatro del reyes don Sancho y don Fernando sus hijos, y con mes de agosto, ganó el príncipe el castillo de Miravete, muy gran corte, le fué acompañando por su reino, y que era de las mas importantes fuerzas que tenian los le hizo tal recibimiento, que reconoció ser la mayor moros sobre las riberas de Ebro, y ganóse con gran- corte de príncipe que hubiese en aquellos tiempos. Esde fatiga y trabajo, y fué la principal fuerza de aquella tos mismos autores escriben, que tuvo el emperador frontera, y para mayor seguridad se encomendó á Pe- don Alonso cortes por esta causa en Toledo, hallándodro de Roveira, maestre de la caballería del Temple de se presente el rey de Francia, y que asistieron á ellas las provincias de España, que fué un caballero muy los reyes don Sancho y don Fernando, y el rey de Naseñalado, y á los caballeros de aquella órden. Por este varra y el conde don Ramon, que segun el arzobispo tiempo murió Ponce Ugo conde de Ampurias, de quien dice, fué con gran corte y acompañamiento á estas el príncipe fué muy servido en esta guerra, puesto que vistas, y el rey de Francia se maravilló tanto desto, en lo de los tiempos hay alguna diversidad, pues se que estimó en mas de allí adelante á la reina su muhalla en memorias antiguas, que le ganó el conde jer, por ser hija y sobrina de tan poderosos y grandes de Barcelona en la era de mil ciento ochenta y nueve. príncipes. A la vuelta acompañó el príncipe al rey de Francia hasta la ciudad de Jaca, à donde, segun paCAP. XV.-Que el principe cobró de los genoveses la parte rece en nuestras memorias. se le hizo muy grande que tenian en la ciudad de Tortosa. fiesta, lo cual señalan haber sido en el año de nuestra redencion de mil ciento y cincuenta y cuatro. En el mismo año á veinte y ocho del mes de junio, murio estando en Castilla Armengol conde de Urgel, que fué nieto del conde don Peranzures, y por haberse criado en aquel reino, y diferenciarle de los otros condes que eran del mismo nombre, le llamaron Armengol de Castilla.

Desde que se ganó Tortosa de los moros tuvo la señoría y comun de Génova, la tercera parte, así en el pueblo, como en los términos della, y las otras eran del príncipe, y de don Guillen Ramon de Moncada, y por estar la jurisdiccion y señorío repartido entre naciones tan diferentes, sucedian cada dia disensiones entre ellos, y habia ménos conformidad de la que convenia, en lugar que era tan principal é importante, y tan vecino á los enemigos, y por los inconvenientes que dello se seguian, trató el príncipe de Aragon con aquella señoría, que tuviese por bien de tomar equivalencia de su parte, y sobre ello vino á España, este año, Enrique Guerchio, uno de los cuatro cónsules que eran los que gobernaban entonces las cosas del estado, y por la comision que traia de los otros cónsules sus compañeros, que eran Martin de Moro, Guillermo Negro y Guillermo Lusio, y de la mayor parte del consejo de Génova, y de comun consentimiento y voluntad del pueblo, hizo vendicion de su parte al príncipe, por precio de diez y seis mil maravedís marroquines, que se habian de pagar en ciertos plazos dentro de Niza, y pagando los diez mil y cuatrocientos, se le habia de entregar la posesion de aquella parte, y por la restante cantidad se habian de dar á la señoría, y á Enrique Guerchio en su nombre, cuatro rebenes de siete linajes y casas de Cataluña. Para estas rehenes fueron nombrados uno de los hijos de don Guillen Ramon de Moncada, y Berenguer de Tarroja, Arnaldo Tarroja su hermano, 6 Ramon Tarroja su sobrino, de la tercera casa fué Guillen de Castelvell, el cuarto habia de ser uno de los hijos de Pedro Beltran de Belloch, 6 Guillen de Cervera, ó un hermano suyo, 6 Guillen Perez de Castellet, 6 su hijo, 6 Dalmau de

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CAP. XVI.-De la guerra que el principe de Aragon hizo en la Proenza contra Ugo de Baucio.

