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CAP. XLV. De la ida del emperador á Gascuña; y que se hizo su vasallo el conde Centullo de Bigorra.

Con estar este príncipe tan ocupado en las guerras que tuvo con moros y cristianos, por todas las provincias y reinos de España, pasó tambien sus armas y banderas de la otra parte de los montes Pirineos, y tuvo diversas empresas por toda Gascuña, aunque dellas se halla muy corta relacion en nuestras memorias. Entre las otras, una, de que yo hallo hecha mencion, y es muy señalada, fué haber pasado en persona á Gascuña, y que vino el conde Centullo de Bigorra y de Lorda al lugar de Morlanes, donde el emperador estaba, á hacerse su vasallo. Ahora fuese esto por alguna pretension que el emperador tuviese en la sucesion de aquel estado, de cuyos señores el rey Iñigo Arista tuvo su orígen, considerando que los reyes sus predecesores tuvieron mucho deudo con los condes de Bigorra, 6 por otra confederacion y alianza, que entre ellos hubiese contra los reyes de Francia é Inglaterra, es cierto que por el mes de mayo, del año del nacimiento de nuestro Señor de mil ciento veinte y dos, el conde en aquel lugar despues que se dió por su vasallo, le hizo reconocimiento de tener en su nombre aquel estado y todo lo que pudiese conquistar y adquirir de allí adelante. Entonces le hizo el emperador merced del castillo y villa de Roda, que está á las riberas del rio Jalon y de la mitad de Tarazona con su término, y de la ciudad de Santa María de Albarracin con todo su territorio, cuando la pudiese ganar de los moros, y de otros grandes heredamientos. Allende desto, le ofreció, que le haria merced en lo que fuese conquistado en España de moros, de doscientas caballerías que llamaban de honor, que era renta en las ciudades y villas, cuanta fuese menester para el sueldo de doscientos caballeros, que habian de servir en la guerra; y aquel sueldo y beneficio militar, llamaban los antiguos honor, que en Castilla llama ban en tierra y en el principado de Cataluña feudo. Con esto le mandó dar dos mil sueldos de la moneda jaquesa en cada un año, 'que debia ser una gran suma segun la poca riqueza de aquellos tiempos.

CAP. XLVI.-De la guerra que el emperador don Alonso hizo en las comarcas de Cataluña, y en los reinos de Valencia, Murcia y Almeria.

Fué el emperador don Alonso en las guerras que tuvo con los moros de una increible perseverancia y en su valor y esfuerzo, y en el ánimo y gran corazon igual á los mas excelentes príncipes que hubo jamás; porque en la valentía de su persona se trataba como soldado y era siempre capitan en los consejos. No se lee de rey ninguno de España que tanto hubiese conquistado de moros, ni tantas guerras, ni batallas tuviese con ellos; y así respondió á la grandeza de su ánimo su buena fortuna hasta la muerte y en sus mismos dias era llamado el Batallador, y por su persona fué uno de los mejores caballeros que hubo en la cristiandad, cuando todo su regalo y pasatiempo era el ejercicio de la guerra. Despues que se hubo conquistado por él la Celtiberia y se vió mas libre de las guerras de Castilla, lo primero que emprendió, fué proseguir la guerra poderosamente contra los moros, que se habian defendido en los castillos y lugares mas fuertes de las riberas de Cinca y Segre, continuando su comarca y conquista por aquella parte en la region de los pueblos, que antes de la entrada de

