sión, mejor dicho, abuso singular de la licencia que consiste en rimar, no porciones silábicas idénticas, sino una palabra con la misma palabra, como coeur y coeur, point y point, ó un verso entero con el mismo verso que se repite, como en el siguiente ejemplo de Sagesse: Voici mes pieds, frivoles voyageurs, Es también sistemático, unas veces, prescindir de la rima, lo que en la versificación francesa es novedad trascendental; y otras veces darle tal importancia que en toda una composición y hasta en los ocho versos de los cuartetos de un soneto suele emplearse una misma [monorrimo] y aun repetirse en los primeros hemistiquios [versos leoninos], lo que, á la verdad, sólo en el autor de Jadis et Naguere ofrece gracia. Completan, por último, esta versificación ciertas combinaciones ó motivos métricos de versos, desiguales que giran monótonamente sobre dos ó tres rimas invariables. en toda la composición, á semejanza de los virelais, y de que pueden citarse como ejemplos Cauchemar y Soleils Couchants en el autor de los "Poémes Saturniens." La imitación del librisme, de lo que bien pudiera llamarse versos outlaws, en los poetas de habla castellana, los ha precipitado en las más intrincadas sinuosidades de la métrica. Desde luego el alejandrino se ha metamorfoseado de manera que le desconocerían ahora Berceo y el mismo Lorenzo de Segura. ¡ Suena ya y tiene en Composiciones he visto, de autores serios y bien reputados, de versos de diez y seis y más sílabas en que, ó se ha hecho una mera aglutinación de dos versos de ocho ó más sílabas en una sola línea métrica, ó se advierte unidad, pero en ella no hay una cesura, ni es fácil dividir en hemistiquios regulares el conjunto compacto de los vocablos componentes, ni se descubre norma alguna que pudiera indicar la sujeción á una tabla rítmica, siquiera fuese.... cuaternaria, una vez desdeñadas la binaria y ternaria que nos legaron los maestros, ó la adaptación á la medida, la cantidad y el pie, si se ha de volver al sistema rítmico griego ó latino, y supuesto que se excluyen, á título de cosas despreciables de cuistres, los únicos factores posibles de la versificación moderna castellana, el número de sílabas y el acento. Lejos de este extremo se da en otro no menos malo: las "sonoras bagatelas" de los sonetinos, ó las insonoras frivolidades del tercetino monorrímico; todo ello en verdad indigno de lo que llamó Edmundo Scherer, “el empleo viril de la pluma.” IV De los dos últimos caracteres analizados, metrificación anárquica y arbitraria significación de las palabras, fluyen indefectiblemente estas consecuencias: lo inarmónico de los versos, desapacible y feo, y lo ininteligible de las cláusulas que apenas si tienen sentido en muchas ocasiones, más que por lo alambicado de los conceptos, más que por la rara estructura y la sintaxis, por lo esotérico de las correspondencias y la rebuscada novedad de las expresiones. "Autores difíciles," llamó Catulle Mendez á los nuevos poetas ; pero en rigor deberían llamarse autores imposibles, porque verdaderamente raya en prodigio pasmoso llegar á entrever qué quieren decir la mayor parte de ellos, ni qué piensan, ni qué sienten, fuera de ciertos primores y gracias que no son de la escuela, que están por encima de la recette, y pertenecen al patrimonio común del genio y del arte. ha Cuéntase del espiritual y profundo Julio Lemaitre, aunque con cierta delicada ironía, que es el único que logrado, por no sé qué milagro de escoliasta, interpretar, mejor dicho, traducir al lenguaje de los humildes mortales muchas de las lucubraciones de esta poesía recóndita y sibilina; empero el mismo penetrante autor de los Contemporains no ha podido menos de darse por vencido cuando, refiriéndose á Mallarmé, nos dice: “Su conversación se distingue por un aire imprevisto y encantador; emplea en ella las mismas palabras que todo el mundo y en el mismo sentido ó poco más o menos. Pero desde que escribe... ya es otra cosa. Recordando el encanto que debí á sus primeros versos, es para mí un pesar no entender perfectamente los últimos." Luego de Verlaine, del poeta de la testa socrática, se expresa así: "Es un bárbaro, un salvaje, un niño; nada más que este niño tiene una música en el alma y durante ciertos días escucha unas voces que nadie antes que él ha oído." ... Y que ninguno más que él entiende, me atrevería á añadir, si no fuera un desacato, no sin implorar humildemente el perdón del admirable crítico y de su poeta dilecto. Algunos fragmentos tomados de aquí y de allá servirán para comprobar lo antes expuesto: DE RICHEPIN. "Finissons! le temps vient que le nombre soit clos; Elle git dans le trois et sept empaquetée: Le cycle est encyclé, l'épacte est épactée, La voie est toujours claire, étant vive et lactée. DE RENE GHIL. Tue en l'étonnement de nos yeux mutuels, (Pour l' Enfant Ancienne.) DE PAUL VERLAINE. Londres fume et crie. Oh! quelle ville de la Bible! Le gaz flambe et nage, et les enseignes sont vermeilles, Et les maisons, dans leur ratatinement terrible Epouvantent comme un senat de petites vieilles. Du fanfaron la bêtisse au ronron Afreux de chat pire que de gouttière, Mais mou, un dur sonnet en étrivière, DE MOREAS. Mirage fruste et Kaleidoscope frivole (L' Eternel Sot.) Je vous leurre avec l' heure qui n'a jamais sonné. Oui, c'est pour moi, pour moi, que je fleuris deserte! Vous le savez, jardins d' améthyste enfouis Sans fin dans de savants abimes éblouis, Ors ignorés, gardant votre antique lumière Vous, pierres où mes yeux, comme de purs bijoux, J'attends une chose inconnue (Herodiade) |