En este tiempo Ugo de Baucio y sus hermanos y valedores juntaron gran número de gente en la Proenza, y desde los lugares y castillos que estaban en su poder, y del castillo de Trencataya, que el príncipe habia dado á Ugo dé Baucio y á sus hermanos en feudo, hacian mucho daño en aquella comarca, quebrantando la fé y concordia que con ellos y con la condesa Estefanía su madre se habia tomado, pretendian apoderarse de todo el condado por fuerza, con título de dos privilegios que Ugo de Baucio habia obtenido de los emperadores Conrado y Federico Barbaroja su sobrino, por los cuales se les daba todo el estado que el conde Giberto y la condesa Gisberga sus abuelos tenian, y decia Ugo de Baucio, que debajo destas palabras se le habia concedido la marca, y todo el condado de la Proenza, y proseguia su derecho con las armas. Vista su rebelion, el príncipe ayuntó un muy buen ejército para esta empresa, y fuéron á servirle en ella muchos de los ricos hombres de Aragon y Cataluña, y entró poderosamente en la Proenza, é hizo gran guerra y estrago en los lugares de los bauceses, y tomó por fuerza de armas el lugar de Baucio y otros lugares, y puso cerco sobre el castillo de Trencataya,

que era muy fuerte, y no se pudo entónces ganar, | procuró, que por aquel verano dejase las armas, dipor estar muy adelante el invierno. Esto fué en la mayor parte del año de mil ciento y cincuenta y cinco, y en fin dél se volvió para Cataluña, habiendo castigado la soberbia de Ugo de Baucio, y de los de aquel bando, que eran muy poderosos. Por este tiempo el emperador don Alonso dió su privilegio de poblacion, juntamente con la emperatriz doña Rica su mujer, y con -los reyes don Sancho y don Fernando sus hijos, como era costumbre á los mozárabes de Zaragoza y Calatayud, y á otros del reino de Aragon, que pasaron á poblar la villa de Zurita en el reino de Toledo sobre las riberas de Tajo, y á sus hijos y descendientes.

CAP. XVII. De la concordia que se asentó con el rey don
Sancho de Castilla el Deseado.

