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Pánuco, en las cuales mataron hasta diez ó doce españoles vasallos de V. M., y ansí se cree que se alzara toda la tierra, si Dios por su infinita bondad no fuera servido de lo remediar, como después lo remedió. Lo cual sabido por ellos, acordaron que el dicho Pero Almindez fuese con cincuenta de á caballo y sesenta peones á pacificar las dichas provincias, y castigar los que mas culpados se hallasen en la muerte de los cristianos, no embargante que esta fué su pública intencion, pero en la verdad su principal motivo fué ir á resistir al capitan Pedro de Albarado, que se decia en esta cibdad que venia con cierta gente de pié y de caballo á restituir al dicho gobernador Hernando Cortés en la posesion de su gobernacion, que estos le tenian usurpada y tiranizada, y así el dicho Pero Almindez no se halló en cosa de las que adelante sucedieron en esta cibdad.

Pasados once meses y mas que del dicho gobernador Hernando Cortés en esta Nueva-España no se pudo saber ni se supo nueva alguna, ni de ninguno de los que con él fueron, que fué ocasion de se poner los dichos Gonzalo de Salazar y Pero Almindez á dar á entender á las gentes que el dicho gobernador era muerto, no estando de ello certificados, antes decian que aunque viniese lo habian de prender y matar ó enviallo fuera de la tierra, de cuya causa los vasallos de V. S. M. estaban en punto de se perder, y con ellos perder V. S. M. esta tierra, plugo á Nuestro Señor Dios de ser servido de atajar tan grandes daños y males, y no consentir que pasasen mas adelante; y un dia lunes que se contaron veinte y nueve dias del. mes de enero de quinientos y veinte y seis años, paresció en esta cibdad, en la casa y monesterio de señor San Francisco, un criado del gobernador quél envió á esta cibdad por la mar desdel cabo de Honduras, que es cerca de cabo de Higüeras, que paresce por las cartas que con él envió que sabia como estos le habian tomado y saqueado su casa. Con el cual envió ciertas provisiones revocando sus poderes de sus tenientes que habia dado á los dichos Gonzalo de Salazar y Pero Almindez; el cual no halló otra casa donde osase acojerse, ni manifestar su embajada, sino en la dicha casa de señor San Francisco, por la dura sujecion é casi servidumbre en que tenían puestos á los vecinos desta cibdad é toda la tierra; porque sabrá V. M. que solamente porque una dueña, muger de un muy honrado vecino de

esta cibdad, que era ido en compañía del dicho gobernador, y secretario suyo, dijo que el dicho gobernador y su marido eran vivos, la mandó prender y la condenó á cien azotes, y se los hizo dar publicamente por esta cibdad, cosa tan contra justicia como jamas se ha visto.

Y sabido por los dichos Alonso Destrada y Rodrigo de Albornoz y por la justicia y regimiento desta dicha cibdad que el mensajero del dicho gobernador y sus cartas y provisiones eran llegadas, y que él era vivo, luego incontinente, considerando ser así en mucho servicio de V. S. M. y conforme á justicia y razon, los dichos oficiales de V. M. y el dicho regimiento se juntaron en su cabildo, y mandaron traer ante si la dicha provision y cartas, y por ellas certificados de ser el dicho gobernador vivo, y habiendo visto como los dichos Gonzalo de Salazar y Pero Almindez tenian la gobernacion injusta por tirania en nombre de V. M. y en lugar del dicho gobernador Hernando Cortés, fueron nombrados por sus tenientes en ausencia de Francisco de las Casas á quien venia elegida la dicha provision, en tanto que el dicho gobernador venia á esta cibdad, á los dichos Rodrigo de Albornoz é Alonso Destrada oficiales de V, M.; y habida informacion y siendo certificados de que el dicho Gonzalo de Salazar, si sabía del dicho mensajero é de las dichas cartas, se habia de poner en resistir al dicho gobernador de V. M.; por cualquiera manera que pudiese, como muchas vezes habia dicho que lo haria, y entonces lo hizo, porque sabido del dicho mensajero y provision que traia, luego se aderezó él y todos los de su casa para la resistir, y escribió al dicho veedor las nuevas, diciéndole por su carta que se asegurase de las personas sospechosas, amigos del dicho gobernador, é hiciese proveer en los puertos para que si viniese el gobernador de V. M. á desembarcar allí, fuese preso; que en lo desta cibdad él pornia recaudo, diciendo, como digo, á un regidor desta cibdad, que luego queria hacer poner fuego á la iglesia del señor San Francisco para quemar todos los que en ella estaban en servicio de V. M. Ꭹ del dicho gobernador; y ansí mismo lo hízo saber por sus cartas á los tenientes de las villas, avisándoles de la nueva para que estuviesen

Segun Bernal Diaz Hist. verd. de la Nueva-España, fol. 210 verso, llamabase Alonso Valiente y la mujer Juana de Mansilla.

