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dispensacion del matrimonio del rey de Castilla, con la reina doña María su mujer, que no se habia podido alcanzar de la sede apostólica. Con estos caballeros trató el rey del impedimento y estorbo que habia resultado, por las novedades que sucedieron en la isla de Cerdeña, por las cuales él no podia este año entrar en persona á hacer la guerra contra los moros. Pero por servir á nuestro Señor y ayudar por su parte, de manera que el rey de Castilla pudiese hacer su entrada, como lo tenia determinado, y mas se ofendiesen❘ los enemigos, habia mandado armar diez galeras, para que guardasen las costas del reino de Granada: y envió á la frontera al maestre de Montesa, y al castellan de Amposta, y á los comendadores mayores de Montalvan y Alcañiz, con los caballeros de las órdenes de sus reinos, y al vizconde de Cabrera, con las compañías de caballeros de su casa y otros caballeros : y fuéronse á poner en Orihuela en fin del mes de abril, para pasar á la villa de Lorca, y hacer de allí su entrada; juntó el rey de Castilla sus gentes en la ciudad de Córdoba y Ecija, y fueron con él los maestres y caballeros de las órdenes de sus reinos y los ricos hombres: y el maestre de Avis con quinientos de caballo del reino de Portugal: y con este ejército fué el rey á Osuna, y de allí pasó á poner cerco sobre una villa y castillo de moros muy fuerte, que se dice Theba; y Ozmin juntó toda la caballería de los moros, que eran hasta seis mil de caballo, y fué á socorrer la villa de Theba, y púsose á tres leguas del ejército del rey de Castilla: y desde allí comenzaron los moros á dar gran molestia al real, y tenían sus ordinarias escaramuzas. Sucedió, que acordando Ozmin de enviar tres mil de caballo, que acometiesen el ejército del rey con grande furia, él se puso con el resto de su caballería en celada en un valle: y teniendo dello aviso el rey, con la mayor fuerza de su ejército, mandó acometer á los moros, y cargando sobre ellos con gran órden y concierto, fué vencido Ozmin, y murió casi la mayor parte de la gente de caballo, y robaron su real: y no pasaron muchos dias, que se rindieron Theba y Cañete, y otros castillos. Fué esta victoria muy señalada, y sucedió por el mes de agosto, la cual puso gran espanto á los infieles: y el rey de Granada envió á pedir treguas por tiempo de un año, y se hizo vasallo del rey de Castilla: y el rey se la concedió por sí, y por el rey de Aragon.

