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timo con el indio, sin lo cual dejará de visitar muchas localidades donde podria hallar preciosos datos, y no le arrancará las noticias que necesita, advirtiendo que sólo al inquirir el nombre vulgar de una planta desmerece en el concepto de aquél hasta el punto de verse objeto de sus burlas cuando afanoso recoge algunas ramitas y las guarda en un tubo ó en una cartera. Entonces el Ingeniero pierde su respetabilidad y se convierte á los ojos del guía en un zacatero (1). Trivial y de poca significacion parecerá tal vez este obstáculo para las faenas botánicas en su enlace con los actos oficiales del servicio administrativo; pero en la práctica se reconoce su gran importancia y se aprende á no despreciarlo, pues hasta el Ingeniero más despreocupado toca pronto sus consecuencias y se disgusta al ver trocarse el respeto y consideraciones que ántes le tuvieran por la sonrisa primero y las risotadas despues de todos sus guías y acompañantes. Algo de esto pasa tambien en muchos puntos de la Península, y por propia experiencia me consta, habiendo tenido el honor de recorrer las cuatro provincias de Cataluña como miembro de la Comision de la Flora forestal española. No hubiera adquirido muchos datos si, cuando así convenia á mi objeto, no hubiese podido prescindir del carácter oficial de Ingeniero y revestir el de simple particular, en cuyo caso nada me importaba pasar como farmacéutico, herbolario ó como un sér extravagante. En el Archipiélago, sea por la diferencia de razas, sea por la poca costumbre que tie

(1) Zacate se llama especialmente el pienso de los caballos. Generalizando el nombre se aplica á toda hierba,

ne el indio de que el europeo, sobre todo en provincias alejadas de la capital, descienda á recoger hierbas, se necesita aún una dósis mucho mayor de paciencia para recolectar ejemplares y preguntar contínuamente á distintas personas los nombres vulgares de las plantas. El Ingeniero dedicado á trabajos de otra índole, que es preciso conserve incólume todo el prestigio sobre el natural para llevarlos á buen término, ni puede ni debe hacerlo con frecuencia. Los primeros estudios de la Flora forestal de Filipinas únicamente serán ejecutados por un personal ajeno á la parte administrativa del ramo y no adelantarán un paso si, como cosa de segundo órden, se encomiendan al de los distritos, y no sólo porque se vea agobiado de trabajo estaria sobrecargado en extremo áun cuando se triplicára el número de Ingenieros destinados á aquellas islas sino porque allí se le presenta hasta incompatible este género de estudios con sus tareas ordinarias, á las que debe prestar preferente atencion.

Veamos ahora, conocidas estas dificultades, si es necesario emprender tamaña obra, y si aceptada en principio su necesidad, su conveniencia salta á la vista, es indispensable su inmediato comienzo para los fines que se propone llenar el Gobierno, sosteniendo allí un personal facultativo de montes, ó si, no siéndolo, puede aplazarse hasta que se disponga de mayores recursos, dejándolo para cuando aumenten los ingresos, ya sean en concepto de venta de maderas, ya por ventas de los montes enajenables. Si su interés es puramente científico, no habria inconveniente en hacerlo, pues su aplazamiento sólo podrá mortificarnos algun tiempo más en nuestro amor propio

de españoles. Ya en la primera de las divisiones de la presente Memoria dejo indicada la importancia capital de este trabajo, sin el cual me atrevo á afirmar que no puede darse un paso seguro en la marcha administrativa del ramo. El informe más sencillo, la más simple tasacion, el reconocimiento ménos importante requieren conocer las especies arbóreas del Archipiélago, y por el grado de este conocimiento casi siempre puede medirse el de confianza que estas operaciones merezcan. Al personal facultativo, que las tiene á su cargo, pueden y deben exigírsele condiciones de acierto, pues precisamente por estar reconocida la necesidad de conocimientos especiales para resolver las cuestiones de montes se le encomienda á él su gestion; servicio que, en otro caso, podria desempeñarse con mayor economía por empleados puramente administrativos. Los conocimientos generales de su carrera le sirven, naturalmente, de muchísimo, pero no tanto como para prescindir de los que podríamos llamar especiales del Archipiélago. Son éstos de muy diversa índole.