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los moros, se llamaron ilergetes, destruyendo y talando todas las vegas y campos que tenian; no solo desta parte de Cinca, pero toda la comarca que está entre aquellos dos rios, y de la otra parte de las riberas de Segre. Para esta guerra fué muy importante haberse ya conquistado la ciudad de Balaguer de los moros, y tenerla los condes de Urgel en mucha defensa, y ser el castillo della fortísimo sobre las riberas de Segre. Ganóse desta parte por los nuestros, un lugar que tenia un castillo muy bueno en las riberas de Cinca que se llama Alcolea, y de aquí se continuó la guerra contra los moros de Lérida y Fraga con gran porfía, y hubo grandes reencuentros de muy varios y diversos sucesos, y entonces dióel emperador el señorío de Alcolea á un rico hombre que se llamaba Iñigo Galindez, de quien fué muy servido en esta guerra, que era señor de Sos. Mas la principal empresa fué contra la ciudad de Lérida, que era muy poblada y rica, y por ser una de las mas importantes fuerzas que tenian los moros de la otra parte del rio Ebro, y de muy abundosa comarca, por la gran fertilidad del territorio, que llaman el campo de Urgel, y ser los moros continuamente perseguidos por nuestras fronteras, y por los condes de Barcelonay Urgel, residia en aquella ciudad la mejor y mas escogida gente de guerra que tenian, y veníales el socorro desde Berbería muy libre, de mas del que tenian ordinario del reino de Valencia. Púsolos el emperador entonces en mucho estrecho, y pasó á poner su real contra aquella ciudad por el mes de setiembre del año de mil ciento veinte y tres en un collado que llamaban la Almoalla de Garden, que es lugar muy defendido y fuerte, y capaz para asentar su real, de donde se sojuzga la ciudad, y ocupándolo con un cerro, que está entre él y la ciudad, quedaban los enemigos encerrados en ella, sin que se pudiesen desmandar ni recibir el socorro y vituallas que les podian entrar por esta parte del rio; pero no se escribe el suceso que aquella empresa tuvo ni si hicieron algun reconocimiento de tributo, mas de haberse sustentado aquella ciudad por los moros, todo el tiempo que el emperador vivió y muchos años despues. Parece por memorias antiguas, que en el mismo año entró el emperador en el reino de Valencia, con muy poderoso ejército, y hizo muy cruel guerra á los moros, mandando talar y quemar las vegas y lugares que se le defendian. Solamente ballamos haber ido con él á esta empresa, Gaston vizconde de Bearne, don Pedro obispo de Zaragoza, y don Estevan obispo de Huesca; y es verisimil, que no debía faltar ninguno de cuenta en cosa tan señalada, de los que podian poner las manos en ella. Procedió con su ejército tan adelante, que pasó de la otra parte del rio Jucar, y fué talando la vega de Denia, y fueron discurriendo por el reino de Murcia camino de Almería, y mandó el emperador asentar su real sobre Alcaraz al pié de una montaña; y allí se afirma que tuvo la fiesta de Navidad de nuestro Señor, aunque el año es diferente deste tiempo. No contento con esto, prosiguió de allí con su ejército, entrando por el reino de Granada, y fué discurriendo por el Andalucía, hasta poner cerco contra la ciudad de Córdoba, y juntandose toda la mayor fuerza de la morisma de aquellas provincias, salió el rey de Córdoba á darle la batalla, en un lugar que en la historia antigua de Aragon se llama Arinzol, y en ella quedaron los moros vencidos. Esto se confirma por algunos anales antiguos de las cosas de Castilla, en que se escribe, que entró el rey de Aragon con gran hueste en tierra de moros, y lidió y

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venció once reyes en Aranzuel, y que fué en el año de
mil ciento veinte y tres. En el año de mil ciento veinte
y cuatro, parece en anales antiguos, que ganó de los
moros por el mes de julio á Medina Celin, lugar muy |
enriscado y fuerte en lo muy alto de la Celtiberia y
á los confines de la Carpentania. Tambien en la histo-
ria antigua de Aragon, se hace mencion de otra en-
trada que hizo el emperador en el reino de Valencia
por el mes de octubre del año de mil ciento veinte y
cinco, y en memorias ciertas de aquellos tiempos, se
halla que estaba por el mes de diciembre del mismo
año en Molina. Fueron las guerras que este príncipe
tuvo tan continuas y ordinarias, que se afirma haber
vencido veinte y nueve batallas campales, y de las
entradas que hizo en tierra de moros, sacó de su po-
der gran número de cristianos, que vivian debajo de
su servidumbre, y los llamaban mozárabes; y así
con mucha razon no solo le llamaron el Batallador,
pero él se honró del título del imperio, como príncipe
á quien Dios dió tan señaladas y grandes victorias.
Al papa Calixto segundo que murió por el mes de
diciembre, del año de mil ciento veinte y cuatro, y
poco antes habia celebrado un concilio en San Juan de
Letran para estirpacion de la cisma: y se confirmó
en él una paz general entre el estado de la Iglesia y
el imperio, sucedió el papa Honorio segundo, y al
principio de su creacion, envió por legado á España
á Humberto Presbítero cardenal, y celebró un conci-
lio de la nacion y provincia de España en la ciudad
de Leon, al cual asistió el rey de Castilla, y tuvo
grande recelo, que se habia de tratar en él, que se
apartase dél la reina su mujer, que fué doña Beren-
guela, hija del conde de Barcelona, con quien casó la
primera vez, y túvose por cierto que procurarían los
prelados en aquel concilio el divorcio, por tener con
ella cercano parentesco; el cual no se declara en la
historia del primer arzobispo de Santiago, que desto
hace mencion, y parece verisimil, que debió ser por
parte de la reina de Castilla su abuela, madre de la
reina doña Urraca, que era de Francia, segun el arzo-
bispo don Rodrigo, y los autores antiguos escriben,
aunque tan cortamente, que ninguno dellos declara
cuya hija era. Siendo vuelto el emperador á sus reinos
estando en la villa de Alfaro por el mes de junio, del
año de mil ciento veinte y seis, dió á los mozárabes
grandes exenciones y franquezas, considerando que
por servicio de nuestro Señor, y por su respeto, de-
jaban los heredamientos y haciendas que antes te-
nian en diversas ciudades sujetas á los moros, y ve-
nian á poblar en su reino, y se ordenó que ellos y sus
hijos y descendientes, en las tierras que les señalaban,
gozasen de toda exencion, y fuesen juzgados por sus
jueces, y dellos tuviesen recurso al rey; y así hubo
algunos que conservaron el nombre por linajes, y se
llamaron mozárabes. En este tiempo no solo se intu-
laba emperador, pero aun se decia reinar en Castilla,
y estaba con él, don Estevan obispo de Huesca, y don
Estevan obispo de Zaragoza, don Ramon obispo de
Roda, don Sancho obispo de Pamplona, y don Sancho
obispo de Calahorra, y el conde de Alperche señor de
Tudela, y Gaston vizconde de Bearne.