po despues déste de que se trata, el rey don Pedro, cuando ordenó que hubiese condestable en Aragon, le anexó el oficio de la senescalía de Cataluña, y juntó el oficio de senescal con el condestable, como una misma cosa, con sus derechos y preeminencias: y ordenó nueva institucion de aquel oficio, y quiso que se llamase así, como en el reino de Francia, segun que despues se estableció tambien en Castilla en tiempo del rey don Juan el primero, cuando nombró por su condestable á don Alonso de Aragon, conde de Ribagorza y marqués de Villena, que fué hijo mayor deste infante don Pedro, y el primer condestable que hubo en Castilla. Que el senescal fuese lo mismo que el mayordomo del rey, se declara bien por una ley de partida, que dice, que el mayordomo tanto quiere decir, como el mayor hombre de la casa del rey, y que en algunas tierras lo llaman senescal: y que el oficio de condesta→→ ble en Francia, fuese lo que antiguamente eran los mayordomos, es cosa averiguada y sabida, y se afir→ ma por Paulo Emilio, autor muy grave de la historia de Francia, aunque no se puede tener por tan cierto, lo que se afirma por Paulo Emilio, que fuese el mismo cargo que por los emperadores se señaló, con título de | tribuno y comites del sacro estabulo, que parece ser diferente deste cargo, y no tan preeminente; porque aquellos eran como caballerizos mayores, y éstos, en lengua de los francos, se llamaban condestables, y tenian mayor dignidad y lugar, que representaba el de aquellos antiguos, aunque aquél era de tanta autoridad, que leemos, que el emperador Valentiniano puso á su hermano Valente, que le sucedió en el imperio, en aquel cargo, con dignidad de tribuno, que se llamó despues conde, en tiempo del emperador Anastasio el primerio. En tiempo del rey don Alonso el último deste nombre de los reyes de Aragon, que conquistó á Nápoles, y no sé si antes dél, por ordenacion de los príncipes de aquella casa, que eran de la sangre real de los reyes de Francia, eran distintos y diferenciados oficios el de condestable y gran senescal. Mas como quie. ra que sea, siendo este oficio de la senescalía el mas principal en Cataluña, ya de muy antiguo los condes de Barcelona, por ser el mas preeminente y tener tan notable lugar, así en su casa, como en toda su tierra, le encomendaron á don Ramon Dapifer, primer señor de la baronía de Moncada, y á sus sucesores en aquella nobilísima casa y linaje de Moncada, eligiéndolos entre todas las otras de Cataluña, por ser entre los mas principales de tanta antigüedad y nobleza, y tener deudo con su casa. Continuóse mucho tiempo este ofiDe Tarragona se fué el rey á la ciudad de Barcelona, cio en sus sucesores, hasta don Simon de Moncada, hijo á donde á veinte y dos del mes de abril deste año, pro- de don Ramon de Moncada, señor de Albalate, y de veyó del oficio de la senescalía de Cataluña al infante doña Sicilia de.......................... que murió en vida de su padre; don Pedro su hermano. Era este oficio el mas preemi- sirviendo este oficio don Simon, no tuvo hijos vanente que habia en la casa real: y corresponde á la rones y dejó una sola hija de su segunda mujer doña dignidad que en los tiempos antiguos tenian los mayor- Berenguela de Anglesola, que se llamó doña Costanza, domos de los reyes de los francos, á quien se encarga- y porque casó con Berenguela de Vilaragut, que tenia ba la suma del gobierdo del reino: y eran los que en su origen de caballeros y no de varones de tanta cuaguerra y paz lo gobernaban todo á su alvedrío absolu- lidad, como se requeria para encargarle un oficio de tamente, en tanto grado, que los reyes no se ocupa tanta preeminencia, el rey don Jaime, padre del rey, ban en ninguna cosa, mas que en representar en lo hizo merced de la senescalía á don Guillen de Moncada, público, y autorizar la magestad y soberanía del nom- que fué señor de Fraga, y sucedia de los señores desta bre que tenian de reyes. En Aragon hasta este tiempo casa por línea legítima de varon, que fué un muy sese conservó el nombre antiguo de mayordomo, y lo ñalado caballero, y murió por este tiempo. Por no deque en Cataluña era el senescal, se decia mayordomo jar hijos varones legítimos de su mujer doña Beatriz del rey ó del reino : y lo uno y lo otro es el mismo car-de Grecia, hija de doña Lascara infanta de Grecia, fué go y oficio, que despues llamaron condestable en el devuelta la provision deste oficio al derecho y dispoweino de Francia y en otros reinos; y así, mucho tiem- | sicion del rey, aunque habia de aquel linaje parientes 66

CAP. XII.-Del oficio de la senescalía de Cataluña, que se dió al infante don Pedro.

TOMO IV.

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transversales, personas muy señaladas, que eran don | poblar con que no hiciesen casas fuertes ni torres. Mas Ot de Moncada, que fué señor de Aitona y Seros, padre de don Pedro de Moncada, que fué almirante de Aragon: y el rey considerando que el senescal no solamente tenia cargo del regimiento de la casa real, pero en la guerra tenia el principal lugar, y llevaba las insignias de su casa con gran preeminencia, deter minó de honrar al infante don Pedro su hermano en su juventud con el nombre y cargo de la senescalía, pues se honraba tanto el mismo oficio, encomendándolo a una persona de la casa real, y tan propincua: y diósele para él y sus hijos y descendientes legíti→ mos, señalando que sucediesen en este cargo los que fuesen heredados en Cataluña: y declaróse que estuviese unida con el oficio de la senescalía, la mayordo mía de su casa, dándole facultad que pudiese nombrar una persona en la casa real que rigiese el oficio de la mayordomía. Así lo tuvo el infante don Pedro muchos años, y fué el primer senescal de los de la casa real, hasta que renunció el mundo, y fué fraile profeso en la órden de los frailes menores: y dejó la senescalía y mayordomía de Cataluña, á don Juan de Aragon su hijo segundo, que fué conde de las montañas de Prades y señor de la baronía de Entenza, é hizo union deste oficio con aquel estado. El oficio de la mayordomía del reino de Aragon, antes desto, siempre se concedió por vida, y se dió á los ricos hombres mas 'principales del reino: y el oficio de alférez, que se llamaba señalero, se daba por vida, y lo tuvieron en lo antiguo mas ordinariamente los señores de la casa y linaje de Alagon: y en tiempo del rey don Jaime el segundo, se dió á don Artal de Alagon su sobrino, como dicho es y a don Artal sucedió don Blasco de Alagon su hijo, que fué señalero en la empresa de MaHorca, en tiempo del rey don Pedro el cuarto, de quien suceden los señores desta casa, que descienden por línea legítima de varon del primer Artal, que en tiempo del emperador don Alonso tuvo en feudo de honor á Alagon, el cual dejó este apellido á sus descendientes. CAP. XIII. De la guerra que se comenzó contra los genoveses que eran rebeldes al rey en Cerdeña, y contra sus confederados,

