Imágenes de página
PDF
ePub

mas dañosa, que la que està dentro en casa : y embalde procuramos guardar vn madero por de fuera, si por de dentro està lleno de carcoma. Sea tambien la tal muger, no solamente honrrada, mas de algunos dias, y tal, que su presencia, palabras, aspecto y costumbres, obliguen à honrrarla y respetarla. Sean las holguras d'esta donzella (que tambien algunas vezes es menester restaurar el animo con algun passatiempo honesto) con otras donzellas sus yguales, assi en edad, como en estado.

Sobre todo, ame y tema principalmente à Dios, y despues, tenga grandissima reuerencia à su madre : à quien se muestre siempre obediente, assi en obras, como en palabras. Sea modesta, sea vmilde, y siempre diligente, no menos en los estudios, que he dicho, que en todas las labores y officios que le pertenecen. Proponga delante de sus ojos algun buen exemplo para imitarlo y procure ser siempre semejante à las mejores. Tenga à la castidad, de quien tantas vezes hablo, por Reyna de todas las virtudes y despues d'ella, à sus dos inseparables compañeras, la verguença y la templança. Tras las quales vendrà toda la compañia de las demas : la modestia la continencia, la vmildad, la diligencia, y la que ha de tener el primero y principal lugar, que es el cuydado de su alma. Bueluo à dezir que salga pocas vezes de casa y quando saliere, piense que va à vna representacion de la vida humana, cuyos vicios, que por todas partes se le mostraràn, no tengan fuerça de corromper su bien compuesto animo, sino antes de emendar los suyos y salga, como he dicho, en compañia de su madre ò de alguna parienta, muger de dias y de enterissima vida.

2

:

Su andar 3 no sea muy apriessa, ni muy d'espacio : porque

1. Lo que ha de hazer, y las partes que ha de tener la buena donzella. 2. Que la donzella salga pocas vezes fuera, y con quien ha de salir. 3. Como ha de andar la donzella, y la honestidad que ha de lleuar por la calle.

el vno es indicio de liuiandad, y el otro de soberuia. Y porque es costumbre (principalmente d'esta ciudad) que las donzellas lleuen por la calle cubierto el rostro no cure la mi honesta donzella de mirar à nadie, ni de que alguno la mire, ni buelua à diuersas partes los ojos mas contentese con ver lo que ha menester para su camino. Ni piense que los circunstantes la miran, ò hablan d'ella, como suele ordinariamente acontecer à algunas, que se tienen por hermosas; y si la miraren, no muestre que lo echa de ver.

Huya sobre todo la risa en todas partes: porque es indicio de animo liuiano. Y en las ocasiones, antes la acometa que muestre el effecto, teniendo siempre consigo mesma

Temor de infamia y solo desseo de honrra

:

2

y de ser tenida, con razon por prudente y por honesta. Acerca del hablar 1, no me parecerà bien que vse de mucha abundancia de palabras, aun entre las mugeres, quanto mas entre los hombres. Pero tampoco quiero que estè muda, sino que hable poco, y consideradamente, à sus tiempos, y segun se ofreciere la ocasion. Tampoco la dexen jamas hablar mucho à solas con ningun hombre, aunque fuesse muy cercano pariente suyo porque es grande el poder que tiene el enemigo sobre nosotros y podria yo traer muchos exemplos de los que, por tal camino, violaron à sus hermanas. Como de Amon, hijo de Dauid, que enamorado de Tamar, su hermana, fingio que estaua enfermo, y pidiendola à su padre, para que le siruiesse en su enfermedad, vino, con el aparejo de la soledad, à su maluado effecto. En suma, tanto mejor le es à la donzella, quanto menos familiaridad tuuiere con los hombres. Y sus palabras an de ser, como he dicho, pocas, y llenas de modestia y de prudencia en lo

1. Que la donzella no sea muy habladora.

2. Que tenga poca familiaridad la donzella con los hombres.

qual quiero harto mas que la tengan los ruynes por poco eloquente, que los buenos por poco honesta. Y (por encerrar muchas palabras en vna) digo que es excelentissima virtud en la muger el silencio. El saber vna donzella dançar y tañer y cantar, no es de reprouar, ni tampoco muy de loar, como quiera que ello sea. Muchas otras cosas pudiera tambien dezir, fuera de las que he dicho mas dexolas, assi porque ya la memoria no me ayuda, como por passar al segundo estado, que es el de la casada.

DOROTHEA. YO de todo quanto aueys dicho quedo muy satisfecha muy bien podeys passar à esotro grado que

dezis.