CAP. XLVII. De la guerra que hubo entre el conde de
Barcelona y el conde don Alonso de Tolosa, y como se
concordaron.

Don Ramon Berenguer, conde de Barcelona, por este tiempo, estaba en guerra con el conde don Alonso

TOMO IV.

de Tolosa y de San Gil, que era nieto del rey don Alonso de Castilla, que ganó á Toledo, hijo de doña Elvira su hija, y era la contienda por la villa y castillo de Belcaire, y por el territorio de Argencia, y por todo el condado de Proenza; y finalmente, el conde don Ramon y la condesa doña Dulce su mujer, se concordaron con el conde de Tolosa, y le dejaron el castillo de Belcaire y la tierra de Argencia, con todos sus términos; y cuanto al condado de la Proenza, le cedieron toda la parte de la Proenza, que se encierra desde el rio Drueza, hasta el rio Isara, con el castillo de Valobrega, exceptuando la mitad de la ciudad de Aviñon y del castillo y villa de Puente de Sorga, y de su territorio, y algunas otras fuerzas. Con esto el conde de Tolosa y la condesa Faidida su mujer, renunciaron al condado de Barcelona, y á la condesa y á sus hijos, la mitad de la ciudad de Aviñon, y aquellos castillos y fortalezas, y la mitad del castillo y villa de Sarga y toda la Proenza, con el castillo de Mesoga, así como la divide, y limita el rio Drueza desde su nacimiento, que es en el monte Jano, y como discurre hasta entrar en el Ródano, y desde allí hasta la mar. Fué entre ellos concordado, que si el conde don Alonso de Tolosa no dejase hijos de la condesa Faidida, todo aquel estado de la Proenza, que se le adjudicaba, volviese al conde de Barcelona y á la condesa doña Dulce y á sus hijos; y lo mismo se declaró, en caso que el conde de Barcelona y la condesa su mujer no tuviesen hijos; y esto se concordó entre ellos, á quince dias del mes de setiembre del año de mil ciento y veinte y cinco.

CAP. XLVIII. De la muerte de la reina doña Urraca, y de la concordia que se trató entre el emperador y el rey de Castilla.

En el año de mil ciento veinte y seis, á diez dias del mes de marzo, falleció la reina doña Urraca, en el castillo de Saldaña, de parto de un hijo, segun se afirma en anales de aquellos tiempos, y en la misma sazon, don Alonso, que se llamaba infante de Portugal, hijo del conde don Enrique, habiéndose apoderado de aquela provincia, sacándola de poder del conde don Fernando, hijo del conde don Pedro Froyaz de Trava, Y de la condesa doña Mayor, hija del conde de Urgel, que dejando su legítima mujer, estaba abarraganado con la infanta doña Teresa madre del infante, acabado aquello, tuvo gran disension y guerra con el rey de Castilla su primo, porque con mucha presuncion y orgullo no queria reconocerse por su vasallo; y habiendo adquirido grande estado, siendo él de ánimo muy generoso y altivo, se levantó contra él, y puso en armas con todo su poder, y estando el rey de Castilla en Campos, ocupado en la guerra que hacia contra los pueblos y castillos que estaban sujetos al emperador don Alonso, y contra el conde don Pedro Gonzalez de Lara, encargó á los principales de Galicia, que saliesen poderosamente á ofender al infante de Portugal, y él quedó en frontera contra el rey de Aragon. Habíase juntado grande ejército de gallegos, leoneses, asturianos y castellanos, para hacer guerra contra los castillos que estaban aun en poder de aragoneses, y el emperador mandó juntar sus gentes, y movió con su ejército para entrar en Castilla por la parte de Nájara ; pero viendo los prelados los daños grandes que se seguian de aquella guerra, fueron medianeros entre estos dos príncipes tan poderosos, y procuraron de reducir sus diferencias á buena concordia; y tomando el rey de Castilla mejor acuerdo dejó las armas, y humi7

