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dia preciso de su casamiento; por escrituras de la era mil ciento y treinta y tres parece que estaban casados y en Portugal, como dije. En Galicia los hallo, era mil y ciento y treinta y siete. Parece por una carta de reedificacion, que la infanta dʊña Urraca, hermana del rey don Alonso, hizo en este año en favor del monasterio de San Pedro de Eslonza, á doce de marzo, en que dice el notario: In Galletia Raymundo comite, una cum suprafati principis Adefonsi prole Urraca conjuge. CAPÍTULO XXI.

Del conde don Enrique.

ciento veinte y dos, pasando á ella la silla arzobizpal de Mérida con todos los obispos á ella anexos: y le concedió otras nuevas gracias, como parece por la escritura de donacion, que el mismo emperador hizo año mil ciento veinte y nueve á la misma metropolitana de Santiago de todos los derechos reales que pretendia tener cuando estaba en Mérida, ántes que los moros la conquistasen, diciendo en ella, que por haber trasladado su tio el papa Calixto la iglesia de Mérida á la de Santiago, le hacia aquella donacion. En los fracmentos que se hallaron en el monasterio Floriacense, que son antiquísimos, y parece que escritos en estos tiempos, aunque confusamente, des- Con la misma dificultad averiguan, quien sea el conpues de la vida de Roberto rey de Francia, con título de don Enrique, que dió reyes á Portugal: unos le hade autor Helgaldo, monge floriacense, despues de ha- cen francés, otros Borgoñon, y primo del conde don ber dicho la rota del rey don Alonso y venida de Ramon. Duarte Gaiban coronista portugués, en la vida franceses en su ayuda contra Jucef, dice (segun di- del rey don Alonso Enriquez dice que fué hijo de un je) como casó con doña Constanza, bija del duque rey de Ungría; y en Portugal se recibió tambien esta de Borgoña Roberto, y que tuvo una hija: Quam in opinion que con dificultad se podrá quitar entre la genmatrimonium dedit Raymundo comiti, qui comitatum te comun, que los que saben, bien entienden ser pura trans Acarim tenebat. Alteram filiam, sed non ex con- imaginacion. Esto declara muy bien Duarte Nuñezen jugali toro natam, Ainrico uni filiorum fiii ejusdem du- la primera parte de la corónica de Portugal, que sacó cis Roberti dedit, hosque ambos in ipsis finibus Hispa- el año pasado mil y seiscientos discreta y entendidaniæ contra agarenorum collocavit imperium. Por manera, mente escrita, y con discursos de hombres que habia que don Enrico, conde de Portugal, era nieto de Rober- estudiado: que el escribir historias, y mas de cosas to duque de Borgoña, y sobrino de la reina doña Cons- antiguas, no es de todos. Otros hicieron griego à don tanza: y así la reina doña Constanza, el conde don Ka- | Enrique, y de los emperadores de Constantinopia, por mon, el conde don Enrique eran todos de la casa de Bor- lo que dice el arzobispo don Rodrigo, que don Enrique goña; y por esto muchas escrituras de sus tiempos los viniera á España de las partes de Bisanzon, y engañallaman De genere Francorum, como una de la era mil dos con la semejanza del vocablo entendian que era de ciento treinta y uno, XV. K. novemb. que es una venta Constantinopla, que se llamó Bizancio; y el nombre de de heredades, que Bermudo Consunez vendió á don Ro- Henrich notoriamente muestra ser francés ó tudesco; drigo hijo de Froila, en término de Bisauquis, cerca del porque rich entre ellos, quiere decir rico ó rey, y así Ferrol, en el mismo obispado, dice: Regnante rege Ade- los mas principales de los francos se llamaron Fredefonso in Toleto et in Galletia gener ejus Reymundus de rich, Henrich. Uldarich, etc. Y ningun príncipe griego genere Francorum: como lo eran sin duda los duques tuvo jamás tal nombre; y un solo emperador de Consde Borgoña. Y en otra, en que Osorio Velasquis con tantinopla que se llamó Henrique fué de nacion francés su hijo Pelayo Osoriz vendieron á Rodrigo Froila la de la Galia Bélgica, sucesor de Balduino su hermano, iglesia de Santa María de Vilar en el obispado de que de conde de Flandes fué electo emperador. WolfanMondoñedo. Dice la data: Era MCXXV, III. K. April· go Lacio dice, que don Enrique fué aleman, y conde regnante Adefonso rex in Toleto regni sui, tenente Galle- de Limburg; mas, si así fuera, no dejara de llamarse the præjussa illius regis, gener ejus comite Reymundus, conde de Limburg, y su hijo lo heredara. Los obispos ortus ex stirpe Francorum. Que aunque me parece que de Burgos y Palencia dicen en sus corónicas que fué hay alguna duda en el año que está falto, al fin la es- de la casa de Lorena, á los cuales siguen otros mucritura es verdadera. Y en otra del mismo monasterio chos; y Damian de Goes en la vida del rey don Manuel de Joiba, que es una donacion de heredades que hi- es del mismo parecer, y dice que revolviendo los arzo al convento doña Gontrada Rodriguez, con con- chivos de Metz de Lorena, y otros de otras ciudades sentimiento de su marido el conde don Pedro Froi- de Bolonia en Francia, halló que don Enrique fué hijo la, dice: Era MCLII, VII K. Janu. regnante do- de Guillermo de Joim-villa, duque de Lorena, bermaña Urraca in Toleto cum filio suo Adefonsus rex, fi- no menor de Godofre de Bullon rey de Jerusalen. El lius Reymundus Burguniense. En el monasterio real de arzobispo don Rodrigo dice que el conde don Enrique Santa Cruz de Coimbra, en la tercera parte de los libros fué hermano del conde don Ramon de Galicia, padre de los testamentos y donaciones hay un fuero, que el del emperador don Alonso séptimo; y que eran borgoconde don Ramon dió á los de Montemayor, lugar cin-ñones, naturales de la ciudad de Bisanzon. Pero porco leguas de Coimbra, era mil ciento y treinta y tres; y dice lo que otra vez referiré: Ego honorabilis, ortu nobilis, comes dominus Raymundus, una cum dilectissima conjuge nea. No he hallado escritura verdadera que diga el año en que don Ramon vino á Castilla, ni por qué ocasion, ni cuando casó con doña Urraca. Diré cuando lo hallare en los privilegios. En muchas escrituras se firma: Comes Raymundus gener regis. Y en otras le llaman De genere Francorum. Llámase conde de Galicia, y nunca de Portugal, aunque algunos años tuvo su gobierno. Su mujer doña Urraca nunca se llamó condesa, sino Infantissa doña Urraca uxor ejus, filia cjusdem imperatoris. No hallo por dónde averiguar el

