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intitularon reyes de Zaragoza de allí adelante, y fué cabeza de los reinos de Aragon, Sobrarbe y Ribagorza, y de todo lo que despues se fué conquistando y adquiriendo á su corona. De manera, que de su nacimiento y hado, fué siempre cabeza y madre de diversas re

ciones y pactos, y el rey se aposentó en el palacio real, que llamaban el Azuda, junto á la puerta de Toledo. Con el suceso de esta victoria, quedó consumada la gloria y triunfo de este príncipe, por haber conquistado á su señorío, una ciudad tan famosa y rica y tan principal entre todas las otras de España y tan señala-giones y pueblos, y despues lo fué de grandes reinos. En

hecho tan principal y notable y tan digno de memoria, es grande la diversidad que hay cerca del tiempo, no solo entre autores, pero lo que mas es de maravillar en instrumentos públicos, porque en un privilegio otorgado por el emperador á la ciudad, sobre la poblacion, se dice, que fué ganada en el año de mil ciento y quince, y en otros, que se concedieron por el mismo tiempo á la iglesia catedral, se escribe haber sido rendida en el año de diez y siete, y en otras memorias antiguas se dice, que se ganó á doce de diciembre, de mil ciento y diez y ocho, en lo cual, sino intervino alguna otra causa ó consideracion, que no sabemos, es notable discrepancia y confusion, y lo mas cierto y verdadero, es lo que está referido. Fué consagrada la mezquita mayor y dedicada iglesia á nuestro Redentor, so titulo de San Salvador, el mismo año que se ganó; puesto que don Martin García obispo de Barcelona, en sus anales, escribe, que fué consagrada el dia de los Reyes del año siguiente, de manera que se restauró en su

da por el nombre de su fundador César Augusto. La cual se pobló, segun muy ciertas congeturas, estando en España, en su noveno y deceno consulado y de una pequeña poblacion, que antes se llamaba Salduba, fué en tan breves dias tan acrecentada y ennoblecida, que segun afirma Pomponio Mela, ya en su tiempo era la mas principal ciudad de lo mediterráneo, de la provincia Tarraconense. Fué Colonia del pueblo romano, que llamaban Immune, por ser libre y exenta y que no pagaba ningun tributo para el sueldo de la gente de guerra y tomó el nombre de su fundador, César Augusto, diferente de las otras á quien se dió nombre, 6 Cesareas, 6 Augustas. Púsose entonces en ella, ó no mucho despues, convento del pueblo romano, á donde concurrian como á cortes y audiencia real, y eran juzgados todos los vascones, en que se comprehendia casi todo lo que hoy se conoce por reino de Navarra y la ciudad de Pamplona, cabeza de aquel reino, y gran parte de los ilergetes y edetanos, en cuya region fué esta ciudad la mas principal. Duró su dominio y pre-primer lugar la sede catedral, que fué muy nombraheminencia, en tan gran parte de la provincia roma- da en la primitiva Iglesia, y á donde presidieron muy na, que llamaron Citerior, en lo mediterráneo della, gloriosos santos y fué el primer obispo que en esta todo el tiempo que el imperio romano se mantuvo en iglesia hubo, despues que se ganó de los moros, un su magestad y grandeza; y despues, con todas las per- muy notable prelado, que llamaron don Pedro de Lisecuciones que España padeció en la entrada de los brana, que era electo en obispo, antes que la ciudad se germanos, vándalos, suevos y alanos y postrera- ganase, y fué confirmado por el papa Gelasio segundo, mente de los godos, que los sojuzgaron hasta el fin de estando en Guiana. Este prelado residió algun tiempo, su reino, fué reservada como una de las mas princi- segun se afirma, con sus canónigos, en la iglesia de pales ciudades que en ella habia; y así san Isidro, en la Santa María la Mayor, que aun estando la ciudad demencion que hace de algunas ciudades mas señaladas bajo del yugo de los moros, era el templo mas veneen Europa, afirma, que era la mas ilustre y excelente rado, que en toda España habia, por la gran devocion de todas las de España, por la amenidad del sitio, y que en él tenia el pueblo cristiano, por haber sido aquepor la fertilidad y abundancia de la region. En la fulla capilla de Nuestra Señora la Virgen María del Pilar ria de la persecucion que padeció la cristiandad en tiempo del emperador Diocleciano, que fué la mas cruel y sangrienta de todas las pasadas y que mas tiempo duró, pues por diez años continuos, por todo el oriente y occidente, no se entendia sino en destruir Y quemar las iglesias y en derramar la sangre de los fieles, entonces esta ciudad se señaló sobre todas y fue teñida de la sangre de innumerables santos mártires, que fueron llevados á cuchillo por la fé de nuestro Señor Jesucristo: y de tal manera se fundó en ella nuestra santa fé católica, que con estar sujeta á príncipes no católicos, muerto Amalarico, rey de los godos, nieto de Teodorico rey de Italia, siendo cercada por Childeberto y Clotario, reyes de los francos, que entraron con muy poderoso ejército, con voz de hacer guerra á los godos, por estar inficionados en la herejía arriana, teniendo en muy grande estrecho la ciudad, los que estaban dentro, confiando en el favor divino, hacian sus procesiones devotísimamente, vestidos de cilicios y pasando por el muro con la túnica de san Vicente, los reyes movidos, segun escribe Regino, por inspiracion divina, levantaron el cerco y se contentaron con una estola de aquel glorioso santo, que les dió el obispo, y la llevaron a la ciudad de París á donde se edificó entonces la basílica de San Vicente. En la entrada de los moros se fundó en esta ciudad una de las principales fuerzas de su reino; y así, siendo ganada por el emperador don Alonso, él y sus sucesores se

