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documentos le hazen, la echa en vn momento fuera. Y por tanto, no se abaxa à cosa fea ò vil, teniendo, por donde quiera, infinitas diuersidades de deleytes, cada vno verdaderissimo, purissimo y dulcissimo, y de donde se puede sustentar en todo tiempo y esperar juntamente gloria y honrra. Y de aqui creo yo que procediò, el tener los antiguos à Pallas, Diosa del ingenio y de las sciencias, y à las Musas, por virgenes. Y no solamente apartarà de si el pecho criado con la leche de las buenas dotrinas, los pensamientos dañados, conseruandose sincero y puro mas tambien menospreciarà todas aquellas vanidades que las vulgares precian y estiman, quiero dezir, las pompas, las galas, las fiestas y los combites.

Pues, porque el principal fin à que ha de ser la nuestra niña encaminada, emos, con razon, puesto ser la religion, la qual estriba en vna sola cabeça, que es Christo, señor y conseruador nuestro, la primera y principal dotrina 1 que los padres an de procurar imprimir en el coraçon de su hija, ha de ser el mesmo Christo: lo qual no serà possible hazer, si ella no sabe y entiende que es criador y redemptor suyo. Y de la mesma manera, tampoco podrà venir en conocimiento d'esto, sino por el camino de las Escripturas, en que estan encerrados los marauillosos misterios de sus palabras. De otra arte, embalde nos vuiera el amonestado, que queriendo hallarlo, lo buscassemos en ellas. Y assi, la principal dotrina, como digo, seran las sagradas letras, que es Iesu Christo.

Mas porque ninguno puede subir à lo alto, sino por escalones y grados, y antes que el niño pueda comer el pan, ha menester sustentarse mucho tiempo con la leche : estando por ahora, tan en los primeros terminos, busquesele à la niña, si se pudiere hallar, vna maestra, que sepa letras y de buena vida. Y si no, escojan en su lugar vn hombre de muchos

1. La primera doctrina que an de aprender las hijas.

2. Qual ha de ser el maestro de la niña, y como la ha de enseñar.

años, bueno y entero: el qual me holgaria que fuesse casado con muger de buen parecer y à quien el quisiesse bien: porque, quien puede comodamente biuir con lo propio, pocas vezes se mueue à tomar lo ageno. Y este me parece auiso tan necessario, que no sè si ay otro que lo sea tanto. Que, sin duda, los maestros de letras son sola ò principal causa de todos los bienes y males que se hazen por los lugares porque todos, siendo mochachos, estuuimos debaxo de su disciplina. Y quanto los buenos ò malos principios importen, preguntaldo, no solamente à Aristoteles, sino tambien à la esperiencia mesma, que de todas las cosas suele ser infalible y cierta

maestra.

Pues, començando à enseñar à leer à la niña, comiencese solamente de algunos libritos santos y llenos de muy buenos documentos porque aprenda juntamente los principios de las letras y las reglas de la bondad. De la mesma manera, enseñandola à escriuir, le den por materia, no algun verso vano ò lleno de mal olor, sino alguna breuecita sentencia, sacada de los libros que dixe, ò de preceptos de buenos Filosofos para que, escriuiendola muchas vezes, la imprima y conserue en la memoria.

Quanto al aprender, juzgaron algunos sabios, que todo el tiempo de la vida era para ello poco. Y yo creo que no es menester señalar en esto algun termino, ni al hombre, ni à la muger sino entender que el hombre tiene necessidad d'el conocimiento de mas dotrinas: siendo, como es, obligado à 'procurar, no solo su prouecho y de su casa, sino tambien el bien de su Republica, ò de su Principe, y, semejantemente, el de sus amigos. Mas la muger 1, en quien no se busca otra cosa, sino el gouierno de la casa, querria que, fuera del estudio arriba dicho, entendiesse en el de la Filosofia moral, sin passar mas adelante porque no ha de ser maestra de nadie, mas que

1. Què estudio ha de ser el de la muger.

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de si mesma y de sus hijos: y no le pertenece tener escuela, ni disputar entre los hombres, lo qual enseña muy cuydadosamente S. Pablo, en vna epistola que escriuio à los de Corintho, y en otra à Timotheo. No ignoro hallarse algunas niñas poco aparejadas para las letras, como se hallan tambien algunos niños. A estas, enseñeles el maestro con biua voz lo que no pueden los libros con muertas palabros que, por lo menos, les serà de mucho prouecho.

DOROTHEA. Vecos, hasta aqui, formar vna niña que serà bastante à gouernar vn reyno, quanto mas vna casa particular mas holgariame de saber què libros querriades que ella leyesse.

