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palabras son estas, señora Dorothea, mas assi como las piedras preciosas exceden con su valor à su pequeña quantidad, assi tambien ellas, con el çumo de la dotrina que en si encierran, sobrepujan la breuedad.

I

Digo mas que, por el gouierno de la casa, no se oluide la muger de la deuda que à Dios deue : mas que, acabadas todas las cosas en casa necessarias, se recoja cada dia en la mas secreta parte de su aposento, y si no pudiere cada dia, alomenos, cada fiesta. Y alli, dexando algun rato aparte, los cuydados familiares, se buelua con animo concertado à considerar la vanidad de las cosas d'el mundo: assi por ser ligeras y mudables, como por ser fragiles y transitorias: de manera que no parece que camina la vida, sino que buela hazia su fin con ligerissima furia. Despues, con la lection de la escriptura sagrada, se leuante à considerar la eterna hermosura de las cosas celestiales. Y auiendo largo rato considerado juntamente la infinita bondad d'el hijo de Dios, bueluase à si mesma y conociendo su imperfection y tantos pecados, como cada dia se cometen, pida vmilmente perdon de sus culpas. Y vltimamente, ruegue à Dios, primero, por si, despues por su marido, y luego, por sus hijos: pidiendole, que escombrando, con el rayo de su gracia (como el Sol las escuras nuues) las espessas tinieblas de los errores, les muestre el verdadero camino que se deue seguir en el escuro y trabajoso valle d'esta miserable vida. Acuerdese, tambien, de cumplir con mucho cuydado con las ordenanças y mandamientos santissimos de la Iglesia catholica: porque no se puede satisfazer à Christo, sino satisfaziendola à ella.

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Y porque emos dicho que el fin del matrimonio es la generacion de los hijos, si Dios se siruiere de darle alguno, crielo y dotrinelo de la manera que ayer dixe. Aunque se

1. Que por el gouierno de la casa no se oluide la muger de Dios. 2. Como se ha de auer la muger, si Dios le diere hijos ò se los negare.

ha de hazer distincion, quanto à los varones y podrà ser que otra vez tratemos d'ellos aparte. Si no los pudiere tener, dè gracias à la diuina bondad, que quiso descargarla de vn gran fastidio. Y assi como, por vna parte, puede considerar el contento que viene à las madres por causa de los buenos hijos, assi, por el contrario, buelua su pensamiento, à los tormentos que nacen de los malos: porque poquissimos son los que aman à sus madres, quanto las deuen amar, y pocos, los que salen tales, quales ellas querrian verlos. Mas dado que se crien y salgan honestos y bien acostumbrados, y que amen y honrren siempre à su madre, por fuerça ha de ser, ò biuir mas que ella, ò morirse primero. Si primero mueren, cada vno, sin que yo lo diga, puede considerar, quanta passion suelen dar à las madres las muertes de sus hijos, y principalmente, si por algun desastre (que ay mil cada dia) aciertan à ser violentas y no naturales. Si biuen mas que ellas, no ay cosa que tanta turbacion dè al animo de la madre, como, muriendo, auer de dexar à sus hijos sin gouierno. Si le da pena el no tenerlos por causa d'el dexar la hazienda, que parece que viniendoles à ellos, es como si quedasse en ella mesma, piense y entienda que todos los pobres de Iesu Christo, son sus hijos y sus hermanos. A estos socorra y à estos dè parte, partiendola tambien con sus parientes: lo qual ha de hazer ella mesma, ò no teniendo libertad, persuadirlo à su marido.

Podriadesme ahora preguntar1: «Esta vuestra esposa, ha de estar siempre encerrada, entre las paredes de su casa?» No, mas ha de salir poco, como otras vezes he dicho: y guardar en todas partes honestidad de muger y grauedad de Matrona, assi en las palabras, como en el rostro y en todos sus meneos. No piense que por ser casada, le està bien oyr qualquier cosa, ni hablar en qualquier cosa, ni tener platicas, con qual

1. Que no por ser casada ha de vsar la muger de libertad.

I

quier persona: mas hallandose en visitas, en combites, ò en fiestas, solamente se acompañe con mugeres honestissimas y de buena fama, y sus palabras sean prudentes y graues. No escuche los dichos que hombres atreuidos suelen aqui y alli dezir, ni mire los actos deshonestos que se hazen : antes, se disponga de manera que alli peregrine, como forastero, el cuerpo, y que el animo, como en su reyno, se halle con su marido y con su familia en su casa. Hizo Tigranes vn solene combite à Cyro, Rey de Persia, en el qual quiso que su mesma muger se hallasse: porque no faltasse cosa de las con que podia honrrarlo. Luego que el combite se acabò, y que Cyro se fue, se mouio gran platica sobre la gentileza de aquel Rey porque era vno de los mas hermosos y bien. hechos cuerpos de aquel tiempo. Preguntò Tigranes à su muger, lo que le auia parecido d'el: la qual le respondio, que en quanto el combite auia durado, no auia quitado los ojos, de Tigranes, y que assi podria, con verdad, afirmar, que no auia visto à Cyro.