apercibidos y no embargante todos sus bullicios, le fué enviado á avisar de la dicha provision por el cabildo desta cibdad, y de lo que cerca dello se habia proveido, y los dichos tesorero y contador, tenientes de gobernador le enviaron á requerir que diese la obediencia que debia á V. M. y á su gobernador, con muchos apercibimientos; el cual no solo no lo quiso hacer, sino que pospuesto todo tenor y obediencia, predestinado en el mal, se puso en defensa con toda la artilleria que el gobernador de V. M. tenia en su casa, y otras armas que ansí mismo tenia ofensivas y defensivas, para resistir la justicia real y sus mandamientos y requerimientos, y él y otras personas que le quisieron seguir, se metieron en una casa, la cual dicha casa, él y los que estaban con él, se combatió una buena hora, y cómo la justicia y real persona de V. M. es regida y gobernada por la mano de Dios, sin muerte ni derramamiento de sangre de nenguno de los vasallos de V. M. el dicho Gonzalo de Salazar fué preso, y algunos de los que le siguieron, en que se halló alguna culpa, y ansí lo estan agora, hasta que se vea lo que al servicio de V. M. y á la ejecucion de su justicia convenga hacerse; de lo cual todo se hizo luego mensajero al dicho gobernador para le hacer saber todo lo acaescido para que en ello en nombre de V. M. haga lo que hallare por justicia, é como le paresciere.

Y porque, muy católico Señor, querer hacer á V. M. entera relacion de todos los daños y males contra su real servicio por estos cometidos, seria proceso infinito, y los dichos tesorero y contador de V. M. y la justicia desta cibdad envian relacion de los procesos y pesquisas contra ellos hechas, de los cuales V. M. mandará, si su real servicio fuere, ser informado de todo lo que cerca deste caso ha pasado, paresce á nos ser excusado con aquellos de otra hacer dello á V. M. mas relacion.

Después desta carta escripta habemos sabido como el veedor Pero Almindez Chirino, de que arriba se ha hecho mencion á V. M., estaba en Guaxaca, de que supo la nueva del gobernador Hernando Cortés, huyó con ciertos de caballo y se vino á un monesterio de la órden de San Francisco que agora se comienza á edificar en la cibdad de Tascatecle, y la gente que con él habia ido y sacado desta cibdad se quedó en la dicha provincia. El cual fué sacado de la dicha casa é monesterio que se comenzaba á hacer por el Al

guacil mayor desta cibdad, y fué traido á ella, y los tenientes de gobernador por acatamiento de la órden y casa de señor San Francisco lo restituyeron á los frayles, y queda en otro monesterio qua la dicha órden tiene en esta cibdad, hasta que se averigue si debe gozar de la inmunidad de la iglesia ó no; y hay tantas cosas de que hacer relacion á V. M. que seria nunca acabar, y por esto cesamos, y quedamos rogando á Nuestro Señor Dios por largos tiempos tenga á V. M. de su mano con mas acrescentamientos de reynos y señoríos para ensalzamiento de la santísima fé católica. - Desta gran cibdad de Tenuxtitan á veinte de hebrero de mil y quinientos y veinte y seis años. - De V. Ces. M. muy humildes siervos y vasallos que sus cesáreas manos y pies besan. — El Bachiller Juan de Ortega — Juan de la Torre — Luis de la Torre Gerónimo

- Hernan Lopez de Avila Andrés de los Rios

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Mexia Francisco Verdugo Por mandado de los dichos señores justicia y regimiento Pedro del Castillo, escribano público y del Concejo.

X.

Relacion que Diego de Ocaña, escribano de gobierno en Méjico, hizo al Real Consejo de Indias de todo lo ocurrido en aquella ciudad durante la ausencia de Cortés y su marcha al golfo de Honduras, en setiembre de 1526.

Magníficos Señores; el deseo que tengo á mi rey me hace escribir á vuestras mercedes en tiempo que veo muchos peligros aparejados á los que escriben, pues no solamente aquí se toman y abren las cartas que los hombres envian, pero aun lo que tienen escrito1 en sus casas, para S.M.; y para hacer esto esfuerzame una cosa, que pues he vivido sesenta años, los que mal me quieren hacer no me pueden quitar larga vida, y que tambien es loado el que muere bien como reprehendido el que vive mal. E yo veo, Señores, engañarse los hombres en esta tierra y ciar 2 algunos que deben bogar en servicio de su rey, porque los ricos y el oro tienen tanto poder que ciegan los corazones y atajan los oidos y hacen hablar á unos y enmudecen á otros. Y porque allá iran cartas desta ciudad, no quise en tal tiempo dejar de escribir á V. M., pues me conoscen y desean el servicio de S. M., y en lo que dijere no saldré un paso de lo que he visto y sé que pasa en verdad.

Yo, Señores, vine aquí por el mes de junio del año pasado con

Hay copia en la Col. Muñoz, tomo 70 á fol. 286-306.

2 Cíar y bogar estan aquí usados por ir hácia atrás ó hácia adelante.

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