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siempre habia en España gran confusion y contienda, pretendiendo los españoles de conservarse en la costumbre antigua de la iglesia de Toledo, que llamaban ley toledana, conviniendo que se redujesen á Jas sanciones y constituciones de la Iglesia católica romana, y así en la venida deste legado y con su asistencia se redujeron los oficios divinos al uso romano, y en el monasterio de San Juan de la Peña se introdujo en la segunda semana de cuaresma, feria tercera á veinte y dos del mes de marzo, y de allf adelante se conservó en este reino y fué algunos años antes que en el reino de Leon y Castilla, á donde no se celebró hasta que fué librada la ciudad de Toledo de la sujecion de los moros, como parece por el arzobispo don Rodrigo.

CAP. XXI.-De la guerra que hizo Rodrigo de Vivar, que llamaron el Cid, contra los moros de Celtiberia.

En el mismo año que comenzó á reinar en el reino de Aragon el rey don Sancho, segun parece por la historia del arzobispo don Rodrigo, fué muerto el rey don Sancho de Castilla, estando con su ejército sobre Zamora, puesto que en antiguos anales se nota haber sucedido su muerte en el año de mil setenta y dos, y en esto conforma una relacion del reinado de los reyes de Leon y Castilla, escrita por autor de aquellos tiempos, en que se escribe, que fué muerto á traicion, en la era de mil ciento diez, y matóle á traicion Vellido Dolfos, por mandado de la infanta doña Urraca su hermana, si es cierto lo que se contiene en el epitafio de su sepultura, que dicen está en el monasterio de Oña, á donde fué enterrado. En su lugar fué alzado por rey don Alonso su hermano, que estaba en aquella sazon en Toledo, y juró primero que no habia sido muerto el rey don Sancho por su consejo, ni consintió en ella, y esta salva y juramento recibió Rodrigo de Vivar, que llamaron el Cid, no se atreviendo otro alguno á recibirla del rey, y por ello vino en tanta desgracia suya, que le mandó salir de su reino, con color que habia quebrantado la paz y tregua que tenia con el rey moro de Toledo. Entónces refiere la historia de los hechos del Cid, que juntó sus gentes y amigos, y toda la gente que le iba siguiendo, y bajó de Castilla al reino de Toledo, y de allí vino por la ribera de Henares arriba por tierras de moros, hasta llegar entre Hariza y Cetina, que es tierra de la Celtiberia, y pasó por Alhama por un muy estrecho y angosto paso, por donde entra el rio Jalon y atraviesa la sierra que los antiguos llamaron Idubeda, á donde se encierra la mayor parte de la Celtiberia, y por la ribera de Jalon pasó á Bubierca y Ateca, y fuése á poner sobre un castillo muy fuerte y enriscado, que decían Alcocer, el cual ganó de los moros, y hizo desde él muchas correrías y presas. En aquella historia se refiere, que allí le salieron dos capitanes moros que contra él envió el rey de Valeucia, con la gente que junto de aquellas comarcas, y le tuvieron cercado algunos dias, y saliendo contra ellos, fueron desbaratados y vencidos, y de allí fué ganando los lugares de la ribera del rio Martin, y se prosigue la relacion de otros grandes hechos y empresas, hasta entrar poderosamente conquistando muchos lugares del reino de Valencia y poner cerco en aquella ciudad. Como quier que en el tiempo y en las cosas que sucedieron hay tanta diferencia entre los nuestros y este autor, que no puede ser mayor, porque en la historia del Cid se afirma, que salieron el

