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DON GUTIERRE

de Toledo.

Presidió desde el año de 1377. hasta cerca del de 1389.

Nació el célebre Don Gutierre de Toledo en la Ciudad Imperial de su apellido, en la Parroquia de San Justo, donde recibió el santo Bautismo, y à cuyo distrito pertenecian las casas de sus padres, que fueron Don Fernan de Toledo, y Doña Mencia Fernandez. Su nobilisima familia fue Muzarabe, ò de los antiguos Christianos que, se hallaron en la expresada Ciudad al tiempo de su conquista, y se habian mantenido en la Religion Christiana en los siglos anteriores desde que la misma Ciudad fue dominada de los Moros. Por esta razon quando Toledo, y su comarca se gobernaba por dos Alcaldes, uno que se decia Castellano, à quien tocaba juzgar conforme al Fuero viejo de Castilla que habia dado Don Sancho, Conde de ella, à sus vasallos, de los quales se componia parte de ka poblacion de Toledo despues de su conquista; otro,

conservan

que se decia Muzarabe, cuyo oficio era dar sentencia con arreglo à las antiguas leyes Godas, que se contenian en el libro llamado Fuero Juzgo; muchos de la referida familia gozaron la dignidad de Alcaldes mayores, y Muzarabes de Toledo. En el Archivo de esta Ciudad se muchas memorias relativas à los de esta familia, como se puede ver en el Informe que se presentó en su nombre al Real, y Supremo Consejo de Castilla sobre igualacion de pesos, y medidas, publicado en el año de 1758. En la pagin. LXIV. de esta Obra se hace memoria de Don Gutierre Fernandez de Toledo, Señor de Anamella, Guarda mayor de Don Alonso XI. y despues Repostero mayor, y Valido del Rey Don Pedro, tio de nuestro Don Gutierre, Obispo de Oviedo, el qual formó un arancel de 54 títulos, en cuyo principio se ponen estas palabras: En el mes de Junio, en la Era de milè trecientos è noventa è tres años, años, esto es, lo que fue fallado por Gutierre Fernandez, Alcalde mayor de Toledo, que pertenece facer, è requerir al Oficio del Almotacenazgo, è d

los

los otros Oficiales de los Alaminazgos, è à los Oficiales de esta Alcaldia, è lo que pertenesce aver à cada uno de los dichos oficios, segund que lo solian aver antiguamente.

Esta ilustre familia tubo, sin embargo de los grandes servicios que tenia hechos al Reyno, y á los Reyes, el contratiempo de caer de la gracia del Rey Don Pedro. En el año de 1360. hallandose Don Gutier Fernandez de Toledo, tio de nuestro Obispo, en Alfaro por mandado de dicho Principe, fue preso de orden del mismo, y degollado, escribiendo antes de su muerte una Carta al Rey, en que entre otras cosas decia, que su padre, hermanos, y él fueron siempre en la Casa, y crianza del Rey des de su nacimiento, y que pasaron muchos males, y miedos por su servicio. Vease esta Carta en la Crónica del Rey Don Pedro, en el año once de su reynado, cap. 17. En el mismo año se dirigió el expresado Principe à To ledo, y se apoderó de todos los bienes de Don Vasco, ò Blas, Arzobispo de Toledo, tio tambien de nuestro Prelado, habiendo dado antes

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orden de que el Arzobispo. saliese de España, y fuese à Portugal, como lo executó, sin darsele tiempo para llevar consigo sino el vestido que tenia puesto. En el de 1366. mandó el Rey Don Pedro, estando en Santiago, matar à Don Suero Gomez, que era tambien pariente de nuestro Don Gutierre, executan, dose la orden à la puerta misma de la Catedral de aquella Ciudad.

Don Gutierre de Toledo siguió los estudios en la Universidad de París, donde recibió el grado de Doctor. Salió muy aventajado en las letras, y sus costumbres fueron tan dignas de alabanza, que no era menor la estimacion en que por ellas era tenido, que el esplendor que le prc ducia la nobleza de su sangre. El Rey Don Enrique hizo tanto aprecio de sus méritos, que le hizo Capellan y Caneillér mayor de la Reyna Doña Juana, su muger. Vacando despues el Obispado de Oviedo en el año de 1376. por muerte del Obispo Don Alonso, fue promovido Don Gutierre á esta Sede en el año siguiente de 1377.

Asi que tomó posesion

de su Iglesia, comenzó à mostrar la fortaleza de su áni mo para la defensa de las libertades, y exênciones que debia gozar, segun los privilegios con que la honraron los Reyes. Advirtió con gran pena suya, que los Merinos del Rey se atrevian à repartir tributos por los vasallos que pertenecian á la Iglesia; y procuró remediar este desórden en el principio de su presidencia, representando à Enrique II. lo que pasaba en contravencion de las mercedes que los Reyes sus progenitores habian concedido à la Catedral del Salvador. Movido el Rey de las quexas de este Prelado, despachó dos Cartas en 12. de Octubre del año de 1377. mandando por ellas, que sus Merinos no exîgiesen derechos algunos en las tierras ó vasallos que tocaban à la jurisdiccion y dominio de la Iglesia de Oviedo. Hallanse estas Cartas en el Códice intitulado Regla to lorada en los folios 122. y 123. y se pondrán en los Apendi ces del Tomo presente.