ciendo que le convenia acudir á la guerra de los moros que hacian daño en su tierra, y que sobreseyese hasta la fiesta de san Martin. Tuvose el príncipe por engañado con esta respuesta, y el emperador por le asegurar mas, prometió de nuevo que no favoreceria en dicho ni en hecho al rey de Navarra, y tornó á ratificar las posturas de confederacion que tenian entre sí, ofreciendo, que para aquel término ó antes, seria con él, contra el rey don Sancho para continuar la guerra. Fué forzado que el príncipe otorgase esto, y envió en su nombre al obispo de Zaragoza y á Palacin para que ante el emperador firmasen esta concordia, y él se fué á Perpiñan y de allí pasó á Narbona á verse con la vizcondesa Hermengarda, que era su sobrina, á la cual habia dado gran favor y ayuda El rey don Sancho hijo del rey don Garci Ramirez, para ampararla y defenderla en su estado, y habíanrey de Navarra, fué muy buen príncipe y valiente cabase ofrecido por esta causa grandes gastos. Vínose enllero y defendió animosamente contra el emperador don tónces la vizcondesa con el príncipe á Perpiñan y con Alonso, y contra el príncipe de Aragon, las villas y lu- ella Berengario arzobispo de Narbona, y púsose en gares que el rey su padre le habia dejado, como quiera poder del príncipe, con todo su estado que habia heque tenia hechas sus confederaciones y amistades como redado del vizconde Aimerico su padre, y dió en dicho es, y se hizo mucho daño en su reino por las rehenes dos barones principales de su tierra que eran fronteras de Castilla y Aragon, señaladamente por el Guillen de Piteus y Armengol de Leocata, con los Val de Roncal, en el cual se fué apoderando el prín- castillos y baronías que tenian por la vizcondesa. Escipe don Ramon, y de allí se hacia muy continua to fué por el mes de febrero del año de la navidad guerra á los navarros. Tomaron tan de veras por tan de mil ciento y cincuenta y siete. En este medio el propia, aquellos príncipes, esta empresa, que estando obispo de Zaragoza y Palacin fuéron á Toledo, donel príncipe don Ramon en Lérida, año de mil cien- de el emperador estaba, y ante él capitularon el asiento cincuenta y seis, se tornaron á ratificar los capí- to de la concordia en el mes de abril deste año, y tulos y concordia asentado en Tudilen, junto á Aguas el emperador y los reyes don Sancho y Fernando sus Caldas, y el repartimiento de los reinos y tierras de la hijos juraron de lo guardar y cumplir, y con ellos el conquista, que entre ellos se hizo, y fué confirmado obispo de Mondoñedo y el conde don Ponce. Pero copor el emperador don Alonso y por los reyes don San- mo falleció el emperador don Alonso poco despues, cho y don Fernando sus hijos, y por el príncipe de volviendo del Andalucía para el reino de Toledo, y Aragon. Fué tambien concertado desposorio entre el dejaba al rey don Sancho su hijo en la frontera en infante don Ramon hijo del príncipe y la infanta do- guarda de Baeza, Andujar y Quesada, que habia gaña Sancha, hija del emperador y de la emperatriz nado de los moros, sabida su muerte, el príncipe don doña Rica su segunda mujer, que fué hija segun el Ramon partió para Castilla por poner nuevo asienarzobispo don Rodrigo escribe, del duque de Polonia, to en las cosas deste reino y traer la infanta doña y yo creo que fué Bosezlao, que casó con una hija Sancha su nuera. Llevó consigo á don Ramon Berende Leopoldo cuarto, marqués de Austria que unos llaguer su sobrino, que se intitulaba conde de Melgor, man Berta y otros autores Inés y Gectrude, y así fué que despues fué conde de la Proenza, é iban con él otorgado y concluido en presencia de diversos prela- Armengol conde de Urgel, Arnaldo Mir conde de Pados y ricos hombres que fueron estos, don Pedro obis-llás, don Pedro obispo de Zaragoza, don Martin obispo de Zaragoza, don Guillen, obispo de Barcelona, don Arnal Mir, conde de Pallás, que fué casado con la condesa doña Oria, don Guillen Ramon de Moncada, Ramon de Pujalt, Palacin y Ramon de Villademuls. Seguia la parte del príncipe un rico hombre de Navarra muy principal que se decia don Ramon García Almoravit, que fué entónces à Lérida por el mes de abril, siendo recien venido el príncipe de la Proenza, é hízole merced de las villas de Roncesvalles, Urroz y Ovanos, para él y sus sucesores, y eran muy gran parte para sustentar la parcialidad del príncipe. Mas entendióse que el emperador no proseguia lo que tocaba á la guerra de Navarra, con el ánimo y firme propósito que entre sí tenian tratado, y que de secreto daba favor al rey don Sancho, porque no recibiese daño de la parte del reino de Aragon, pues de otra suerte, si el emperador quisiera con llaneza hacer la guerra y proseguirla con su poder, no fuera bastante el rey de Navarra para defenderse. Esto se conoció ser así, porque teniendo el príncipe la gente de guerra junta para entrar por Navarra, el emperador no solo no acudió como estaba acordado por su parte, pero

po de Tarazona, don Gillen obispo de Barcelona, don Bernardo obispo de Urgel, Palacin, Fortuño Aznarez, Pedro de Castellezuelo, Galin Jimenez de Belchit, Sancho Iñiguez de Daroca, Blasco Maza, don Pedro Lopez de Luna y otros ricos hombres y mesnaderos del reino de Aragon, y don Guillen Ramon de Moncada, don Guillen de Castelvell, Ramon de Pujalt, Berenguer de Tarroja, y otros barones y caballeros de Cataluña. Vióse con el rey don Sancho su sobrino en el lugar de Naxama en el mes de febrero de mil ciento cincuenta y ocho, y estando en contienda y gran diferencia sobre la ciudad de Zaragoza y Calatayud, y'por los lugares que conquistó el emperador don Alonso rey de Aragon, pretendiendo el príncipe don Ramon, que fué agraviado por el reconocimiento que dellos hizo al rey de Castilla, y que se le debian libremente entregar con el directo señorío dellos, pues pertenecian á la reina doña Petronila su mujer, fué declarado que fuesen suyos y del infante don Ramon su hijo primogenito y de sus sucesores con esta condicion, que el infante don Ramon, ó quien en ellos sucediese, hiciese homenaje al rey don Sancho y á sus sucesores, como

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