llándose al emperador, le pidió le dejase su tierra, y mandase que se le entregasen sus castillos, y él como príncipe muy generoso, lo tuvo por bien por aquel camino, y quedaron desde entonces en gran conformidad y alianza, segun el arzobispo don Rodrigo lo escribe, que es el autor que mas particularmente hizo mencion de las victorias y buenos sucesos que el emperador y los suyos hubieron en estas turbaciones y guerras.

de la Proenza y Aimillan, que fué de la condesa su madre, y el condado de Gavaldan, y el Carlades. Tuvo este príncipe diversas hijas, la mayor se llamó Berenguela, que dos años antes de su muerte parece estaba casada con el rey don Alonso de Castilla, que en aquel tiempo se llamaba emperador de España, y otra, que se llamó doña Cecilia, casó con Roger Bernardo conde de Fox, y hubieron á Ramon Roger, que sucedió en aquel estado, y estaban ya casadas en vida del conde su padre, y á estas hijas, en caso que muriesen sus hermanos sin dejar hijos legítimos, instituyó el conde herederas en aquellos estados, y quedaron dél otras

su hijo, que casaron en Francia, y no se escribe con quién, y yo creo que una dellas casó con Aimerico vizconde de Narbona, y hubieron á la vizcondesa Ermengarda que adelante en estos anales parece que era sobrina del conde de Barcelona príncipe de Aragon.

Parece por anales muy antiguos, que en este año de mil ciento y veinte y seis, hubo una muy sangrienta batalla con los moros en Cataluña, delante del castillo de Corbins, y se perdieron en ella muchos cris-hijas que dejó encomendadas al conde de la Proenza, tianos, y las cosas estuvieron en grande peligro, y el emperador don Alonso se fué á ver con el conde de Barcelona, y con sus hijos para dar favor á la guerra contra los infieles, y fueron con él á estas vistas, don Estevan obispo de Huesca, y don Estevan electo de Roda, Berenguer Gombal señor de Castro y Capilla, Jimeno Fortuñon señor de Calasanz y Bardaxin, Lope Iñiguez, señor de Pera Rua, y Ramon señor de Estadar Atho Garces señor en Barbastro, Garci Remirez señor en Monzon, y Tizon señor de Buil. Despues continuó la guerra por las fronteras de Molina y Cuenca, contra los moros de aquellas ciudades, que como dicho es, eran sus tributarios, y prosiguió la conquista por aquellas comarcas, y hallamos en muy ciertas memorias de aquellos tiempos, que en el año de mil ciento y veinte y nueve se le rindió Molina, y quedó toda aquella region debajo su imperio y tributo.

En este mismo año se halla en memorias antiguas, que el emperador don Alonso puso cerco contra la ciudad de Bayona, en Guiana, y estuvo sobre ella con su ejército por el mes de octubre, y no se escribe la causa de aquella empresa, mas de haberse ganado por él. De allí adelante se decia reinar en las tierras y reinos que se incluian desde Bilhorado á Pallás, y de Bayona á Monreal. Concedió entonces por el mes de diciembre, á los pobladores de Calatayud, por ser aquel lugar de tanta importancia y tan principal, muchas franquezas y libertades, y les estableció propio fuero, y ordenó que las iglesias de aquella villa y su tierra fuesen patrimoniales, lo cual se confirmó despues por

CAP. XLIX. — Que el emperador don Alonso mandó poblar el papa Lucio segundo, declarando todas las iglesias

el burgo de Pamplona.

Estando el emperador en Castilla, por el mes de setiembre del año mil ciento y treinta, mandó poblar el burgo de Pamplona, que entonces llamaban Irunia, en el llano de San Cerni, y dió aquella poblacion á los francos, y con consejo de don Estevan obispo de Huesca, y de don Sancho obispo de Irunia, y de don Sancho.obispo de Nájara, y de don Miguel obispo de Tarazona, y de don Pedro.obispo de Roda, y del conde Rotron señor de Tudela, y del vizconde don Gaston, y de Atorella señor de Ricla y Sangüesa, y de Franco Lopez señor de Soria y de Santistevan, dió á los francos que fueron alltá poblar, las mismas leyes y fueros que se concedieron á los que poblaron en Jaca.