FLAMINIO. En llegando la mi bien criada donzella à edad de poderse casar, resta vna grande empresa para hallarle vn marido tal, que pueda biuir con el todos los dias de su vida quieta y pacificamente. Todas las diuersidades de animales perpetuan su especie y genero con la generacion de los hijos. Mas por ser los animales brutos criados para el hombre, y el hombre para aquella marauillosa deidad que lo hizo compañero de su hijo, de aqui viene que, porque la generacion se conseruase de edad en edad santa y pura, en lugar de que los otros animales se juntan vno con otro confusamente y sin orden ni ley alguna, quiso Dios ordenar para el hombre el matrimonio con cuyas leyes pudiesse seruir à esta obra de naturaleza sin pecado. Y porque à la muger, allende de todos los demas bienes, y fortunas, assi publicas como particulares, se le busca varon y le es dado por inseparable y perpetuo compañero y señor, de arte que sola la muerte puede desatar aquel nudo se sigue tambien con raçon, que esta sea carga de tanta importancia que, por ventura, no ay ninguna mas pesada: siendo cosa que, como dize el refran, no se ha de hazer sino vna vez, y yerro, quando acontece,

I. Que ay mucha dificultad para hallarle à la donzella marido que le conuenga.

que no se puede remediar. Por lo qual ay necessidad de sutil discurso, y de mucha consideracion.

I

Mas porque la verdadera virginidad ni conoce, ni dessea, ajuntamiento de varon, dexarà la nuestra donzella toda la deliberacion d'esto al cuydado de su padre, recibiendo con animo alegre por marido, al que el le escogiere: porque demas de no estarle bien semejante cuydado à vna donzella, tampoco podria ella hazer buena election, por no tener esperiencia de las cosas del mundo.

Bien es verdad que es obligacion de padre vsar en esto no solamente de la caridad que deue, mas tomar (por dezirlo assi) en si mesmo la persona de su hija porque sin duda erran muchos en ello 2, grandemente, ò. por imprudencia, ò por malicia: mouiendose à creer que el que à ellos les serà bueno para yerno, aya de ser tambien bueno para marido de su hija. Por donde las mas vezes, no miran à otra cosa sino à las riquezas y à la nobleza, ò à aquellas condiciones de donde piensan sacar mas prouecho y no tienen consideracion al bien de su hija, que con su marido se ha de acostar en vna mesma cama y biuir en vna mesma casa, hasta que la muerte, vltimo fin de todas las cosas, aparte aquella compañia De aqui esperan vnos enrriquecer, y otros tienen disigno con el nueuo parentesco (siendo tales los apetitos de los hombres) ò de auentajarse en dignidad, ò de vengarse de sus enemigos. Esto vltimo acontece en los lugares donde ay parcialidades y vandos, y lo primero puede acontecer en muchos. Por tanto, estos tales antes merecen nombre de mercaderes de sus hijas que de padres. Mas el buen padre, que no pretende mas que el prouecho de su hija y entiende lo que es el atar à otro con nudo que jamas se puede desatar,

I. Que no se entremeta la donzella en tratar de su casamiento. 2. Error en que caen muchos padres, quando buscan marido para sus hijas.

pondrà en esto la diligencia que requiere obra de tanto peligro. Dos cosas se an de considerar en el matrimonio, la compañia y la generacion. En la vna consiste el perpetuo biuir, y en la otra la manera de mantener los hijos conforme à la qualidad y estado de su padre.

2

Quanto à la primera 2, auiendo de dexar la donzella padre y madre y hermanos y biuir ausente d'ellos, sujeta al hombre, es menester, para que aya la perfeta vnion que Dios quiere, que el padre considere primeramente la qualidad d'el que quiere eligirle por marido : escogiendo hombre que sea ygual en estado à su hija, y no de mayor, ni de menor. Porque pocas vezes se vee nacer entre los desiguales amor que sea durable : y muchas, que el marido noble afrenta por ello à la muger, si no es noble, y lo mesmo haze ella, si acierta à ser mas noble que el, y teniendose cada vno por mejor que el otro, viene luego entre ellos la pendencia y la discordia. Y assi como necessariamente se ha de destruyr vna Republica, quando los ciudadanos no estan conformes, y ay entre ellos vandos y diuisiones, de la mesma manera viene facilmente à perderse vna casa particular, quando la concordia y amor de marido y muger no la sustentan. Por esto Pittaco, vno de los siete sabios de la Grecia, preguntandole vn mancebo, que se queria casar, qual de dos escogeria, ò muger mas noble, y mas rica que el, ò su ygual, respondiò prudentemente: « Toma la que mas te couuiene », dando à entender la que era su ygual. D'esta primera consideracion nace otra, y es que aya entre nuestra hija y su marido conformidad de natural y de costumbres porque esta es vna estrechissima atadura de amor : y adonde ella està, siempre estan lexos las pendencias y renzillas. Y no es bien juntar los gauilanes con las palomas, ni el lobo con los corderos.

I. Lo que se ha de considerar en el matrimonio.

2. Què marido ha de escoger el padre para su hija.

« AnteriorContinuar »