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Tras estas, se sigue el cuydado de sustentar la vida. Y en esto, quando viessemos que el que buscamos para marido de nuestra hija tiene la hazienda que es menester para vna passada honesta y conforme à nuestro estado, ò industria bastante con que poder comodamente ganar lo necessario para su casa y familia, no se auia de buscar mas. Y lo mesmo tambien, se entienda de la segunda parte, que son los hijos: por los quales, no es bien que el padre trabaje, ni se fatigue de manera, que se ayan ellos de estar despues con las manos en la cinta, ò que las demasiadas riquezas les sean ocasion de mal. Abaste auer proueydo tanto, que puedan biuir llanamente, conforme à su estado, con la hazienda de sus padres. No digo que las riquezas sean de menospreciar : porque quando las ay en abundancia, pueden repartirse en obras de caridad, ayudando à los pobres mas quiero dezir, que las emos de posponer à todas las otras condiciones, y guardar entre los mas ricos tesoros de la memoria el consejo de Themistocles, que es, que antes se escoja hombre que tenga necessidad de dineros, que dineros, que tengan necessidad de hombre. Es verdad que, como emos dicho, se requiere que aya vna passada honesta, y no ha de auer matrimonio sin patrimonio: porque es menester que por vna parte venga con la muger à casa virtud para gouernar la familia y possibilidad de parir, y que por otra,el marido, como instrumento hecho para los trabajos, traya y acarree lo necessario para la conseruacion de la vida.

Emos de considerar tambien en el (atendiendo à los bienes del cuerpo) la edad y la salud, y aun diria que la gentileza: mas esta es cosa fragil y de poco momento, y como el no sea de los Baronces, que dixo el Bocacio, lo ha de tener su muger

1. Que el marido ha de tener hazienda, ò industria para ganar lo necessario.

2. Que el marido no sea de demasiada edad, ni enfermo.

REVUE HISPANIQUE.

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por gentil hombre. La buena dispusicion y salud del cuerpo es muy necessaria, assi para poder entender en las necessidades de la casa y familia, las quales requieren el gouernador sano y bien dispuesto, como por el bien de la muger y de los hijos: porque siendo al contrario, inficionala à ella, y à ellos los engendra, por razon de la dañada sangre, debiles y enfermos. La edad, quiere ser no muy poca, ni tanta, que decline ya à la vejez porque pueda sustentar bastantemente la carga de la familia, y los hijos no queden huerfanos de padre, antes que salgan de la niñez : dexado aparte que aquella es imprudente, y esta viene siempre acompañada de algun impedimento y pesadumbre, de los que suele traer por la mayor parte consigo la vida que comiença à yr cuesta abaxo y declinar.

Mas todas las otras consideraciones se an de tener por de poca importancia (aunque todas son de grandissima) respeto de la que dixe del natural y costumbres: porque por el ingenio es el hombre estimado. Sea pues el marido1 de nuestra hija hombre de buen entendimiento, prudente, de letras y bueno. Y no os marauilleys, señora Dorothea, de que yo dessee las letras, assi en los hombres como en las mugeres : porque d'ellas se aprende (fuera d'el culto diuino, como arriba dixe) el verdadero gouierno de la vida ciuil, y diziendolo en pocas palabras, todo el ornamento del hombre, animal de tanta excelencia. Por lo qual dixo bien vn sabio Griego, que el hombre sin letras, era como arbol que no da fruto, que ò lo cortan, ò nadie haze caso del.

Pues digo, que el matrimonio donde estas partes se hallaren, serà quieto y lleno de contento: y inquietos y cargados de pesadumbres y daños, todos los demas, que estan atados con el debil hilo de las riquezas, ò del vicio. Como seria si vna muger honesta, se casasse, lleuada de algun apetito feo, con algun hombre infame: ò si algun raro entendimiento, mouido

1. Que es bien que el marido sepa letras.

de vil y baxo desseo, se acompañasse con muger, que vuiesse tenido tratos de ramera y estuuiesse tenida por mala y por deshonesta. Exemplo tenemos en Paris y en Helena : porque ella dexò vencer su castidad de las riquezas Trojanas, y el no se mouiò à amarla mas que por dos ojos hermosos y por vn rostro gracioso, sujeto à los injurias de la fortuna y d'el tiempo. Y assi, para gozar de aquelle hermosura, desecho y menospreciò el saber, manjar de los animos celestiales, y juntamente el reynar que fue causa de que viniessen à morir tantos y naciessen aquellas tempestades, que trastornaron el mundo de arriba abaxo. Por otra parte, suauissima y muy dichosa fue la compañia de Penelope con Vlisses, porque el era sabio y modesto, y ella prudente y casta: aunque por causa de sus contrarios sucessos d'el biuieron apartados muchos años. Dezidme, si alguno vuiesse de hazer algun camino trabajoso y largo, aconsejarleyades que escogiesse por compañero vn hombre rico, bien atauiado y de buen parecer, pero por otra parte, bouo, cobarde y de ningun valor ? ò vn pobre, feo y mal vestido, mas de buen entendimiento, diestro y valiente, y aparejado, no solamente para aliuiar el fastidio del largo camino, mas tambien para defenderlo en los peligros que se ofreciessen? Sin duda creo que escogiesse este vltimo. Pues no siendo otra cosa nuestra vida sino vn contino camino de la muerte, lleno de inumerables trabajos y pesadumbres, locamente hazen los que auiendo de tener en su ayuda vn compañero, no lo buscan tal que puedan partir con el la mitad de tantas fatigas, y no que se les ayan de aumentar por su causa las que tienen.