En este mismo año, parece en muy antiguas memorias, que mataron los moros al obispo don Estévan y al vizconde don Gaston, sin declarar el lugar donde fué la pelea.

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CAP. L.. De la muerte del conde de Barcelona don Ramon Berenguer, y como repartió sus estados entre sus hijos.

Murió don Ramon Berenguer, conde de Barcelona, año de mil y ciento y treinta y uno, y dejó de la condesa doña Dulce su mujer dos hijos, el mayor se llamó don Ramon Berenguer, que sucedió en el condado de Barcelona, y en el derecho de las marcas y conquistas que en España le pertenecian, y en el condado de Tarragona, con el castillo de Stopañan, Purroy y Castelferrius, Pinzana y Camarasa, y en el condado de Osona, con la villa de Cervera, y en los condados de Manresa, Girona, Besalú, Velaspir, Perapertusa, Cerdania, "Conflente y Berga, y quedó heredado en los condados de Carcasona y Rodes. El segundo hijo se llamó don Berenguer Ramon, y á éste dejó el señorío y condado

que debajo de aquel privilegio se habian de conferir á personas naturales de la misma tierra.

En el año de mil y ciento y veinte y siete mandó poblar el lugar de Mallen, y diólo á los caballeros y frailes del Temple, y despues lo trocaron con la órden del Hospital, por el lugar de Novilla.

CAP. LI.-Del cerco que el emperador puso sobre Fraga, y de la batalla que tuvo con los moros, en la cual fue muerto.

En el mes de marzo, de mil ciento treinta y tres, estando el emperador en Zaragoza, se halla en memorias antiguas, que mandó echar al agua en el rio Ebro sus galeras y otros navíos que llamaban buzas, para ir á España, y segun se conjetura, era para bajar por el rio á la mar, y hacer la guerra á los moros de la costa de poniente, y con el rey se hallaban don García-Guerra obispo de Zaragoza, don Sancho obispo de Pamplona, y don Sancho obispo de Calahorra, don Miguel obispo de Tarazona, don Arnaldo obispo de Huesca, el conde de Alperche señor de Tudela, el vizconde Centullo de Bigorrra, Garci Ramirez señor de Monzon, Lope Garces, Pelegrin de Alagon, Sancho Juan señoren Huesca, Cajal, Pedro Tizon, Castan de Biel, y Juan Galindez, con muchos caballeros y gente de guerra, y no se sabe de cosa memorable que en aquel viaje se hiciese, lo cual será ménos dificultoso de creer á quien tuviere entendido, que este rio en lo antiguo, cuando los romanos fueron señores de la tierra, se navegaba hasta llegar al lugar que ellos llamaban Varia, que estaba muy junto, donde despues fué poblado Logroño, lo cual en el suceso del tiempo se ha perdido, como otras cosas de no menor utilidad.

Por causa del asiento que el emperador tenia hecho con el conde don Peranzures, siendo los castillos que

versas batallas confunden los tiempos, y en algunos
anales se escribe que murió en aquella batalla, dia de
santa Justa y Rufina. Era el emperador de gran edad,
pero siempre tan ejercitado en las armas y hechos de
la
guerra, , que nunca cesó de perseguir á los moros,
de los cuales fué siempre vencedor, y por esto escriben
algunos autores, que era fama que no fué muerto en
esta batalla; pero que viéndose vencido, habiendo sido
siempre vencedor, no quiso mas parecer en su reino, y
se fué à Jerusalen, y nunca fué visto ni se halló su
cuerpo entre los muertos, puesto que otros escriben,
que fué rescatado el cuerpo, y sepultado en el mo-
nasterio de Montaragon, y que por haber sido dema-
siadamente atrevido en ocupar los bienes y tesoros de
la iglesia de Leon, fué castigado de mano de nuestro
Señor, con tal fin como éste, y el arzobispo don Rodri-
go conforma con esto, aunque dice haber sido piado-
so y muy excelente príncipe, y que gobernaba aque-
llos reinos como tal, y los puso en mucha paz, y de-
fendió muy valerosamente de las entradas y corridas
de los moros, y acrecentó el reino de Castilla, como si
fuera propio suyo, y pobló los lugares que estaban yer-
mos y desiertos. Por el contrario el autor del mismo
tiempo, que escribió la primera historia del arzobispo
de Santiago trata del como impío, cruel y sacrilego
tirano, y que era muy dado á agoreros y adevinos, ca-
tando como ellos decian, en el vuelo de los cuervos y
cornejas, lo cual se nota con este encarecimiento por
aquel autor, siendo gallego y contestando que aquella
liviandad y desatino era muy comun entre los de
aquella nacion. Mas esto parece haber sido por odio
que tuvieron á este príncipe, por los males y daños que
se siguieron de la turbacion y guerra que se movió, por
razon de la sucesion en aquellos reinos, y esto se co-