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que no es mi voluntad disputar ni determinar esta cuestion aquí, baste lo dicho que quien mas quisiere hallará autores que lo tratan muy mas de propósito sin haber evidencia en nada; basta saber que pues el rey don Alonso les dió sus hijas á estos dos caballeros, que serian muy principales; que de otra manera los castellanos no lo permitieran, ni el rey don Alonso tenia tan bajos los pensamientos. Junto con esto parece, cuan pobres eran, pues no hay memoria de una almena de que fuesen señores en su tierra, excepto don Ramon que le llaman conde, segun dije. Y si es fuerza decir lo que siento, tengo por cierto lo que he dicho de los anales del monasterio Floriacense que se escri

bieron en estos dias, y sabria bien el monge que los escribió quiénes eran estos señores por tocar tanto á la casa de Francia: y así me afirmo que don Enrique, conde de Portugal, era hijo de hermano de la reina doña Constanza: y su mujer doña Teresa, si no era legítima, era hija de aquella señora, con quien el rey don Alonso quiso casar, que por eso la igualó en el dote con doña Urraca, dándola con título de reina lo de Portugal. Sea como fuere, estos caballeros fueron sin duda hijos segundos de algun gran príncipe, y se vinieron con solas las armas á buscar sus aventuras y emplearias en servicio de Dios peleando por la fé cristiana. Y siempre seré de parecer que eran deudos de la reina doña Constanza: y eso los trajo à Castilla, y ella fué la que los casó con las infantas de Castilla. Entiendo yo que cuando el rey don Alonso casó con don Ramon á su hija doña Urraca, no estaba en esperanzas de tener hijo varon heredero de sus reinos. Parece haber casado el conde don Enrique antes de la era mil ciento treinta y tres, porque en este año llamándose conde, y á su mujer infanta doña Teresa, dieron una carta de fuero y población á los que vinieron á poblar la villa de Constantira de Pannoias: la cual carta es de la torre del tumbo real, que está en Lisboa. Y vuelvo á decir que si el rey don Alonso supiera que no habia de tener hijo varon que heredara sus reinos, nunca casara sus hijas con extranjeros. Y véese claro que cuando enviudo doña Urraca, luego la casó con el rey don Alonso de Aragon su sobrino, y primo della en tercer grado, con intencion de que tuviesen hijos naturales del reino; y nunca quiso ver á su nieto don Alonso, hijo de don Ramon que nació en Galicia, y se crió como olvidado en Caldas de Rey, lugar del conde don Pedro de Traba su ayo, de donde Dios le sacó para ser uno de los mas valerosos príncipes que tuvo España. Y digo mas, que no dió el rey don Alonso á sus yernos los condados de Galicia y Portugal en propiedad, sino en administracion y gobierno; y con este título goberno don Ramon primero en Portugal, que en aquel tiempo no era tanto como Galicia: y de allí lo pasó y mejoró en el gobierno de Galicia, y á don Enrico dió lo de Portugal.