DOROTHEA. Honesta Reyna, y digna de ser imitada.

FLAMINIO. Buena fue, tambien, la respuesta que Bilia dio à Duelio, que fue el primero que entre los Romanos triunfò de vitoria ganada en la mar. Siendo ya muy viejo, le fue atribuydo à falta el olerle mal el aliento y quexandose mucho à su muger, porque no le auia auisado de aquel defecto para auerlo remediado, le respondio ella : « Por cierto yo lo vuiera hecho, si no creyera que este era natural olor, de todos los hombres. » Traya, sobre todo, la muger casada à su memoria que son poderosissimos enemigos los estimulos de la carne, los quales, aunque en todas partes nos acompañan, se nos muestran mas fuertes en semejantes lugares: porque en ellos està la yesca y pedernal, de su vicio. Por lo qual, dize S. Pablo (como notò bien S. Augustin) que à todos los

1. Respuestas de dos onestissimas antiguas.

otros pecados hagamos resistencia, mas que de la luxuria de todo punto huyamos. Huya, pues, la virtuosa casada de todos los lugares, adonde su honestidad puede correr peligro, y no cure de querer prouar su fortaleza que el sabio marinero guardase, quanto puede, de entregar las velas al impetu de los furiosos vientos, quando la mar està alborotada y braua : mas hallandose en fortuna, vsa de toda industria y arte para saluarse à si y à su nauio. Assi haga ella ; no entre en las tempestosas ondas de los vicios, y quando, acaso, aconteciere hallarse en ellas, resista à la fuerça de los dañados desseos con el fuerte braço de la continencia y tenga siempre à la razon, por Reyna y Emperatriz de sus obras.

Aconsejole tambien que aparte de su pensamiento, como dañosa pestilencia, la ambicion, y que no haga caso de aquellas honrras y titulos vanos que suele el vulgo dar à la nobleza : considerando que aquellas antiguas Romanas, esclarecidas por tantas virtudes, contentas con su simple nombre, sin titulo de Don, ni de Señoria (de que todos los oydos el dia de oy estan llenos) subieron à la cumbre de todas las honrras. Procure3 (y esto le bastarà) de adquirir nombre de casta muger, de sabia muger y de prudente muger : y sea con effecto tal, qual quiere que los otros piensen que lo es. Que assi, como no puede auer llama sin luz, assi tampoco puede dexar la honrra de acompañar à la virtud; y con esto, pongo fin à lo que oy auia de dezir. Mañana tratarè d'el tercer estado y procurarè formar vna biuda, qual soys vos. Y si oy he sido algo mas breue que ayer, ha sido, porque di muchas partes à la donzella, que le son tambien comunes à la casada : y pareciome que voluerlas à replicar fuera superfluo. Si no os he satis

1. Que ha de huyr la casada de los lugares adonde puede su hones tidad correr peligro.

2. Que la muger huya de la ambicion y titulos vanos.

3. El nombre que ha de procurar la muger.

REVUE HISPANIQUE.

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fecho conforme à mi desseo culpad, no à mi, sino al no saber

mas.

DOROTHEA. Vos, señor Flaminio, aueys hecho mucho, y mas de lo que yo esperaua y es tal esta vuestra esposa, que merece que todos los hombres os tengan embidia à ella. Y aunque queda gran parte d'el dia, con todo esso, queriendo yo que vuestro comodo se anteponga al desseo que de ver acabado este retrato tengo, aguardarè à mañana: no por oyr formar vna biuda, qual soy yo (que muy pobre la hariades), mas qual ha de ser qualquier muger, à quien la injuriosa fortuna, derribandole su dulcissimo arrimo, ha hecho caer en esta amarga libertad, en que al presente està mi estado. Y huelgome, de que no ayays hecho mas mencion d'el libro, que todas las vezes que trayades la autoridad de otro para aumentar credito à vuestras palabras, perdiades mucha reputacion comigo, porque siempre os he tenido por tal, que no auiades menester ayudaros de los trabajos agenos.

FLAMINIO. No quiero responderos à esso, porque si los loores que me days son verdaderos, callando confiesso merecerlos : y si os engaña aficion, no es justo, que yo quiera para mi la honrra que se deue al autor de vna buena obra. Y si mañana no quiero caer en falta de mi promesa, serame forçoso pedir socorro al vnico Pedro Aretino, ò al docto Fortunio Spira : que de otra arte correria peligro de perder facilmente toda la buena opinion que hasta aqui con vuestra bondad, he ganado.

DOROTHEA. Hazed como os pareciere, que el fruto que aqui sacarè siempre reconocerè deueroslo à vos.

de

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