los moros poseian de su conquista, movió guerra á los reyes de Lérida y Fraga, y determinó de correr las riberas de Segre y Cinca, y hacer en sus comarcas todo el daño que pudiese; y puso cerco á Mequinenza que tiene un castillo muy fuerte y corre junto á él de la parte de poniente el rio Ebro, y por el oriente pasa Segre, ya mas crecido con las aguas de Cinca, y ciñen este lugar, el cual se rindió al rey en el mes de junio de mil ciento y treinta y tres, y fué muerto por los moros en un combate Garci Cajal, que era sobrino de don Cajal, y hijo de Fortunio Garces Cajal. Fué muy señalado en esta guerra, y en la toma deste lugar el esfuerzo y grande valor de tres caballeros aragoneses, que se llamaban Pedro de Biota, que era adalid del rey, y Iñigo Fortuñon, y Jimen Garces, á los cuales el rey hizo merced de la villa y castillo de Nonaspe, en la ribera de Matarraña. De allí fué el rey discurriendo entre las riberas de Segre y Cinca, la via de Fraga, y por el mes de julio siguiente, se puso con su campo en Escarpe, y por aquella parte del rio se determinó de venir sobre Fraga, lugar muy fuerte, y que no se podia entrar ni combatir, sino á muy gran ventaja de los moros. Está Fraga sobre la ribera del rio Cinca, en la region que tuvieron antiguamente los pueblos que llamaron ilergetes, asentada de la otra parte del rio, en un recuesto y ladera de monte, que va tendido y hace cordillera del norte hacia el mediodía, y por aquella parte tiene muchos cerros muy altos y tan enhiestos, que cubren y guardan el lugar, que no pueda por ella ser combatido. A la parte del rio está en tan estrecho y angosto lugar, que toda aquella ladera es despeñadero á la parte del rio, y la subida por aquel recuesto, es tan estrecha, que pueden muy pocos defenderla. Por el mes de agosto llegó el emperador con su ejército, el cual, por la dificultad del tiem-lige por el testimonio de los autores antiguos, que pa

po y grandes aguas, se levantó y tornó á poner su cerco en la primavera siguiente, y estuvo en él en persona los meses de febrero y marzo, y parte de abril, pero el lugar de suyo estaba tan fuerte, y los moros tenian aquellos cerros tan fortalecidos, y el socorro tan seguro y cierto de todos los lugares de aquella comarca, entre las riberas de Segre y Cinca, que el emperador hubo de levantar otra vez su real. Habian cobrado. los moros grande soberbia, y Abengama, rey de Lérida, y el rey de Fraga, juntaron grandes huestes, con los cuales peleó el emperador dia de santa Justa y Rufina, junto á Fraga, y la batalla fué muy reñida y sangrienta, y se hizo muy gran estrago en los cristianos, pero como despues se viniese á las fronteras de Castilla, los moros, en su ausencia, volvieron á correr la tierra, y fueron estragando la comarca de Monzon, y el emperador por socorrer á los cristianos, volvió con cuatrocientos de caballo contra los moros; dejando órden que le siguiesen los suyos, fué en seguimiento de los enemigos, pero ellos teniendo noticia que iba con mucha menos gente de la que tenian, salieron á él, y mezclóse entre ellos muy recia y brava batalla, en la cual fueron los nuestros vencidos, y murió el emperador, y con él Centullo de Bearne, Aimerique de Narbona, y don Gomez de Luna, cuyo esfuerzo y valor se señaló mucho en aquella batalla, y asimismo fué en ella muerto Lope Cajal, sobrino de don Cajal, y otros muchos caballeros. Fué este reencuentro, segun en memorias muy auténticas parece, delante de Fraga, á siete del mes de setiembre ; puesto que en algunos anales antiguos, se escribe haber sido en Polinillo, cerca de Sariñena, y por haber sido di