de Zaragoza, consagrada con grandes milagros, desde los tiempos de la primitiva Iglesia.

En la toma desta ciudad, gratificó el emperador á los ricos hombres y caballeros que le sirvieron en la guerra, y porque entre todos fué muy señalado el esfuerzo y constancia de Gaston vizconde de Bearne, le hizo merced de la parte de la ciudad, que era habitada de cristianos cuando los moros la poseian, que eran ciertos barrios de la parroquia de Santa María la Mayor, y túvola el vizconde con la vizcondesa doña Teresa su mujer, y con Centullo su hijo, en honor, intitulándose señor de la ciudad de Zaragoza, como era costumbre. Dió al conde de Alperche otro barrio y parte de la ciudad, que está entre la iglesia mayor y el bienaventurado San Nicolás, á donde aun dura el nombre del conde de Alperche, y repartió muchas pósesiones y rentas de eclesiásticos. Tambien se concedieron á los vecinos y pobladores de la ciudad de Zaragoza, grandes privilegios y exenciones y entre otras muy notables es una, que todos los que morasen en ella, como en el tiempo del imperio romano, fueron exentos y libres de todo tributo, por ser de colonia que llamaban Immune, fuesen infanzones y gozasen de la franqueza y hidalguía de que acostumbran gozar los infanzones, que por el antiguo lenguaje del reino de Aragon, corrompido el nombre de immunes, se llamaban hermunios, que eran exentos de todo género de contribucion, y no los podian apremiar á que fuesen

á la guerra, sino fuese en caso que hubiese batalla campal, o tuviesen los enemigos cercado algun castillo, é iban al sueldo del rey, porque no eran obligados á seguirle, como la ley dice, sino con pan de tres dias. Mas los ricos hombres, por los feudos que tenian del rey, que en Aragon llamaban honores, eran obligados de seguir al rey, si iba en persona á la guerra y residir en ella tres meses en cada un año, desde que salian de sus casas y volvían á ellas, y no eran apremiados á obedecer otro general, sino la persona del rey, y con esta condicion sucedian sus hijos en los honores, y en defecto de hijos, sus parientes mas cercanos; y no se habia de proveer en aquellos feudos ningunos extranjeros.

CAP. XLIV.—De la guerra que el emperador hizo en la Celtiberia, la cual conquistó á su señorío y del convento de caballeria que ordenó que residiese en Monreal, contra el reino de Valencia.

