Imágenes de página
PDF
ePub

tad á los holandeses en la colonizacion de Java, ni á los ingleses en la de Australia, que son las dos grandes empresas modelos en este género de trabajos.

Esto queda dicho para el porvenir, que mucho temo esté aún, sin grandes causas justificadas, demasiado lejano. Otras indicaciones me atreveré á hacer para el presente, á pesar de considerarme poco autorizado.—A cada gobernador genera] que han mandado allí, y algunos no han durado un año, ha presidido un criterio distinto y se han seguido caminos hasta diametralmente opuestos, destejiendo hoy lo tejido ayer. No se tome esto á mal ni como depresivo para los dignísimos jefes del Gobierno político militar de Mindanao; tal no es mi ánimo, pues sería injusto; si lo atribuyese á faltas personales lo diria sin ambajes, que hace tiempo estoy acostumbrado á escribir lo que pienso, sin reticencias, disguste á quien disguste. Pero los errores cometidos, ni prueban ignorancia ni mala fe; son, al contrario, nacidos de la observacion, del estudio y del amor al país. Yo he visto trabajar allí diez horas diarias en la oficina, cuando en Madrid se cree que son aquellas plazas prebendas; he visto consumir casi todo el sueldo de los altos funcionarios en obligados regalos á los sultanes y dattos y en otros gastos de representacion, y necesitar todos sus haberes los subalternos para proporcionarse una comida mala y escasa, pasando allí, sin remuneracion de ninguna especie ni ventaja alguna en su carrera, una vida de privaciones y expuestos siempre á enfermedades peligrosas. Todos llevaban un entusiasmo patriótico al cumplimiento de sus deberes; del más alto al más bajo hacian mucho más de lo que era su estricta obligacion. Los vicios son, pues, de sistema, no se atribuyan sus malos resultados á ineptitud y abandono de pundonorosos, inteligentes y activos militares. La carencia de un plan racional, maduramente pensado y minuciosamente desarrollado, es lo primero. que echa de ménos la persona que se encarga de aquel dificilí

simo mando. Recien llegado, por lo comun, de Europa, parécenle contrasentidos muchas disposiciones tomadas, que en detalle no puede apreciar, y deseoso de mostrar su actividad, energía y demás dotes de mando, empieza á dictar otras. Pasado algun tiempo se ha fijado ya en una marcha general imposible de improvisar, y que sería milagro coincidiera con la que en su mente tenía quien le precedió. Empieza á someterlo todo á un criterio, y vá viendo que aquel mando dista mucho de ofrecer las ventajas imaginadas en Europa. El trabajo es pesado, la responsabilidad mucha, la recompensa menguada. Suelen afectar su moral las inesperadas dificultades con que tropieza en el planteamiento de sus proyectos, y comienza á resentirse su salud, áun cuando fuera de hierro, que allí no hay naturaleza capaz de resistir los disgustos de un dia y otro dia. Piensa en la patria, en donde vé adquieren gloria y empleos sus compañeros de armas, y ansía dejar el espinoso mando. Así se suceden gobernadores generales, y nadie se entiende en aquel cáos de órdenes y contraórdenes, de hacer y deshacer. Lo primero y más urgente me parece, formular un plan general político de colonizacion, determinar en él claramente cuál debe ser el criterio de la autoridad superior, adonde es preciso se encaminen sus esfuerzos, y deslindar sus atribuciones respeto á las del Gobierno general del Archipiélago, de la Marina y de los Jefes militares de los distritos. Marca:le la conducta que con los régulos moros deba seguir, por qué en el trascurso de pocos años se ha visto suceder á un gobernador que los trataba como servidores suyos con altanería y desprecio, otro que los recibia y les hablaba como si fueran príncipes europeos, y casi reverenciaba en ellos personas reales. Estas veleidades, considerando la inmutabilidad de aquella raza, imposibilitan sostener el indispei.sable ascendiente. Para la conducta que con los malayos mahometanos conviene observar, nos ofrece muy útil enseñanza la de los holandeses en Java, sobre todo desde

[ocr errors]

1830 hasta el dia. Creo que la colonizacion de Java y Sumatra es de gran interés para la de Mindanao, más que para Luzon y Visayas; en efecto, la raza es allí la misma, igual su religion é idéntico su estado social. Quizás nos convendria, por lo ménos, en tanto no podamos disponer de mayores elementos colonizadores, reducirnos á ejercer sólo una especie de protectorado sobre las rancherías, recaudando los impuestos preferentemente en especie, no de un modo directo, lo que nos haria odiosos, sino por medio y bajo la responsabilidad de los régulos, ayudándoles en cambio en sus guerras; este apoyo creo que bastaria para avenirse de buen grado á pagárnoslos todos los que se han resistido siempre, y la dominacion de Mindanao sería más efectiva que hoy, pues acudirian á nosotros para que dirimiésemos sus diferencias, dejando así de ser gravosa al Tesoro. En honores y consideraciones á los régulos no deberíamos mostrarnos escasos; nada cuesta darles lo que les halaga tanto.

No puedo descender á mayores detalles, y quizás peco ya de prolijo: dispenseseme en gracia de mis buenos deseos y del cariño que siempre conservaré á la preciosa isla de Mindanao. Dejo de hablar de los distritos 2.o (Misamis), 3.o (Surigao), 4.° (Davao) y 6.° (Basilan), porque, no habiéndolos visitado, sólo resumir, comentar ó trascribir podria lo que otros conocedores de ellos han escrito.

Madrid 1.° de Julio de 1874.

APENDICE C.

AL SR. D. JOSÉ JORDANA Y MORERA,

INGENIERO JEFE DE PRIMERA CLASE DEL CUERPO DE MONTES,

dedica estas ligeras notas bibliográficas su afectísimo amigo y compañero

S. VIDAL.

« AnteriorContinuar »