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no obstante esto si uno era fiel habia ciento que eran rebeldes, y hacian todo el daño que podian en los lugares del rey y Aiton de Oria con nueve galeras y dos saetfas armadas, y una nave y otros navíos de los genoveses gibelinos de Sahona, corria las costas de la isla; y llegando al lugar de Caboterra tomaron nueve barcas de catalanes y vasallos del rey, y tenian casi cercado el castillo de Caller, porque no podia entrar ninguno en el puerto ni salir. Habian tratado los Orias con este cosario, que echase su gente en tierra y juntos fuésen á Sacer, y se apoderasen de aquella ciudad y de algunas fuerzas; pero don Berenguer de Vilaragut y Bernardo Gamir, que eran reformadores de la isla, y tenian cargo del gobierno, y don Jofre Gilabert de Cruillas que era capitan y potestad de Villa de Iglesias, y habia sido proveido en lugar de Rodrigo Sanchez de Aivar y Bernardo Cespujades, vicealmirante y vicario del castillo de Caller, tenian proveidas las cosas de manera, que no podian emprender ninguna cosa: y cada dia eran avisados de las espías que tenian en Pisa y en la isla de Córcega, y en la ribera de Génova: y sabian qué galeras salian de armada, y si iban á hacer daño en la isla. Visto con cuanto atrevimiento se declaraban en deservicio del rey, los genoveses que estaban en la isla, y los que daban favor á los rebeldes, el rey estando en Barcelona á catorce de abril deste año, proveyó por gobernador y lugarteniente general del reino de Cerdeña y Córcega á don Ramon de Cardona, y mandó que apresurase su partida. En este medio el juez de Arborea siempre les requeria y amonestaba que estuviesen muy prevenidos y recatados en los tratos de aquella nacion gonovesa y pisana, porque él tenia grandes avisos de sus inteligencias y discursos: y afirmaba que jamás el rey seria señor de Cerdeña, como convenia que lo fuese sino tenia á su disposicion el Alguer y Castil Genovés, y que ningun provecho sacaria de todo el reino de Lugodor y de sus comarcas si aquella no estuviese en la corona, porque cuando el rey vedaba que no se sa case trigo, los Orias daban las sacas que querian, y se llevaban todo el provecho que habia de sacar el rey del reino de Lugodor, que era gran suma. Llegó la cosa á tanto rompimiento que Aiton de Oria con diez y seis galeras que juntó tuvo todo el estío como cercada la isla de Cerdeña, y pasaron los de Caller muy gran fatiga: y de allí pasó á Bonifacio y tuvo cercado el castillo de Cinerca que estaba en la obediencia del rey, algunos dias, y aunque le dió combate, no recibieron ningun daño los que estaban en su defensa, y de allí se fué à Sahona. Era el señor de Cinerca súbdito y vasallo del rey de Aragon, y llamábase Lopatchello, y era sobrino del juez que fué de Ciuerca. En principio del mes de agosto, estando el rey en Ejea, teniendo avi

Procedíase en este tiempo contra los del linaje de Oria, que fueron rebeldes al rey en la isla de Cerdeña: y fueron confiscados los bienes á Vinchiguerra de Oria, que fué el principal en la rebelion: no embargante que Rafael de Oria, almirante del rey de Sicilia, procuraba que se diese el estado á sus hijos. En el mismo tiempo Berenguer de Vilaragut, y Bernaldo Gamir, entendian en recibir secreta pesquisa contra los delincuen- | tes, señaladamente contra los marqueses de Malaspina: y como quiera que en esta sazon Francisco de Oria, hijo de Leonardo de Oria, vino á hacer el reconocimiento y pleito homenaje al rey, en nombre de Alio-so desto, y despues en Cariñena por el mes de se

no, Mariano, Fabiano, Dignanino y Nicolasio de Oria, por los feudos que tenia, y el rey le admitió por reducirlos á su servicio, porque se entendia que los deste linaje recogian y dabau favor á los sacereses, que fueron declarados por rebeldes, y se habian echado de la isla, el rey les mandó amonestar que desistiesen de alli adelante de recibirlos: y permitió que los que no eran tan culpados pudiesen volver a habitar en el lugar de Sacer, exceptuando los Catones y Pales y los de su bando y á los del linaje y casa de Oria, que habian sido condenados por don Berenguer Carroz, y señalóles un lugar fuera del muro, á donde pudiesen

