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50 convocar, examinar y escoger los candidatos de acuerdo con los maestros, y arreglar y distribuir las becas ó pensiones segun principios fijos.

60 formar y presentar planes de estudio, despues de haberlos sometido á la discusion de los maestros de escuela, y distribuir y arreglar los ramos de instruccion conforme al plan aprobado por las autoridades competentes.

70 vigilar y dirigir á los maestros, asi respecto de su conducta moral como en el desempeño de sus funciones.

So organizar y dirigir las conferencias de los maestros y estender elencos para ellas.

90 fijar y dirigir los exámenes públicos de la escuela normal y la adjunta.

100 mantener la alta disciplina de la escuela normal y adjunta por cuantos medios estén á su alcance, inclusa la espulsion de los estudiantes por el fallo de los maestros reunidos en cuerpo; pero con la precisa obligacion de dar inmediatamente parte circunstanciado á las autoridades correspondientes."

Es imposible justificar mas completamente que el Sr. Striez la confianza del ministerio. De año en año ha hecho progresos estraordinarios la escuela normal encomendada á su cuidado; habiendo publicado en 1826 una noticia acerca de ella que escitó el mas vivo interes. Esta noticia es la misma que ponemos á continuacion; esperando que os dará una idea exacta y completa de la condicion material y moral, de toda la vida interna de una de las mejores escuelas normales primarias que cuenta la Prusia.

(Continuará.)

CAJA DE AHORROS,

DESCUENTOS Y DEPOSITOS DE LA HABANA.

Tiempo hace que suspiraban por el establecimiento de las cajas de ahorro todos los que aman verdaderamente el pais; esfor zándose los escritores mas ilustrados y filantrópicos en demostrar las ventajas que produciria su institucion entre nosotros. Tambien por nuestra parte hemos contribuido con nuestras débiles facultades, presentando á la vez los beneficios que otros pueblos han logrado con estos bancos y dándolos á conocer en algunas de sus faces. Escusado será decir que la Sociedad Patriótica por el poderoso influjo que sabe ejercer tan oportunamente, ha propendido á fomentar la opinion escitando á los talentos por medio de progra

más acertados, de cuyo desempeño habian de aparecer comprobadas la necesidad, la conveniencia de las Cajas de ahorro, el modo de establecerlas y todo cuanto pudiera guiar á la ejecucion.

Pero nos faltaba poner en movimiento el espíritu de asociacion, casi desconocido entre nosotros hasta ahora pocos años, nos faltaba dar impulso á esta palanca poderosa y esplotar esta mina, oculta ántes del siglo XIX, y en donde no se necesitan mas que hombres bien dispuestos y reunidos para obtener montones de oro, y para acometer á empresas las mas gigantescas, las obras mas costosas, y todas en perfecta armonia con los intereses públicos. Ya hemos entrado pues en esta senda de prosperidad y puede decirse que luce para nosotros una nueva época.

Se habia creido que solo tomando la iniciativa una corporacion, ó el Gobierno mismo era como podia llevarse á cabo la ereccion de una Caja de ahorros en la Habana; y aun nosotros mismos opinábamos que la respetable Junta de Fomento, si no hubiese estado tan embarazada en la inversion de sus fondos, por las obras estupendas donde ha ostentado toda la importancia, todo el influ jo de su institucion, todos sus esfuerzos desinteresadísimos por el fomento de esta Isla, opinábamos, que sus mismos fondos pudieran haber dado simiento á este instituto, y con su solo nombre infundir aliento y confianza, y admitir las sumas parciales de los que aprovechando tan ventajosas circunstancias, depositasen sus ahorros en sus bien manejadas arcas. Contraria era esta opinion al modo franco, libre y desembarazado con que querémos ver siempre obrar á las empresas industriales; pero donde no se ha creado el espíritu, se necesitan auxilios; y el que podria prestar aquella corporacion es bastante eficaz. Sea lo que fuere, hoy vemos que puede dispensársela de este trabajo é intervencion directa, pues que algunas personas llenas de honradez, dotadas de capital y de todas las virtudes cívicas y domésticas al fomentar el proyecto de erigir una sociedad anónima con el objeto de establecer el primer fondo indispensable para la caja de ahorro, han sido acogidos por Escmo. Sr. Capitan general Príncipe de Anglona con las muestras del mas decidido entusiasmo, ofreciendo con una satisfaccion y sinceridad, que basta para hacer su apología, su ilustrada y efectiva proteccion. Nuestra pluma jamas ha trazado rasgos de lisonja; porque creemos que el verdadero mérito se ofende con la adulacion, asi como se degrada el que la ejerse; pero cuando vemos un hecho digno de alabanza, somos los primeros en tributar un espontáneo homenaje, sencillo y puro como la verdad, que es nuestra divisa.