Una de las familias mas ricas, y poderosas de Asturias era la de. Quirós, la qual entre otras preeminencias ha

bia gozado hasta este tiempo la de ser sus descendientes Comenderos de la Iglesia de Oviedo, teniendo baxo su proteccion los Castillos de Alba, Buango, Proaza, y Teberga, propios de la Catedral del Salvador. Don Gutierre hubo de conocer asi que tomó posesion de su Obispado, que no convenia que las referidas encomiendas estuviesen en poder de la expresada Casa, por lo que sin acobardarle el gran poder de aquella familia en Asturias, se las quitó sin que bastasen las representaciones que se le hicieron para res tituirlas á la misma Ĉasa. Los que fueron privados de las encomiendas fueron Gutierre Gonzalez, y Lope Ro driguez de Quirós, los quales viendo la resistencia del Obispo, se quexaron al Rey Don Enrique por su Escudero Vidal Fernandez, re presentando, que sus antepasados habian tenido aquellas encomiendas, conservando y reparando los referidos Castillos, defendiendo con.mu-. cho cuidado los vasallos y cotos de la Iglesia; y que por tanto de suplicaban manis dase se les volviesenllaş en-i

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facer, que dedes á los dichos Gutierre Gonzalez, é » Lope Gonzalez, todos los » Concejos, Cotos, Enco" miendas, è Caballerías que

el dicho Gonzalo Bernal» do tenia de la Iglesia de » Oviedo, ca ellos facer vos »han por ende el servicio, que los de que ellos vie

» Obispos vostros anteceso » res. Fecha en la muy noble

Ciudad de Burgos à 13. dias » del mes de Octubre, Era » de 1415.

comiendas, ofreciendo estár » si nostro servicio avedes de prontos a hacer el pleyto homenage acostumbrado, y acudir con sus personas, y gentes al servicio Real, siempre que fuese necesario para la defensa de la tierra. En el citado Códice fol. 99. se contiene la Carta que el Rey Don Enrique escribió en esta ocasion en favor de los Caballeros que se quexaron, lanen ficieron por ellos à loš qual esta escrita en estos términos: "Nos el Rey. Envia» mos mucho á saludar à vos "el Obispo de Oviedo, como aquel de quien mucho caso facemos: è sabed, que "Gonzalo Bernaldo de Qui» rós tuvo siempre de la Igle,, sia de Oviedo algunos Concejos, è Cotos, è Comien» das,è Caballerías, entre los quales tuvo á Quirós, » Teberga, è Pruaza, è los » tubieron siempre aquellos » de quien él viene, por »cierto servicio que habia de facer al Obispo de Ovie »do quando fuese por su » cuerpo en nostro servicio, è estos dichos Concejos, è » los otros que obo el dicho "Gonzalo Bernaldo de Quirós, pertenecian á Gutier re, y Lope Gonzalez, sus "fijos: porque vos rogamos,

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Parece que Don Gutierre no se allanó à volver las encomiendas como se le pedia por el Rey; porque este mismo Principe volvió à instar para lo mismo por otra Carta que le dirigió en 22. de Febrero del año de 1379. la qual se contiene en el fol. 99. de la Regla colorada, donde se halla tambien el pleyto homenage que los de Quirós hicieron al Obispo, de amparar y defender la juris diccion de la Iglesia, asi como lo hicieron todos sus antecesores.

No menos animoso fue Don Gutierre en contener à Don Alfonso Enriquez, hijo

de

del Rey, y Conde de los Estados de Gijon y de Noreña. Confiado este Señor en su propia grandeza, y mas en la de su padre, echó por su apoderado Gonzalo Suarez de Arguellos algunos repartimientos en las personas, y tierras que no eran de su jurisdiccion, y aun en las que pertenecian à la Iglesia de Oviedo, y à la Obispalía. El Obispo despachó en Jueves 17. de Enero del año de 1378. una órden á los veci nos del Concejo de Proaza, mandandoles que no diesen al Conde Don Alfonso hombres, ni dineros. Avisado el Conde,que se hallaba en Castilla, de lo que pasaba en Asturias en órden à la paga de los repartimientos, se encaminó à Oviedo, donde se formó una junta en la Sala Capitular de la Catedral, à que asistió el Obispo Don Gutierre, con el Conde, y otros Caballeros. Tratóse alli de lo que debia hacerse en punto de los repartimientos que muchos tenian por injustos; y la resolucion fue, que se hiciese relacion al Rey, y que se estubiese à lo que decretase sobre el caso. El Rey mandó que cesasen los

repartimientos, y que de ningun modo se hiciesen en las tierras que pertenecian al Realengo ò à la Iglesia, sino solo en los Estados del Condado de Noreña y de Gijon. Carvallo refiere en las antiguedades de Asturias este suceso, y escribe los nombres, y apellidos de los Procuradores que asistieron à esta junta, y en último lugar pone los Comenderos de la Iglesia de Oviedo, de los quales dice se halla mencion en las encomiendas que el Obispo Don Gutierre dió de sus Castillos y Tenencias. En el Códice citado con el nombre de Regla colorada, fol. 45. se lee, como hallandose nuestro Prelado en Uña, lugar de la Diócesis de Astorga, dió à Alvar Perez Osorio la encomienda de las tierras de Ribadeo, y Grandas, con varias condiciones que se expresan, eligiendo este Prelado para las encomiendas Caballeros tan poderosos como el dicho, que era Señor de Villalobos, para que de este modo se hallasen las tierras de la Iglesia mas seguras del poder de Don Alonso, hijo del Rey Don Enrique, y Conde de Gijon y Noreña.

Pa

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