FLAMINIO. Quanto al conocimiento de Dios, entiendo que sin duda, le bastan los dos sagrados volumenes del Testamento viejo y nueuo: los quales tenga siempre, de dia y de noche, delante. Y los exponedores d'ellos, le seran Sant Ambrosio, Sant Augustin, y Sant Hieronymo, y otros assi: conforme à la luz, que Nuestro Señor se siruiere de darle, abriendole los ojos del spiritu, y cerrandole los de la carne. En lo qual ha de aduertir de no ser muy curiosa: mas en auiendo hallado à Iesu Christo, crea firmemente que fue lauada en su sangre y trabajando, con su ayuda, de conformarse con su voluntad, de manera que el solo reyne en ella, no cure de buscar mas. Quanto à las dotrinas morales, aunque las sagradas letras enseñan bastantemente todo lo que pertenece à la vida, con todo esso, por bien parecer y por tener en que ocupar siempre el animo, estudiarà, juntamente con Platon, en Seneca, y en todos los demas Filosofos, de quien se pueden sacar santas y honestas costumbres. Pero, tampoco querria que fuesse tan seuero el padre, que alguna vez no le permitiesse la letura de aquellos libros que tienen nombre de humanidad: porque, fuera de

1. Los libros que las mugeres an de leer.

que tambien d'ellos se sacan buenos exemplos, no puede para vna donzella hallarse mas honesto ni virtuoso entretenimiento. Aunque es verdad que es menester hazer entre ellos diferencia. Y para esto, aueys de saber que tenemos dos lenguas, la vna moderna, y la otra antigua: la moderna se llama vulgar, y la antigua, latina. Esta aprendemos, por nos ser necessaria para el conocimiento de muchas cosas, que los antiguos en ella doctamente y con mucha diligencia escriuieron y la otra, para vsar d'ella, quando hablando, ò escriuiendo, emos menester declarar nuestros conceptos. La Griega, dexola à parte assi por no encargar de tan pesada carga à las mugeres, como porque por ventura les pueden bastar estotras dos. Pues digo que se hallan en la lengua latina muchos libros, que no solamente no querria que de las honestas mugeres fuessen leydos, mas ni aun vistos : y en estos entiendo casi todos los Poetas, saluo à Virgilio, aunque no aconsejarè que se lea todo y tambien saco algunas partes de Oracio, quiero dezir, las mas castas y morales. Pueden leer à Prudencio, à Prospero, à Iuuenco y à Paulino: y entre los modernos, la Christeida del Sanazaro y la del Vidda. Y de escritores de prosa, podran leer todas las obras de Ciceron y todos los Historiadores, como son Liuio, Salustio, Quinto Curcio, Suetonio y los demas: porque de la letura de Ciceron no se puede sacar otra cosa sino exemplos de virtud y buenos consejos, y la Historia es maestra de la vida. En la lengua vulgar, huyan como de las serpientes y animales ponçoñosos de todos los libros viciosos y deshonestos. Y si vieremos que nuestras hijas se deleytan de leerlos, procuremos que no lean mas ningun libro y que oluiden el leer, si ser puede: porque mucho mejor es carecer de vna cosa buena que vsar mal d'ella. Entre los que deuen de huyrse serà el principal las Nouelas del Bocacio: y entre los que merecen ser leydos, tendran el primer lugar el Petrarca y el Dante. En el vno hallaran, juntamente con las hermosuras

de la Poesia vulgar y de la lengua Toscana, exemplos de honestissimo y castissimo amor, y en el otro vn excelente retrato de toda la Filosofia christiana.

Pero no por esso se ocupe la mi discipula en estos estudios tanto que dexe las labores necessarias y, siendo casada, el gouierno de su casa: porque esto no lo quiere Dios, sino que cada vno, conforme à su condicion y estado, trabaje para el reparo de las necessidades de la vida, y camine, por aquel camino por donde es llamado, al reyno de la bienauenturança. Mas tenga esta niña repartidas las horas, de manera que cada vno de los estudios y officios que le pertenecen, tenga su propio y acomodado tiempo y el principal sea para las oraciones. De las quales es de creer que sea la mejor la que enseñò el hijo de Dios à sus discipulos, proponiendoles la breuedad y condenando à los que pensauan que por mucha abundancia de palabras eran oydos. Y juntamente, con otras muchas deuociones que ay, son tambien de loar las horas dedicadas à la santissima Virgen, señora nuestra, à quien ha de tener siempre la donzella toda reuerencia y deuocion, considerando que fue madre de aquel que es padre de todos los biuientes. Para lo qual, la escogiò antes que fuesse criada: y hizo su santissima anima y su santissimo cuerpo morada abundantissima, de todos los tesoros de su gracia.

Y pues el hilo de la platica me ha traydo à hazer mencion de la reyna de todas las virgenes, en quien no se hallò macula, dexando à parte las letras, que me parece que he dicho d'ellas lo que basta, tratarè algo de la viginidad: virtud de tanta excelencia, que no se puede ni deue hablar poco d'ella. Mas con todo esso, serè breue, pues no es este mi principal intento.

DOROTHEA. Mucho me holgaria que escriuiessedes este razonamiento, ò que si otro ha escrito ya esta materia, la

I. Loores de la virginidad, y quales son verdaderas virgenes.

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