sada aquella furia trataron con libertad de sus cosas, entre las cuales no dejaré de referir en este lugar, lo que escribe un autor castellano, que no se nombra, en la relacion que hizo de la sucesion de los reyes de Navarra, desde el rey Iñigo Arista, que escribió en tiempo del rey don Alonso, que venció la batalla de Ubeda, que dice así: Murió el rey don Pedro, é reinó su hermano el rey don Alonso, que fué muy buen rey, é muy leal, é mucho esforzado, é muy buen cristiano, é fizo muchas batallas con moros, é venciólos, é conquirió Zaragoza de moros, é Daroca, é Calatayud, é rio de Tarazona, é rio de Borja, é Tudela, é Soria, é otras muchas, é non dejó fillo ninguno. Pues no es de maravillar, si nuestros autores refieren que fue muy religioso y que reformó las órdenes y monasterios de su reino, dándoles grandes heredamientos, y enviando muchas preseas y joyas al monasterio cluniacense, y no se puede negar que fué grande el hervor y celo de la fé que hubo en este príncipe, y la aficion de continuar la guerra contra los infieles, y promover aquella santa milicia, pues considerando que no tenia hijos que pudiesen sucederle, ni quien procurase el pro comun de sus reinos, de tal suerte, que los amparasen y defendiesen de los moros, y de la ambicion de los reyes comarcanos, que procuraban de ampliar sus límites, por estas causas en remision de sus culpas, y de las de sus padres, como él dice, en el año de mil ciento treinta y uno, en el mes de octubre, estando con su ejército sobre la ciudad de Bayona, ordenó de sus reinos y estados bien extrañamente, segun por testamento parece en esta manera. A la iglesia de Santa María de Pamplona y de San Salvador de Lei

CAP. LIL-De la division que hubo en el reino de Aragon sobre la sucesion y como fue elegido en rey el infante don Ramiro siendo monje.