La legislacion de Indias, complicada con los muchos superiores decretos, debe serle familiar, no sólo en lo referente exclusivamente á su ramo, sino que tambien á otros muchos, con los cuales se roza. Como ha hecho, ademas de un estudio teórico de economía política

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de derecho administrativo, el práctico de la administracion de la Península está en completa aptitud para aplicarlo en el Archipiélago, tomándose sólo para ello el tiempo necesario para conocer la parte legislativa que difiere de la vigente en la metrópoli. En todas las operaciones topográficas y hasta geodésicas, si tiene

necesidad alguna vez de emprenderlas, en las cubicaciones de árboles en pié y apeados y en todo lo demas que sea del dominio de la estereometría,-prescindo de las determinaciones de coeficientes mórficos, que deberán ser objeto de experiencias nuevas para las principales especies del Archipiélago, -no se le presentarán dificultades. Tampoco las hallará grandes en la determinacion de las calidades del suelo, en su clasificacion y en el de las rocas con el grado de precision que sus trabajos requieran (1). El estudio botánico es el único que le pueda ofrecer grandes y casi insuperables inconvenientes, si para allanárselo no se arbitran medios especiales, y éstos no pueden ser otros que encomendarlo á una Comision. Bien comprendo que la necesidad de crearla ha de ser muy perentoria y aparecer completamente justificada la importancia de sus trabajos para que sea aconsejable hacerlo en los presentes momentos, tan premiosos para el tesoro de aquellas Islas. Sólo en el caso de no poderse aplazar, sin grave perjuicio de los intereses del Estado, convendrá hacer un nuevo sacrificio cuya magnitud debe siempre fijarse.

(1) En Mindanao, al paso que al llegar apénas conocia otras especies arbóreas que el cocotero, los mangles, la manga, la bonga, el burí (corypha ombraculifera) y pocas más, hallé en Cottabato las calizas postpliocénicas, bien caracterizadas por fósiles similares á los de la misma época en Europa, por lo ménos los géneros; en las costas de la bahía Illana las fonolitas del mismo aspecto que las vistas en Bohemia cerca de Bodenbach, las traquitas, pórfidos traquíticos, dioritas y basaltos, que no se podian desconocer. El geognosta se encuentra siempre en tierras lejanas, á las que han sido objeto de sus primeros estudios, en condiciones mucho más favorables que el botánico, pues los objetos que aquél examina son ménos variables en las distintas zonas y regiones.

En un documento oficial importante, en la Real órden creando la Comision de la Flora forestal española, se dá por evidente que el exacto conocimiento de las especies es la verdadera base de su cultivo, y no se puede ménos de reconocer la gran verdad de esta máxima. Hasta que se diferencien bien las principales del Archipiélago y se las conozca en las diversas fases de su vegetacion ninguna operacion de selvicultura será posible emprender, y ya queda indicado en otro lugar que, sin el auxilio de ésta, ninguna esperanza debemos tener de que no desaparezcan. La antigua preocupacion, existente aún en los pueblos de algunos valles de nuestros Pirineos, de que el pino silvestre carece de semilla y que brota de la tierra por su propia fuerza vital, es comun en los indígenas de Filipinas respecto á muchos de los árboles de monte. Nada se sabe de positivo acerca de la germinacion de las especies más importantes, nada tampoco de las condiciones que requieren para vegetar lozanamente en los distintos períodos de su vida, y es del mayor interés conocerlo. Hasta que el estudio fitográfico y biológico se haga no se romperán las pesadas trabas, que se oponen hoy á la expedita accion del personal facultativo, el cual al romperlas adquirirá, es indudable, un prestigio en el país mucho mayor que el conquistado en diez años de penosos afanes, no compensados por un rápido y evidente éxito en el grado que se hubiese obtenido á ser otros los elementos con que contára, y á haber obedecido todos sus actos á un mismo plan, lo cual no ha podido hacer por las muchas y duras vicisitudes por que ha pasado desde su instalacion.

Los puntos culminantes del plan que propongo son:

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