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Calixtus honor patrie, decus Imperiale nequam Burdınum damnat, pacemque reformat.

Que es: Veis aquí á Calixto honra de su patria, ornamento de la generacion imperial; condena al perverso Burdino, y reforma la paz.

Y es cierto que no siendo tales estos dos condes, que el rey don Alonso, principe de tan altos pensamientos, no les diera sus hijas, y tan grandes partes de sus reinos, habiendo en ellos caballeros de tanta grandeza y antigüedad de sangre, como en otra provincia del mundo; aunque los mismos españoles no la conocen, pareciéndoles que lo que viene de mas léjos, es lo mejor; habiendo sido España, donde mas se ejercitaron las armas que crian los nobles, y donde mas se miró quien era judío, quien villano ó moro, y de bajo nacimiento; lo cual jamás se hizo así en ninguna provincia del mundo, sino solo se ha mirado tener ó no tener, para ser noble ó no lo ser.

CAPÍTULO XXII.
Condes de Tolosa.

El conde don Ramon de Tolosa y San Gil con quien el rey don Alonso casó la infanta doña Elvira, que así se llama, segun se colige de las historias francesas, fué gran señor en estado y sangre por la casa de Tolosa, de donde él procedia, que muchas veces se juntó con la de Francia por casamientos. Su descendencia fué de Torson ó Torsino, que siendo gentil fué señor de la Galia Narbonense, el cual se convirtió á la fé de Cristo en tiempo de Carlomagno, que conquistó la provincia de Aquitania, y venció al duque Gaifredo, y entre nueve condes que en aquella provincia ordenó, dió título de conde de Tolo-a á Torson, con las mismas tierras que antes tenia. Sucedieron á Torson en el estado de Tolosa estos condes, Isauredo, Bertrando, Guillelmo, Raimundo de San Gil, Guillelmo segundo, Talhaferro, Poncio, Aimerico, Raimundo segundo, que es éste de quien hablamos. A este Raimundo dió el rey don Alonso por mujer su hija doña Elvira; y segun lo que algunos dicen, con el dinero que le dió en dote, compró ó hubo en empeño el condado de Tolosa, de Guillelmo duque de Aquitania que sucedió en él por su mujer hi

De la nobleza de los condes de Borgoña, y ser de las casas reales de Francia, inglaterra, Alemania, y deja del conde de Tolosa, hermano del mismo Ramon.

los mayores príncipes de la cristiandad, hay noticia, por lo que tratando el arzobispo de Tiro en los libros

Este don Ramon, siendo señor de muchos estados, demás de los condados de Tolosa y San Gil, como son de

de la guerra ultramarina de la sangre y nobleza de Es-Rodes, Bases, Cohors, Albi y Carcasona; al tiempo tefano conde de Borgoña, hermano de don Ramon conde de Galicia y del papa Calixto, y primo de don Enrique conde de Portugal dice; y que era hombre ilustrísimo y de antiquísima nobleza. Esta era de los dichos emperadores y reyes. Y tratando del papa Calixto dice que era noble segun la carne; y que con el favor del emperador Enrico su pariente vino á Italia, y tomó por armas la ciudad de Sutiu, y en ella á Burdino de nacion francés, obispo de Coimbra, y despues arzobispo de Braga, y últimamente antipapa. Este Enrique era hijo del emperador Enrique el cuarto, y nieto de Enrico tercero, y bisnieto del emperador Conrado. Este parentesco con los emperadores confirma aquel dístico, que segun refiere el arzobispo don Rodrigo y otros, se esculpió en piedra en la cámara del papa Calixto en San Juan de Letran cuando entró en Roma como triunfando del dicho Burdino antipapa, puesto en un camello, vuelto el rostro á las ancas, en desprecio y escarnio de su ambicion, los cuales dicen así :

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que Godofre de Bullon con otros príncipes de Francia y Alemania pasó á la Siria á la guerra santa, fue él tambien llevando consigo á su mujer la infanta doña Elvira ; y con su ayuda y gran consejo se conquistaron la ciudad de Jerusalen y las demás provincias de la Siria, en que él ganó la ciudad de Tripol en la Fenicia, de que fue hecho conde. De su mujer hubo un hijo llamado Bertrando que continuó con él la guerra santa: y despues de muerto su padre con setenta galeras que llevó de Génova, volvió á Siria; y sucedió á su padre en el estado que conquistó en Asia y en la ciudad de Tripol: porque con lo que tenian en Francia se levantó por ausencia de don Ramon, Guillelmo conde de Potiers su pariente. Y hallaremos adelante este don Bertrando con título de conde, y casado en Castilla. Otro hijo tuvieron don Ramon y la infanta doña Elvira, que se llamó Alonso como su abuelo, y Jordan, porque nació en Siria año mil ciento tres, y lo bautizaron en el rio Jordan. Don Bertrando el hijo mayor, volviendo á estas partes y hallando embarazadas las tierras que

nunca imaginó, que sus reinos quedaran en ellos.

su padre habia dejado, vino á servir al rey don Alon- | Tales fueron los yernos de don Alonso el sexto, mas so de Aragon, el Batallador, estando en la ciudad de Barbastro año mil ciento diez y seis, y se hizo su vasallo poniendo su persona y el condado de Tolosa debajo de su proteccion; pero fueron tantas las guerras del rey don Alonso con los moros (que dicen les dió treinta y nueve batallas campales) que no pudo restituir á don Bertrando. Casó con doña Elvira, como dije.

