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el establecimiento de casas de víveres y pulperías, que con el tientpo llegan á ser tiendas mistas de todos géneros y efectos, formando asimismo el núcleo de otras poblaciones, que van creciendo por los medios idénticos á los que han contribuido al engrandecimiento del puerto, y acaban por adquirir una importancia proporcionada á la feracidad de los terrenos inmediatos, á la facilidad en las comunicaciones y á la estension de los negocios que en ellos se hacen. Un puente sobre un rio caudaloso basta las mas veces para acelerar el incremento de un pueblo, porque obliga indirectamente á mayor número de viageros á pasar por él y á contribuir á su fomento: una calzada por medio de una ciénaga, una barca, un buen camino y cuanto facilita las comunicaciones, acorta las distancias, ó hace mas agradable la existencia, son otros tantos elementos de prosperidad que no dejan de proporcionarse los pueblos que entienden sus intereses.

Si la factoría sola dió vida á toda la colonia, los demas pueblos que se van estableciendo en ella hacen lo mismo, de modo que la prosperidad de un pais puede medirse por el número é importancia de los pueblos que se hallan esparcidos en su superficie: otro tanto puede decirse de la fuerza; mientras la poblacion se haIlaba igualmente repartida por todo el territorio, un puñado de enemigos lo podia recorrer, talar, incendiar ántes que se reuniesen fuerzas capaces de detener su marcha; pero donde hay pueblos, es decir, masas de individuos que pueden ponerse en movimiento á una sola voz de la autoridad, obrar de acuerdo y contener los progresos del enemigo, queda tiempo para que acud an las fuerzas necesarias para batirlo y rechazarlo.

Si la discordia se introduce entre los individuos de una colonia que no tiene pueblos, la fuerza es casi siempre la que decide, porque está léjos la justicia á quien ha de apelarse; y ya se vé que la violencia que sufre el mas débil agria el ánimo, escita à la venganza y enciende la guerra civil, que acaba por la destruccion de la colonia.

Tampoco puede salir de la barbarie semejante sociedad, porque la instruccion no penetra absolutamente donde los individuos se hallan separados unos de otros. Sin fuerza, sin justicia, sin instruccion ¿qué progresos puede hacer la colonia?

Muy de otro modo sucede cuando se erigen pueblos: se puede ya organizar el órden social, dar las instrucciones que reclaman las circunstancias, crear una fuerza armada, establecer la justicia, propagar la instruccion, fomentar las artes, cultivar las ciencias y poner los cimientos de una prosperidad constante: todo depende del acierto en las operaciones. Por eso cuando los angloamericanos quieren poblar sus desiertos, empiezan por levantar ciudades á cuya sombra se desarrolla la agricultura, y en cuyo

recinto se aclimata cuanto discurrieron los homtres para aumentar su felicidad.

En vista de todo lo espuesto estamos firmemente persuadidos de que se equivocan en gran manera los que creen que hay medios mas eficaces, mas seguros y mas fáci'es para aumentar nuestra poblacion que un sistema de colonizacion bien meditado, centralizando lo mas que se pueda el estab'ecimiento y situacion de los primeros pobladores; siempre que en su formacion entren los elementos indispensables asi para asegurar el éxito, como para cimentir á los colonos, favorecidos con todas las ventajas que le anuncien un futuro bienestar, seguridad personal, libertad de industria, absoluta propiedad en los productos del trabajo, ilustrada proteccion, en fiu todas las garantías sociales.

Cuando observamos los rápidos progresos que va haciendo entre nosotros el espíritu de asociacion auxiliado por la ilustracion de un gobierno activo y celoso que conoce la inuestionable verdad de que,,lo que tiene utilidad á los particulares es igualmente útil para el Estado" (1) nos atrevemos á indicar aunq e de paso, que una de las medidas nas oportunas y eficaces en nuestras tuales circunstancias seria la de aplicar aquella poderosa palanca al aumento de nuestra poblacion blanca, á la formacion de colonias agrícolas por medio de una sociedad anónima.