rey don Pedro de Aragon y el conde de Barcelona á
dar batalla al Cid, y fueron por él vencidos y presos,
y que llegó hasta la ribera de Segre, y puso cerco so-
bre Monzon, Tamarit y Escarpe, lo cual se dice ha-
ber sucedido desde el principio del reinado del rey don
Alonso, hasta el año de mil setenta y uno, que fué mas
de veinte años antes que el rey don Pedro comenzase á
reinar en Aragon. En la historia del arzobispo de To-
ledo solamente se hace mencion de la prision del rey
don Pedro, y en las nuestras que fué vencido el Cid
por el rey don Sancho en la batalla de Morella. En una
relacion muy antigua de los sucesos y hazañas del Cid,
ninguna mencion se hace, que fuesen presos en batalla
el rey don Pedro, ni el conde de Barcelona, aunque
allí se refiere que se combatió en Tovar con el conde
de Barcelona, que habia grandes poderes, y lo habia
burlado de su palabra, y lo desbarató Rui Diaz, y lo
venció y le prendió gran compañía de caballeros y ri-
cos hombres, mas por la muy gran bondad que en él
habia soltó á todos. Así que dificultosamente se pue-
den concordar estos autores en hechos de que no se
tiene otra memoria, sino la que ellos nos han dejado, y
conócese notoriamente, que el vulgo fué siempre aña-
diendo á sus hechos muy señaladas cosas que fuesen de
admiracion en sus cantares.

CAP. XXII.-Como se juntó el reino de Navarra con el de
Aragon.

En este tiempo se halla en memorias antiguas, que don Sancho Ramirez, hermano del rey de Aragon, era conde de Ribagorza, y fué el segundo que yo hallo en la casa real que tuvo este título, puesto que algunos de los reyes, que despues reinaron, se intitularon reyes de Ribagorza, volviendo aquel estado á la corona.

Don Sancho rey de Pamplona, fué muerto en Roda á traicion, segun en las historias de San Juan de la Peña se refiere, por su hermano don Ramon, por codicia de suceder en el reino, y fué su muerte, segun afirman, año de mil y setenta y seis, y don Ramon tomó título de rey, y de miedo de su tiranía se huyó un hijo del rey don Sancho, que se llamó el infante don Ramiro, y fuése para el reino de Valencia al Cid, á donde estuvo mucho tiempo y casó con una hija suya. Considerando los navarros, cuán grave caso fué aquél, y que no se podia esperar ningun bien para el reino, de rey que fuese tirano y tan malamente hubiese usurpado el reino, depusiéronle de la dignidad real y eligieron de comun acuerdo por su rey y señor al rey de Aragon, el cual tuvo el reino de Navarra y á Nájara, y los otros lugares que se incluian entre Ebro y los montes de Oca, pacíficamente, puesto que segun en antiguas memorias se halla, se hizo reconocimiento al rey don Alonso de Castilla, por el rey don Sancho de Aragon, y por el rey don Pedro su hijo, por el reino y señorío de Navarra. Don Ramon siendo echado del reino por los navarros, y no teniendo á donde poder recogerse, se vino á Zaragoza, y fué por el rey moro acogido, y dióle casas y heredamientos con que se pudiese mantener en estado, los cuales heredó despues una nieta suya llamada Marquesa, que fué casada con un caballero que se llamó Aznar Lopez, y los dejaron á la iglesia de Santa María la Mayor, y á los canónigos que en ella residian en tiempo del rey don Alonso el primero.

Por este tiempo hacia el rey mayor guerra contra los moros que quedaban en lo llano de Ribagorza, como en venganza de la muerte de su padre y ganó un casti

*

En el mismo año la condesa doña Sancha hermana del rey de Aragon, que casó con el conde de Tolosa, dotó el monasterio de monjas de Santa María, en el término de Santa Cruz, que dijeron la Seros, á donde fué sepultada.

CAP. XXIII.-Del conde de Barcelona don Ramon Berenguer, Cabeza de Estopa.