Veremos á don Bertrando con título de conde, sin decir de dónde, adelante en los ruidos y pendencias entre dona Urraca, don Alonso de Aragon, y don Alonso Ramon. Parece que los tolosanos echaron mano de don Alonso Jordan, hermano menor de don Bertrando; y sacándole de la prision, donde le tenia el conde de Potiers, le hicieron su conde y señor de Tolosa, y dejaron á Bertrando no por ser muerto, como dice mal Zurita, que vivo era, y con hijos que le heredaron, que Poncio su primogénito fué conde de Tripol, y casó con doña Cecilia, hija del rey Felipe de Francia, y viuda de Tancredo, príncipe de Antioquía; y bubo en ella un hijo que se llamó Raimundo, que casó con hija de Balduino, rey de Jerusalen; y dellos nacieron otros muchos señores de Tripol, de que Guillelmo arzobispo de Tiro, y otros hacen mencion, nombrándolos por ser de aquel tiempo, y que el arzobispo los vió y conoció. Don Alonso Jordan fué un esforzado caballero; y tornando á la tierra santa, donde nació, falleció yendo á Jerusalen en Cesarea de Palestina; y aun hubo sospecha que de ponzoña. El conde don Ramon, yerno del rey don Alonso, murió en Tripol año mil ciento cinco en el castillo de Monteperegrino, que él habia edificado dos millas de la ciudad. Llamóse conde de Tolosa y de san Gil, que así lo llama el arzobispo; otros le llamaron solamente de Tolosa; Marco Antonio Sabelico, Martin Polono, Felipe Borgomense lo llamaron solamente de san Gil; y algunos, mal engañados por la variedad destos títulos, han hecho de un Ramon, dos y tres como se colige de Paulo Emilio en la vida de san Luis rey de Francia. Y nació de ser don Ramon señor de tres lugares principales que hay en la Gallia Narbonense; uno la ciudad de Narbona, otro la de Tolosa, otro el lugar que llaman San Gil, por el grande y real templo que hay en el de San Gil, de que se honra y llama aquella tierra. Por manera, que de un conde hacian tres; y aun de dos Raimundos, del de Galicia y el de Tolosa, hacian uno.

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Era mil ciento treinta. Esteban de Garibay en el compendio lib. 11. cap. 23, dice que este año murió la reina doña Constanza por el mes de setiembre; y trae escrituras del monasterio de Santo Domingo de Silos, por donde parece que el rey se casó en el mismo año, y á treinta de setiembre con doña Berta 6 Alberta, que fué su tercera mujer, y segun el nombre extranjera, sino es que Berta sea lo que decimos Beatriz. Era doña Berta 6 Alberta de la casa real de Francia; así lo dice una carta de venta del monasterio de Joiba, obispado de Mondoñedo, en que Hero Rodriguez y otros vendieron unas heredades en Trasancos: Era MCXXXIV. XV. K. Novemb. regnante rex Adefonsus in Toleto cum conjuge sua Bertha, de genere Francorum, in orbe Galletve regnante comite Reymundo cum conjuge sua filia Adefonsi reg. Murió asimismo en este año á tres de octubre la condesa doña Teresa tenida por santa, fundadora del monasterio de San Zoil de Carrion. Era en este tiempo paje de lanza, del rey don Gomez Gonzales Salvadores, hijo del conde don Gonzalo Salvadores Cuatro manos, que, como dije, murió en Roda. Este cuidado de llevar las armas al rey, cuando salia en campaña, se daba siempre à un caballero doncel de los mas ilustres del reino, como lo era don Gomez. En este año, era mil ciento treinta se hizo alguna entrada notable en tierra de moros, de la cual no hallo mas luz de una escritura, en que doña Mayor dió al monasterio de Arlanza unas heredades, porque Dios volviese con bien y vida á sus hijos de la tierra de los moros, contra los cuales se hacia jornada: y fué la data á doce de junio. Hallábanse en este tiempo en Arlanza; y fueron testigos Alvaro Diaz, Gonzalo Nuñez, que tenia los castillos de Lara; Pedro Alvarez; Rodrigo Gonzalez: Rodrigo Ordoñez; Pedro Muñoz, caballeros señalados del reino. El Gonzalo Nuñez era hijo del conde don Nuño, y nieto del conde don Alvaro, hermano del conde Salvadores; y fué padre del conde don Pedro Gonzalez de Lara, de quién hablaremos largo en los tiempos de doua Urraca. Digo esto, porque estos caballeros son origen del linaje de Lara, tan esclarecido en Castilla. Y éste y el de los de Sandoval vienen de dos hermanos; del conde Salvadores los de Sandoval ; y del conde don Alvaro, su hermano, los de Lara: como por lo que dejo dicho consta con evidencia.