Si el padre hiziere semejantes diligencias, casarà bien à su hija. Y si se va tras la costumbre del vulgo, mucho mejor seria acompañarla con vna sierpe que con hombre rico y malo : porque menos graue es vna presta muerte que vna larga desuentura. Y què muger prudente aurà, que quiera mas llorar entre la blanda seda y el oro, que reyrse en las vasquiñas gro

seras y vestidos de poco precio? y que escoja antes ser aborrecida y mal tratada en los ricos palacios y soberuios aposentos que querida y acariciada en las moradas vmildes y entre los dulcissimos abraços de su querido marido? Iuntase tambien con esto que muchos, mouidos no de otra causa sino de locura ò falsa sospecha, son muchas vezes homicidas de sus inocentes mugeres. Como aconteciò à Iustina, nobilissima Romana, que auiendose casado poco auia con vn cauallero rico, mas loco y de bestiales costumbres, por solo ser moça muy hermosa, cayò en tan gran zelo que temiendose de que le auia de hazer adulterio, estandose vna noche la desuenturada desnudando para yrse à acostar, tan libre de culpa, como descuydada de su muerte, le apartò con vna espada la desdichada cabeça del inocente cuello. Este cruel sucesso pareciò tan mal à toda la ciudad que pusieron sobre su sepultura vn Epitafio, en que dauan consejo à todos los padres que tuuiessen grandissima consideracion en el casar à sus hijas: buscando, no riquezas, sino hombres prudentes y de sano entendimiento. Y de exemplos semejantes mas ha acontecido de vno en nuestros tiempos.

Aduierte muy bien Platon, Principe de los Filosofos, que todos los hombres, que tienen determinado de casarse, miren, como buenos y diligentes labradores, en què tierra siembran : porque por su falta d'ella no venga à enruynarse y degenerar de su virtud lo sembrado. Y esta aduertencia, es razon que la guarde la muger con mucho mas cuydado, siendo ella, como lo es, la tierra que ha de produzir el fruto. Dessease comunmente que los hijos sean semejantes à sus padres : mas ni la muger buena que tiene el marido malo querria que sus hijos se pareciessen à semejante padre, ni el suegro sus nietos à semejante yerno. Por tanto, el que quisiere no caer en semejantes errores vse de los auisos que emos dado. Excelente

1. Consejo de Platon acerca del casarse.

respuesta y digna de alto coraçon fue la que dio Aristides, amigo familiar de Platon, à Diogenes (sic) el menor, quando, pidiendole vna de sus hijas por muger, respondio que mucho mas contento le daria ver à su hija muerta, que muger de vn Tirano.

La preciosa compañia de la muger con su marido no consiste solamente en la presencia de la persona : mas parte tambien, en la conuersacion ordinaria, y parte, en la comunicacion de las voluntades y de todos los bienes ò males de ambos. Pues considerad què platicas tan apazibles y buenas podrà tener la muger con el marido soberuio, ignorante, cruel y furioso, como Pentheo: siendo ella vmilde, sabia, piadosa y discreta, y qual la emos pintado. De quien aprenderà lo que no supiere ? Quien enseñarà los hijos? y quien pondrà orden en la familia ? Y pues no ay duda de que en las felicidades ay necessidad de modestia, y en las aduersidades, de consuelo, y en lo vno y en lo otro, de muy bueno y sano consejo como podrà acudir para ello à su marido, siendo hombre no menos falto y pobre de juyzio, que de razon ? harase mala, si se llegare à sus costumbres: y si le contradixere, aborrecerala. Mirad pues, qual podrà ser la comunicacion de voluntades entre estos dos ninguna por cierto, sino pendencias y perpetuos odios, ni menos de las otras cosas que aborreciendo el marido à la muger, aborrece tambien sus comodidades y sossiego. Por el contrario, pensad què conuersaciones se goza de contino la muger buena con el marido bueno. Ellas son por cierto tales, que ninguna musica ay mas suaue, ninguna miel mas dulce, y ninguna conserua mas sabrosa y tanto mas, si es dotado de algun poco de eloquencia, de donde, de quando en quando, nazcan aquellas palabras robadoras del'alma. Pensad, como las suertes y voluntades son vna mesma : pues que d'el vno depende la vida del otro,

1. En què consiste la compañia del marido y de la muger.

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