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con lo que los indios vasallos de S. M. dieron para ello, y una docena de cédulas en blanco para prender algunos destos sus criados y parciales que andan cerreros', y que si al dicho licenciado y á los oficiales de S. M. paresciese que debia ser preso el dicho Hernando Cortés, lo hiciesen así, porque mas seguramente osasen deponer los testigos lo que saben contra él.

No dejaré de escrebir á vuestras mercedes, aunque es cosa liviana en cantidad por lo que tiene de calidad, lo que pasó ayer sabado, dia de Nuestra Señora, en un juego de cañas, que salieron ciertos parciales de Hernando Cortés al juego en hábito de romeros, y echaron ciertas coplas que decian cada una :

Compliré mi romeria,

Complida la perdicion

De cuantos contra vos son.

Yo mehe acortado todo lo que he podido, aunque es larga la escritura; pero pareciome que era bien dar de todo noticia á vuestras mercedes, como á servidores de S. M. Nuestro Señor las magníficas personas, y casas de vuestras mercedes guarde y acreciente. De Méjico á 9 de setiembre.

Señores habiendo escrito hasta aquí, son venidas cartas cómo viene Pedro de Albarado. Los servidores del Rey estan muy escandalizados, porque trae toda la gente de Guatimala y toda la otra que Hernando Cortés habia llevado, en que trae quinientos españoles; creese que viene por mandado de Hernando Cortés, segund la carta que he dicho que tiene tomada, que Jorge de Albarado le escribia. Los parciales de Hernando Cortés hacen munchas alegrias, y dicen lo que piensan en sus corazones, é la justicia hará ciertos pregones sobre ello, y quieren enviar un mandamiento para Pedro de Albarado con graves penas que vuelva la gente á Guatimala, y que venga él con los vecinos que de aquí fueron. Tambien darán otra provision para Gonzalo de Albarado, que se ha mostrado siempre servidor de S. M. para encargalle la capitania de Guatimala. Plega á Dios no haga como César, cuando el pueblo romano le envió á mandar que dejase las armas; lo que sucederá, Dios lo sabe. Lo mejor seria asegurallo todo con prender á media docena de personas, que se puede hacer muy bien aquí. El socorro

Vease lo dicho anteriormente en una nota de la pag. 358.

de allá está tan lejos, cuando algo fuese, que nos habran de hacer traidores por fuerza, ó habremos de morir á mi parecer, y esto será lo mejor. Fecha el dicho dia. - Señores: besa las manos de vuestras mercedes. Diego de Ocaña.

Magníficos Señores. Por otras dos cartas que he scrito á vuestras mercedes antes de esta, les he dado cuenta de todo lo sucedido en estas partes, y bastaba, porque lo que mas se ofrece, pleni sunt cæli et terra de la fama de ello. Con todo, aunque pienso que importuno à vuestras mercedes, no dejaré de escribir esta ter

cera.

El lunes diez de setiembre salieron nuevas de casa de Hernando Cortés que S. M. le enviaba á su muger y la gobernacion perpetua y suspension á Luis Ponce, y jugaron sus servidores á las cañas de alegría. Los servidores de S. M. vieron que era nueva falsa, y temicron que se queria hacer una novedad, y que por eso se echaba esta nueva. Del banquete que se hizo aquella noche de alegrias envíaron de casa de Hernando Cortés unos torreznos flamencos al licenciado Marcos de Aguilar, y á su nombre se los llevaron. El no quiso comer dellos, y un criado suyo, llamado Sepulveda, comió como Eva dos bocados de uno, y casi á media noche diole ardor y basca en el estomago; socorrieronle con un gran jarro de aceite; echó por alto y por bajo mucho del cuerpo y algunos cuajarones de sangre. Curolo el doctor Ojeda, y estovo muy malo tres dias. Creo que si el triste viejo los comiera hobiera ido en busca de Luis Ponce. De todo esto, Señores, no sé mas de la fama y alegrías que he dicho, y lo de los torreznos está publico, y el mismo que los comió y los otros criados del licenciado me lo dijeron á mí. Plega á Dios que se lo perdone á quien ha sido causa de todo esto.

El licenciado está viejo y muy flaco; no sé en que ha de parar todo. Si juez viniere de allá, traiga provision que luego lo reciban en Medellin y la Villa-Rica, porque tenga las espaldas seguras para venir acá, y esto es de mi probe' parescer para no haber menester aceite rosado.

Si fuere venido el gobernador de Pánuco hartos se habrian pa

1 Pobre.

sado allá de temor. Yo escribo á vuestras mercedes cómo iba por procurador Orduña por hacer las cosas de Hernando Cortés, y para que mejor se hagan, sus parciales sin acuerdo de otros cuatro regidores que aquí estan, servidores de S. M., envian por procurador á Salazar de la Pedrada. Nuestro Señor las magníficas personas y casas de vuestras mercedes guarde y acreciente. - De Méjíco á 17 de setiembre de 1526. Señores, besa las manos de vuestras

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XI.

Carta de Hernan Cortés al Emperador, Méjico 11 de setiembre de 1526.

S. C. Ces. M. Porque por lo que tengo escrito á V. M. así del cabo de Honduras ó de las Hibueras, como desde la isla de Cuba, veniendo ya de camino á esta Nueva-España, estará V. M. informado de lo que ha sucedido después que los procuradores Diego de Campo y Francisco de Montejo fueron despachados, agora informaré á V. M. brevemente de lo que ha pasado después de mi llegada; y porque el despacho postrero que envié desde Cuba fué encaminado por via algo dubdosa, irá con la presente lo que entonces escribí. Suplico humildemente á V. M. mande ver lo uno y lo otro.

Asímesmo envio agora á V. M. con la presente una relacion 2, bien larga y particular de todo lo que me subcedió en el camino que hice á las Hibueras, y al cabo della hago saber á V. M. muy por estenso lo que ha pasado y se ha hecho en esta NuevaEspaña, después que yo partí de la isla de Cuba para ella, y por que podria ser que por la larga escriptura á V. M. no lo pudiese todo ser, tocaré en esta subcintamente en ello, para que con relacion mas breve V. M. sea informado, cómo quiera que todavia suplico á V. M. á lo menos que al Presidente y á los de su Con

'En otras partes Diego de Ocampo y tambien d'Ocampo. El original de esta carta se conserva en el Archivo de Indias, de Sevilla, en un legajo rotulado Patronato Real N° 8. Hay copia en la Col. Muñoz, tomo LXXVII, fol. 262.

2 Es la quinta y última que mas adelante va impresa.

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