FIN DEL TOMO SEGUNDO

NOTA. Aunque aqui termina el tomo II de las Glorias Nacionales, rogamos á nuestros suscriptores que no se lo hagan encuadernar basta que les repartimos los apendices al mismo, y los indices que se imprimiran mas adelante.

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CRONICA DE LOS REYES GODOS,

DESDE WAMBA, Y DE LOS DE OVIEDO, HASTA ORDOÑO (1).

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En nombre de nuestro Señor Jesucristo empieza la Grónica de los visigodos, que comprende desde los tiem pos del rey Wamba hasta los del glorioso Garcia, hijo del rey Alfonso.

4. Nos el rey Alfonso á nuestro Sebastian, salud. Aquí tienes la historia de los godos que nos pediste por medio del presbítero Dulcidio, y que la negligencia de los antiguos no quiso escribir, dejandola sepultada en el siJencio. Mas como la crónica de los godos hasta los tiempos del glorioso rey Wamba la dejó largamente explicada Isidoro, obispo de la iglesia de Sevilla, te contarenos ahora en pocas palabras lo que, comenzando desde aquella época, hemos oido de boca de los antiguos y de nuestros inmediatos predecesores, y lo que tenemos por verdadero (2).

2. Recesvinto, pues, rey de los godos, saliendo de Toledo, se fué à una de sus villas llamada Gérticos, cuyos restos se descubren en el monte Cauro, y allí acabó sus

(1) Esta crónica la atribuyen unos al rey don Alfonso III, el Magno y otros à D. Sebastian obispo de Salamanca 6 de Orense segan algunos; por lo que suprintimos en el título todas las palabras que se refieren al autor, ó al personaje à quien dedicó su obra el cronista.

(2) No deberá extrañarse que eu la traduccion de éste y de los demás cronicones no nos atengamos estricta y rigurosamente à la significacion del texto latino; porque los vicios de que este adolece tanto en los diferentes códices como en sus varias ediciones, nacidos anos de la rudeza de la época en que fué escrito, utros del descuido de los amanuenses, y otros finalmente delas injurias que el tiempo ha causado en las manuscritos, hacen muchas veces imposible la version literal. En todos estos casos hemos debido interpretar mas bien que traducir al cronista, dando á sus palabras el sentido que naturalmente se desprende de la sucesion de los hechos, y el que inas generalmente le han dado los criticos é historiadores: por esto en la traduccion de este párrafo, que Nicolas Antonio califica de ininteligible, hemos partido del principio de que sea D. Alfonso el autor de la crónica.

Aunque, partiendo de este concepto, tambien hubiéramos debido seguir en la traduccion una cronologia exacta, reduciendo á su verdadero valor las muchas fechas equivocadas que se hallan á cada paso en todos estos cronicones; con todo, en esta parte hemos preferido conformarnos con el texto latino que teníamos à la vista, por dos razones; la primera, porque andando, como andan muy a menudo, discordes los historiadores y cronologistas en fijar la fecha puntual de muchos de Jos sucesos que en estas crónicas se refieren, el corregir en este punto la plana al autor, ó mejor, á sus ignorantes copistas, debería ser obra no de una simple enmienda en la traduccion, sino de maduro exámen, hirgo y razonado discurso; y la segunda, porque aquellas equivocaciones son casi siempre tan palpables y tan contradictorias unas con otras, que su misma falta de enlace está advirtiendo al lector para que conozca el verro. Cualquiera que lea en Sampiro, que el concilio de Oviedo se acabó en la era de DCCCCXLV, verá desde luego que es imposible que tres años despues, en la era de DCCCCLVIII, poblase el rey á Zamora, etc., como io dice la crónica à renglon seguido, núm. 14 y 15; asi como salta tambien à la vista, que si murió Alfonso el Magno en ja era de DCCCCLXVIH, no pudo ser que Alfonso el monge abdicase la corona en la misma era de DCCCCLXVIII, como se lee en el cronicon Triense, cuando entre uno y otro hecho mediaron nada menos que cuatro reinados. Solo por via de ejemplo citamos estos dos casos entre los muchisimos que nos ofrece cada crónica, para hacer ver que son debidas á los copistas la mayor parte de estas faltas, y en cuanto á aquellas otras fechas que son de dudosa ó dificil reduccion, las tiene ya el lector aclaradas 6 rectificadas en las obras de Ocampo, Morales y demás sabios historiadores que forman parte de esta coleccion. Finalmente, à los que extrañaren estos verros y contradicciones recomendamos la lectura de las prevenciones que hizo el P. Mro. Florez en las pág. 290-308 dei tom. 23 de su España Sagrada, ↑