hácia mediodía, desde Moncayo hasta el nacimiento de Tajo que tiene su principal fuente en el reino de Aragon, junto de Albarrazin, que fué region de celtiberios, y encierra en sus límites la ciudad de Cuenca y su tierra, Molina y Sigüenza ; y aunque esta nacion se extendia en los tiempos antiguos mas hacia el occidente, y se incluian en ella los pelendones, dentro de cuyos límites tiene el rio Duero sus fuentes, y parte de los arevacos y carpetanos; pero esto que aquí se señala, era en tiempo de los emperadores Vespasianos, y muchos siglos despues, la verdadera Celtiberia, y con ser tierra muy montañosa y áspera, estuvo mucho antes tan poblada, y era tan abundante y rica, que solo ella puso muy gran fatiga á muy principales procónsules y capitanes del imperio romano; y sacaron alguna vez en campo treinta y cinco mil hombres de guerra. Lo primero que el emperador acometió ganada Tudela, fué Tarazona, que está á las faldas de Moncayo, que segun conjetura de algunos, es el monte que Tito Livio llama Chauno, y era ciudad antiquísima y muy principal en la Celtiberia; aunque Plinio la contribuye con los vascones sus vecinos y comarcanos, por cuyos muros corre un pequeño rio, que tiene su nacimiento en aquel monte muy nombrado en los tiempos antiguos. Porque los españoles, cuando tenian en mas precio el hierro que el oro, no admitian ningun género de armas enhastadas, que no se templasen con las aguas de los rios de Tarazona y Bilbilis, y eran muy nombradas estas ciudades por esto en aquellos tiempos, y por esta causa piensan algunos, que antiguamente se llamó este rio Cha

Despues que el emperador don Alonso, ganó la ciudad de Zaragoza, de poder de los infieles, fué cada dia mas desistiendo de la empresa de Castilla, y sucedió que Guido arzobispo de la ciudad de Viena, tio del rey de Castilla, fué creado sumo pontífice, despues de la muerte del papa Gelasio segundo. Era, como dicho es, de la casa de los condes de Borgoña, que fué de las mas ilustres que habia en la cristiandad, y era hermano det conde don Ramon y primo del conde don Enrique de Portugal, que fueron yernos del rey don Alonso de Castilla, y llamóse Calixto segundo. Estuvo en España, antes que el rey de Castilla falleciese, y en su presencia en la ciudad de Leon los gallegos hi-libs, y que corrompiendo aquel nombre se llama cieron juramento de tener por señor á don Alonso su sobrino, que no tenia aun tres años cumplidos. Era su vida y costumbres, de singularísimo ejemplo en toda la cristiandad, y de general consentimiento de los cardenales, que concurrieron en Cluniaco á las honras del papa Gelasio, fué allí elegido el primero del mes de febrero del año mil ciento y diez y nueve. En el mismo año, estando en la ciudad de Tolosa, por el mes de julio, mandó convocar concilio general en la ciudad de Reims, que se habia de celebrar en la festividad del evangelista san Lucas siguiente, y fué de las muy señaladas congregaciones que se celebraron en aquellos tiempos; y en el año siguiente erigió la iglesia catedral del bienaventurado Santiago en metrópoli, por particular devocion que tuvo al glorioso apóstol Santiago; y por contemplacion del rey su sobrino, que se lo suplicó, y tambien por haber tenido muy estrecha amistad con don Diego Gelmirez, obispo de aquella iglesia, desde el tiempo que en España estuvo, y de darle por sufraganeas las iglesias de Coimbra, Salamanca y Ávila, que estaban ya mucho antes en poder de fieles, y eran en lo antiguo de la provincia de Méri- | da, y las otras iglesias que se fuesen cobrando y erigiendo en la misma provincia. Con este respecto, que se tuvo al sumo pontifice, y con el suceso de haber sujetado á su reino una ciudad tan señalada y de tan gran poblacion, convirtió el emperador en este tiempo todas sus fuerzas contra los moros, que estaban muy enriscados y fuertes, casi en toda la Celtiberia, que es tierra muy áspera y fragosa. Extiéndese esta region por el occidente hácia oriente, mas adelante del nacimiento del rio Jalon, que nace junto á Medina, que los moros llamaron Celim, hasta el lugar de Ricla, que se incluye en la misma Celtiberia, y en los tiempos antiguos se llamaba Nertobriga, y por el septentrion