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llo muy fuerte que se decia Muñones, junto á Secasti- monasterios de su reino, y de las iglesias que se iban Ila, que está á una legua de Graos, y en aquel comba- fundando y dotando en los lugares que se ganaban te se hallaron con él, el obispo de Jaca, don García su de los moros, hacia grande contradiccion don García hermano, Arnulfo obispo de Roda, Sancho Galindez obispo de Jaca su hermano, pretendiendo que se deseñor de Boltaina, é Iñigo Lopez señor de Buil, y por- rogaba á la preeminencia y jurisdiccion ordinaria, y que fué muy señalada la victoria que allí hubo, subió procedia contra cualesquier personas que se querian á dar gracias á nuestro Señor por ella al monasterio eximir, y traia sobre esta causa muy molestados á los de San Victorian. Esto fué por el mes de agosto del año religiosos, é inquietado el rey, y siendo muerto en de mil y setenta y seis. Roma despues de la concesion de Alejandro segundo el abad Aquilino, envió el rey en su lugar al abad Sancio, que sucedió á Aquilino, y éste obtuvo confirmacion del papa Gregorio séptimo, de lo que habia sido concedido por Alejandro, y mediante la solicitud y buena industria de Galindo, abad de Alquezar, se impetró en el año de mil y setenta y cuatro, que pudiese el rey distribuir y anexar las rentas de las iglesias y monasterios, y capillas que de nuevo se fundasen en su reino de allí adelante, y de las que se edificasen y dotasen en los lugares que se ganasen de los infieles. Hubo por este tiempo gran diferencia y contienda, entre don Garcia obispo de Aragon y Jaca, hermano del rey, y don Ramon Dalmao obispo de Roda, sobre los límites de sus diócesis, y por persuasion del rey, dejando sus diferencias á su determinacion, se concordaron, y señalaron los límites. Pero por las necesidades de la guerra, el rey ocupaba las rentas eclesiásticas, y las distribuia en otros usos, aunque fueron aquellos príncipes tan católicos, y era tan grande su celo, cerca de las cosas sagradas y del culto divino, y tan confirmada su devocion y fé que con ser la guerra, no solo tan justa, pero sumamente forzosa y necesaria, en la cual no solamente se contendia por el acrecentamiento del reino, pero por su misma defensa, y por la conservacion de la religion, y como dicen, por las aras y templos sagrados, prosiguiendo una guerra perpetua con los enemigos de la fé que eran muy poderosos y tan vecinos, que ni la aspereza de las montañas les podia asegurar dellos, con todas estas circunstancias se tenia por grave lo que el rey hacia, y él, como muy católico y cristianísimo príncipe, reconociendo cuanto nuestro Señor se ofendia en ello, y el escándalo que se podia seguir del ejemplo, en el año de mil ochenta y uno, estando con su corte en Roda, en presencia de don Ramon Dalmao obispo de aquella iglesia, ante el altar de San Vicente, hizo pública penitencia, y satisfaccion, por haberse entremetido á echar la mano de las décimas y primicias que pertenecian á las iglesias, y mandó restituir todo lo que estaba usurpado á aquella iglesia de Roda, que por esta causa habia llegado á estar desolada, y perdida.

Tambien murió en este año el conde de Barcelona don Ramon Berenguer, y fué sepultado en la iglesia mayor de aquella ciudad. Dejó dos hijos, á Berenguer Ramon, que segun en las historias de Cataluña se refiere fué el mayor, y á Ramon Berenguer, al cual hubo en la condesa Almodis, que sucedió en el estado, y por diferenciarle del padre, le llamaron Cabeza de Es-❘ topa, porque tenia gran espesura de cabellos. Éste fué hermano de Guillen conde de Tolosa, que como dicho es, era hijo de la condesa Almodis, mujer del conde Ramon Berenguer el viejo, y casó Ramon Berenguer Cabeza de Estopa, segun se contiene en la historia antigua de los condes de Barcelona, con hija de Roberto Viscardo, aquel tan famoso y valeroso príncipe y capitan normando, duque de Pulla y de Mecina, cuyas hazañas son muy celebradas en las guerras que tuvo contra los moros en las conquistas de Calabria y de la isla de Sicilia. En los autores de las cosas de los príncipes normandos ninguna mencion se halla deste matrimonio, y solo Gaufredo autor destos tiempos, en la historia que escribió de Roberto Viscardo, y de Roger conde de Sicilia refiere, que en el año de mil ochenta, Ramon, que él llama conde de las provincias, casó con Matilde hija del conde Roger, y fué Ramon conde de Tolosa y San Gil. En los feudos antiguos de Cataluña parece que el vizconde de Aimerico de Narbona, hijo de Mahalta, hizo reconocimiento á don Ramon conde de Barcelona su hermano, por el castillo de Fonollet y su baronía, y por el castillo de Pera pertusa; y no señalan los tiempos mas de referirse que este Aimerico vizconde de Narbona, hermano del conde don Ramon, fué padre de Ermengarda vizcondesa de Narbona. Tuvo el conde don Ramon guerra con los señores de Carcasona y Rodes, por el derecho y sucesion de aquel estado, y en ella le valió mucho el vizconde Aimerico su hermano. En una relacion antigua, que se ordenó en tiempo del conde de Barcelona, que fué príncipe de Aragon, se contiene, que el conde don Ramon Berenguer el viejo, al tiempo de su muerte partió á Cataluña por iguales partes entre sus dos hijos, y que á Ramon Berenguer, que se llamó Cabeza de Estopa, dejó la ciudad de Carcasona con todo el condado por mayorazgo, y que lo poseyó todo el tiempo de su vida pacíficamente.