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Los que no ven en todas estas empresas mas que las dificultades, atribuyen á la fogosidad del patriotismo, al fuego del entusiasmo y á otras causas todo cuanto se proponga, aun cuando no sean mas que ideas emitidas á la consideracion de los hombres ilustrados, y acaban por desecharlo todo como producciones fantásticas, como delirios de la imaginacion. Pero afortunadamente no á todos arredra el desden de la incredulidad, ni las inaccesibles montañas de los imposibles, que andando el tiempo no son mas que dificiles senderos, es verdad; pero que al cabo se puede trepar por ellos hasta ponernos á la altura de las realidades. La primera vez que escribimos en este periódico sobre las Cajas de ahorro, no faltaron personas respetables y de buen sentido que casi nos convencieron de la impotencia de nuestros esfuerzos. ¿Quien hubiera creido que apénas trascurririan tres años para ver establecida una de ellas en nuestro pais y por una Sociedad anónima? ¿Que mas? Habíase ya renni lo un respetable número de inscripciones que ofrecian un grueso capital para los primeros fondos; se instaló la Sociedad, se eligieron sus ministros y representantes y con todo esto no faltaban personas que todavia juzgaban imposible que hubiese quien depositase sus ahorros en la caja; pero ya

(1) Espíritu de asociacion por el Conde de Laborde.

habrán visto que á los hechos evidentes sucumben todas las teorías que se han creido fundadas en la observacion.

¿Y qué imposible puede ofrecerse en nuestro pais para el establecimiento de colonias por medio de Sociedades anónimas? Desde la lejana Europa se contempla el cuadro de la despoblacion de las grandes regiones del Nuevo-Mundo: allí se reunen los individuos, los intereses, los capitales para enviar familias pobladoras, sacar de la miseria á sus compatriotas y utilizar á la vez con el cultivo de las tierras. Asi fué como en el año de 1835 quedó instalada en Paris la Sociedad Franco-Mejicana en la que se inscribieron numerosísimos individuos, y de cuyos ulteriores resultados sentimos en gran manera no tener noticias. Pero si sabemos que el gobierno de aquella república, si bien convulsa y agitada de continuo, satisfecho de la utilidad del proyecto se dispuso á favorecer la formacion de colonias agrícolas, prestando su consentimiento solemne y cediendo á la Sociedod una tierra que reune todas las ventajas que se encuentran diseminadas con desigualdad en los demas puntos de aquel territorio. (2) ¿Y acaso no estará vedado á nosotros reunirnos tambien en sociedad, ponernos bajo el amparo del gobierno, inspirarle entera confianza con las mas positivas garantías y llamar pobladores blancos para establecer colonias agrícolas sin ir á buscar terrenos fuera de nuestra fértil y productiva Isla? ¿No hay terrenos bañados por el mar y con fáciles puertos y breves comunicaciones; terrenos que podrian adquirirse á poca costa sin embargo de su escelencia y preferentes localidades? ¿No se conoce la necesidad de aumentar nuestra poblacion blanca y los escollos que á ello se oponen y que por lo mismo deben avivarse nuestros esfuerzos y multiplicarse los arbitrios? No ha nacido ya, no ha crecido, no ha dado pasos certeros y firmes el espíritu de asociacion? Pues si es asi ¿qué cosa habrá que pueda detenernos cuando hay proteccion por parte del gobierno y posibilidad en nosotros para acometer á la empresa?

Se vé pues que no hemos tratado ex-profeso sobre esta materia, y que por consiguiente no podemos estendernos cuanto quisiéramos y cuanto lo exige la importancia del asunto. Pero á nosotros, que no nos arredran las dificultades y que estamos convencidos de la facilidad con que podrian establecerse algunas bases, si no suceptibles por si solas de conducirnos hasta levantar sobre ellas el grandioso edificio que nos proponemos, á lo ménos capaces de en

(1) El territorio de que se trata aquí se conoce desde tiempo inmemorial con el nombre de Jicaltepec (tierra de Arcilla.) Está situado en el canton de Misantla entre Veracruz y Tampico de Tamaulipas. Su estension es de 12 leguas cuadradas por lo menos: la mayor parte es llana; ofrece tambien alturas, vallados y montañas igualmente propias al cultivo y de un aspecto que no puede darse mas agradable.

trar en el número de los materiales para comenzar la obra; á nosotros, que creemos de buena fé que á fuerza de repetir un mismo asunto y de presentarlo á discusion, se adelanta siempre la carrera de los intereses públicos, nos parece fácil trazar un plan, ó mejor dicho, tirar los primeros lineamentos por escasas que sean nuestras facultades. Dentro de poco ofrecerémos à la consideracion pública un proyecto de esta especie que ciertamente será recibido con toda la indulgencia digna de un pueblo ilustrado en gracia del sagrado impulso que nos guia. Amor al pais, deseos vehementes por su properidad y ventura.