el

tiembre, proveyó en lo que tocaba á la defensa de
la isla y postreramente estando en Valencia por
mes de diciembre, envió á Guillen y Omberto de
Azlor, para que armasen algunas galeras: y deter-
minó que las armadas de Barcelona y del rey de Ma-
llorca, fuésen contra los genoveses sus rebeldes,
y se
pusiese cerco contra el castillo Pisano, que era de
donde principalmente se hacia grande daño á la isla.
Entonces se acabó de romper la guerra entre los súb-
ditos y naturales del rey y los genoveses de Génova,
y los gibelinos de Sahona: y se hicieron muchos da-
ños por ambas partes, y todo el poder y fuerzas de

las armadas del rey se emplearon en la defensa de aquella isla, y de los castillos que estaban en su obediencia en la isla de Córcega. Por el mes de julio deste año, estando el antipapa en Pisa, á donde le dejó el de Baviera al tiempo que se fué á Alemania, el conde Faccio de Donoratico y el comun de aquella ciudad, le prendieron y enviaron con dos galeras á la Proenza, y de allí le llevaron á la ciudad de Aviñon á donde el papa estaba con su corte, y entró en ella á veinte y cuatro de agosto. Otro dia estando el papa con los cardenales en público consistorio, entró en él con una soga al pescuezo pidiendo misericordia, y confesó su error y herejía: y el papa le recibió con grandes lágrimas y usó con él de suma clemencia y le tuvo en su palacio en buena custodia todo el tiempo que vivió. En el mismo tiempo el conde de Brena, que se llamaba duque de Atenas, pasó del puerto de Brindez con grande armada á Roma y llevaba ochocientos de caballo, que los mas eran gentiles hombres franceses, y quinientos peones de Toscana y mucha gente de Pulla, toda muy escogida y lucida con empresa de echar del ducado de Atenas las compañías de catalanes que estaban apoderados en aquel estado, y le tenia por el duque Guillelmo hijo del rey don Fadrique; pero como iba muy poderosa de gente, los capitanes que estaban en Atenas y en otros lugares no quisieron salir de sus fuerzas, antes se estuvieron en guarniciones defendiendo los castillos, Con esto aquella gente no pudo mucho tiempo sustentarse, y se hubo de volver el conde con afrenta. CAP. XIV.—De la empresa que el rey de Francia propuso, de hacer guerra contra los moros del reino de Granada, juntamente con el rey de Aragon.

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solemne embajada sobre esta causa, y que fuésen para informar del estado en que estaba el poder del rey de Granada, el infante don Pedro y don Juan Jimenez de Urrea, señor de Biota y del Vayo. Habia el rey de partir á Cataluña con los infantes para celebrar las bodas del infante don Pedro su hermano, que habia casado con doña Juana hermana del conde de Fox, y el matrimonio se babia de solemnizar en las octavas de la pascua de Resurreccion en la villa de Castellon de Ampurias que era del infante, porque el papa no quiso dispensar en el matrimonio de la reina doña Costanza, reina de Chipre, hija del rey de Sicilia: la cual se casó en este mismo tiempo cop el rey de Armenia. A esta embajada del rey de Francia respondió el rey, que deliberaria con los infantes y ricos hombres, lo que convendria para esta empresa: porque entonces se ofrecian mayores dificultades, señaladamente por la tregua que el rey de Castilla habia hecho con el rey de Granada, y que celebradas las bodas del infante su hermano, luego procuraria que él y el rey de Navarra se viesen, ó le enenviaria un rico hombre informado de su voluntad. Partió el rey de la ciudad de Valencia á diez de abril: y estando en Barcelona en principio del mes de mayo, porque de parte del rey de Francia se instaba en este negocio con grande demostracion de querer venir con el rey de Inglaterra en expedicion contra los in→ fieles y traer el ejército que pareciese suficiente para esta guerra, el rey mandó juntar en la ciudad de Tortosa á los infantes, prelados y ricos hombres de Cadespues se prorogaron para la fiesta de nuestras Setaluña, para el primero de julio á cortes generales; y ñora de agosto, para deliberar en ellas lo que conviniese responder à la demanda que los reyes de Francia é Inglaterra hacian. Vino el rey de Mallorca á estas cortes: y siendo concluidas el rey de terminó de enviar al rey de Francia, al infante don Pedro su hermano y a don Juan, Jimenez de Urrea, para que le informasen, que por la mayor y mejor parte de los que intervinieron á estas cortes, se habia resolvido y determinado en esto, que su com

