Imágenes de página
PDF
ePub

FLAMINIO. Ya que toquè el nombre de la concordia ', dirè algo d'ella: porque d'esta manera, se os dexaràn mejor conocer los terminos del dominio, que le pertenece al marido. Y digo que la mayor parte del sossiego y felicidad del matrimonio, està en ella, y la mayor de las molestias y trabajos procede de la discordia. Entre los documentos que los discipulos de Pythagoras aprendian, eran estos los principales : que d'el cuerpo se alejasse la enfermedad, d'el animo, la ignorancia, d'el vientre, la demasia, de la ciudad, el alboroto, de la casa, la discordia, y en general, de todas las cosas, la destemplança. Y por esto desseaua Vlisses, à Nausicaa, hija de Alcinoo, marido, casa y concordia: juzgando, que no se podia dessear mayor bien à los biuientes. Quan dichoso es de creer que fue el matrimonio de Albucio, el qual biuio veynteycinco años con su Terenciana sin prouar poco ni mucho, què cosa fuesse renzilla, ni contienda. Y quanto mas, el de Publio Rubro Celere, que con su Ennia llegò à los quarenta y quatro, sin pesadumbre, ni enojo. Por el contrario de la discordia nacen luego las renzillas, de las renzillas, las amenazas, y de las amenazas, las guerras.

Ningun defecto, que en la muger aya, haze à su marido aborrecerla mas que las contiendas y la mala lengua: la qual compara Salomon, à tejado descubierto, por donde baxa la lluuia porque estas dos cosas fuerçan al hombre à dexar su casa. Suelese vulgarmente dezir que las armas de la muger es la lengua : mas es arma de tal qualidad, que haze mas mal que bien. Y la muger prudente refrenarala en todo tiempo, y no pretenderà imitar à la muger de Herculano Senes 2: la qual hizo assar ciertos zorzales, que su marido auia comprado: y estandolos cenando juntos, dixo Herculano : « Muger

1. De quanta importancia sea la concordia, y los daños que de la discordia nacen.

2. Quento gracioso à proposito de la discordia.

mia, si quereys dezir verdad, no aueys comido jamas mejores zorzales, ni mas sabrozos que estos. »> «Como zorzales ? respondio ella, no deueys de querer dezir sino mierlas. » « Bueno, dixo su marido, no deuo de saber yo lo que me digo.» « No lo sabeys, replicò la muger, que yo las conoci en el pico y en la cola. »> Las palabras fueron muchas, y no queriendo ella dexar de porfiar que era verdad lo que dezia, vuo de tomar Herculano vn palo y molerle las costillas à palos. De ay à vn año, estando el mesino dia los dos cenando, dixo ella : « Marido, oy puntualmente haze vn año que tal noche como esta me pusistes qual la malauentura, sobre aquellas negras mierlas, que deziadés que eran zorzales. » Por abreuiar, boluieron de nueuo à la pendencia y fuele forçado à Herculano sacudir brauamente à su muger, no solamente aquella vez, sino muchos años, siempre que venia aquella noche, solo porque callasse. DOROTHEA. Es grande el mundo, y por fuerça ha de auer de todo.

FLAMINIO. Es, pues, menester que, queriendo en el matrimonio, paz, aya concordia de la qual està buena parte en mano de la muger: porque el hombre, segun los medicos quieren, naturalmente es menos colerico que ella. Y no solamente el hombre, mas hasta en las bestias se vee tambien lo mesmo. Para esta concordia, no ay mas efficaz instrumento que el amor el qual atrae à si la bienquerencia, de la mesma manera, que la piedra Iman el hierro. Y ninguna diga que ama à su marido, mas que no por esso es amada porque esta tal da à entender, ò piensa que ama, pero no ama con verdad que quien verdaderamente ama, no busca su propio interes, sino el de aquel à quien ama, y biue sujeto à su voluntad, haziendo para si ley d'ella. Pues si la muger ama, necessariamente vendrà à ser trocado al amor entre los dos y siempre aurà entre ellos vn mesmo querer y vn mesmo no

I. Que està mucha parte de la concordia en mano de la muger.

querer, y se hallarà vn mesmo cuerpo, vn mesmo coraçon, y vna mesma alma. Como me afirman algunos amigos mios que acontece entre ellos y las suyas: de manera que me suelen muchas vezes dezir que, despues de Dios, no hallan contento de animo mayor, que el que reciben en conocer la bondad, la castidad, la virtud, la fe y el amor de sus carissimas mugeres.

I

Escriue Oracio à Lolio que si quiere que la amistad dure, se acomode à las condiciones de su amigo. D'estas condiciones y d'el natural ya arriba tratè, y ahora añado que à la muger ninguna cosa que su marido haga le dè pesadumbre: sino que todo lo que hiziere y dixere y fuere su contento, le parezca bien. A el crea y à el se reporte y qual viere su semblante, tal muestre ella el suyo. Si estuuiere triste, muestrese ella triste, y si alegre, alegre. Pero, no tampoco quiero que muestre semejantes affectos con el rostro, si primero no los siente en el coraçon, guardando siempre entereza y virtud, conuiniente à muger de valor, y buena porque yo no pinto aqui lisonja, sino amor.