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CAP. XXV. De don Ramon Berenguer conde de Barcelona, hijo de don Romon Berenguer, Cabeza de Estopa. En el año de mil y ochenta y dos, fué muerto el conde de Barcelona, don Ramon Berenguer Cabeza de Estopa, por su hermano don Berenguer Ramon, que no pudo sufrir que le fucse compañero en el estado, y por codicia de haberlo todo matóle cabe la Percha, en el camino de Girona á Ostalrich, pensando que los de la tierra le alzarian por señor. Dejó el conde don Ramon Berenguer de su mujer, que fué hija segun dicho es, de Roberto Giscardo, duque de Calabria y Pulla, que fué tan señalado príncipe en aquellos tiempos, un hijo de su nombre en la cuna, y de tan pocos dias, que habia nacido en la fiesta de san Martin deste año, y a él le mataron de allí á veinte y cinco dias, el

dia de san Nicolás. Por su muerte se siguieron grandes guerras en toda Cataluña, porque el pueblo se levantó contra el tirano, y duró la guerra mucho tiempo, y quedando el sucesor tan niño, padeció grandes adversidades y trabajos. Berenguer Ramon, segun afirman los autores catalanes, fué castigado por la mano de nuestro Señor, como lo merecia su fratricidio, y enmudeció, y murió despues en Jerusalen. Entre otros grandes trabajos que sucedieron por esta muerte del conde, y por las turbaciones que se siguieron en Catalu- | ña, fué que la ciudad de Carcasona, que hasta entonces estuvo pacíficamente debajo del señorío del conde don Ramon Berenguer el viejo, y de la condesa Almodis, despues de la muerte del conde su hijo Ramon Berenguer, fué perseguida y guerreada por los barones sus vecinos, que robaban y destruian sus términos, y cada dia prendian y mataban á los vecinos de aquella | ciudad, y no teniendo quien los defendiese, el vizconde Bernaldo Anton se amparó della, ofreciendo á los vecinos, que los defenderia de sus enemigos, y juró que Ramon Berenguer, hijo del conde de Barcelona sucediese en su estado, y fuese de edad para tomar la orden de caballería, le entregaria aquella ciudad y todo el condado, sin ninguna condicion, y apoderóse de todas sus fuerzas, y tratóse de allí adelante, no solo como gobernador y defensor, pero como si fuera señor, porque los de aquella tierra estaban muy opresos de los señores sus comarcanos. Hácese meucion en estos tiempos del conde Ramon de Pallás, hijo del conde Ramon, que hubo de la condesa Valentia su mujer á Pedro Ramon, que se intituló conde de Pallás, y á Arnal Mir. Tambien en este tiempo era conde de Besalú Bernardo Guillen, hijo del conde Guillen Bernardo el Gordo, y tenia el condado de Cerdania el conde Guillen Ramon, y que no declara si fué hijo del conde Ramon Wifredo, de quien se ha hecho mencion, lo cual parece verisimil por el nombre de Ramon.

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CAP. XXVI. De las victorias que el rey don Sancho Ramirez hubo de los moros y de los lugares que en este tiempo se conquistaron y poblaron.