Estando el rey en la ciudad de Valencia, entendiendo en proveer que su armada se pusiese en orden para ir á Cerdeña en la primavera siguiente y hacer guerra á los genoveses, fué requerido por parte de Filipo de Valois rey de Francia, que se hiciese la guerra á los moros del reino de Granada: y ofreció que él y el rey de Inglaterra con quien habia asentado nueva paz, y los reyes de Escocia. Bohemia y Na-pañía y del rey de Inglaterra, en esta empresa, le sevarra, y los duques de Borgoña, Bretaña y Borbon, ria muy acepta, y le convenia por muchas causas; pey los condes de Henaut y de Flandes, y el de Alan- ro el rey de Castilla, á quien se habia dado parte en zon que era hermano del rey de Francia, y el conde este negocio, recibia muy gran desgrado y entendia de de Beaumonte y otros muchos grandes y señores de oponerse contra cualquiera príncipe, que tomase esta Francia, vendrian á esta santa empresa, y queria empresa, por ser en el reino, que era de su conquis traer consigo al delfin de Viena y al conde de Saboya, ta; y que entendiese el rey de Francia, que esto seria que estaban en grande guerra, concertando sus dife- muy grande impedimento: pues el rey de Castilla porencias: y proponia que entre todos los grandes y ca- dia juntar hasta diez mil de caballo y el rey de Gra balleros que con él y los reyes viniesen, fuesen dos nada seis; y siendo el reino de Granada rodeado y cemil y quinientos de caballo. El rey de Francia desde ñido todo él de las tierras y señoríos del rey de Casti→ que sucedió en el reino, hizo grandes demostraciones lla, sino era por la costa de la mar, entrando dentro y apariencias que queria pasar á la expedicion de la en la tierra de los enemigos, no les podia ir ningun soTierra Santa contra los infieles y parecióle que cum- corro por tierra. Restaba solamente, queriendo entrar plia su voto si viniese á esta guerra, y por esta cau- en el reino de Granada, contra la voluntad del rey de sa se vió con el papa este año por el mes de julio en Castilla, que fuese la entrada hacia el reino de AlmeAviñon y esperaba sacar un gran tesoro de sus rei- ría, cuya conquista pertenecia al rey de Aragon; pues nos. Hora fuese esto ó manera de cumplimiento por lo teniendo segura la mar, podian hacer la guerra podel voto, ó determinacion suya de venir á esta em- derosamente por aquella parte. Con la ida del infante presa, envió al rey estando en Valencia en principio don Pedro y de don Juan Jimenez de Urrea, á la cordel año de mil trescientos treinta y uno, un gentil te del rey de Francia, tomó ocasion de publicar en la hombre de su casa llamado Raoul de Rocafort, para ciudad de París, ante los prelados y barones de su reiprocurar que el rey y el rey de Navarra se viesen no, que determinaba de hacer la guerra á los infieles, para concordar como todos juntamente entrasen con del marzo siguiente en dos años: y con este color, pigrande poderá hacer la guerra: y procuró con grandió, se le hiciese servicio para esta expedicion, y rede artificio que el rey de Aragon le enviase una muy quirió a los grandes de su señorío, que se aparejasen

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para ir con él, y envió sus embajadores al papa, para esta entrada, el castillo de Callosa, que estaba en el notificarle su empresa: y pidió, que se le concediesen término de Orihuela, y no era fuerte: y los castillos de por la sede apostólica diversas cosas y entre ellas al- Favanilla, Crevillen, Nompot, y de Elda, y la villa de gunas muy perniciosas y exhorbitantes, porque pedia Alicante y Orihuela y otros lugares de aquella comartoda la plata y oro de las iglesias de su reino y las dé- ca: tan grande fué la furia de los moros y el descuido cimas de toda la cristiandad por seis años: y que pudie- que hubo en proveer de gente aquella frontera, teniénse proveer los beneficios eclesiásticos: y queria, que dose por rompida la guerra con el rey de Granada. Rese le diese título de rey de Arles y de Viena, para el hijo paró toda la gente del rey de Granada en Vera, y Roprimogénito; y el señorío de Italia para Carlos su her- doan se fué á Granada: y porque se temia que habia mano. Desto se desdeñó mucho el papa, diciendo: que de volver sobre Orihuela, 6 Alicante, el rey mandó eran pasados cuarenta años, que se dieron á sus pre- | ajuntar todos los ricos hombres destos reinos y sus decesores las décimas del reino, para el pasaje á la es-huestes, para ir en persona á la frontera á resistir á los pedicion de la Tierra Santa y se habian consumido en otras empresas y guerras contra cristianos: y que él comenzase la suya, y la prosiguiese, que la Iglesia le concederia el subsidio temporal y espiritual, que se acostumbraba para esta santa expedicion y por estas demandas y respuestas, comenzó á nacer alguna discordia entre la Iglesia y el rey de Francia: y entonces se descubrió, con grande infamia suya, con cuanta cautela se habia movido por el francés esta plática. CAP. XV.-De la entrada que los moros del reino de Granada hicieron en el reino de Valencia: y de la toma de

