Imágenes de página
PDF
ePub

famosa escuela; sin embargo, jamas ocurrió á este gran médico-cirujano ni á ningun otro introducir el virus artificialmente en el sistema humano; y aun cuando Genner propuso esta innovacion, fué considerada por todos los médicos ingleses como un desvario, mirando con ridículo no ménos el proyecto que á su autor.

Ocupado Genner con esta idea; se retiró al campo, durante una infeccion de viruelas, para considerar mas atentamente el principio, curso, y terminacion de la enfermedad. Sucedió que unajóven campesina vino á casa del Doctor, y tratándose de los estragos que á la sazon estaba causando la plaga de viruelas, dijo la muchacha que ella no tenia que temer, porque habiendo tenido antes la viruela vacuna, estaba segura de librarse de la enfermedad. La confianza de esta jóven acabó de convencer á Genner del buen resultado que tendría su proyecto de introducir la linfa vacuna en el cuerpo humano, por medio de una pequeña herida en el cùtis.

En 14 de mayo 1796 hizo su primer esperimento, inoculando á un muchacho en el brazo, con el pus sacado de una pústula que una lechera habia contraido ordeñando las vacas de su amo. La enfermedad apareció en el brazo del muchacho á los cuatro dias, y fué madurando la viruela producida con síntomas tan benignos que en pocos dias quedó enteramente sano. Pero este esperimento no probaba mas que la facilidad de propagar la viruela vacuna, y el grande objeto de la novel idea era, si esta inoculacion sería un preservativo de las viruelas contajiosas, por lo que el Dr. continuó en su investigacion. En 19 de junio del mismo año inoculó otra vez al muchacho, con el pus de una viruela contagiosa maligna, y el virus, aunque fatal, no produjo efecto alguno, prueba de que habia perdido su poder en el cuerpo del muchacho vacunado. Este fué el primer triunfo del descubrimiento del Dr. Genner, cuyos sentimientos espresó el mismo en los términos siguientes.-,,Mientras que observaba yo el feliz progreso del descubrimiento de la vacuna, sentia una indecible alegria con la esperanza de venir á ser el instrumento destinado por la Providencia, para quitar del mundo una de las mayores calamidades que afligen al género humano, añadiendo á mí la lisonjera idea de disfrutar, en recompen→→ sa, bienes suficientes para gozar la tranquilidad de una vida doméstica. Tan gratas me eran estas ideas, que cuando me paseaba por los campos, siguiendo mi estudio favorito, me quedaba como trasportado. Me causa aun mayor complacencia ahora el acordarme, que mis reflexiones acababan siempre con un devoto reconocimiento á aquel Ser supremo, que es la fuente de todos los beneficios dispensados á sus criaturas." Por mas ardientes que eran los deseos, por mas firme que era el convencimiento de Genner en los resultados felices de su importante descubrimiento, su prudencia y cautela eran admirables, pasando dos años en la mas asídua

aplicacion y constantes esperimentos, sin beneficio alguno pecuniario, para quedar fuera de toda duda sobre la utilidad de su descubrimiento; y en 1798 publicó por la primera vez una memoria, escrita con tanta modestia y elegancia como buen gusto, en la que espuso su método de vacunar, todas sus observaciones, y 23 casos de vacunacion, entre los que contaba á sus hijos.

El progreso de la vacuna fué mas rápido de cuanto podia imaginarse. En 1799 fué publicada una declaracion, firmada por setenta y tres médicos eminentes de Londres, dando testimonio de la seguridad y eficacia de la vacuna; y en los dos años siguientes quedó practicada y reconocida en todo el Reino unido de la Gran Bretaña. En 1801 fué introducida en España, y el gobierno de Madrid, con un celo que le hizo mucho honor, despachó de Cádiz en 1802 várias fragatas á todos los virreinatos y capitanías generales con facultativos, y suficiente número de niños á bordo para propagarla de brazo á brazo durante la navegacion, y estender la práctica en el continente é islas de América.

[ocr errors]

El Parlamento ingles nombró una comision, en 1802, para investigar el mérito y beneficio de la vacuna, y la justicia de su descubrimiento al Dr. Genner; y por la recomendacion de los comisionados, la Cámara de los comunes votó á favor del descubridor una donacion de 50,000 pesos fuertes; y en 1807, mas reconocidos los beneficios que la vacuna hacia á la humanidad, hizo el Parlamento otra donacion al Doctor de 100,000 pesos. Genner continuó en el lugar de su nacimiento, Berkeley, en el condado de Gloucester, respetado por los ingleses, y su nombre honrado en todos los paises civilizados de la tierra, concluyendo su carrera mortal en 1823, á los 74 años de su edad.

