De la poesía heroico-popular castellana: Estudio precedido de una oracion acerca de la literatura española

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A. Verdaguer, 1874 - 489 páginas
 

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Página 181 - Eso que decís, buen rey, véolo mal aliñado; vos venís en gruesa muía, yo en ligero caballo; vos traéis sayo de seda, yo traigo un arnés tranzado; vos traéis alfanje de oro, yo traigo lanza en mi mano; vos traéis cetro de rey, yo un venablo acerado; vos con guantes olorosos, yo con los de acero claro; vos con la gorra de fiesta, yo con un casco afinado; vos traéis ciento de muía, yo trescientos de caballo.
Página 275 - Alonso, villanos, que no hidalgos, de las Asturias de Oviedo, que no sean castellanos; mátente con aguijadas, no con lanzas ni con dardos; con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados; abarcas traigan calzadas, que no zapatos con lazo; capas traigan aguaderas, no de contray ni frisado; con camisones de estopa, no de holanda ni labrados; caballeros vengan en burras, que no en mulas ni en caballos; frenos traigan de cordel, que no cueros fogueados.
Página 352 - ... del petral; los ciento eran de oro, — -y los ciento de metal, y los ciento son de plata — -por los sones concordar; y vase para el palacio— para el palacio real.
Página 267 - ... que mujer que tal decía merecía ser quemada. Allá en Castilla la Vieja un rincón se me olvidaba, Zamora había por nombre, Zamora la bien cercada, de una parte la cerca el Duero, de otra, Peña Tajada, de la otra, la Morería: ¡una cosa muy preciada! ¡quien vos la tomare, hija, la mi maldición le caiga!— Todos dicen amen, amen, sino don Sancho, que calla.
Página 182 - Ellos en aquesto estando, los frailes que han llegado: — ¡Tate, tate, caballeros! ¡Tate, tate, hijosdalgo! ¡Cuan mal cumplistes las treguas que nos habíades mandado ! • — • Allí hablara el buen rey: — Yo las cumpliré de grado. — Pero respondiera el conde: — Yo de pies puesto en el campo.
Página 257 - Todos se apearon juntos para al rey besar la mano; Rodrigo se quedó solo encima de su caballo. Entonces habló su padre, bien oiréis lo que ha hablado: — Apeaos vos, mi hijo, besaréis al rey la mano, porque él es vuestro señor, vos, hijo, sois su vasallo.
Página 227 - ... ca en esta cort afartos ha pora vos, 3460 » e qui al quisiesse serie su ocasión. » Si Dios quissiere que desta bien salgamos nos, » después veredes qué dixiestes o qué no. » Dixo el rey : « Fine esta razón ; » non diga ninguno della más una entención.
Página 180 - ... que el rey la envía. La infanta tiembla y se muere, en el monte se escondía; mas el conde, más mirando, daba voces de alegría: — Salid, salid, doña Sancha, ved el pendón de Castilla, míos son los caballeros que a mi socorro venían. — La infanta, con gran placer, a vellos luego salía. Conocidos de los suyos, con alarido venían: — Castilla — vienen diciendo — , cumplida es la jura hoy día.
Página 14 - ... y de incentivo á los amores, de flechas á la sátira y á la venganza ; pintaban felizmente las costumbres moriscas y las pastoriles, y conservaban en la memoria del vulgo las proezas del Cid y otros campeones.
Página 275 - Como Rodrigo esto oyó, apriesa pide el caballo; con una voz alterada, contra el rey así ha hablado: —Por besar mano de rey no me tengo por honrado; porque la besó mi padre me tengo por afrentado.

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