Fué el rey don Sancho muy excelente y victorioso príncipe y tan guerrero, que jamás cesó de proseguir la conquista contra los infieles. Combatió muchos castillos y lugares fuertes que tenian en frontera, en las cuales grande tiempo se habian defendido. Los que se nombran en la historia de San Juan de la Peña, y en el tiempo en que se ganaron, son estos. En el año de mil y ochenta, ganó el castillo de Coum y Pitilla, y tuvo el rey una batalla con los moros junto á Zaragoza, y❘ este mismo año se refiere en aquella historia, que los moros quemaron á Pina. En el año siguiente de mil ochenta y uno, se ganó de los moros Bolea, lugar muy poblado y fuerte, en los pueblos ilergetes, y en la entrada y combate deste lugar, escribe un autor nuestro, que fué muy señalado el esfuerzo y valentía de dos caballeros, del linaje de Torres, que de allí adelante tomaron el apellido de Bolea, y en el mismo tiempo dice que se dió el condado de Javierre y Latre, á Pedro Jimenez de Pomar, y que despues se dió á su hijo el lugar de Salillas, que él ganó de los moros. En el año de mil ochenta y tres, se escribe en la misma historia, que se ganó de los moros Graos, y entonces cumplió el rey el voto de su padre, que habia ofrecido aquel lugar si se ganase de los moros, al monasterio de San Victorian. En el mismo año, escriben, que hubo grande matanza de cristianos en Rueda, sin especi

ficar otra particularidad, puesto que yo hallé en ciertas memorias antiguas, que este destrozo hicieron los moros con furor y trato del rey don Alonso de Castilla, que ganó á Toledo, que tenia guerra con el rey de Aragon por el reino de Navarra, y que allí murió el infante don Ramiro, hijo del rey don Sancho de Navarra. Este mismo año mandó poblar á Ayerve, en las ruinas de un lugar muy antiguo, segun yo pienso, que los romanos llamaron Evellino en el camino que traian de Bearfe á Zaragoza, y tuvo batalla con los moros en el dia de Navidad del año de mil ochenta y cuatro en Piedra Pisada. Y en el mismo tiempo, refieren, que fué llevado al monasterio de San Juan de la Peña, el cuerpo santo de Indalecio, de la ciudad de Almería, que está no léjos de aquella ciudad, que antiguamente dijeron Urci, lugar muy celebrado en España citerior, en los mismos confines de la Bética, en la costa de los pueblos que dijeron bastetanos, y fué con grande solemnidad recibido el jueves santo de la cena, por el abad del mismo monasterio llamado Sancio, hallándose presentes el rey don Sancho y el infanta don Pedro su hijo. En el mismo año escribe este autor, que se ganó por el rey de Aragon, Arguedas, y á veinte y cinco del mes de mayo, Secastilla, y en el mismo mes dió una batalla á los moros junto á Tudela, y peleó con los moros junto á Morella, y segun este autor afirma, se halló en esta batalla el Cid, y fue vencido, y en el tiempo hay diversidad, unos escriben, que fué en mayo de ochenta y ocho, y en otras memorias se halla, que fué á catorce de agosto de ochenta y cuatro.

En el año de mil ochenta y cinco, hizo el rey don Sancho donacion al infante don Pedro su hijo, de los señoríos y estados de Sobrarbe y Ribagorza, y de allf adelante se intituló rey dellos, siendo obispo de Jaca el infante don García, y Ramon Dalmao obispo de Roda, Sancio abad de San Juan de la Peña, Poncio abad de San Victorian, y don Sancho Ramirez, hermano del rey, se intitulaba conde de Benavarri.

En este año, segun parece en anales antiguos, á veinte y cinco de mayo y dia de san Urban, se ganó de los moros por el rey de Castilla la ciudad de Toledo, y fué la mas hazañosa cosa que se obró contra infieles, despues que ellos se hicieron señores de todas las provincias de España, por ser aquella ciudad la mas principal que los godos tuvieron en su reinado, y adonde se representaba toda la magestad de su imperio, y ser la mayor fuerza que los moros tenian, así por la estrañeza del sitio, como por su grandeza y riqueza.