ESTADO DE LA CUESTION

DEL

SISTEMA PENITENCIARIO EN FRANCIA.

Aunque no hemos llegado todavía á colocarnos en medio de las circunstancias indispensables para ensayar en este pais un sistema, que aun no ha recibido la sancion del tiempo y está sufiendo modificaciones graduales hasta en los pueblos mas adelan todos, no por esto deja de ser oportuno multiplicar los datos, considerar el objeto bajo todos sus aspectos, no solo para conocerlo

íntimamente y estudiar sus resultados, sino tambien para tocar los inconvenientes que cada pais puede ir ofreciendo, en un sistema que deslumbra á primera vista, y que de ninguna manera puede ser igual exactamente para todas las naciones.

He aquí pues porque hemos publicado tan repetidos artículos sobre el sistema penitenciario; a fin de que cuando esté el pais preparado, si acaso es susceptible de recibir esta mejora, se haya visto bajo todos sus aspectos y el diferente modo con que está modificado por las leyes, la poblacion, la índole misma del pueblo donde se ha ensayado. Siguiendo pues nuestras indagaciones hemos encontrado en un periódico de Paris de fecha reciente y con motivo de prepararse en la Cámara la discusion sobre la introduccion del sistema penitenciario en Francia, un artículo suscrito por Mr. Longchamp, que aunque contiene algunas ideas ya muy repetidas, como es de esperarse en materia tan controvertida, ofrece bastante interes pues que se dirige nada menos que á ilustrar á los representantes de la nacion. Por tanto lo insertamos á continua. cion, con la misma imparcialidad que hemos observado con los demas del mismo género.

En el momento en que las Cámaras van á ser convocadas para sancionar la ley sobre la introduccion del sistema penitenciario en las prisiones de Francia, creemos hacer una cosa útil, presentando bajo uua forma concisa el objeto de este sistema, y los medios que se emplean en su observancia, para alcanzarlo; porque se ha enmarañado tanto la cuestion, en tan numerosos escritos y en medio de una discusion tan apasionada, que ciertamente hay pocas personas en las dos Cámaras que puedan haber formado de él une idea precisa.

Los americanos del Estado de Pensylvania abolieron la pena de muerte en 1785 que entonces, como en Inglaterra, tenia lugar en un gran número de casos. Pero era preciso llenar aquel vacio en la escala penal y se establecieron en la prision de Walnut-Street, treinta celdas solitarias en las que se encerraban, sin trabajar á los condenados que enviaban allí los jueces de Pensylvania en virtud de las leyes publicadas en 1790 y 1794.

El duque de Larochefoucauld-Liancourt á su vuelta á Francia en 1794 publicó una noticia sobre las prisiones de Filadelfia, en la cual declaró que aquella ciudad tenia un escelente sistema de prision. Asi se estableció en Francia y en Europa la reputacion de las prisiones americanas.

Se ha simentado esta reputacion á tal punto, que los principales gobiernos del antiguo mundo han enviado á América, individuos para estudiar el sistema penitenciario. La Francia envió en 1831 á los Sres. Beaumont y Tocqueville, y en 1836 á los Sres.

Demetz y Blonet. Despues de los primeros el gobierno ingles envió á Mr. Crawford; y el prusiano al Dr. Julius.

Otros estados de la Union adoptaron el sistema de WalnutStreet particularmente el de Nueva-York que hizo establecer la penitenciaria de Auburn; pero tuvo funestos resultados. Los prisioneros de aquella penitenciaria, dicen Beaumont y Tocqueville, que no perdieron el juicio, ó no murieron en la desesperacion, no volvieron á la sociedad sino para cometer nuevos crímenes.

El sistema de confinacion solitaria sin el trabajo ha sido abandonado en todas partes, y sobre sus ruinas se han levantado otros dos, que hoy están en guerra abierta no solo en los Estados-Unidos sino tambien en Europa. El uno ha tomado el título de Pensylvania ó de Filadelfia y el otro el de Auburn. En el primero el preso está encerrado en una celda de donde no sale sino el dia que se pone en libertad. Se ha investigado por todos los medios que pueden imaginarse no solo el modo de que sea imposible toda comunicacion entre los presos, sino que tambien se ha querido que no pudiesen percibir sonido alguno; y para lograr este resultado se ha creido indispensable dar diez y ocho pulgadas de grueso á los muros que dividen las celdas. Sin embargo, en la penitenciaria de Cherry-Hill, única que existe segun el sistema de Filadelfia, cada celda tiene un patio donde el preso se pasea diariamente por término de una hora; pero en Francia, donde se llevan las cosas mas allá de lo que se debe, muchos de los pensylvanistas no admiten el patio, y quieren, como ha dicho uno de sus adversarios, que el preso dé vueltas en su celda como la ardilla en su jaula.