Cheiles. Y fuese ganando todo lo que estaba poblado en las riberas de aquel rio de Tarazona, y habíanse ya ganado muchos lugares, que están desta parte de las riberas de Ebro, que eran de los vascones y celtiberos, entre los cuales eran principales Alagon, que llamaron Alavona en los mismos pueblos vascones, y Epila, que se dijo Segontia, como otras ciudades de España, y Ricla, que como dicho es, fué la antigua Nertobriga, Borja, y los lugares de su ribera, Magallon y Mallen. Aquella ciudad se ganó muy en breve, porque todos los pueblos de su comarca estaban ya rendidos, la tenian los cristianos ceñida por todas partes; mas en nuestras memorias no se declara el año en que se ganó. Restauróse en ella la silla catedral, que en los tiempos de la primitiva Iglesia habia florecido, por la santidad y doctrina de sus prelados; en lo cual se puede considerar, cuán principal fué esta ciudad en aquellos tiempos, porque teniendo muy cerca de sí tres muy famosos pueblos, que fueron Bilbilis, que se llamó de sobrenombre Augusto, y los otros dos eran Augustobriga, y Gracurris, la Bilbilis de la Celtiberia, y la otra los pelendones, cuyas ruinas parecen hoy en el lugar que se dice Muro, en las faldas de Moncayo, que está á dos leguas de Agreda; y la tercera que fué muy famosa en los vascones, y se pobló por Tiberio Graco, en memoria de los trofeos de la Celtiberia, se conservó esta contra las invasiones de las naciones extranjeras, y las otras fueron asoladas y destruidas, y fundó en ella silla episcopal y permaneció hasta estos tiempos, y los otros quedaron en lo antiguo sujetos á su diócesi, como hoy lo están sus territorios, porque apenas parecen sus ruínas, y llamóse el primer obispo que tuvò, despues que se ganó de los moros, don Miguel. Ganada Tarazona, fué el emperador continuando su conquista por

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contra el reino de Valencia, y contra los moros de Moli-
na y Cuenca, y de grande importancia. Pero el empera-
dor determinó de pasar su frontera mas adelante, y es-
cogió un lugar que está en las fuentes del rio Jiloca,
que llaman los Ojos, y se dijo Monreal; y propuso que
se pusiese en él, como en mas principal frontera, un
convento de órden de caballería. Habíanse entonces
fundado las órdenes de Cartuja, y de Cistels; y era
muy extendida por el mundo la fama de la religion
y santidad de san Bernardo, abad de Claraval, en
quien el emperador tenia gran devocion, y por su
contemplacion determinó dejar grandes heredamien-
tos y posesiones á los caballeros del temple; cuyo
maestre, era segun escriben en aquella sazon, un
tio de san Bernardo. Tuvo esta órden principio en la
conquista de la Tierra Santa, con otras dos, que fueron
las del Hospital y Teutones, que de pequeños princi-
pios, fueron creciendo en grandísimo aumento. Es-,
tas tres órdenes fueron muy celebradas por el celo de
la fé y menosprecio del mundo de los caballeros
que profesaban religion en ellas, y por sus hazañas
y proezas en el hecho de las armas; y el empe-
rador con baber sobre ello mucha deliberacion con
el vizconde don Gaston de Bearne, y con los otros
principales sus súbditos y confederados, y con
los ricos hombres de su reino, propuso de establecer,
á imitacion de la órden y milicia del santo sepulcro,
otra tal, con esperanza que mediante ella, siendo el
primero y caudillo con el ayuda y favor divino, se
sojuzgaria del todo la morisma de España, y se abría
mas ancho camino para emplearse los caballeros es-
pañoles en la empresa del santo sepulcro. Con esto
considerando que desde Daroca hasta la ciudad de Va-
lencia, por las continuas entradas y guerras, todos los
lugares estaban deshabitados é yermos, y no se labra-
ba ni culturaba la tierra, y todo esto se dejaba desam-
parado y desierto, mandó poblar aquel lugar, y que
se llamase la ciudad de Monreal, que ahora se dice del
mismo nombre, en la cual esta nueva milicia dedicada
al servicio y aumento de nuestra fé, tuviese su prin-
cipal morada y convento, y fuese cierta guarida para
todos los pueblos cristianos circunvecinos, y se asegu→
rasen desde allí los caminos y pasos, y la conquista
contra los moros de los reinos de Valencia y Murcia,
se prosiguiese y se facilitase con aquella comodidad.
Para sustentar este convento á honra de Nuestro Señor
y de aquella santa milicia, le señaló el rey ciertas ren-
tas en la ciudad de Zaragoza y Jaca, y la mitad de las
rentas de muchos lugares muy principales, que aun
estaban en poder de los moros, que eran sus tributa-
rios, á donde llevaban la mitad de sus rentas, que
eran Segorbe, Buñol, Cuenca, Molina y uno que llama
Burbaca, y de todos los otros lugares que habia desde
el puerto de Cariñena hasta Monreal. Allende destas
rentas le adjudicó la mitad de todos los quintos que se
llevaban en las guerras de los moros desde Ebro ade-
lante, y la quinta parte de todas las propiedades y rentas
reales, y les concedia en cada ciudad y villa principal
y castillo que se ganase de los moros, el mejor hereda→
miento que hubiese. Y dióles todas las exenciones y
franquezas que tenian los caballeros que entonces lla-
maban de la hermandad de Jerusalen. Esto se predicó y