Guardamar.

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moros y don Jofre Gilabert de Cruillas, con las compañías de caballo y de pié que tenia en aquella comarca, se fué à poner en Alicante en fin del mes de octubre, y con su ida, todos los lugares de aquella frontera se tuvieron por socorridos; aunque tambien se publicaba, que el rey de Granada, con todo su poder, por mar y por tierra, vendria sobre Alicante y puso en aquel tiempo grande terror una nueva invencion de combate, que entre las otras máquinas que el rey de Granada tenia para combatir los muros, llevaba pelotas de hierro que se lanzaban con fuego y lo que ponia mayor espanto, que los noros de los valles de Ricuote, y de Elda y Novelda, y de los lugares de Elche y Crevillen, y universalmente todos los del reino de Valencia, solicitaban cada dia al rey de Granada, que fuése con su poder, con muy grandes ofertas, que le entregarian á Alicante y á Elche, y Crevillen, y la Muela, con el Val de Elda, que se alzarian todas las aljamas. Estaba en principio del mes de octubre el rey en Tortosa y tratóse entónces de casar al infante don Pedro su hijo, con Juana, hija mayor del rey Filipo de Navarra y de la reina doña Juana su mujer. Esto se movió primero por parte del rey y reina de Navarra, con deseo de confederarse con la casa de Aragon, porque desde que comenzaron estos príncipes á reinar, tuvieron fin de hacer guerra contra el rey de Castilla, por la antigua contienda de los lugares que pretendian haber usurpado de su reino los reyes de Castilla y enviaron sobre ello al rey un caballero de su casa que se decia don Pedro Gonzalez de Morentiu: y dió el rey poder al arzobispo de Zaragoza, para que lo tratase con el rey de Navarra, ó con el gobernador de aquel reino en su nombre.

De Tortosa, se fué el rey, en principio del invierno á 11 ciudad de Valencia, por hallarse á las fiestas que se hicieron en las bodas de don Pedro de Ejérica, hermano de don Jaime, señor de Ejérica, con doña Buenaventura de Arborea, hija de Ugo, juez de Arborea, las cuales el rey festejo, como si fuera hija suya, por honra del juez de Arborea, y de don Pedro, que tenia tanto deudo con la casa real. Estando el rey muy descuidado en estas fiestas, sucedió, que el rey de Granada, quebrando la tregua que el rey de Castilla habia asentado con él en su nombre, y el rey de Aragon mandó ajuntar muy de improviso toda la gente que tenia en sus fronteras: y entraron por Orihuela, Rodoan, que 'era el general de aquella frontera, y Abucebet, hijo de Ozmin, y Machliff, que tenia á Antequera, con toda la mayor fuerza del reino de Granada, y corrieron y quemaron toda la vega, y fuéron á ponerse con todo su poder sobre el lugar de Guardamar. Eran los moros hasta cinco mil de caballo, y quince mil de pié, y entre ellos habia cinco mil ballesteros: y un viernes, dia de San Lucas deste año, le dieron el combate, y fué tan bravo, que duró desde hora de tercia hasta vísperas, y murió mucha gente en él, y ganaron el lugar los moros y fué entrado por la parte del castillo, que estaba muy mal reparado y no nada fortalecido: y pusieron fuego al lugar. Otro dia por la mañana salieron de Guardamar, y llevaron hasta mil y doscientos cautivos, y volvieron talando y quemando la vega de Ori-Flisco, que era el principal de los guelfos de Génova, huela y publicóse, que aquellos capitanes moros, enviaron á decir al consejo de Murcia, que si querian aquella villa de Guardamar, para que quedase por el rey de Castilla, que se la entregarian, y la dejarian en buena defensa. Segun la opinion de las gentes, fué grande ocasion deste daño la ausencia de don Jofre Gilabert de Cruillas, que era procurador general en aquella partida del reino de Valencia, que era venido por mandado de la reina á su corte : el cual era tenido comunmente por tan buen caballero, que segun decian, se hubiera puesto en Guardamar con la gente de caballo y de pié que tenia en aquella frontera y con su esfuerzo y valor, todos tuvieran ánimo para defenderse. Estuvieron en grande peligro de perderse por

CAP. XVI.—De la guerra que se hizo contra los genoveses y de la ida de don Ramon de Cardona con los feudatarios á la isla de Cerdeña.