Hemos visto ya que en pocos dias se han reunido 100600 pesos en acciones de 100 pesos, casi sin hacerse público el prospecto; y que la Sociedad ha erigido su Junta directiva bajo las bases estipuladas, con la mira de que queden constitudos sus miembros. Y

para que fuese con toda la solemnidad apetecible se ha verificado la reunion en la morada misma del Escmo. Sr. Capitan general; resultando electos, para presidente el Sr. conde de San Estévan de Cañongo, D. Agustin Valdes Aróstegui.-Director Sr. D. Cárlos del Castillo.-Sres. conciliarios D. Francisco Céspedes y Torrontegui, D. José Gener y Guasch, D. Juan Ignacio Echarte, D. Antonio Mariátegui, D. Salvador de la Paza Martiartu, D. Juan Francisco Verry, D. Jorge Urtétegui, D. Tomas de Veiga, D. Ramon Ramirez, Dr. D. Sebastian Fernandez de Velasco, D. Juan de Dios Gonzalez Larrinaga y D. Roque Llopar, y para secretario Ldo. D. Antonio Bachiller y Morales. Esperamos que cuando salga á luz este artículo, se habrá duplicado cuando ménos aquel capitan. Tal es el entusiasmo que observamos en todas las clases de la Sociedad.

No resta mas que sembrar la confianza entre los individuos que han de depositar en esta banca y á un interes convenido el fruto de sus ahorros, cualquiera que sea; que se les demuestren los beneficios que resultan de semejantes establecimientos; y para esto quisiéramos tener grande influjo á fin de dar impulso á los escritores para que con sus sólidas ideas y sanos principios de moral propalen tan saludable doctrina en las distintas clases de la sociedad.

Todas estamos firmemente persuadidos de que aquel que trabaja por la realizacion de este instituto, merece bien de la patria, del Gobierno y de la humanidad; pues que las cajas de ahorros sirven de freno á la disipacion y á los vicios, infunden amor al trabajo, aseguran la paz del Estado ahuyentando las exigencias de ' la miseria, disminuyendo la clase proletaría y aumentando la de capitalistas; y propende por último, á preparar una vejez tranquila á los que hayan hecho anticipadamente frecuentes depósitos con juiciosa prevision.

Hemos creido conveniente colocar á continuacion los informes que por comision de la Sociedad Patriótica ministraron dos de nuestros mas distinguidos y laboriosos amigos en el espediente promovido sobre el establecimiento de una Caja de ahorros, y de donde ha tenido orígen la ereccion de la Sociedad anónima de que hemos hablado; asi por las ideas que contienen, como por haber recibido la aprobacion del cuerpo.

Informe de D. Pedro Alejandro Auber.

Correspondiendo á la honrosa confianza que de esta Corporacion hace el Escmo. Sr. Capitan general y á la lisongera preferencia que sobre los demas consocios me ha dado el Sr. Director en un asunto que mucho puede influir en la suerte de la Isla, trataré de dar mas estension á las ideas que manifesté en el Diario de

11 del pasado marzo y de fijar lo mejor que me sea posible las bases en que deben descanzar las Cajas de ahorros, establecimiento que mas honra al espíritu humano, si ha de producir la reforma tan apetecida de las costumbres en la clase menesterosa y afianzar al mismo tiempo su bienestar futuro y el de sus familias.