No se le quiera anteponer en ninguna cosa, mas tenga siempre (como muchas vezes he dicho) à su marido por padre, por señor, por mayor y mas digno que ella. Las riquezas, la pobreza, los plazeres, los pesares, los bienes y los males, tengalos por comunes ygualmente 2. No querian los Romanos que entre marido y muger vuiesse cosa partida, ni pudiesse ninguno d'ellos llamar algo propio suyo. Y Platon enseña que en la Republica bien ordenada no ha de auer estos dos vocablos Tuyo y Mio. Pues quanta mas razon es que no los aya en vna casa bien gouernada, adonde marido y muger an de biuir toda su vida, no solamente recogiendose debaxo

1. Auisos para que el amor dure y la concordia, entre marido y muger.

2. Que entre marido y muger ha de ser todo comun.

REVUE HISPANIQUE.

34

de vn mesmo techo, mas juntandose en vna mesma cama ? Y entonces merece esta casa titulo de perfetissima y dichosissima, quanto debaxo de vna cabeça no ay mas de vn solo cuerpo porque quando juntamente ay muchas cabeças ò muchos cuerpos, no se llama aquello humana criatura, sino monstro.

I

Digo tambien que aunque todas las cosas sean entre ellos comunes, con todo esso es el marido señor de todo. Que assi como el vino aguado, aunque aya mas agua que vino, se llama, con todo esso, vino y no agua, assi tambien, aunque la muger aya traydo mas hazienda que su marido, es toda la suma d'el marido. Y d'esta manera depende tambien toda d'el la nobleza y su contrario. Y de aqui viene que el renombre de las casas se toma siempre d'el marido, y no de la muger. Virginia, nacida de padres nobles, nunca se auergonçò de que la llamassen Virginia de Lucio Volunnio, que era su marido, aunque era hombre plebeyo. Y Cornelia, que tan famosa fue, quiso que la nombrassen siempre Cornelia de Graco, con quien era casada, y no de Scipion, cuya hija era. Siendo casada Thesia, hermana d'el primer Dionysio, tirano de Syracusas, con Philosseno, acontecio que el hizo cierta conjuracion contra Dionysio y, entendiendo que era descubierta, huyo. Reprehendio Dionysio asperamente à su hermana, porque no le auia auisado de la huyda de su marido: à lo qual respondio ella d'esta manera : « Marauillome mucho de que me tengas por tan vil y de poco animo, que entiendas que si vuiera sabido que mi marido queria huyr, no me vuiera ydo con el, y que no estimara en mucho mas ser llamada en qualquier parte d'el mundo muger de Philosseno foragido que en mi patria hermana d'el Rey Dionysio. » Mas la muger prudente no ha de estimar, ni tener por

[ocr errors]

1. La razon porquè el renombre de las casas se toma del marido, y no de la muger.

2. Lo que la muger prudente ha de estimar.

su dote, los dineros, la hermosura, ò la nobleza que trae consigo à casa de su marido : sino la honestidad, la castidad, la bondad, la virtud, la obediencia, la diligencia en el gouierno de la familia y semejantes tesoros que si los tiene, està ricamente dotada de todo bien.

Pues obedeciendo con contento los mandamientos de su marido I y acomodandose à sus condiciones, deue, sobre todas las aduertencias que ha meneşter, refrenar, como he dicho, la lengua y escusar las pendencias; y despues, trabajar de que todas las cosas necessarias de casa se hagan con la orden y con la diligencia que conuiene: de manera que todo estè hecho à tiempo y que el marido no tenga ocasion de dessear gouierno, ni diligencia. Y por ser los manjares la principal parte que para la conseruacion y restauracion d'el cuerpo humano se requiere: no solamente esten aparejados à las horas conuinientes, mas sean tambien tales quales sabe que dan gusto à su marido. Suelen los prudentes Principes hazer ellos mesmos aquellas cosas que pueden ser medio para ganar la voluntad de sus vassallos, como son, las mercedes, los premios, los perdones y otras semejantes : y las contrarias, como las condenaciones, las confiscaciones, los castigos y otras assi, cometerlas à los juezes. Y lo mesmo ha de imitar la muger, haziendo ella por su mano todo lo que vee que da contento à su marido, y lo demas dexarlo à los criados. En suma, conociendole muy bien las condiciones, sea en todas las cosas tal para con el, qual querria que sus criadas fuessen para con ella. Y tanto mas ella, para con su marido, porque su obediencia ha de estribar en amor, y la de las criadas procede solamente de obligacion, ò de temor.

DOROTHEA. Teniendo amor la muger à su marido, necessariamente tendrà tambien todas las demas partes que aueys

1. El cuydado que ha de tener la muger con todo lo que es para su marido.

« AnteriorContinuar »