TOMO II.

dias de muerte natural. Despues de habersele dado sepultura en el mismoчugar, todos eligieron por rey á Wamba en la era de DCCX; y aunque éste lo rehusó porque no queria ceùirse la corona, aceptó al cabo contra su voluntad, accediendo à los deseos del ejército; y conducido desde Juego a Toledo, fué ungido por rey en la iglesia metropolitana de Santa Maria, en cuyo acto todos los que se hallaban presentes vieron salir de su cabeza una abeja que dirigió su vuelo al cielo : prodigio con que Dios quiso anunciarnos las futuras victorias de este rey, como lo justificó el suceso. Domó y sometió à su autoridad à los astures y à los vascones que se rebelaban continuamente. En su tiempo se conjuraron los naturales de la provincia de las Galias, y separándose del reino de los godos, untéronse al de los francos. Para reconquistar y someter aquella provincia, envió Wamba un ejército à las órdenes del duque Paulo; pero éste en vez de cum-' plir el encargo que se le habia dado, hizo traicion à su patria y se hizo aclamar soberano de aquellos perversos tiranos. Si quieres ahora saber por menor cuántas muertes hubo, cuántos incendios de ciudades, cuántas ruinas, cuántos ejércitos de galos y de francos fueron derrotados por Wamba, cuántas y cuan famosas victorias alcanzó éste, y en qué vino á parar por último la tirana de Paulo, no tienes mas que leer la historia de aquel tiempo, escrita minuciosamente por el metropolitano san Julian.,

3. En tiempo de este rey tambien abordaron à la costa de España doscientas y setenta naves de sarracenos, pero fué enteramente derrotado todo su ejército é incendiada la flota. Mas antes de declararte la causa de la venida de los sarracenos á España, te explicaremos ef origen del rey Ervigio. En tiempo del rey Chindaswinto llegó peregrinando a España un ial Ardobasto, desterrado de Grecia por su emperador, y a quien acogió Chindaswinto tan honoríficamente, que lo casó con una prima suya. De este matrimonio nació Ervigio, que instruido en las artes palaciegas, y ensalzado con la dignidad de conde, maquinó ambiciosa y traidoramente contra el rey, mezclandole en la bebida una yerba llamada esparto, que lo dejó luego sin sentido. Cuando el obispo de la ciudad y los magnates de palacio, que eran fieles al rey é ignoraban que se le hubiese propinado aquel tósigo, vieron que estaba sin sentido, movidos de piedad y para que no muriese sin ningun auxilio espiritual, procuraron que se confesase, lo tonsuraron y lo vistieron et hábito de penitente. Convaleció, sin embargo, el rey; pero viendo que lo habian tonsurado, se retiró al monasterio de Pampliega, donde vivió en la religion todo el resto de sus dias. Reinó nueve años, un mes y catorce dias, y vivió en el claustro siete años y tres meses, muriendo luego de muerte natural.

4. Despues de Wamba pasó el reino à Ervigio, quien, despues de haberse apoderado de él por ardid, derogó las leyes establecidas por Wamba. promulgó otras en su nombre y fué, segun dicen, humilde con sus súbditos. Casó a su hija Cijitona con el ilustre Egica, primo de Wamba, y murió en Toledo en la era de DCCXXV.

5. Muerto Ervigio, fué elegido por rey el mencionado Egica. Este fue muy discreto y humilde; congregó repetidos concilios, como lo demuestran los cánones que en ellos se establecieron; sometió á los rebeldes que sa atzaron en el reino, y guerreó por tres veces contra los francos que invadieron las Galias, aunque no pudo con

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seguir ningun triunfo. Tomó luego por compañero en el reino á su hijo Witiza, señalándole por residencia la ciudad de Tuy, en la provincia de Galicia, para que asi göbernase el padre el reino de los godos y el hijo el de los da la victoria al que le place, quiso entonces que sasuevos; y despues de haber reinado diez años antes de Ja elección del bijo, y cinco en compañía de éste falleció en Toledo en la era de bucxxxvit