Estando el rey en Valencia en principio del mes de abril deste año mil trescientos treinta y uno, Lucas de

envió un gentil hombre suyo al rey, llamado Francisco de Santa Eulalia, y con él le ofrecia, que si se quisiese concordar con los genoveses, que estaban dentro en Génova, sobre los daños que habia hecho a sus súbditos, que él en persona le serviria contra los gonoveses gibelinos de Sahona, y contra otros cualesquiera enemigos suyos, con quince galeras bien armadas. Acepto el rey su oferta; pero en este medio, la armada del rey, que era de cuarenta galeras, y treinta leños armados, salió de Cataluña, y fué por el mes de agosto deste año á correr la ribera de Génova y Sahona y quemaron diversos casales y torres de los genoveses, é hicieron muy grande daño en toda aquella costa; y los genoveses no osaron salir con su ar

mada, porque la tenían muy mal en órden, y por es- rante, don Berenguer de Cruillas, Pedro de Mompatar ellos entre sí en guerra. Entonces los genoveses, hon, García de Loriz, Pedruelo de Boil, Ramondeto que se llamaban intrínsecos de Génova, y los gibelinos de Senmenat, Gombal de Ribelles, Bonanat de Perra, de Sahona, viendo que se habia rompido la guerra con Pericono de Libia, Miguel Marquét, Pedro March, Jaime el rey de Aragon, concordaron sus diferencias por Burges, Guillen de la Abbadia, el heredero de Berenmedio del rey Roberto, y los de Sahona restituyeron á guer de Vilademain, Tomás Costa, Pedro de Sanclela señoría las fuerzas que habian tomado, quedando mente, Guillen de Montgri, Arnaldo de Caciano, Pedro los Orias y Espinolas libres, que pudiesen seguir en la de Subirats, Gomez de Asever, Ramon de Mompahon. guerra de Sicilia á quién quisiesen; y así los Espinolas Dalmao de Aviñon, Gallart de Mauleon, los herederos servian al rey Roberto, y los Orias al rey don Fadri- de Diego Zapata, Rodrigo de Luna, Ramon de Senesque. Habia en el mismo tiempo gran division y discor- terra, Ponce de Vilaragut. Los mas destos ricos homdia entre los mismos de la casa de Oria; porque Ber- bres y caballeros fuéron á Cerdeña, y los otros envianabé de Oria, sobrino de Galeoto y de Casano, preten- ron gente de caballo y de pié, por la obligacion que dia que todas las villas y lugares que tenian en Cerde- tenian y juntóse una muy buena armada, con la ña sus tios y primos, se cometian por razon de pri- cual fue don Ramon de Cardona, y llevaba muy buemogenitura y mayorazgo, é hizo guerra contra ellos, nos capitanes y gente muy bien plática en la guerra, y de ambas partes hubo mucho daño y poniéndose porque se tuvo mucho recelo de los grandes aparejos tregua entre ellos, y comprometiendo sus diferencias que los genoveses hacian, que habian concordado Nicolasio de Oria, hermano de Bernabé de Oria, hizo sus diferencias: y eran ya unos güelfos y gibelinos, fortalecer un castillo en el monte de Giasos, en el ca- por sola la empresa de Cerdeña, y recibieron tam→ mino de Sacer, de donde continuó la guerra contra sus bien por señor y protector de aquel comun al rey tios y aunque fue requerido por don Ramon de Car- Roberto. Luego que don Ramon arribó con esta dona, que parase la obra, no lo quiso obedecer. Esta- armada á Cerdeña, se fué à poner en la ciudad de Saba en esta sazon pregonada ya la guerra entre el rey cer, y proveyó de gente las fuerzas y castillos y los de Aragon y sus súbditos, y los genoveses gibelinos y lugares marítimos mas importantes: y porque Sangüelfos, los cuales aparejaban una muy gruesa arma- cho Aznarez de Arbe, que era capitan del reino de Gada para entrar en la isla de Cerdeña y los Orias que Hura, era muerto, puso en su lugar á Arnaldo de Letenían el lugar de Alguer, y otros lugares importantes drera, y envió una compañía de gente de armas, con se aderezaban para ir con sus gentes contra la ciudad de un caballero de la casa del rey de Castilla, que fué á Sacer y porque don Ramon de Cardona era venido á servir al rey en esta guerra, llamado Rodrigo FerCataluña, que era gobernador y lugarteniente general, nandez de Vega: y en todos los lugares principales puen fin del mes de diciembre deste año, le mandó el rey so muy buenos capitanes, con sus compañías de solhacer algunas compañías de gente de caballo y de pié: dados. Tenia en esta sazon la señoría de Génova una y proveyóse que se armasen ocho galeras en la isla, muy buena armada, y en ella habia hasta sesenta gaporque corria mucho peligro, estando la mayor parte leras, y otros navíos muy bien armados; y entendella en poder de rebeldes: mayormente que en esta diendo, que las cosas de Cerdeña estaban bastantesazon se procedia por Bernardo Cespujades, vicealmi- mente proveidas, y todas las fuerzas de la marina en rante y vicario del castillo de Caller, y por Sancho Az-❘ buena defensa y con buenas guarniciones de gente, y narez de Arbe, capitan de Gallura, contra Federico que la armada del rey de Aragon guardaba todas sus Azo, y Juan, marqueses de Malaspina, que contra el costas, determinaron en venganza del daño que hahomenaje y fidelidad que habian prestado, por los feu-bian recibido en su ribera, de enviar la armada á cordos que tenian, se confederaron con los sacereses, rer las costas de Cataluña, y discurrió por todas las cuando se rebelaron contra el rey : é hicieron jura- | playas y puertos, haciendo muy grande daño: y enmento como vasallos al de Baviera, por razon de los feudos, sin hacer mencionó excepcion alguna del dominio que el rey tenia, y prestaron la obediencia al antipapa. Entonces mandó el rey convocar todos los que tenian feudos en la isla de Cerdeña, por el mes de marzo del año de mil trescientos treinta y dos, estando en la ciudad de Valencia y los principales eran estos: don Ramon Cornel, que sucedió en el feudo que se dió á Jimen Perez Cornel, por lo que sirvió en la conquista, cuyo beredero fué don Ramon, y tenia las villas de Armungia y Barlau, en la curadoría de Galiylo: y Seherti, Sinisi, Sarasi, que estaban en la curadoría de Suurgus, don Francés Carroz, don Berenguer y don Francisquin, y don Jaime Carroz, don Ramon de Car. dona, gobernador de la isla, don Jaime de Aragon, nótaleza, vigor, industria y gran firmeza y tolerancia: y