lo mas áspero y fragoso de la Celtiberia, y fuéronse ganando los lugares que estaban en las riberas de Jalon, hasta llegar á poner cerco sobre Calatayud, que esta en medio de la Celtiberia. Fué poblado este lugar, segun se escribe en la historia de los árabes en el mismo tiempo que los moros se apoderaron de España, y su poblador fué Ayub, el que volvió la silla real de los árabes à la ciudad de Córdoba, y fundóse sobre las riberas del rio Jalon, en un lugar muy alto y fuerte de la otra parte del rio, que en aquel lugar se junta en el rio Jiloca, cerca de las ruinas de la antigua Bilbilis, que hoy se descubre una legua mas abajo en la misma ribera del rio, sobre un monte muy agro, que está encina de Huermeda, y aquel monte, corrompido el nobre antiguo, se llama Bambola, y por la mayor parte le cine el rio; el cual, aunque en tiempo que florecia el imperio romano fué muy famoso, por ser en su ribera la mayor oficina de las armas que se sabe habia en España, y esto llegó á entenderse y usarse en nuestros tiempos, olvidándose aquel ejercicio por la paz universal de que se goza en nuestros dias, solamente le conocen por útil, porque su naturaleza es tal, que las vegas y campos, que dél se riegan, por estériles que sean, con sus aguas son grasísimos y muy fertilisimos. Ganóse esta ciudad por el emperador don Alonso, segun algunos afirman, dia de san Juan Bautista, del año de mil ciento y veinte: y púsose graudísima diligencia en poblarla de gente de guerra, porque era la mas principal fuerza contra los moros, que estaban poblados en las serranías de Cuenca y Molina, y contra el reino de Valencia, y tambien porque era frontera de los reinos de Toledo y Castilla. Fuéronse ganando todos los lugares de aquella comarca, por las riberas del rio arriba, y entre ellas, fué en lo antiguo nombrada Bubierca, y ganóse tambien otro lugar que en lenguaje morisco se decia Alhama, por los baños que en él hay; y por esta causa los romanos le pusieron nombre de las aguas de los bilbilitanos, porque en la propiedad de su lenguaje, aguas significan lo mismo que baños. De allí se conquistó otro lugar muy principal y fuerte en aquella ribera, que se llama Hariza, que segun se colige de la relacion de los caminos que traian en lo antiguo los gobernadores de las provincias romanas, parece mas verisimil, ser el que antiguamente se llamó Arzobriga, que el lugar de Arcos, aunque se conforma menos con su nombre. Por aquella parte se prosiguió la conquista hasta los confines de la Celtiberia, y de los arevacos y carpetanos, á donde se dividen los límites de los reinos de Aragon y Toledo, y quedó Calatayud por principal defensa y frontera deste reino en aquella parte, y se le adjudicaron las villas y castillos en torno della, por sus comarcas, que fueron Chodes; y como discurren las vertientes, se estienden las sierras á la parte de Castilla, que se decian Albedrano y Vidruerna, Verdejo y Caravantes, que es lugar de Castilla, en tierra de Soria, Albalate, Ariza y Anchol, que ahora se llama Anchues, y está en el reino de Castilla, y es de la tierra de Molina y Mil Marcos, Guisema, la Mata de Mojaron, hasta la torre de la Cerda, Cubel, Villafeliz, Langa y Codos. En el mismo tiempo se fueron ganando los lugares que están en la ribera del rio Siloca, que ahora llaman Jiloca, y se fué dis-divulgó por todo el reino, con grandísima solemnidad, curriendo por la vega arriba, hasta ganar á Daroca, lugar muy principal en aquella ribera, dentro de los limites de la Celtiberia, que tenia un castillo que era fortísimo, y la principal fuerza en aquella frontera

por Guillermo arzobispo de Aux, y por los prelados de Aragon; pero esto cesó despues, por lo que el emperador dipuso de sus reinos, como se verá adelante.

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