TECHNOLOGIA. (1)

Importancia de su estudio.

La technología abraza el dominio entero de las ártes industriales: inmensa como la naturaleza, cuyos procedimientos imita y suele perfeccionar, es tal vez la ciencia que ofrece mas alimento á la la curiosidad de los hombres: varia en su marcha, rica en sus medios y fecunda en sus resultados, es digna de provocar las meditaciones de los sabios, de escitar el estudio del hombre industrioso, y de servir de recreo al rico en sus rates ociosos. Considerada como ciencia de aplicacion, presenta un campo muy vasto á las investigaciones científicas y proporciona la recompensa mas dulce, cual es el placer de inventar cosas útiles é inmediatamente aplicables á la felicidad de los hombres: los que la cultiven podrán llegar á cubrirse de gloria como Reaumur, Duhamel, Monge &c.

El hombre que estudia las ciencias únicamente para formar su juicio y su razon, y aun el que se proponga hacerlo superficialmente para su recreo, no debe descuidar la technología, no hay ciencia alguna que se presente bajo tantos aspectos distintos; ninguna ofrece esperimentos tan vários, ni série de operaciones tan discretas ó tan bien enlazadas: ejercita singularmente la sagacidad por el encadenamiento de hechos positivos, complace la imaginacion por la diversidad infinita de los cuadros risueños ó grandiosos que presenta; y por último, mas conocida y mejor apreciada, llegaria a

[1] Este nombre se deriva de dos palabras griegas: (Techné) arte, y (logos,) discurso.

ser el objeto de las ocupaciones del hombre instruido, y formaría la base de la educacion de la juventud. Esta se ha limitado durante muchos años á la enseñanza de las lenguas muertas; pero desde principios del siglo XIX, la instruccion pública tomó nueva direccion y un carácter mas determinado y positivo, por medio de los cursos públicos de ciencias exactas y esperimentales; solo faltaba completar aquel sistema de instruccion, añadiendo lecciones de aplicacion de estas ciencia á las ártes ó de technología, y es lo que ejecutó el gobierno de Paris en 1822, creando en el Conservatoric de ártes tres cátedras para la enseñanza de la mecánica, de la química y de la economía industrial, cuyas tres ciencias y sus aplicaciones forman un curso completo de estudios technológicos. El gobierno, á quien se debe este establecimiento, se ha hecho acredor á la gratitud de los amantes de la industria, probando así que conocia los verdaderos medios de fomentar y hacer prosperar las ártes. Era de desearse únicamente que se completara tan singular beneficio, haciéndole estensivo á las provincias, donde debia de producir mayor utilidad, por ser mucho menores que en la capital los medios de instruccion, al paso que la rutina y la ignorancia florecen en ellas, siendo mucho mas tenaces. Asi es que el gobierno ha satisfecho esta urgencia, estableciendo dichas enseñanzas en Metz, Estrasburgo &c. (2)

¡Que vergüenza para un jóven, que despues de haber concluido del modo mas brillante sus estudios, no sepa responder cuando se le pregunte, como se hace el pan que le alimenta, el paño que le abriga ó el papel á que confia sus ideas! ¡Que mayor satisfaccion, al contrario, que la de hallarse en el caso de esplicar el origen de tantos objetos que, bajo de distintas formas sirven para llenar nuestras necesidades, ó hermosear nuestra vida, pudiendo apreciar los maravillosos procedimientos de las artes, y percibir en el enlace de sus operaciones y en el auxilio mútuo que se prestan la cadena poderosa que estrechada á los hombres entre sí para hacerlos concurrir todos ellos á la felicidad comun! ¿Hay por ventura objeto mas digno de admiracion que los medios de que se vale la industria para acrecentrar el valor de las cosas, haciéndole frecuentemente millares y aun millon de veces mayor! Dos libras de hierro en bruto, por ejemplo, cuestan cerca de dos reales en la fábrica: este hierro se convierte en acero, y con él se hace el resorte que pone en movimiento el volante de un relox: cada uno de estos re

(2) Bien persuadido de lo mismo el Rey D. Fernando 79 se dignó mandar por Real órden de 18 de agosto de 1824. Que se crease en Madrid un Real conservatorio de artes con las tres cátedras citadas, nombrando á los profesores para estas varias asignaturas, en sus reales órdenes de 15 de diciembre de 1825 y 16 de enero de 1826, habiendo ampliado posteriormente el plan de enseñanza para las provincias, con el fin de fomentar por todos medios la industria española.

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