Se facilita al preso el medio de trabajar en su celda; pero el trabajo no es solo su distraccion: puede meditar por la mañana y por la noche sobre las causas de su miseria.,,Entregado asi mismo, el preso, dice el teniente Libli, á sus meditaciones, sin la oportunidad de comunicaciones dañosas, su alma viene á ser en poco tiempo un espejo fiel que traza sus acciones con una realidad que no podria engañarle, con una fuerza que no podria repeler, y representándole su vida anterior con sus verdaderos colores es su mejor guia para lo sucesivo."

Vivir asi por espacio de cinco ó diez años sin ver la cara del hombre, sin oir ni una sola voz humana, y no tener otra distraccion que el pensamiento de su delito, ha parecido algo monotono á muchos.,,Es acabar, dice Mr. Cárlos Lúcas, degradar, mutilar, abrumar la naturaleza del hombre, querer reducir el alma humana á una sola idea." Asi csclaman los partidarios del sistema de Filadelfia, y esta celda que se dice solitaria es un verdadero salon de sociedad; porque el preso puede ser visitado por el capellan, el director y el médico.,,Se equivocan, dice Mr. Demetz los que llaman á este régimen de aislamiento absoluto, confinacion solita

ria." A esto se contesta que el médico no vé al preso sino cuando está enfermo; y si está bueno nunca ve al Doctor; en cuanto al Capellan, no le hay ni le ha habido nunca en CherryHill; es una buena razon para que el preso jamas tenga visita. En fin, el director, teniendo á su cargo la administracion de un gran establecimiento que encierra quinientos ó seiscientos presos, no puede, como es fácil concebir, dedicar apenas tres horas al dia á sus conversaciones con los detenidos: si invierte un cuarto de hora en cada uno, no visita mas que doce al dia y por consiguiente no acude á una celda sino de cinco en cinco dias. ¡Un cuarto de hora de conversacion cada cinco dias! es bien poco; y si se sometiese á este régimen de vida por solo el término de un año á los partidarios del sistema celular de dia y noche, pueda ser que no les pareciese tan dulce; y sin embargo son hombres que han recibido instruccion, y que por consiguiente pueden fomentar en su espíritu algunas ideas; á la vez que el preso, casi siempre sin instruccion ni educacion, no tiene exactamente mas que la inteligencia necesaria para maldecir su suerte y á los hombres que les proporcionan este martirio.

Ved ahora, segun los partidarios del sistema de Filadelfia,.las ventajas que presenta.

Primeramente ellos alegan este principio: la pena debe castigar, ella moralizará si puede: debe ademas ser ejemplar, es decir para escarmiento del hombre que fuese tentado á faltar; lo cual los Sres. Beaumont y Tocqueville espresan de este modo:,,Los efectos que deben esperarse de todo sistema penitenciario, son; el castigo de los culpados y la intimidacion de los que pueden llegar á serlo." En cuanto al castigo no se puede dudar que es allí todo lo que la imaginacion del hombre puede inventar en este género; porque nada puede haber mas duro que separar al hombre de todos sus semejantes y secuestrarle á la sociedad y á la natureleza. En cuanto al ejemplo, nos parece que el sistema deja algo que desear; porque no entrando persona alguna en la penitenciaria, ¿donde está el ejemplo? En la relacion del que sale en libertad? Pero una relacion de este género no tiene la fuerza del ejemplo, y no participan de ella mas que algunos individuos aislados, y no la masa; ademas como se pretende que una de las grandes ventajas del sistema es que el reo puesto en libertad, siendo desconocido á todos pueda entrar en la sociedad como si nada hubiese hecho, claro está que deberá guardarse bien de hablar acerca de los padecimientos del secreto. Y asi no se ofrecen aquellos recuerdos sensibles que dejaban en el alma de los pueblos el suplicio de la rueda, la dislocacion de los miembros &c. de que eran testigos. ¿Donde está pues el ejemplo que debe llevar el terror en el alma de las masas? Por tanto es positivo que el sistema está incompleto, y seria convenien

« AnteriorContinuar »