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contráronse con cinco galeras de catalanes en la playa de Barcelona, y fuéron sobre ellas, y embistiendo en tierra, se escapó la mayor parte de la gente, y las tomaron con toda la chusma, y las quemaron y de allí pasaron á las islas de Mallorca y Menorca, y volvieron con gran presa á Génova por el mes de octubre. Desde entonces se comenzó á hacer la guerra entre catalanes y genoveses cruelísimamente, no solo por la isla de Cerdeña, pero como entre dos naciones, que competian por el señorío de la mar, porque à juicio de todas las gentes, eran los catalanes en este mismo tiempo preferidos á los genoveses, y á todas las otras naciones, en el uso y ejercicio de las cosas marítimas, así en la navegacion, como en el hecho de la guerra, en la for

las armadas de los reyes de Aragon y Sicilia, tenian el dominio y posesion de la mar. Esto se sustentó mucho tiempo, con el premio y con el castigo; y tenian los catalanes tan rigurosas leyes en sus navegaciones y armadas, y las cosas estaban en tanta órden, que en una ley de las suyas se daba pena capital y de muerte al comitre, que con una galera embistiese en tierra, por

el infante, que fué caballero de la orden de Montesa, sino otro hermano del rey don Guillen de Entenza, don Jofre Gilabert de Cruillas, doña Urraca de Entenza, condesa de Pallás, que fué heredera de doña Teresa de Entenza su hermana, que casó con don Berenguer Carroz, del cual matrimonio no quedaron hijos, y te nia diversas villas en Cerdeña; Bernardo de Boxados, don Sancho Duerta y de Arenos, hijo de don Gonzalo | huir de dos de los enemigos. Pero el tiempo ha hecho Jimenez de Arenos; Bernardo Cespujades, vicealmi

mudanza de tal suerte, no solo en los estados, pero

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