6. Con la muerte de Egica se volvio Witiza a Toledo a ocupar el solio de su padre. Fué este rey muy malo y de depravadas costumbres: como el caballo y el 'mulo qu carecen de entendimiento, coinquinóse con muchas mujeres y concubinas y para que no se fulminase contra éi la censura eclesiastica, disolvió los concilios, olvidó sus canones, y corrompió á todo el clero, mandando á los obispos, presbiteros y diáconos que se casasen. Estas maldades fueron las que causaron la ruina de España; porque asi como los reyes y los sacerdotes quebrantaron Ja ley del Señor, asi tambien la espada de los sarracenos destruyó los ejércitos de los godos. Despues de ha

ber reinado Witiza pe diez años, fatleció en

Toledo en la era de

7. Muerto Witiza, eligieron los godos por rey á Rodrigo; pero éste se entregó, y aun con mayor exceso, à los mismos desórdenes que su predecesor en vez de poneries fin como debiera, armado con el zelo de la justicía. Empero los hijos de Witiza, envidiosos de que Rodrigo hubiese ascendido al trono de su padre, conspiraron, y enviando mensajeros al África, llamaron en su ayuda a los sarracenos, a quienes introdujeron en Espana luego que hubieron llegado con sus naves. Sin embargo, los mismos que juntamente con los sarracenos Causaron la ruina de la patria fueron de las primeras Victimas. Sabedor Rodrigo de aquella entrada, salió al encuentro del enemigo, con toda la bueste de los godos; mas como dice la Escritura que en vano corre el que lleva delante la iniquidad, agoviados los godos con el peso de sus pecados ó de los de sus sacerdotes, ó vendidos por la traicion de los hijos de Wiliza, hubo, su ejército de volver las espaldas y fué pasado a cuchillo. Ignorase todavía como murió el rey Rodrigo; pero en nuestros tiempos borrascosos ¿cuando se poblaron la ciudad de Viseo y sus arrabales, se encontró en cierta basilica un monumento que tenia encima esculpido un epitatio con estas palabras: AQUÍ YACE RODRIGO, ULTIMO REY DE

LOS GODO8.;

8. Los árabes luego, oprimidos la patria y el reino, se mantuvieron por algunos años tributarios del rey de Babilonia, hasta que se eligieron el suyo y establecioron su corte en la noble ciudad de Córdoba, y los godos entretanto fueron exterminados parte por el hierro y parte por el hambre. De los pocos que quedaron de la estirpe real unos se retiraron a Francia, y otros se refugiaron á nuestras Asturias, donde eligieron por principe a Pelayo, hijo del duque Favila, y descendiente de sus reyes. Tan pronto como los sarracenos tuvieron noticia de aquella eleccion, enviaron á Asturias contra Pelayo un innumerable, ejército, mandado por Alkaman, que era otro de los que habian entrado en España con Tarech, y à quien acompañaba en su expedicion el obispo Opas, metropolitano de Sevilla é hijo de Witiza, por cuya traicion hablan sucumbido los godos. Sabedor Pelayo de aquella acometida, recogióse en una cueva del monte Auseva, llamada la Cueva de Santa María, donde lo cir→ cunvaló luego el ejército enemigo. Acercósele entonces el obispo Opas y le dirigió estas palabras :—Hermano : ya sabes que toda la España unida y sujeta al gobieroo de los godos, congregadas todas sus buestes, no pudo resistir al impetu de los ismaelitas : & como pues has de poder tú defenderte, metido en esa madriguera? Oye mis consejos, no lo intentes; asi disfrutarás de muchos bienes, y en paz con los árabes, recobrararás todo lo que fué tuyo..

siempre Virgen María, se volvian de rechazo contra los mismos que las disparaban, causando mucho daño a los caldeos. Dios, que sin contar el número de los soldados, liendo los fieles de la cueva á campal batalla, pusiesen en fuga á los caldeos, los cuales se dividieron en dos cuerpos, cavendo prisionero el obispo Opas y muerto Alkaman. Quedaron en el campo

veinte y cuatro

mil caldeos; y los sesenta y tres mil restantes tramontaron el Auseva, y por un despeñadero llamado vulgarmente Amosa, se descolgaron en direccion al territorio de Liébana; pero ni alli pudieron librarse de la venganza del Señor; porque al pasar por una montaña a cuya falda corre el rio Deva, y junto à una beredad llamada Casegadia, dispuso evidentemente el Señor que se desplomase una parte del monte, y arrojase al rio á los sesenta y tres mil sarracenos, sepuliándolos debajo de sus ruinas. Hasta en nuestros dias cuando en invierno, henchido el rio, llena todo su cauce y derrabiatas riberas, a

sos de los sarracenos. Yine o restos de armas y hueque este milagro sea falso y fabuloso: bastete recordar que el que sumergió en el inar Rojo á los egipcios que perseguian al pueblo de lsrael, este mismo sepultó debajo de las ruinas del monte a los arabes que perseguian a la Iglesia del Señor. 11. Habia por aquel mismo tiempo en este territorio de Asturias y en la ciudad de Jijon un gobernador puesto por los caldeos y llamado Munuza, que era uno de los cuatro caudillos que bicieron la primera entrada en España. Cuando este supo la rota de los suyos, emprendió Juego la fuga; pero persiguiendolo los astures, le dieron alcance en el pueblo de Olaila, donde exterminaron todo su ejército, de modo que no quedó ya ni un solo sarra-) ceño en los puertos del Pirineo. Entonces pudieron los fieles congregar sus huestes, repoblar el pais y restaurar las iglesias, y entonces entonaron todos canticos de agradecimiento, diciendo: Bendecido sea el nombre del Senor, que conforta a los que en él creen, y reduce à la nada a los malos. Murió Pelayo despues de haber reinado diez y nueve años completos, y fué enterrado con su mujer, la reina Gaudiosa, en el territorio de Caugas, en la iglesia de Santa Eulalia de Velanio, en la era de DCCLXXV.