El entendimiento de un hombre sin educacion es demasiado limitado para alcanzar la fuerza de los mejores raciocinios, y comprender las palabras que á cada instante resuenan en sus oidos desde la cátedra del Espíritu Santo, si estas divinas amonestaciones no van acompañadas de la demostracion material de los resultados que anuncian; ni tampoco hace impresion la pintura de los males que acarrean los vicios en el ánimo de los jóvenes rebozando salud, y sintiéndose con la fuerza suficiente para soportarlos mayores. Por esto poco ó nada se consiguió en la reforma por semejantes medios, y el pueblo mas religioso al salir de un sermon, no dejó de correr tras los placeres peligrosos, como el mas incrédulo y relajado. Mas luego que se abandonó este sistema de conviccion, al punto que se atacó al hombre por su interes imediato, segura fué la victoria que ya se desesperaba conseguir; porque todos los hombres tienen ambicion, todos quieren salir de su esfera á toda costa, y en los jóvenes principalmente esta pasion es la mas imperiosa, la que sofoca todas las demas y hasta las mas nobles virtudes. Una vez que la juventud vió el modo de elevarse en la escala social por medio de las Cajas de ahorros, de aprovecharse del fruto de su trabajo y del ageno, y de acumular intereses por el tiempo que le acomode, corrió á ellas en tropel á depositar sus economias desde el Mersey al Guadalquivir, desde el Guadarma á los Carpatos. Las enormes sumas deposita das en Inglaterra, Francia, Suiza y España patentizan la influencia de estos establecimientos. Tanto dinero sustraido á la satisfaccion de necesidades facticias, de consumos improductivos, tendrán el doble efecto de conservar las fuerzas fisicas del que no tiene otro recurso para mantenerse, y de librar á la sociedad del cuidado de sostenerlo en su vejez. ¡Feliz idea la de apoderarse del hombre moviendo su propio interes, obligarlo así indirectamente á renunciar sus vicios y encaminar e á la virtud sin menoscabar en lo mas mínimo su libertad!

Si las Cajas de ahorros empezaron la reforma de la clase menesterosa de Europa, no hay motivos para que dejen de producir aquí los mismos resultados. En todas partes es el hombre el mismo; descuidado en la juventud, y en la vejez confiado en la caridad de sus conciudadanos. La única diferencia que se nota entre el pueblo de várias naciones consiste en sus vicios dominantes y en el modo de satisfacerlos: un ingles consume sus ganancias en la bebida; un frances en francachelas, un español en galanteos; un cu

bano en el juego, (1) vicios igualmente tenaces y dificiles de desarraigar: por lo mismo, si los tres primeros se han vencido en Europa, es regular que aqui suceda lo mismo con el último, si se logra establecer la confianza y se cumplen religiosamente los compromisos.

En Inglaterra y Francia todo el dinero depositado pasa á manos del Gobierno que lo agrega á la deuda fluctuante, y abona al depositante un tanto por ciento que se capitaliza al fin de cada semestre; pero las reclamaciones de la Cámara parece que obligarán pronto á cambiar de sistema. En Madrid se asociaron las Cajas de ahorro á los Montes de Piedad, cuya tendencia es precisamente opuesta á las primeras, asociacion monstruosa que destruye en parte sus efectos y los hace ménos sensibles. Aqui no hay Montes de Piedad, y de ningun modo le convendria al Gobierno recibirá interes un dinero que no le hace falta para cubrir sus atenciones: por consiguiente ninguno de estos dos sistemas se puede adoptar.

En mi artículo de 11 de marzo indiqué, que el establecimiento de las Cajas de ahorros podria confiarse á sugetos de suficiente responsabilidad y dejarle manejar los fondos depositados segun conviniese á sus intereses, ya que habian de correr de su cuenta los premios que habian de abonarse; mas una persona ilustre me hizo ver la dificultad de reunir las seguridades indispensables para que en ningun caso llegase á peligrar la propiedad del pobre, y me convencí de que en efecto seria dificil y tal vez imposible encontrar una Sociedad particular, una Corporacion por respetable que fuese que desvaneciese todos los recelos, á no ser que fuese la Junta de Fomento, cuyos inmensos recursos, como es bien manifiesto, son mas que suficientes para hacer frente á todas sus obligaciones. Partiré pues de la suposicion de que á ella es á quien se confia el establecimiento de estas Cajas con las condiciones siguientes ú otras equivalentes que se pueden discurrir. (2)

REGLAMENTO

PARA LAS CAJAS DE AHORROS.

Art. 1o La Junta de Fomento establecerá donde mejor le convenga una Caja llamada de ahorros únicamente destinada á recibir

(1)_ Es preciso conceder la razon al Sr. Auber aunque nos sea doloroso confesarlo. Es tanto ménos sospechoso de enemistad este ingenuo escritor, cuanto que jamas habla de esta isla sin decir, nuestro pais, nuestros intereses &c. Pero dice la verdad pura porque nos aprecia con sinceridad.-EE.

(2) Cuando el Sr. Auber escribia este in forme nada se anunciaba de Sociedad anónima; y sin duda se habrá sorprendido como nosotros, al ver que solo en el trascurso de un mes, es decir desde el 14 de abril último en que estendió su in

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