re, dejaba la villa y castillo de Estella, con sus térmi- | Este mismo testamento parece haber sido ratificado nos y rentas, por iguales partes. A la iglesia de Santa por el rey don Alonso en Sariñena, pocos dias antes María de Nájara y á San Millan, los castillos y lugares que entrase en la batalla donde murió. de Nájara y de Tubia. A San Salvador de Oña, á Bilborado con toda su jurisdiccion. A San Salvador de Oviedo los lugares de San Estevan de Gormaz y Almazan con todos sus términos. A Santiago de Galicia, dejaba la ciudad de Calahorra, Cervera y Tudilen. A Santo Do- Muerto el emperador don Alonso en la batalla de mingo de Silos la villa y castillo de Sangüesa, con los Fraga, que fue muy nombrada por su muerte, quedó burgos nuevo y viejo. A los monasterios de San Juan gran division entre los ricos hombres y universidade la Peña, y á San Pedro de Ciresa, por mitad los des de los reinos de Aragon y Navarra, por la prelugares de Biel, Bailo, Astorit, Ardenes y Sos, que tension que en la sucesion habia. Causó grande altefueron del dote de la reina su madre, y todo lo que mas racion á los aragoneses la donacion que habia hecho el pareciese haber traido en dote. No le pareciendo que es- emperador, de las tierras y reinos que sus progenitores tas donaciones bastaban para despues de su muerte, dejó habian ganado, y ellos ayudaron á conquistar de los y declaró por herederos y sucesores de sus reinos y se- infieles, recelando, que si don Alonso rey de Castiñoríos al Santo Sepulcro de Jerusalen, y á los que tella y de Leon sucedia en estos reinos como lo pretennian cargo de la guarda y custodia dél, y al Hospital dia, y que legitimamente era sucesor en ellos, porque de los pobres, y al Temple, con los caballeros la reina doña Urraca, su madre, era bisnieta de don que alli residian, para defender el nombre de la Sancho el Mayor, como está dicho, que fué directo secristiandad, y ordenó que fuesen herederos y suce- ñor dellos, por la enemistad y ódio que los castellanos sores en el señorío que tenia sobre toda la tierra les tenian, por las grandes alteraciones y guerras que de su reino, y en el principado y derecho que le com- en tiempo del emperador se movieron en Castilla, euanpetia sobre todos sus súbditos y vasalios, prelados y do ellos tuvieron á su cargo los principales lugares y eclesiásticos, ricos hombres y caballeros, grandes y fuerzas de aquellos reinos, y mucho tiempo los habia pequeños, con la misma ley y condicion que los reyes regido y gobernado, temiendo que serian tratados con don Sancho su padre y don Pedro su hermano y él grande insolencia y superioridad, y sus libertades y fuelo habian tenido, y mandó señaladamente á la caballe- ros les serian disminuidos y quebrantados. 6 en parte ría del Temple, su caballo y armas; tambien declaró, recibirian fuerza, por el ódio que de reciente les habian que en caso que ganase á Tortosa, fuese del Hospital de concebido el rey y sus naturales; siguiendo la cosJerusalen, dejando todo lo que entonces poseia, así lo tumbre antigua de sus predecesores, trataron de haque heredó de sus antecesores, y lo que él habia ad- cer eleccion de un príncipe que los gobernase en paz y quirido, y de allí adelante se ganase de los moros, á justicia, y se amparase de la defensa de la tierra, conestas órdenes, para que lo tuviesen y poseyesen en tra cualquiera fuerza de los que tiránicamente presutres iguales partes, y fuese de aquellas órdenes y del miesen de ocuparla, y señalaron gobernadores que tuSanto Sepulcro tan en propiedad, como lo era suyo, viesen cargo del regimiento de la tierra, que mandasen declarando que si alguno de los ricos hombres que te- administrar la justicia rigurosamente, como entónces nian lugares en feudo de honor, quisiesen contradecir se requeria, se obviase á cualesquiera escándalos y ó alterar esta disposicion de su testamento, y no qui- bullicios. Entre otras personas que se entendia ser mas siesen reconocer á los que él dejaba por herederos y convenientes para suceder en los reinos de Aragon y sucesores, que sus fieles vasallos los pudiesen acusar Navarra, era un rico hombre muy poderoso y princide traicion, de la misma manera que si él fuera vivo. pal, que llamaban don Pedro de Atares, y los autores Ordenaba, que si él en su vida quisiese dar alguno de antiguos que pudieron saber la cualidad con que este los lugares que tenian en honor a San Juan de la Peña, señor pretendió ser preferido á todos en la sucesion del ó á otras iglesias, lo pudiese hacer, dando el valor y reino, curaron poco de dejar memoria dello á los verecompensa á las personas que los poseian, lo cual nideros, como de otras cosas que les fueron notorias, mandó luego jurar á los ricos hombres de sus reinos y eran tan señaladas y dignas de escribirse, como esta. que con él estaban, que fueron, Lope Lopez de Ricla, Lo que yo puedo decir, si en esta parte se dá lugar á Ruy Perez de Urrea, Lope Garces, Peregrin Ortuño, conjeturas, es haber sido de la casa real, y que debió Ortiz de Foces, Lope Sanchez de Belchite, Artal, que ser hijo del infante don García, de quien se halla menpor diversas memorias antiguas y en instrumentos cion en privilegio muy auténtico suyo, que en el año muy auténticos se halla, que tuvo en honor la villa de de mil ciento y once, por el mes de junio, reinando el Alagon, desde que se ganó de los moros, del cual quedó rey don Pedro en Castilla y Aragon, y la reina doña este apellido á sus descendientes, y es el primero que Urraca su mujer, juntamente con él era señor de Atayo hallo deste linaje, que tuvieron gran estado, y en res y Ejabierre, y en él se llama hijo del conde don ellas parece, que fueron de una casa principal de los Sancho Ramirez, de quien se dice en estos anales, que señores de Guiana que llamaron Vandreses, Cuadrat fué hijo natural del rey don Ramiro el primero, y á Zalmedina, el conde Fortuño Aznarez de Tarazona, quien el rey su padre dió las tierras y señorío de Aivar, Pedro Mir de Entenza, Pedro Gisbert, Berenguer Gom- Ejabierre y Latre, segun se afirma por el autor mas bal, Pero Ramon de Eril, Arnal Mir conde de Pallás, antiguo que tenemos de las cosas de Aragon. Si esto Pero Ramon de Estada, Tizon, Jimen Fortuñon de Ca- fuese así, como se conjetura, por haber sucedido en el lasanz, Aho Garces de Barbastro, Juan de Antillon, señorío de Atares, parecia muy conforme á razon el Lope Fortuño de Albero, Ferriz Blasco, Fortuñon de derecho que don Pedro seguia, el cual fue favorecido Azlor, Sanz, Juan de Huesca, Fortuño Lopez de Ayer-del emperador don Alonso, pues sabemos, que le dió ve, Gaston de Biel, Gomez de Cereso, Pedro de Lezina, la villa de Borja, y así concurria en desearle casi todo Beltran de Larbas, Miguel de Azlor, y muchos otros el reino, y su madre se entiende haber sido hermana ricos hombres y caballeros de Castilla y de Navarra. I de don Cajal, que era el mas poderoso y rico hombre

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