12. Sucedióle en el reino su hijo Favila, quien por el poco tiempo que reinó nada dejó que transmitir à la historia, pues tuvo la desgracia de que to matase un oso en el año segundo de su reinado. Fué enterrado con su mujer la reina Frojeba en el territorio de Cangas, en la iglesia de Santa Cruz que él mismo habia edificado, era de DCCLXXVII.

13. Por la muerte de Favila entró á reinar Alfonso el Magno, varon de grandes prendas, hijo del duque Pedro, descendiente de Leovigildo y Recaredo, y general que habia sido del ejército en tiempo de Egica y de Witiza, Enfrenó repetidas veces la audacia de los árabes, y sus obras están diciendo cuán grandes fueron su valor, su acierto y su autoridad. Acompañado de su hermano Fruela, tuvo repetidos combates con tos sarracenos, y recobrando muchas de las ciudades de que ellos se habian apoderado, á saber: Lugo, Tuy, Oporto, la metropolitana de Braga, Viseo, Flavia, Agueda, Ledesma, Salamanca, Zamora, Abela, Segovia, Astorga, Leon, Saldaña. Mabe, Amaya, Simancas, Auca, Velegia, Afabense, Miranda, Rebendeça, Carbonera, Abtica, Abeica, Brunes, Cenizera, Alescanco, Osnia, Clunia, Arganza y Sepúlveda con sus castillos, lugares y aldeas, mandó pasar a cuchillo à los árabes que las guarnecian y reinstaló a los cristianos en su patria. Pobláronse tambien por este liempo Primorias, Liébana, Transinera. Suporta, Carranza, Bardulia que ahora llamamos Castilla, y la parte maritima de Galicia; pues Burgos; Álava, Vizcaya, Ajaon, Alaon y Orduña, se sabe que las poseverón siempre sus propios moradores, lo mismo que Pamplona, Deyo y Berrueza. Fué, pues, el sobredicho Alfonso un rey muy magnánimo : no ofendió á Dios ni à la Iglesia, y flevő siempre una vida digna de ser imitada. Edificó y fundó muchas iglesias, reinó por espacio de diez y ocho años, y acabo felizmente sus dias, siendo enterrado con su mujer, la reina Ermesinda, en el monasterio de Santa Maria en el territorio de Cangas. Pero no puede pasarse aqui por alto un milagro que se verificó al tiempo de su muerte. Despues de haber espirado en el silencio de la noche, y mientras los centinelas del palacio velaban el cadáver, todos los que est ban de guardia oyeron súbitamente unas voces de ángeles que cantaban: Ved aquí como muere el justo, y nadie lo considera; así foltun los varones justos, y nadie tu siente en su corazon ; el justo ha sido segregado de los malos, 10/Vuelto entonces al ejército el mal obispo, dijo:- y será enterradoen paz. No creas que esto sea una fabula; Adelante y pelead, que no tendreis paz con él sino des- porque preferiria callar si hubiese de contar mas que la pues de la victoria, Tomaron, pues, las armas, y se tra- pura verdad. Aconteció todo esto en la era DccxCV. bó el combate. Armanse los fundibulos, preparanse las: 14. Muerto Alfonso, sucedióle en el reino su hijo Fruehondas, Jucen las espadas, vibranse las lanzas y silbanla, varon de claro ingenio y denodado en las armas, que sin cesar las saetas: pero en medio de todo esto no fal-, alcanzó repetidas victorias contra el enemigo de CôrLaron los milagros de Dios, porque las piedras que dis-doba. En una batalla que tuvo en Pontuvio, lugar de la paraban los fundibularios y caian en el santuario de la provincia de Galicia, derrotó á Jus caldeos matandoles

9 Contestóle, Pelayo:-Ni haré alianza con los árabes, ni me someteré a su imperio. ¿Por ventura no sabes que la Iglesia del Señor es comparada à la luna, porque despues de sus menguantes tiene sus crecientes? Yo confio en la misericordia del Señor, que de este humilde monte que tú estás viendo renacerá la salud de España y se reorganizará el ejército de los godos, para que se cumpla en mi la profecia que dice: Los visitaré con el rigor en sus iniquidades, y con el azote en sus pecados; pero no los desamparará mi misericordia. Así pues, del nismo modo que nos hemos conformado con la severidad de la sentencia, así esperamos tambien en su misericordia para el restablecimiento de la Iglesia, de nuestros pueblos y de nues-tro reino: por esto despreciamos y no lememos á esa muchedumbre de paganos.

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