En el año de mil ochenta y seis á veinte y cuatro de abril, murió la reina doña Felicia, que segun está dicho, fué hija de Armengol de Barbastro, conde de Urgel, y de la condesa Clemencia, y antes se halla en algunas memorias, que fué casado el rey don Sancho con la reina doña Beatriz. Hácese mencion en este tiempo de Artal conde de Pallás, hijo del conde Artal, y de la condesa doña Lucia su mujer, que fué hermana de la condesa Almodis, como esta dicho.

En el año de mil ochenta y siete, pasaron de África á España los moros que llamaron almora vides, siendo llamados por el rey don Alonso, para valerse dellos contra los moros que en España estaban, por consejo de Abenabet rey de Sevilla, padre de Zaida, que casó con el rey don Alonso. Estos eran los mejores y mas preciados caballeros que habia en la morisma de Berbería, y pensando tenerlos el rey de Castilla en su ser

vicio, cuando se vieron en España hicieron guerra con. tra el rey de Sevilla y lo mataron, y ganaron la mayor parte de la Andalucía, y alzaron por miramamolin al general que envió con ellos el rey de Marruecos, y hicieron grande guerra y daño á los moros que acá estaban, y á los cristianos que les favorecian, y se apoderaron de todas las fuerzas y ciudades principales que quedaban en poder de los moros.

CAP. XXVII. -Como se ganó de los moros la ciudad de Tarragona, y se restauró en ella la iglesia metropolitana.

Bautista, que fué segun se escribe en antiguos anales, en domingo, en el año de nuestra redencion de mil y ochenta y nueve, y allí se detuvo el rey, hasta que pasó parte del mes de agosto del mismo año. Segun esto, parece ser manifiesto engaño, y error de los que escriben, que se ganó por los templarios, porque ni esta órden de caballería se habia instituido, ni vinieron á España hasta el tiempo del emperador don Alonso y del conde don Ramon Berenguer príncipe de Aragon, que fué el que les dió aquella villa, no embar→ gante que este lugar se ganó otra vez por los moros, segun lo que el arzobispo don Rodrigo escribe, atribuyó la gloria de la toma dél, al esfuerzo y valor de un rico hombre de Aragon llamado Tizon, y refiere, que por cierto trato le fué hurtado, y que se entregó al conde de Barcelona.

que en este mismo año pobló á Estella.

y se

En las fronteras de Cataluña, la conquista se habia continuado prósperamente, y se fueron los cristianos apoderando de lo llano, y se ganó toda la tierra que está entre Villafranca y Tarragona, con la mayor parte del campo, hasta encerrar á los enemigos en las En el año de mil noventa, se escribe en la historia sierras, y la mayor parte se fueron recogiendo y forti- mas antigua que tenemos de las cosas del rey don ficando en las montañas de Siurana y Prades. Habia Sancho, que el rey moro de Huesca se hizo su tribupadecido la ciudad de Tarragona, desde el tiempo de tario, y que fué el rey en ayuda del rey don Alonso, á los godos grandes daños, y quedó casi asolada é yer-la guerra que hacia á los moros en el reino de Toledo, y ma, lo que fué principal causa del acrecentamiento de Barcelona, que en lo antiguo habia sido mucho menor poblacion. En este tiempo, porque aquella tierra se habia cobrado de poder de infieles, considerando el papa Urbano segundo, que aquella ciudad, en lo antiguo habia sido tan celebrada y famosa, que de su hombre le habia tomado la provincia citerior, que era la mayor parte de España, y que en lo espiritual, en la primitiva Iglesia habia sido tan principal prelacía, cometió á Bernardo, que fué el primer arzobispo de Toledo, despues que se ganó de los moros, que fué varon de gran santidad y religion, que estaba en aquella sazon en la corte romana, que con gran cuidado atendiese principalmente á la restauracion de la iglesia de Tarragona, dándole general comision, como á legado de la sede apostólica, para que entendiese en lo que concernia á la fundacion y aumento de todas las iglesias de España. Este prelado, segun el arzobispo don Rodrigo escribe, obtuvo entonces del sumo pontifice grandes gracias y privilegios, y fué instituido primado de las Españas, y viniendo por Tolosa, celebró en aquella ciudad concilio y asistieron á él, el arzobispo de Narbona, y todos los obispos de la Galia gótica, y llegado á España, entendió en la comision de su legacía, y por su ministerio fueron en un mismo tiempo dedicadas las iglesias de Tarragona y Toledo, que en el tiempo antiguo habian sido de tanta preeminencia entre todas las iglesias de España, y á donde en aumento de nuestra santa fé católica se habian celebrado diversos concilios generales. Por esta causa, aunque Tarragona estaba muy desierta, el mismo Urbano, dentro de breve tiempo la proveyó de pastor, y fué creado arzobispo Berenguer, que era obispo de Osona.

En el año de mil y noventa y uno, se escribe en la misma historia, que pobló y fortificó á cinco leguas de Zaragoza el castillo y lugar del Castellar, junto al rio Ebro, por ser cómodo sitio y fuerte para hacer desde allí guerra contra el rey moro de Zaragoza, y despues ganó de los moros los lugares de santa Olalla y Almenara y á Nabal, lugar bien fuerte é importante, puesto en las faldas de la sierra de Arbe, al principio della á la parte de oriente, por donde baja á lo llano el rio Cinca y pobló á Luna. Diose el señorío de Luna á don Bachalla segun parece en memorias antiguas y fué el primero que divisa sus armas con la luna de plata, sobre el escudo que traia de campo rojo, que eran las armas de los reyes de Navarra, y sus descendientes tomaron el apellido de Luna, y aunque hubo diversas casas deste nombre, los que tuvieron el señorío de Luna, eran los parientes y dimayores que se llamaron Ferrenches y Artales, ferenciaron despues las armas, poniendo en campo de plata luna jaquelada de oro y negro, lo cual segun yo conjeturo, se debió hacer, por haber emparentado con los condes de Urgel, que traian el escudo de jaqueles de oro y negro; y así los unos y los otros deste apellido tuvieron su origen de don Bachalla, y de don Martin Gomez, que peleó con el Cid por la ciudad de Calahorra. Continuando el rey la guerra con los moros, señaladamente contra el rey de Huesca, por lo que importaba aquella ciudad, que era tan principal, y la que tenian los infieles en opósito contra las fuerzas de la cristiandad; mandó fortificar tres castillos muy fuertes, que fueron Marcuello, Lo barre y Alquezar, no solo para en defensa de los cristianos que hacian guerra en aquella comarca, pero fueron causa de la destruccion de los moros que estaban en Huesca, y en la tierra llana. Era Alquezar en moros á Monzon, y los echó de algunos lugares fuertes aquellos tiempos por su fortaleza y sitio la llave y de

CAP. XXVIII.-Que el rey don Sancho Ramirez ganó de los

de las montañas.

Volvió el rey don Sancho á continuar la guerra contra los moros de la otra parte de Ebro, hasta las riberas de Cinca; y procediendo adelante con grandes victorias que alcanzó dellos, puso cerco á la villa de Monzon, en el cual se halló el rey don Pedro su hijo, y aunque el lugar era de su naturaleza y sitio muy fuerte, y el castillo estaba muy enriscado y fortalecido, y los moros estaban obstinados en defenderse, fué entrado el lugar por fuerza, y ganado dia de san Juan

fensa de la entrada de Sobrarbe, puesta en un alto monte, de donde se divide la sierra de Arbe, por la ribera del rio Vero, que atraviesa aquella montaña. Desde este lugar que tenia un fuerte castillo, se hacia cruel guerra á los moros, corriendo y talando sus campos y huertas, y estragando y quemando los lugares que tenian entre Vero y Alcanadre, y pasando á Guatazulema, fué ganando el rey toda la tierra, que está á las faldas de la sierra, hasta llegar á Montaragon que está á una legua de Huesca, á donde fundó un monaste

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